Más allá de ataduras, religiones, mitos, formatos rituales, rollos sacrosantos, ideologías, culturas, intereses y comidas de tarro variopintas, está el encuentro con el amor infinito...Óscar Santos nos lo explica así, pero Esa Realidad está por encima de todo relato y al mismo tiempo en lo más hondo y más auténtico de cada un@ de nosotr@s, l@s seres human@s...Tu atrevimiento a sentirlo es darle permiso y dejarle entrar para cenar junt@s y que ya no vuelvas a tener hambre, para que el menú y el chef se explayen y tu vida dé un giro que ni te imaginas, familia querida...Hále, carinyets, no dejéis para mañana lo que puede cambiar hoy, ahora...
P.D.
Un detallejo que añadir por experiencia y años: una vez descubierta la nueva realidad, -el nuevo cielo y la nueva tierra del Apocalipsis- lo de "la lucha" se va disolviendo, solito y ya innecesario ,cuando la luz nos cambia por completo, sin prisas ni pausas, y la oscuridad se abre como un melón inagotable, dulce postre del menú en un verano agotador y achicharrante. Entonces, miedos, problemas, ataques, fracasos, maldades y estupideces, enemigos y perseguidores se transmutan sin esfuerzo alguno en vitaminas, tés ayurvédicos, frutas exquisitas, en entrenamiento estupendo como ejercicios relajantes y fortalecedores en el gimnasio gratuito de La Casa Común...Donde todo es gratis y a la medida de cada un@...El Amor Infinito es así, no puede dejar de ser lo que Es. ¡Afortunadamente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario