Si la dureza te asalta y te azota sin piedad,
si el mundo es una batalla que agrede sin avisarnos
convertido en emboscada disfrazada de "justicia"
y de "derechos humanos" que solo son letra muerta
en códigos olvidados cuando el poder y el dinero
marcan el siniestro paso de una humanidad perdida
en una depredación sin principio ni final.
Si aquello que te enseñaron a considerar sagrado
se ha hecho añicos y cascotes en el curso de los días,
y si no tienes trabajo ni un sueldo que te permita
escapar al pudridero de un paraíso fiscal,
ni eres un rey campechano que arrambla con lo que pilla
sin que tenga que dar cuentas ante ningún tribunal,
ni un sátrapa ni un Atila, que expolian los territorios
de sirios o de ucranianos, palestinos o iraquíes,
o kurdos o saharauis...y por delante te encuentras
los picos de una pandemia que no acaba da acabar,
envuelta en robos y en huelgas, en comisiones
tremendas que amontonan sus millones a base mascarillas
estafando al personal con permiso de gobiernos
que le llaman libertad a saquear el estado
con un cinismo total, protegidos y amparados
¡por el poder judicial!, donde están sus enchufados
prevaricando a lo bestia, como lo más natural...
Si para colmo el ambiente es un caos, un disparate,
que confunde y enloquece,
que contradice y agobia, que se dice y se desdice,
todo son palos de ciego de quienes están seguros
de ser los que mejor ven, y todo lo que organizan
es solo el mundo al revés...
Si te sientes atrapad@ en medio del cenagal
y no hay un solo camino por el que puedas salir
del fango y del basurero,
y si no puedes parar la inercia filibustera
que se lleva por delante cualquier signo de verdad,
cualquier soplo de certeza o guiño de inteligencia,
y si no tienes dinero para comprarte los libros
que te explican la manera de sumergirte en la paz
y ya no tienes ni un euro para pagarte un refugio,
o el hueco en un monasterio
donde poner un stop y abrirle paso al silencio,
recuerda que en tu interior tienes una casa eterna,
el balneario inextenso del "conócete a ti mism@"
y un silencio natural que te espera desde siempre
amoroso y disponible, sin censuras ni exigencias.
Respira, respira hondo, al nivel de la cintura,
saborea lo respirado mientras devuelves el aire
al Todo que lo sostiene,
céntrate en ese momento, mientras caminas, trabajas,
cruzas la calle y escuchas,
respondes si alguien te habla,
hasta que lo respirado
se haga uno con tu cuerpo, alimentando tu alma
y entrando naturalmente
en un presente constante: el rincón de la conciencia
donde todo tiene espacio, las preguntas se responden
en su mismo acontecer, y de repente descubres
que el conflicto es un maestro y los problemas, las llaves
del castillo del 'misterio', que ante la luz se deshace,
se funde y desaparece como el abono en el huerto,
porque el "secreto" es de todos.
Verás que en la conexión del Ser con el existir,
la mente se queda quieta,
el pensamiento descansa, solo fluye la sustancia
de un persistente Presente,
que hasta ahora desconocías
-que Heráclito descubrió
y le llamó "panta rei"-, todo fluye inagotable,
más allá de vida y muerte,
y una paz inevitable en tu interior aletea
y en medio de todo el caos que te agobia
y te amenaza,
nace una felicidad que en realidad allí estaba
antes que la descubrieras, a la que nada le falta,
a la que nada le afecta
para bien ni para mal. No es euforia
ni barullo, nada de usar y tirar, es el eje
indestructible de otro modo de vivir,
de otra forma de entender, de otro plano en el mirar,
de otra tierra en el sentir y de otro cielo al crecer.
Es experiencia completa, madre de la democracia
repartida en igualdad sin exclusiones clasistas,
a disposición de tod@s, tan plena y tan gratuita
como el baño en una playa, como los granos de arena,
como las gotas del agua.
Y resulta que descubres lo que ni te imaginabas:
El tesoro no es la banca, ni el dinero, ni el negocio,
ni la "lucha" ni el apego, ni está en lugares precisos
de un obligado silencio. Porque el silencio eres tú,
y el tesoro vive en ti. Cuando llegaste a este mundo
conectaste al respirar con el Ser que te acompaña,
que te guía si le dejas, y no le cierras el paso
haciendo un uso suicida de tu propia libertad,
y con él te marcharás cuando dejes la corteza
de la materia que muta, desgastada y deseosa
de cambiar el panorama.
Pero el soplo del Amor que habita en ese refugio,
instalado en tu interior,
puede hacer que todo el drama de la muerte y del dolor
se convierta en aventura de sana resurrección
sin que haga falta morir de un modo devastador.
Quien muere a sus descalabros ya vive en otro horizonte.
Por eso no tiene miedo ni necesita "la fe"
en lo que pueda pasar
para afrontar un futuro que es presente natural
que se comparte y se palpa, que se disfruta y 'se ve'
que se realiza sin más. Sin conciencia del presente
no hay memoria del pasado que nos haga mejorar
ni esperanza de futuro que se pueda realizar.
No tienes que hacer un master
ni poseer un pastón para alcanzar ese estado
de imparable evolución, si lo buscas y lo quieres,
lo llevas en tu interior. La eternidad es el wifi
que nos convierte en Amor que cruza tiempos y espacios.
y es que amando por goteo, se hace posible el milagro
El Amor
es el aliento de la Bienaventuranza
que no requiere dinero porque el valor es el alma,
la chispa de la conciencia
de quien quiere despertar y descubrir un secreto
que siempre ha estado presente ante los ojos despiertos
de quien lo quiere mirar.
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