Encontrar y encontrarse, soltar pesos y amarras,
descansar en el caos, abundar en la nada
que resulta ser todo
porque todo completa y nada necesita
porque todo le sobra y de todo disfruta.
Cada brizna de vida carece de equipaje,
cada soplo de brisa rebosa libertad
Dicen que hay una dana trotando por el aire,
amontonando nubes en los bajos del cielo
pero cuando la lluvia resbala entre sus manos
la dana se suaviza y las gotas del agua resplandecen
mientras unas gaviotas me saludan
desde el impermeable sorprendente
de la luz cenital
Todo lo que desaparece nos libera,
todo lo que amenaza fortalece,
y todo lo que infecta nos vacuna,
nosotr@s decidimos en qué dosis
queremos recibir el tratamiento
de la inmunización;
la doctora experiencia, tras años y avatares
de trabajos forzados en campos y alambradas,
donde la deshumanidad y la locura
se desbordan sin freno ni complejos,
recomienda el amor sin restricciones,
el perdón sin reproches, la comprensión sin juicios
y que el Todo decida donde recolocar cada elemento
sin causar daño alguno, dulcemente,
como siempre remata sus empeños.
No seré yo quien ponga condiciones ni recelos,
ni cárceles ni ghettos ni castigos
ni tampoco impedir a quien lo necesite
que se siente y que cene en familia,
con tod@s l@s herman@s del planeta,
en la mesa infinita del reino de los cielos
donde tod@s tenemos un sitio reservado
si por una de aquellas despertamos a tiempo,
cambiamos y queremos,
e igual que las gaviotas en medio de la lluvia,
sin pensarlo dos veces, levantamos el vuelo.
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