martes, 6 de febrero de 2024

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Respecto al Festival de Eurovisión de este año apocalíptico in crescendo, me ha quedado pendiente compartir un aspecto fundamental que me he dejado en el tintero al comentar el patológico rollo de la canción española titulada "zorra" con un argumento repugnante, y  esta mañana al despertar me ha venido a la mente con urgencia el cuadro completito: ¿cómo es posible que Europa cuente con Israel como miembro participante  en el festival de Eurovisión en medio de la masacre que ese país ha liado contra Gaza, donde por esa saña y esa crueldad espantosa diariamente mueren un montón de hermanos y hermanas de la familia humana, víctimas inocentes que no atacan a nadie y están completamente indefensas, niñ@s, madres, padres, abuel@s, herman@s, amig@s, vecin@s...
 
¿No sería una buena iniciativa dedicar este año esa oportunidad eurovisiva y comunitaria al tema de potenciar  La Paz como argumento, en la que l@s participantes y sus países de origen hiciésemos una manifestación multinacional desde el euro-escenario y una recogida de fondos voluntarios del público y de los estados más humanos, responsables y conscientes, para ayudara a UNRWA y al pueblo palestino y al mismo tiempo dejar a Israel fuera del festival eurovisivo  hasta que se arrepienta y cambie la muerte y la destrucción del prójimo por la vida, la ayuda, el arrepentimiento y la responsabilidad, la cooperación y la convivencia sorofraterna entre las dos culturas y religiones? 
Y que así Israel despierte y vea que está haciendo con los palestinos lo mismo que Hitler y su patológica crueldad perpetró el siglo pasado contra los judíos, los gitanos y todos los que no fuesen de raza aria. ¿Acaso no es ahora Palestina un campo de exterminio, consentido por USA y parte de la UE? Lo mismo debería aplicarse a Rusia y a Ucrania. Ese festival se puede emplear como tratamiento pacificador y crítico con la barbarie, y así sentar un precedente global y verdaderamente democrático y demofílico: amigo del demos, de los pueblos del mundo y por ello en las antípodas de las guerras y las masacres. 

La verdad es que no estamos para fiestas, sino para hacer una revisión profunda y colectiva como europe@s y como especie humana. La frivolidad no ayuda en nada a solucionar problemas y menos aún conflictos tan graves como absurdos. El término "diversión" viene del verbo latino devertere, que no es precisamente pasarlo bien, sino todo lo contrario, perderse por el camino, despistarse, y también desparramarse inútilmente para nada. Pillad@s entre el sado-masoquismo, la ceguera y la estupidez. Sólo así se explica que los malos tratos, las fobias y la humillación de las mujeres o de l@s homosexuales se transforme en chirigota y hasta se aplaudan, se usen como bandera y se transformen en espectáculo y como ya es habitual, para que se forren los de siempre. Un primor.
Es la misma perversión contaminante que afecta a la canción que va a representar a España este año en la euromovida musical. Un regodeo populachero en el cubo de la basura social, con el agravante de que la víctima, guapísima y en sus trece, está encantada de serlo y hace propaganda de su maravillosa condición zorril. Con tanto orgullo como esperpento. Si no fuese tan doloroso y feministamente humillante, personal  y socialmente dañino, podría ser hasta un mal chiste de Eugenio, de Gila o de Tip y Coll, en pleno franquismo. O una peli de Gracita Morales y del perpetuamente his/ppánico "señoriiittto!!!!" cortijero...Ainss!!!




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