Se ha llegado al borde del abismo. No hay puentes, pero hay que construirlos tragándose el miedo y los tembleques, avanzando hacia el vacío. Nada está garantizado, pero todo es posible. Colón creía haber llegado a las Indias de verdad, y no tenía ni idea de que América estaba en medio del camino. Esa situación debería dar mucho que pensar a estos políticos del aquí me planto y aquí me quedo, y salga el sol por donde pueda, en oferta y en demanda, que suena más a capitalismo asumido como remiendo político, que a solución democrática,( sí, Iglesias, esto va para ti también. Eres un izquierdista especulativo y capitalista práctico en tu modo de concebir la izquierda operativa)
No todos son Colón ni unos Reyes Católicos con más imaginación posibilista que miedo a equivocarse, ni todos están capacitados para hacerlo, es obvio. Dejar hacer a locos e insuficientes nunca es la solución, sino el desastre. No creo en absoluto que en el Psoe no haya alguien más, disponible a la izquierda lúcida de Sánchez, y con menos miedo, más visión y más valor, que no necesite asesores de colocón, porque su lógica, su intuición, horizontes cognitivos y su ética, son sus mejores herramientas. Tampoco creo que el ego alucinógeno sin fronteras de Iglesias y sus fieles conjurados suicidas, sean el único recurso de Unidas Podemos. Sería horrible algo así. Me niego a creer que gente como la de IU, Equo, En Comú, en Marea y los anticapis más despiertos, no sean capaces de salir del Titanic podemita en las lanchas salvavidas de la conciencia común.
Va a ser que a Sánchez solo le queda la salida que más pone de los nervios al trifachito: los apoyos sanos y federales de los territorios siempre en el punto de mira de lo peor para los patriotismos imperiales y sus patrocinadores ultramanejantes. Pero Sánchez parece tener Alzeihmer selectivo a la hora de las cartas boca arriba, ¿acaso su moción de censura se hubiese logrado sin ellos y ellas?
Tiene en su mano mucho más de lo que cree, si responsablemente y con altura de miras da pasos y descubre la península del acierto: aceptar como socios de gobierno de coalición cooperativa no solo a UP sino también a ERC, PNV, BILDU, Compromís, Cantabria, Extremadura, etc, etc, y con el compromiso ineludible por delante de gestionar la amnistía del Estado para los presos políticos, si, Sánchez por mucho que te rechine la verdad son presos políticos
que no tienen otra definición que no sea un fiasco estilo Goebbels tratando de retorcer el sentido de la mentira constantemente, para convertirla en posverdad; otra necesaria condición para gobernar en coalición decente, es la revisión de los presupuestos sobre todo en el caso de las autonomías peor tratadas en su financiación estatal. Además sería bueno también ofrecer elegantemente a la derechona, la posibilidad de participar en el proyecto común aportando ideas sanas que cooperen a la solución de los conflictos en vez de ser una bomba de relojería a la que salta, un bunker hitleriano-franquista atrincherado en sus manías e intereses sin más fondo que la pasta a mogollón y el ppoder absoluto a costa de lo que sea, pero dándole a la manivela de las emociones más primitivas de la imperiofilia más impúdica.
Sería una apertura desconocida en España y por supuesto el puente más seguro y resistente ante los bandazos abisales de la caverna platónica, que se quedaría sin argumentos ante la luz de una realidad tan regeneradora, y ante la que solo tendría dos salidas: 1) apuntarse a la regeneración consensuada que no excluye a nadie, que tenga valores éticos a favor de TODO EL ESTADO-CIUDADANÍA-PUEBLOS-TERRITORIOS o 2) comportarse como dinosaurios en un Jurasicpark de mercadillo de los lunes. Y quedarse eternamente vagando por las estepas del absurdo haciendo el rol festero y políticamente estrambótico de Manolo el del bombo. Pero...¿Será Pedro Sánchez capaz de hacer algo así? Aun puede intentarlo y hacer, -al estilo De Gasperi o Adolfo Suárez siglo XXI- un giro kopernicano en la ruleta del destarifo que permita dar calabazas al abismo y superar los infiernos del ensimismamiento partidocéntrico, sobre todo cuando el horno no solo no está para bollos, es que los achicharra sin compasión en cuanto se le acercan...a juego con el clima.
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