viernes, 26 de julio de 2019

No tiene desperdicio esta información que nos llega desde HomeopatíaSuma. ¡España se ha convertido en modelo referente antihomepático, aleluya! Por fin destaca en algo verdaderamente decisivo y ejemplar para la supervivencia del planeta. Un incentivo maravilloso para compensar lo demás.Si no se es capaz de tener un gobierno decente, ni de acabar con la corrupción, el paro, la miseria energética, la reforma laboral del imperio Mordor, los desahucios, el estupro estatal contra los trabajadores, ni de terminar con la violencia de género, ni con una monarquía fraudulenta impuesta por un genocida bajo palio, si aun tenemos presos políticos por pensar distinto y decirlo votando, pues, hale, a echar el resto en ser campeones del garrulismo for ever, combatiendo la homeopatía como Don Pelayo a los enemigos del dios verdadero y amoroso: a golpe de lanzazos, esta vez adobados nada menos que por esa cara B de la ciencia, que subvencionan laboratorios como Monsanto-Bayer y demás inventos farmafinancieros, nuestra casta ciéntifico-escéptica está que se sale, como la Iglesia Católica en siglo XVII con Galileo o con Calvino en el XVI con Servet, emperrados ambos en que la Tierra es redonda en vez de plana y, encima, va y gira al rededor del sol y en que la circulación sanguínea es doble: arterial y venosa, cuando de esas cosas la Biblia no dice nada, xd! Pues así andamos, hechos un dolor social, político, económico, científico y siendo campeones europeos en ciencia emigrante...en fin. Si esos records,junto a la contaminación del aire y ser los únicos que tienen tres fachitos donde los demás países solo tienen uno, y donde cuando la izquierda gana, en realidad pierde por causa de la propia izquierda, estamos, listos no, las antípodas. Vergüenza es poco, humillación, vituperio, malos tratos sistémicos como castigo eterno, eso sí, consentidos, jaleados y aplaudidos, tontos complacientes, víctimas festeras sin memoria ni retentiva, besugos al horno de oferta en Carrefour... no sé ya como definirnos para ser más científicamente exactos, éticamente presentables y políticamente eficientes. Qué desastre xd! Parafraseando a Leonardo Sciascia solo me queda asumir esta dura y aplastante antítesis patriótico-racionalemotiva: Mi querida España, te quiero tanto como te aborrezco, bonica, no puedo evitarlo, Ains....Te lo juro por Snoopy, ¡y por estas!

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Artículos de Opinión

AL DESCUBIERTO: Movimiento Escéptico Internacional y Organizado en Contra de la Homeopatía

Por El Grupo de Trabajo de Comunicación de la ANH.

HOMEOPATOSIS, EL MOVIMIENTO PSEUDO-ESCÉPTICO ORGANIZADO.

A nadie le va a sorprender a estas alturas la certeza de que hay una cruzada internacional contra la homeopatía. ¿Espontánea? No, evidentemente no. No es posible que el mismo modus operandi, las mismas acciones mediáticas y de comunicación institucional, así como los mismos mensajes se repitan una y otra vez de forma recurrente y se repitan en distintas partes del globo por ciencia infusa.
No. Evidentemente no es casualidad. El movimiento pseudo-escéptico, que abraza el cientifismo como una nueva religión ortodoxa donde todo lo que no suene a fármaco protocolizado se considera blasfemia, se ha expandido con una eficacia tan asombrosa como poco natural.

El movimiento escéptico (o pseudo-escéptico) es una red internacional, consolidada y bien financiada presente en 54 países en todo el mundo. Su punto fuerte son los países de habla inglesa pero han encontrado en España su propio laboratorio para probar una y otra vez diferentes maneras de poder abordar, desprestigiar y acabar con las terapias complementarias y/o no convencionales, especialmente con la homeopatía. Hasta que han dado con la clave y la han exportado.
Pero, ¿por qué la homeopatía? ¿Por qué invertir tantos recursos, esfuerzo y dinero en acabar con una terapia que no llega al 0,7% del gasto en todo el mundo de medicamentos OTC y que es el equivalente a la industria farmacéutica lo que Linux a los sistemas operativos?

Pues por eso. Por ser Linux y porque estudios farmacoepidemiológicos como el EPI3, en Francia, concluyen que los pacientes tratados por médicos homeópatas toman un 71% menos de psicotrópicos, un 46% menos de antiinflamatorios y un 57% menos de antibióticos, que quienes solo recurren a la medicina convencional. Y todo ello con resultados clínicos similares y sin mayor riesgo de complicaciones (sin pérdida de oportunidad para el paciente). Sí, nos dirán que precisamente Francia no es un buen ejemplo porque la HAS acaba de concluir que la homeopatía no ha demostrado eficacia suficiente para justificar su reembolso pero lo traemos aquí justo por eso, porque obviar resultados tan claros y contundentes como estos son muestra no solo de la parcialidad de la evaluación sino del efecto de la controversia mediática, en palabras de la propia ministra de sanidad de Francia, más propio de ‘El Gran Carnaval’ de Billy Wilder que de Larra.

LA INCUBADORA ESPAÑOLA: LA FÓRMULA DEL ÉXITO

España quizás sea donde más actividad ha tenido el movimiento pseudo-escéptico, no sólo por la variedad de las acciones que han llevado a cabo sino por el tiempo que han invertido.
En España, el grupo de referencia para el movimiento (pseudo) escéptico se creó a finales de los años 80 (1986) como una asociación cultural y científica, cuya sede se encuentra en el Planetario de Pamplona. Lo que comenzó como un movimiento que pretendía desmontar el fenómeno ovni, ha evolucionado a un grupo de presión, con miembros tan ilustres como el propio ministro español de ciencia, Pedro Duque, que defienden los transgénicos –donde Monsanto, de Bayer, es el rey− a la par que atacan a la homeopatía… ¿paradójico? Lo dejamos a su valoración.

Según sus estatutos, sus recursos económicos provienen de: las cuotas de los socios, resultados de sus actividades, donaciones privadas (tanto particulares como instituciones) y también aceptan subvenciones públicas.
Este movimiento cuenta lógicamente con sus portavoces que se reparten las funciones entre distintas asociaciones: la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP), la asociación RedUne (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad) y la APETP. Entre las cuatro asociaciones (incluyendo la de Escépticos) se reparten el pastel mediático e institucional.

Según desvela la plataforma digital BlastingNews en la noticia “El éxito del movimiento antihomeopatía que lidera España”, este movimiento organizado tiene una apretada agenda mediática e institucional que les ha permitido, entre otras cosas, influir en la opinión pública así como en organismos tan importantes como la OMC y el propio Gobierno de Pedro Sánchez. En este sentido, en 2017, la OMC creó el Observatorio contra las Pseudociencia, teniendo entre sus impulsores, según el propio documento publicado por la OMC, la APETP, la ARP-SAPC y el Círculo Escéptico. Justo, las mismas asociaciones que aparecen como instituciones que han asesorado al gobierno en el Plan presentado por los Ministerios de Ciencia y Sanidad, en noviembre de 2018. ¿Casualidad? No, causalidad.

Sin embargo, el “plan de guerrilla” y metodología del movimiento pseudo-escéptico para acorralar a la homeopatía empieza en el ámbito académico. En España, por ejemplo, en cinco años, este movimiento ha conseguido que ninguna universidad ni pública ni privada ofrezca cursos formativos en esta terapéutica. El procedimiento que han seguido es simple:

PASO 1. Hacer presión pública e institucional(algo parecido intentaron en Francia con la Universidad de Lille, que suspendió un curso de formación en homeopatía pero sin éxito, ya que la Conferencia de Decanos de las Facultades de Medicina y la Conferencia de Decanos de Farmacia redactaron una declaración conjunta a favor de formar en homeopatía con un “enfoque objetivo”).

PASO 2. Dar el salto a continuación, a las instituciones y sociedades profesionales. El método es el mismo que el anterior pero, además, aquí entra en juego la opinión pública y los medios. Ejemplo de ello es la carta abierta a Maria Luisa Carcedo, actual ministra de sanidad en funciones, impulsada por las cuatro asociaciones “escépticas” antes mencionadas y firmada por unos 400 profesionales de la salud en contra de las pseudoterapias y en la que erróneamente incluían a la homeopatía.
Insistimos en que “erróneamente incluían a la homeopatía como pseudoterapia” porque esta terapéutica es una realidad médica, legal, social y científica, que además no se encuentra en el listado de 73 pseudoterapias presentado por el Gobierno en febrero de 2019. Y de nuevo insistimos en lo equivocado de tildar a la homeopatía de pseudoterapia, porque tras esa carta abierta vino otra firmada por 600 profesionales de la salud que reclamaban su derecho a prescribir o recomendar medicamentos homeopáticos en libertad y sin presiones.

PASO 3.Una vez generada la suficiente controversia mediática, el asalto a los respectivos gobiernos –locales, autonómicos y nacionales− es pan comido.
Tres sencillos pasos que se han repetido en Francia: primero la Universidad de Lille, luego una tribuna contra las terapias complementarias firmada por 124 médicos en un medio de comunicación nacional, después un informe similar del Consejo Científico de las Academias de Ciencias Europeas (EASAC) contra la homeopatía, más presión mediática, la ministra francesa que pide un informe a la HAS y la consiguiente decisión de la Comisión con tintes de poco rigor e imparcialidad.

OTROS EJEMPLOS EUROPEOS

Y la historia se repite… Ahora es Alemania. Ya que está de moda, el presidente de la asociación que reúne a los médicos de la asistencia sanitaria pública de Alemania (KBV), Andreas Gassen, ha declarado a los medios que los seguros médicos no deberían cubrir servicios homeopáticos a sus pacientes. Extraña cuestión traída ahora al debate cuando hace poco más de medio año el presidente de la OMC alemana, el doctor Frank Ulrich Montgomery afirmaba que la homeopatía es una medicina complementaria que ayuda a muchas personas.
 
Parece que hay siempre alguien que se empeña en encender y mantener un debate inexistente. Sería cómico si no fuera porque pone en peligro la salud y bienestar de los pacientes así como su libre derecho a elegir el mejor tratamiento que se adecúe a sus necesidades. El caso alemán es paradigmático ya que las aseguradoras alemanas reembolsan el coste del medicamento homeopático no porque sea obligatorio sino porque así lo demandan los pacientes.

En Suecia, en 2011, varios científicos y un astronauta de prestigio nacional (¿les suena?) contribuyeron a la controversia mediática llevando a cabo una irresponsabilidad sanitaria como un suicidio público con una sobredosis de un medicamento homeopático. Este recurso lo han utilizado en España también varios representantes del pseudo-escepticismo, sobre todo en redes sociales, con el único objetivo de conseguir audiencia.

Suiza, por el contrario, es el caso más representativo en el perdido arte de hacer las cosas bien. Como en los ejemplos anteriores, en 2011, la polémica llevó al Gobierno suizo a encargar un exhaustivo informe sobre la homeopatía que, hoy en día, representa la evaluación más completa sobre la Medicina Homeopática que haya publicado un Gobierno hasta la fecha.

El Informe suizo concluye que el tratamiento homeopático es eficaz, seguro y rentable, y que debiera estar incluido dentro del programa nacional de salud de ese país. Además, aproximadamente la mitad de la población de Suiza utiliza tratamientos de medicina complementaria y alternativos y los valora positivamente. A mayores, aproximadamente la mitad de los médicos suizos consideran los tratamientos complementarios y alternativos eficaces. Aunque quizás el dato más sobresaliente sea que el 85% de la población suiza prefiera terapias de este tipo y elija también que estas formen parte de su programa nacional de salud. En la actualidad, la homeopatía está incluida en el sistema nacional de salud de Suiza por referéndum popular. En este caso, afortunadamente el RIGOR y la OBJETIVIDAD se impusieron  a los intereses de los pseudo-escépticos y su plan de acoso a la homeopatía les salió rana.

Sin embargo, Europa no es su único objetivo. Dado que el lobby escéptico es internacional, no es de extrañar que peticiones similares hayan aterrizado, y casi al mismo tiempo, en formato de carta, en los respectivos ministerios de sanidad de Perú y México.

La historia se repite. Y tristemente todo hace presagiar que se repetirá en otros países americanos y europeos: hablar de homeopatía está de moda, y parece que ir en contra de ella todavía más: te hace  parecer divertido entre los colegas, te conduce a ser trending topic en Internet, te consigue muchos ‘likes’ y ‘retuits’. Nunca la medicina fue tan frívola. Nunca se trivializó tanto con la salud de los pacientes. Nunca los profesionales fueron tan cínicos; aquellos que hace unos años se formaban en terapias como acupuntura y homeopatía, hoy se dedican a dar charlas y participar en debates atacando de forma furibunda estas mismas terapias. 

No hay duda que la consecuencia de todo esto es el desgaste, la erosión y la transformación irreal de lo que es la homeopatía entre la opinión pública. Padecemos de “homeopatosis”. Y frente a ello, el antídoto es sencillo: profesionalidad e información veraz y sin prejuicios. Un ejemplo de web sobre salud de confianza a recomendar por todos, es Homeopatía Suma.

En resumen, defender hoy la homeopatía se ha convertido, pura y simplemente, en una cuestión de libertad. Porque como la homeopatía, en la salud sumamos todos, y es por ello que tanto los profesionales como los pacientes deberíamos unirnos por una Medicina Más Humana.

#HomeopatiaSuma  #YoMeInformoYoDecido
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¡¡¡¡Olé las doctoras de verdad y no de solo de orla!!!!

Artículos de Opinión

Elemental, querido Watson




Por Dra. Molner

A veces, lo más elemental es invisible a los ojos. Vivimos tiempos difíciles para la cordura, nos entra tanta información por tantos lados que es complicado distinguir lo que es real de lo que es una mentira, repetida tantas veces, que cala como la lluvia sin paraguas acabando chopado por una tormenta de sandeces. Hablar de la Medicina Basada en la Evidencia sin ponerte en Evidencia es un riesgo al que se lanzan demasiados en su puenting particular al estrellato. El concepto de Medicina Basada en la Evidencia (MBE) nació a principios de los 90 ¿Quiere decir esto que sólo es válido todo lo que realizamos en la práctica médica y asistencial en los últimos 20 años? Evidentemente no, pero a partir de esa fecha, se podían clasificar las recomendaciones que guiarían la práctica de una forma más eficaz y con mayores garantías. Definida por Sacket como: “El uso consciente, explícito y juicioso de las mejores pruebas disponibles en la toma de decisiones sobre la atención individual de cada paciente” para llevarla a cabo son necesarios:
  1. La competencia del médico adquirida gracias a la experiencia clínica.
  2. La evidencia disponible de la investigación.
¿Quiere decir esto que todos los ensayos clínicos que avalan determinados fármacos o prácticas son fiables? Claramente no, ya que para serlo, tendrían que cumplir unos criterios que no todos los estudios presentados pueden hacerlo ya que su finalidad puede ser la de vendernos la idea de su idoneidad, cuando esconden unos sesgos que sólo los ojos críticos pueden descubrir. El ser licenciado en medicina no te libra del posible engaño porque cuando dejamos de leer la letra pequeña, caemos en la misma trampa que el resto.
Los laboratorios diariamente nos presentan la mejor cara de sus productos. Hay que ser muy riguroso a la hora de seleccionar las variables a incluir en un estudio y en ocasiones, se extrapolan datos a una población general cuando la estudiada ha sido demasiado pequeña como para poder hacerlo. Otras veces, no se valoran sesgos de confusión que llevan a conclusiones erróneas y, lo peor de todo, en ocasiones se ocultan los efectos adversos presentados hasta que la evidencia demuestra que, aunque un fármaco haya sido aceptado por la FDA o por la misma OMS, no garantiza su fiabilidad como sucedió con el Tamiflu en 1.999 (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4375804/).
Cuando alguien se refiere a la MBE puede hacerlo según diferentes parámetros: Guías de Práctica Clínica, Protocolos, Escalas con Nivel de Evidencia o Grados de Recomendación y a su vez, dentro de éstos 2 últimos, podríamos encontrar diferentes clasificaciones. No basta con decir que algo tiene evidencia científica porque así lo avala la revisión Cochrane (grupo de investigadores que revisan todos los estudios realizados sobre un tema para valorar su aplicación en la práctica) hasta ahora considerada una de nuestras “Biblias”, acaba de demostrar que ni ella es infalible como acaba de suceder con la crítica por parte de algunos investigadores de la misma a la última revisión sobre la vacuna del Papiloma publicada en mayo de este año (https://ebm.bmj.com/content/early/2018/07/27/bmjebm-2018-111012). 

