martes, 27 de diciembre de 2022

Gracias, una vez más, al profesor Torres López, por estas reflexiones cargadas de razones y experiencia, pero también con ciertas objeciones que deberían hacernos contemplar que no todo el monte es orégano en las respuestas democráticas, aspectos que es imprescindible tener en cuenta para que los manipuladores de siempre no se salgan con la suya una vez más disfrazados de "innovadores" y "revolucionarios"; necesitamos con urgencia más evolución y menos revoluciones, justo, lo que el pparné desea para aplastar cualquier indicio de solución que no provenga de la pa$ta y $u$ telemanejos$ ab$olutamente tan de$almado$ como de$concienciado$...La misma historia humana nos lo está demostrando cada día con más claridad, en las sucias y ppringosas manos de la sempiterna "ppandilla basura"...

 

La tramoya

El problema de fondo de la economía española y de España en general

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (1i); el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri (2i), y el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre (2d), en la celebración del VI acto empresarial por el Corredor Mediterráneo, a 17 de noviembre de 2022, en Barcelona, Cataluña (España).- EUROPA PRESS

Quienes analizan la economía española suelen destacar siempre algunos problemas mayores bien conocidos: un modelo productivo poco innovador y con insuficiente capacidad para generar empleo, servicios de poco valor, excesiva especialización en algunas actividades... Yo creo, sin embargo, que nuestra economía tiene un problema de fondo principal: está dominada por una auténtica oligarquía que lastra su desarrollo y le impide progresar como sería deseable.

El término oligarquía significa literalmente gobierno de unos pocos.  Aristóteles lo usaba en su Política para expresar la desviación o degeneración de la aristocracia (el gobierno de los mejores), cuando se gobierna sin otro fin que el interés personal de la minoría misma gobernante. Joaquín Costa, en su clásica obra Oligarquía y caciquismo en España, la definía de esa manera: "Gobierno del país por una minoría absoluta, que tiende exclusivamente a su interés personal, sacrificándole el bien de la comunidad."

Hoy día, las cosas son de otro modo. La democracia representativa se ha reforzado y el poder oligárquico actúa algo más disimulado, pero con la misma o mayor influencia.

La existencia de una auténtica oligarquía que impone sus intereses al conjunto de los españoles se ha puesto de relieve en numerosas investigaciones. Por citar tan solo tres de ellas, mencionaré la de Antonio Maestre (Franquismo S.A.), la de Andrés Villena (Las redes de poder en España. Élites e intereses contra la democracia) y otra algo anterior de Iago Santos (La elite del poder económico en España. Un estudio de redes de gobernanza empresarial) en la que se muestra que 1.400 personas controlaban recursos equivalentes al 80,5% del PIB.

La oligarquía española no solo controla la inmensa mayoría de las grandes empresas que dominan, sobre todo, los mercados y actividades estratégicas de nuestra economía, como banca y finanzas, energía, construcción, distribución comercial, telecomunicaciones... Su gran disposición de recursos le permite controlar igualmente las instituciones en las que se toman decisiones que pueden afectarle, bien para imponer su voluntad, bien para impedir que se impongan intereses diferentes a los suyos. Y, por supuesto, los medios de comunicación.

Ciertamente, la existencia de una oligarquía poderosa que controla y domina la economía y sociedad no es algo exclusivo de España. Aunque la nuestra tiene algunas características que la hacen singular.

Como está bien documentado, la mayoría de las grandes fortunas y privilegios de la oligarquía española no provienen del mérito y la innovación, sino del reparto de la riqueza que la dictadura hizo tras la guerra civil. Y cuando las han conseguido más tarde ha sido, salvo excepciones tan honrosas como escasas, mediante la concesión administrativa, las regalías, los favores, la corrupción, el fraude y, a veces, incluso a través del robo.

Eso es lo que hace que la oligarquía española sea especialmente cobarde y temerosa. Baste recordar cómo le temblaban las piernas cuando apareció Podemos y su reacción desproporcionada, corrupta e ilegal, para hacerlo desparecer literalmente, a pesar de que en sus programas prácticamente no había medidas que no se hubieran tomado en otros países capitalistas sin que sus cimientos se hubieran hundido.

