Ojalá podamos despedir sin demasiados traumas, ese mundo viejo y enfermo terminal que ahora pretende secuestrar el presente y el futuro, para encadenarlos a un infernal pasado, al que millones de seres humanos están deseando decir goodbye for ever & ever.
Que la nueva Vida, en vez de largarse con esta amarga y justa despedida, al ver nuestro despertar, nos reciba con un abrazo mientras cielo y tierra, mar y atmósfera nos cantan a coro el Aleluya de Haendel, como bienvenida al nuevo cielo y a la nueva tierra.
"El Espíritu y la Novia dicen "¡Ven!"
Y el que lo escuche diga "¡Ven!"
Y quien tenga sed , que se acerque,
y el que quiera, reciba gratis el agua de la Vida"
Apocalipsis 22, 17 (epílogo)
Ah, Un último detalle, que casi se me olvida: para no llevarnos sorpresas inesperadas nos conviene incorporar al disco duro del cada día la parábola de los talentos, como banda sonora para el camino, que encontraréis en Mateo 25, 14-29. No tiene desperdicio como orientación, para invertir con inteligencia la Luz que recibimos al nacer y guardamos en el fondo del alma, pues la conciencia se fundamenta y crece mediante su energía y esa energía crece o se estanca según sea el trabajo que hagamos con ella, lo mismo que el capital financiero depende de cómo se invierta o no. Somos libres y no solo para irnos de tapas y birras. El depósito del capital cósmico está ahí. Nosotr@s somos sus gestor@s mientras estamos en este plano de la existencia. Si invertimos fatal o decidimos ahorrar en plan rácano y no invertir por miedo, luego, de nada servirá quejarse, querida familia...no olvidemos la relación entre causas y efectos! El premio o el castigo es cosa nuestra. No basta con que nos quieran mucho y nos faciliten todo, además hay que crecer por dentro acompañando al afuera/dentro de todos y todas. Ánimo, que es superchulo, reconfortante, animadísimo, sustancioso, creativo -sacando de donde no hay- y siempre, sorprendente. Ni el mejor videojuego le llega a la suela del zapato, os lo aseguro. Ah, y l@s niñ@s, lo entienden a la primera; las parábolas de Jesús como terapia en la vida diaria son herramientas fantásticas para educarnos a cualquier edad. No hay mejor certeza que la experiencia. Palabrita de madre y de abuela con muuuuucho rodaje y mucho que reciclar, por supuesto. Ocho hij@s y catorce niet@s equivalen, como mínimo, a una media docena de doctorados en materias increíbles, en las facultades de Nazaret, Betania y Betsaida. Que lo disfrutéis, carinyets. Vale la alegría mucho más que la pena. 🎉🎉🎉🎉😍😍😍😍😍
No hay comentarios:
Publicar un comentario