Opinión
Pragmatismo eres tú


Directora corporativa y de Relaciones institucionales.
-Actualizado a
Que sea el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Lavrov, quien elogie el 'pragmatismo' de Donald Trump sobre Ucrania debería servir para dar una vuelta a las consideraciones que tenemos sobre la realpolitik y otras ineficientes costumbres diplomáticas y políticas que nos han traído hasta aquí. "Hasta aquí", de hecho, es una situación de revolcón del orden mundial establecido hasta ahora; el que contemplaba a EEUU como el primo de Zumosol de la Unión Europea (UE) al que había que apoyar siempre, incluso a regañadientes, para que él nos respaldara en caso de agresión, o así. También cuando apoyar a EEUU, como durante la invasión de Irak o, incluso, la de Afganistán –con su vergonzoso abandono– supusiera dar una patada al tablero de los principios básicos del derecho internacional o la violación de los derechos humanos, fuera en Abu Ghraib o en Guantánamo.
Ha tenido que venir Trump a dar una patada a Europa en el culo de Zelenski y en directo televisivo para que haya una reacción... para anunciar que reacciona. La reunión de este domingo de los líderes de la Unión Europea más Canadá y Reino Unido con el presidente de Ucrania ha concluido con la firme decisión de desplegar allí una misión de paz europea, liderada por Francia y Reino Unido, a la que podrían unirse otros países. El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, trabajarán en ese plan de paz con Zelenski para presentarlo a Trump, que seguramente, y puesto que sólo acepta la rendición de Zelenski a Putin, lo despachará con la grosería y el matonismo en el que ha convertido su realpolitik: un negocio mafioso.
La UE ha dejado pasar tantas atrocidades a su principal aliado sin queja alguna durante décadas que cuando ha aterrizado en la Casa Blanca un narcisista patológico y delincuente millonario y se han traspasado todas las líneas rojas imaginables –no, los derechos humanos no han sido esas líneas rojas– se ha quedado sola. O la han dejado sola: ahora tiene al Reino Unido del brexit y a Canadá por pura conveniencia de ambos países, igualmente solos, igualmente humillados por Trump. Veremos si no optan por tomar caminos bilaterales con EEUU.
Europa se remanga ahora y se remanga tarde, y no será por que antes de ganar Trump las elecciones por segunda vez en 2024, nadie había avisado a nuestros dirigentes políticos de lo que podría venir. Es preocupante que aquellos y aquellas que deben velar por nuestra seguridad no vieran de lejos el peligro que suponía la amistad Trump-Putin para Europa, encajonada entre EEUU y Rusia; que no vieran de lejos la brutalidad y el poder de unos capos tecnológicos dispuestos a saltarse todas las reglas democráticas –que nadie les obligó a cumplir– para tener más dinero y mayor influencia; que no se percataran de la decadencia de los valores democráticos entre demócratas de medio pelo dispuestos a venderse al mejor postor neoliberal no electo para incumplir la exigencia básica de sus mandatos: garantizar los derechos y la dignidad de sus ciudadanos y ciudadanas. Es preocupante que todo esto y más no lo vieran nuestros gobiernos, pero más lo es que sí lo vieran y no hicieran nada. Y algo de eso sabemos.