lunes, 30 de noviembre de 2020

La voz de Iñaki | 30/11/2020 | Armonizar por el peor camino posible

   

Es posible que este problema endémico tenga su raíz más profunda en no haber sabido afrontar a lo largo de nuestra historia el problema del modelo de estado, pues no se ha querido asumir que en España hay una realidad central y otra periférica que marcan unas diferencias muy grandes en todos lo sentidos, la central es de orden totalitario, cerrada en sí misma y tendente a un mando único en el que la Capital de Reino lleve la batuta de todo y todos obedecen, uno por uno y muy en su papel,  sin rechistar ante  la única autoridad intocable haga lo que haga sin pedirle cuentas de sus errores que para eso es la autoridad, hale!, más tirando al modelo imperial romano; por el contrario, la realidad periférica es más flexible y abierta, más colectiva y participativa que totalitaria, más democrática, sin duda, y dada al debate y a la pluralidad que al individualismo de la centralidad, más al estilo de la "polis" griega de los comienzos democráticos. Esas dos realidades están llamadas a conocerse bien, sin reticencias, a ponerse de acuerdo sin complejos de mando ni de servidumbre, para que se pueda compartir el espacio geográfico y las realidades vitales, como lo son las formas de vida, las lenguas, culturas y costumbres, leyes y modelo de estado. Una pluralidad riquísima y extraordinaria si se sabe comprender y organizar entre todos y todas. Mucho más grandes son los USA o Alemania, y ahí están, siendo estados federales y sin rupturas ni traumas. 

¿Por qué en España toda posible modificación a mejor, causa unos problemas terribles que se desbocan y se magnifican, cuando con la convocatoria de un referéndum para elegir el modelo de estado que mejor nos sirva para funcionar, todo quedaría claro en las urnas, y habría que aceptar la opción mayoritaria porque no quedaría otra, si esto es una democracia de verdad, como se nos llena la boca a cada paso? ¿Qué nos impide hacerlo, convocarlo, si estamos viendo que la periferia tiende al modelo república y el centro al modelo monárquico? Lo justo y lógico es que los votos en democracia decidan lo ecuánime, en favor de una mayoría, que por narices debe compartir la misma península y las mismas islas. Si las urnas en 1978  decretaron monarquía en unas condiciones absolutamente forzadas por el miedo a la dictadura, el caso ya no es el mismo, ni España ni el mundo tampoco son los de entonces. Si es verdad que hemos madurado como democracia, es el momento de afrontar que España en el mismo plan de hace cuarenta años, ¡ya-no-fun-cio-na! Y todo lo que Iñaki denuncia en este vídeo es el resultado de esa realidad, a la que no podemos seguir siendo indiferentes.

¿España es de verdad una democracia o solo lo parece porque lo pone en los papeles constitucionales y  en el fondo, de verdad, solo  es el circo de Manolita Chen? 

Veamos. Democracia = poder del pueblo. ¿Qué pueblo?,¿la ciudadanía responsable y consciente de su función participativa o el populacho manipulado por caciques vivales que no saben vivir sin controlar ppoderes y ppastón mediante el apoyo emocional, visceral  y ciego del pueblo cabreado y jaranero en un mismo envite,que pasa de la fiereza a la abulia y de la crítica feroz a la complicidad o a la indiferencia, la burla chistosa y el escaqueo, que la demoscopia se encarga de canalizar adecuadamente hacia lo que más conviene al imperio del ppastón? O sea, el populismo rentable a todo trapo para los cuatro jetas oligopólicos de siempre. 

Democracia es un sistema de gobierno que nace del pueblo, populismo es un enjuague de las hejemonías de cualquier color que quieren mandar poniendo al pueblo como excusa, pero pasando de él a la hora de sacar tajada política, económica y sobre todo comercial y financiera. Ya no es cosa de ideologías, es cosa de ausencia total de ética y de inteligencia, un pack sin el que la política deriva directamente en mera  y descarada delincuencia, con el agravante de que al estar el Poder Judicial condicionado por el partido que gane en las urnas y que tenga una mayoría en el Senado, no hay medios disponibles para acometer cambios imprescindibles y urgentísimos. 

Estamos padeciendo y viviendo un despotismo ilustrado como el de Luis XIV pero sin ilustrar, obviamente, -dejémoslo en despotismo informatizado-, aunque con el déspota huyendo como un pirata por esos emiratos de Oriente. No es posible que un estado del siglo XXI pueda funcionar en este plan gallera/plaza de toros/tomatina/toroembolao/sanfermines en la política, economía, instituciones, poderes del estado, reydemérito, etc, etc...

Unamos ese caos a la precariedad exponencial que padece gran parte de la humanidad, las agresiones del clima completamente loco a causa de la locura consumista y disparatada de nuestra especie con una contaminación mediambiental como pandemia constante, la dependencia de que todo sea 'perfecto' para que todo funcione, la inestabilidad de una economía globalizada en manos de bancos y deudas que se acumulan como negocio especulativo, más el turismo como único porvenir económico de un estado que ha eliminado la producción de lo necesario para vivir, para dedicarse a ser las chachas/ches y camareras/os del turismopolio, que además ha recortado los servicios de la sanidad y de la educación, fomentando la emigración de sus jóvenes mejor preparados, que a base de recortar sectores productivos se está quedando sin campos cultivados y su producción al carecer de estímulos, de servicios  y protección del estado, con bosques quemados y urbanizaciones de lujo vacías porque no hay dinero que pague los precios que cuesta habitarlas, un estado ya sin  técnicos agrícolas y de la construcción, ni carpinteros, ni herreros, ni textiles, ni fábricas de vendas, mascarillas, desinfectantes, hilos y agujas para coser, .todo eso lo vende China, mientras sus tiendas ha barrido del mapa al comercio de barrio autóctono (en Alemania las tiendas chinas deben funcionar con economía alemana o no se les  permite instalarse), ya  sin trabajadores españoles que quieran hacerse cargo de una España vaciada sobre todo de humanidad y de sentido común.  Cada vez hay menos personal sanitario, menos médicos, menos investigadores, e incluso cuando la inmigración nos aporta personas valiosas dr otros países, con estudios y preparación que podrían suplir el déficit, se rechazan, se maltratan y se ningunean, porque "vienen a quitarnos el trabajo" que aquí nadie quiere realizar, por cierto. Ellos son electricistas, técnicos informáticos, sanitarios, intérpretes, maestros de escuela, que acaban trabajando en el campo, en la limpieza, en la hostelería...cuando no acaban hacinados en un muelle de Canarias o muriendo en un CIE por desatención y un trato inhumano.  

Esta panda de inútiles lleva cuarenta años gobernando a turnos hereditarios con este sistema y este modelo de estado sin pies ni cabeza, y no parecen haber entendido aun la relación directa que hay entre la miseria política de una mediocridad insostenible que se tiran encima unos a otros sin responsabilizarse de nada de lo que a cada bando le corresponde, y la discapacidad para afrontar los problemas normales de un estado, sin que haya que recurrir a la extrema derecha cómplice de una monarquía inexplicable procedente de una dictadura, para aplastar la misma democracia que tanto se vocea en los discursos. 

No necesitamos más espectáculo vergonzante, solo gente sensata que se gane el pan gobernando con honestidad y conciencia de que servir es mucho más necesario que poder mangonear a su gusto y a su manera, combatiendo y fastidiando propuestas justas e imprescindibles porque no son las suyas y que además les impiden hacer de la política el negocio de sus vidas. 

Es imposible vivir en una casa desbaratada, donde los habitantes se atrincheran en sus cuartos y se matan a la hora de cocinar o lavar la ropa o fregar el suelo, los cristales o el baño, porque todos gritan a la vez, y sin hacer nada, que la casa es suya. Y no. Es de todos. Por eso, un referéndum sobre las responsabilidades del modelo estatal, es ya un asunto de UCI política que ponga cada cosa en su sitio con la voluntad y el criterio de la ciudadanía como eje democrático. Lo contrario es lo actual: una casa de locos, que seguramente irá in crescendo, si esto sigue como va. 

Sólo saldremos de esta con un nuevo concepto de estado: municipalista y federal. Que nos dote de conciencia social y co-responsabilidad individual a la hora de elegir qué clase de vida y camino necesitamos para recuperar la dignidad y lograr la estabilidad que nunca hemos tenido de verdad, sin que nos la tenga que imponer el cabo de la Guardia Civil ni un coronel a tiros en el Congreso, ni Paquito el medallas con Carmen la collares, ni una dinastía de chorizos border line ni un trust de banqueros y políticos corrupptos conjurados como compiyoguis  'para forrarse' en la Cueva de Alí Babá, tal que en una peli de José Luis Cuerda, como dice Iñaki.

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