sábado, 8 de enero de 2022

Fabrizio Moro - Pensa (Official Video)

  

En esta canción Fabrizio Moro se refiere a la mafia, a la más "Cosa vostra", que "nostra". Está claro que ese enjambre de miseria tiene sus raíces históricas más profundas en la herencia clientelista social de la república primero y del  Imperio Romano después. Los pobres sin recursos pagaban a los patricios para que les aconsejaran y defendieran sus causas en las instituciones. Como no tenían acceso al dinero en cantidades sustanciosas, pagaban con su trabajo en especie un pizzo, -tributo mafioso- en cereales, legumbres, pescados, aceite, vinos, corderos, gallinas, huevos, frutas, verduras, harinas, garum, tejidos, calzado, muebles y servicios puntuales a domicilio. De modo que los patricios y gerifaltes, vivían tanto de los productos regalados como del tiempo gratis de sus mantenedores, que les hacían de albañiles, fontaneros, cocineras, limpiador@s, modistas, recaderos, músicos, etc...Está claro que el capitalismo y su esclavitud siempre ha sido la cadena mejor justificada en el mundo laboral. 

Cuando cambia el sistema político y la civilización evoluciona, se va haciendo  presente la conciencia colectiva con los valores humanitarios, la empatía natural, la justicia que nos iguala, los derechos y las leyes que se aplican por igual sin privilegios (aunque eso en países como el nuestro, aun no es posible como estamos viendo constantemente), los  pobres que ya pueden acceder a una educación estatal, comprenden que en ese plan nunca van a salir de la ratonera y se van despertando, a lo largo del tiempo: en Roma aparecieron los Tribunos de la Plebe, más tarde en muchos países y culturas, los Jueces de Paz, los Defensores del Pueblo, etc...Pero las raíces tóxicas de nuestra especie van unidas al mecanismos de los genes y por ello, de los instintos primarios que se "refinan" con el aprendizaje de las formas y los rituales de la educación, pero solo en la superficie, por eso la sociedad humana es tan esquizofrénica y le cuesta tanto superar ese bache oculto en sus causas y tan inocultable en sus efectos. Y es que el verdadero cambio es interior, hay que cambiar las raíces para que la planta sea diferente y la cosecha deje de ser tóxica y hereditaria por goteo, por lo que vemos desde niños, que es lo que en realidad nos "educa", literalmente:nos guía y nos acompaña toda la vida, y por ello debemos ir descubriendo el engranaje oculto en nuestra naturaleza personal. Sólo ese trabajo nos puede ayudar al cambio, a la liberación. Sin ese empeño, ninguna religión, ninguna ideología, ninguna magia, ciencia, ni estatus, logrará cambiar nada en nuestra identidad personal y mucho menos, colectiva, porque esas raíces viejas y primarias, resistentes e inmutables per se, son el sustento del ego que se mueve entre un Padre Protector o Crítico y un Niño Libre y al mismo tiempo irresponsable natural, indefenso y vulnerable que puede acabar  condicionado por el miedo y la inseguridad -como explica el Análisis Transaccional-, que nos impide transformar nuestro bagaje existencial en el Yo adulto que necesitamos para poder salir de la madriguera ancestral. 

Es fundamental que los niños y niñas aprendan desde pequeñ@s a conectar con su interior, basta con enseñarles a respirar conscientemente, como un juego, a conectar con la energía interna, a soltar el cuerpo físico desde el núcleo interior, que descubren mucho antes que los adultos, porque están menos contaminados y dispersos. Bastaría que en casa y en la escuela se aprendiera a convivir con el Ser interno, para que esa energía nos educase de verdad y al mismo tiempo nos conectase con el entorno natural y cósmico, con lo que yo he acabado por llamar wifhi universal. Sólo desde ese horizonte se puede ir entendiendo le mensaje de "Pensa", esta canción tan bella y auténtica de Fabrizio Moro. 

Si queremos que las mentiras, los bulos, los odios, las venganzas, las envidias, la violencia, los complejos, los "orgullos", las "ilusiones" (no olvidemos que illusum es el supino del verbo illudere, engañar engañándose como diversión, "timar", dar gato por liebre)  y las 'maldadades', que son sobre todo consecuencia de la ignorancia profunda  del destrozo de sí mismos- del Nosotr@s- aunque se perpetre, aparentemente, contra los demás. 

Lo primero que los niños y niñas descubrirán si se les muestra el camino práctico de la conciencia, es que nunca están sol@s ni son insensibles a lo que les ocurre a los demás, que también son parte connaural de ell@s mism@s y del mundo que les rodea, plantas, animales, paisajes, tiempo, lugares  y clima. Con ese equipaje a pie de calle, de casa y de escuela, ya se ha abierto para siempre un camino muy distinto de lo que "normalmente" vemos en las pantallas, leemos en bastantes libros y escuchamos en demasiadas canciones. A partir de ahí se va descubriendo y activando el juglar y la juglara que en realidad Somos. El Maestro Interior, como yo misma titulé uno de mis poemarios breves hace ya muchos años. 

No olvidemos que, pase lo que pase, todo tiene arreglo cuando despertamos. Y dentro de nosotr@s descubrimos el inagotable nacimiento que somos, al despertar cada día.


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