jueves, 24 de enero de 2019

Ay, Venezuela, pobre Venezuela, ay, España, pobre España...¿y la democracia? Pues, de vacaciones permanentes, disfrutando en el INSERSO de su jubilación precoz





La democracia, un trasto inútil

Venezuela lleva mucho tiempo viviendo con pie y medio fuera de la democracia







Venezuela lleva mucho tiempo viviendo con pie y medio fuera de la democracia. Para remitirnos solo a una de las últimas anomalías nos puede valer la investidura como presidente de Nicolás Maduro el pasado día 10 de enero. Prestaba juramento para iniciar su segundo mandato no como dice la Constitución ante la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, sino ante la Corte Suprema, compuesta por jueces a sus órdenes. Es difícil solemnizar de forma más clamorosa la fractura del país, sumido en una crisis devastadora. También era evidente ya la división internacional en este asunto: 14 países consideraron ilegítimo ese segundo mandato.




No era, por tanto, ningún secreto que Venezuela se deslizaba a un punto de no retorno con todos los riesgos incluidos, ¿pero es así como se ha de salir de este callejón sin salida, con la autoproclamación como presidente del jefe de la Asamblea? Pocas veces la democracia ha parecido tan impotente, como un trasto inservible pataleado por todos. Porque ahora estamos todos convencidos de que el desenlace de esta agudísima crisis no lo va a dilucidar la teoría democrática en el tablero electoral. En primera instancia será determinante la decisión del ejército venezolano y después de ella la de la comunidad internacional, donde ya se han alineado los principales actores, salvo Europa que se lo está pensando, y con los Estados Unidos como abanderado de la causa de Juan Guaidó si no como promotor y como sujeto agente.
A la espera de acontecimientos, que pueden llegar a ser trágicos, ojalá no, hay que preguntarse una vez más sobre la herramienta democrática, sobre sus usos y sus aplicaciones y lamentar que con toda seguridad Venezuela se vaya a convertir en un torpedo de gran poder explosivo en nuestro debate político nacional, que ya está bien cargadito.
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Ayer fue imposible ver y escuchar este video de Iñaki en internet. Se ve que las manos negras actúan según conviene a los intereses de los más criticados e inentendibles, que para compensar poseen una verdadera quinta columna en el anonimato de los enredos. Ellos sabrán qué mosca les ha picado o a lo mejor son ellos las moscas que pican donde no toca mientras se desploman, como moscas, of course...

Sánchez besó la lona

Pero ninguno de sus rivales está ahora mismo en condiciones de asestarle un golpe definitivo porque todos están o en boxes, o en la UVI, o en el manicomio






Podemos votó contra el Gobierno y echó abajo la reforma de los alquileres. Su principal socio le infligía la primera derrota parlamentaria y dejaba al desnudo la fragilidad del objetivo del presidente de llegar hasta 2020. Sánchez beso la lona, pero de inmediato hizo lo que mejor sabe: levantarse. Ninguno de sus rivales está ahora mismo en condiciones de asestarle un golpe definitivo porque todos están o en boxes, o en la UVI, o en el manicomio.

En boxes están las derechas, que se preparan para el asalto pero que aún están en fase de medir fuerzas y distancias. El PP no sabe si acercarse a Vox para intentar tragárselo o alejarse de él para no ser tragado, y Ciudadanos ha aprendido a olvidarse de las prisas, que le hicieron cometer errores serios, y se mueve ahora de puntillas aguardando su oportunidad; sabe que tiene buenas cartas.
En la UVI está Podemos, sometido a exámenes exhaustivos para valorar la profundidad y las trayectorias de la cornada del errejonazo. Y en el manicomio están Junts per Catalunya y Esquerra, en pleno cisma, a cuenta del último movimiento de Puigdemont, que ha hecho algo verdaderamente asombroso: denunciar al president y a la mesa del Parlament, el suyo, por retirarle el voto delegado y pedir el amparo del odiado Tribunal Constitucional español, que siempre ha calificado de ilegítimo. A unos días del juicio, solo los presos mantienen unido al independentismo. 



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