Los ensayos clínicos bien hechos necesitan mucho tiempo y dinero, sólo para diseñar un estudio adecuado, la recopilación de datos y el seguimiento de los participantes del mismo es un proceso costoso. Tampoco significa que porque una terapia no haya pasado por el colador de un ensayo clínico, no sea válida. Si los buenos resultados tras más de 20 años de trabajo no pueden avalar determinadas terapias porque no tengan detrás un estudio, algo está fallando. Por otro lado, no todo el mundo puede entrar a formar parte de un estudio, es frecuente leer en los prospectos de los medicamentos que no deben utilizarse en embarazadas o lactantes, sencillamente porque no se considera ético realizar experimentos en ellos; tenemos el ensayo realizado en Ámsterdam con Viagra en embarazadas finalizado antes de tiempo por los resultados de muerte en bebés. Podemos ver cómo surgen noticias acerca de la retirada de un fármaco por su toxicidad estando ya en su última fase de experimentación, fase IV post comercialización, a pesar de que en las fases previas no se habían detectado problemas y la evidencia indicaba que podían usarse, como sucedió con los antiinflamatorios COX-2.

En otras ocasiones, la evidencia acumulada y revisada conlleva el cambio de una práctica establecida hasta el momento que se ha demostrado que era más perjudicial que beneficiosa como el que los bebés debían dormir boca abajo y luego resultó que así había más muertes súbitas. Así que, hagan el favor de dejarnos trabajar a los profesionales sin decirnos lo que tenemos o podemos hacer en nuestras consultas. No se puede opinar desde el odio y desde la desinformación. Así que, invito al debate tranquilo con posturas enfrentadas desde la equidad, la información y la experiencia para llegar a acuerdos y, sobre todo, invito a todos aquellos que quieren aprovecharse de la confianza del paciente y, con careta de profesional, se dedican a experimentar cual demoníaco Mengele (“médico” colaborador con los nazis) a que revisen sus conciencias. Nuestros dirigentes deberían establecer una legislación que pudiera valorar la formación necesaria para tener una consulta y consiguiera mandar a los pseudo-terapeutas a la cárcel si es necesario, para que dejen de manchar el honor y el buen hacer de los verdaderos profesionales.
P.D. dedicada al mundo del periodismo: Si alguien opinara sobre vuestra profesión escuchando tan sólo a los periodistas de la telebasura ¿no podría estar ante un sesgo de información muy grave en detrimento de un informador serio y riguroso? Negar la evidencia sin haberla buscado desacredita al que lo hace (se dedique a la información, a la política o a la medicina).


Dra. Mónica Molner Andrés. Colegiada 18.211 Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.  
Máster en Medicina China, Fitoterapia y Homeopatía por COMV y Máster en Homeopatía por CEDH con los respectivos TFM disponibles.
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