La oligarquía española no sabe acumular sin el favor y la protección del Estado y eso la ha convertido en el lastre más pesado de la economía española. Teniendo a su alcance el conseguir todo tipo de facilidades para hacer negocios multimillonarios, no necesita modernizar, ni arriesgar, ni innovar. La oligarquía española es miedosa y de ahí que sea nacionalista pero no nacional. Está envuelta siempre en banderas rojigualdas y con la boca llena de proclamas españolistas, pero nunca le ha importado salvaguardar nuestra soberanía, ni vender nuestros activos más valiosos al capital extranjero si tenía a su alcance hacer un buen negocio. Decía Gumersindo de Azcárate que en su tiempo había en España "feudalismo de un nuevo género, cien veces más repugnante que el feudalismo guerrero de la Edad Media, y por virtud del cual se esconde bajo el ropaje del Gobierno representativo una oligarquía mezquina, hipócrita y bastarda...". Es verdad que las cosas han mejorado, pero no tanto como para que estas palabras hayan perdido completamente actualidad.

Otra consecuencia del dominio oligárquico la puso de relieve Joaquín Costa: "En colectividades tan extensas y tan complicadas como son, por punto general, las nacionalidades modernas, el régimen oligárquico supone necesariamente grados, correspondientes a los distintos círculos que se señalan en el organismo del Estado". Eso quiere decir que la oligarquía necesita reproducir su forma de actuar y generar a su vez regímenes oligárquicos en el resto de la sociedad y, sobre todo, pervertir las instituciones de representación democrática.

La oligarquía es por, definición, contradictoria e incompatible con la democracia y la transparencia. Por eso es la fuente de la polarización y de la degeneración  institucional; la que pudre a los partidos políticos para evitar la participación que pudiera empoderar a sus contrarios; a la administración de justicia para que la proteja por encima de cualquier otra cosa; a la política para que decida solo lo que le conviene; y a los medios para que mientan en su favor y manipulen la conciencia de la gente.

Lo que estamos viviendo en estos últimos meses es una manifestación clara de todo esto. Cuando la economía española se desempeña mejor que casi cualquier otra de la Unión Europea, la derecha política y mediática que protege a esa oligarquía no para de lanzar falsedades para hacer creer a la gente que todo va mal. La derecha judicial da un golpe de Estado para impedir que se pueda poner en peligro le defensa a ultranza de los corruptos que trabajan para la oligarquía y todo ello sin apenas disimulo. La inefable torpeza del nuevo líder de la derecha al menos ha tenido la virtud de expresar a los españoles que esto que vengo diciendo es lo que realmente sucede. Hace unos días, Alberto Nuñez Feijóo decía que mantenía bloqueada la renovación del Poder Judicial "para protegerlo" del Gobierno de Sánchez. La mitad o más de España que ganó las elecciones democrática y legítimamente no tiene derecho, según la derecha española, a ocupar las instituciones, porque eso podría no ya poner en peligro sino cuestionar el dominio oligárquico.

La economía dominada por un grupo tan reducido, egoísta y cobarde que deja gestionar sus intereses a una derecha política, judicial y mediática tan retrógrada y totalitaria, golpista, no puede funcionar como podría hacerlo la de un país tan privilegiado en recursos como el nuestro. Y una sociedad que no pone límites a ese poder corrupto que desprecia la verdad, el respeto y la paz civil está condenada al sufrimiento. Es indispensable una ofensiva democrática, una manifestación clamorosa de dignidad cargada de pedagogía, de información veraz, de respeto, patriotismo y fraternidad. Habría que darles una lección de ciudadanía responsable, pacífica y en libertad que no pudieran olvidar jamás.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Comentario del blog 

Bueno, quisiera aportar algunas reflexiones más. En realidad la solución democrática a este problemón histórico español no comenzó con Podemos, sino en 2011 con el nacimiento del 15M. Un impulso social que nació directamente de las bases municipales del pueblo español y a cuyo desarrollo los medios de comunicación habituales no dieron la cobertura ni la importancia que le concedieron a Podemos cuatro años más tarde y a continuación a C's, que salió como replica capitalista a la podemitis izquierdosa. ¿Qué podía hacer el Ibex35 para neutralizar y absorber el movimiento municipalista de la sociedad ante los abusos del capital? Pues recrear un nuevo rostro para el mismo sistem in failure. Colocar a jóvenes universitarios enteradísimos de todo, frente a miles de ciudadanos supuestamente ignorantes y desinformados, a los que jamás se les dio la oportunidad de expresarse en los medios como se hizo con Podemos y C's desde que aparecieron en la actualidad política del engranaje ppatrio. 

La oligocracia se muere de miedo cuando los pueblos despiertan y se ponen a funcionar sanamente, justo, porque así se demuestra la capacidad de una sociedad sana para encontrar soluciones sin tener que mangonear, especular, mentir y retorcer la realidad para que les dé la razón y justifique sus excesos e injusticias. 

El 15M aportó iniciativas que Podemos ni conoció en su momento, por ejemplo, los Observatorios Municipales para ayudar a los Ayuntamientos a ser más justos, con la asistencia comprometida de l@s ciudadan@s a las reuniones municipales, en las que exponer todos los problemas existentes, la PAH,  para parar desahucios en común, la atención jurídica y gratuita a la ciudadanía jurídica y económicamente insolvente con la iniciativa de Legal Sol, las mareas ciudadanas para salvar la sanidad pública, las pensiones y atención a la tercera edad, la asistencia a los refugiados y migrantes, a los parados y paradas, iniciativas para activar un salario básico que impida la miseria como forma de vida "natural", el impulso verde para frenar y reconducir el cambio climático...la atención a las víctimas del machismo y las necesidades concretas y justas de las mujeres en todos los municipios comprometidos con el cambio verdadero y no solo de partido mangoneante.

Toda esa riqueza se ha disuelto porque unos partidos políticos se han apoderado de la representación y han anulado con ello la responsabilidad y el compromiso de las bases sociales que se han dejado seducir por el relato mediático, dejando de lado su responsabilidad insustituible. Nadie como l@s materialmente perjudicad@s tiene el conocimiento directo de lo que  se vive y sucede. Es imposible que el cuerpo social esté sano si se maltrata, se daña,se estafa y se margina a las células, átomos, tejidos, órganos y sistemas que lo componen. O sea, a la ciudadanía que es el tejido esencial del cuerpo colectivo. De la conciencia colectiva también. 

No es necesario "poder" para mandar, sino sobre todo poder implicarse junt@s en el bien de la Casa Común. Y que esa realidad sea el sentido trascendente de nuestras vidas mientras estamos en estos barrios terrícolas. Todo lo demás es morralla. Como lo son los partidos políticos que se dedican a vivir de los problemas que causa su ineficacia, su torpeza, su ignorancia manifiesta, sus egoppatías marimandonas y su falta de conciencia y de alma. Por esa razón fastidian todo lo que puede construir y potencian lo que destruye, si no es lo que ellos quieren que suceda para ganar ppoder y ppastón puertagiratorio en todos los sentidos imaginables por su ambición y su mediocridad. 

(es)Panya es así, hasta ahora, claro. Porque si quiere puede cambiar el rumbo de la debacle. Estamos a tiempo de ppoder menos y realizar más. De ser menos gallos de ppelea y más sensatos e inteligentes, nos solo "listillos" y ppedantes. De evolucionar con inteligencia y dejar de r-evolucionar con violencia y malas voluntades agotadoras. De comprender de una vez por todas que el 15M es la asignatura pendiente de los españoles que el politequeo de la ppasta no permitió que en su momento llegase al Parlamento directamente, creando sucedáneos por el camino de la manipulación y del miedo a perder el poder que llevan los mismo de siempre, con distintas banderas,  usurpado al pueblo desde que los imperios se hicieron los amos del mundo mundial, al servicio de la ppasta y los enchufes. El término poder tiene dos significados: 1) poder mangonear y 2) poder realizar lo mejor para todos y todas, junt@s y comprometid@s en la misma tarea, porque tod@s somos necesari@s y fundamentales a la hora decidir y actuar, aunque los ppoderes controladores habituales se empeñen en hacernos innecesari@s, invisibles y hasta molest@s. ¿Podría sostenerse y seguir vivo, un cuerpo sin las células que lo nutren y lo sostienen o podría existir un mosaico sin teselas o un menú nutritivo sin ingredientes? 

Hay que atreverse a pensar y dejar de asumir y aceptar lo que piensan quienes viven de nuestro trabajo, de nuestros impuestos, de nuestro consumo, de nuestras carencias y necesidades,  y jamás se interesan por lo que nos pasa, sin comprender que el Planeta somos tod@s y no solo quienes pueden comprarlo y venderlo en la subasta de la ambición y el ansia de ppoder que alimenta la ambición. Un agujero negro donde la conciencia es la eterna convidada de piedra, la Ética la eterna ausente. Y el Amor sorofraterno, solo una peli de vampiros desatados. Y todos los comportamientos positivos y sanos que pueden liberarnos, nos los presentan como una imposible utopía...De nosotr@s y de lo que elijamos pensar, decir  y hacer, depende que ese cuento demencial se termine para siempre.

Cuando las urnas se abran al voto, hay que recordarlo para que podamos vivir y trabajar unid@s por los mejores ingredientes sociales, éticos, económicos y fraternales. Ya está muy claro quienes pueden ayudar u obstaculizar nuestras mejores disposiciones para la convivencia y el entendimiento. La abstención sería un suicidio.  Y el espíritu del 15M es la mejor terapia.  No lo olvides, querida familia.


No hay comentarios: