La vicepresidenta segunda del
Gobierno convoca este viernes a la ciudadanía a un acto en Madrid que
pondrá en marcha su proceso de escucha. "He elegido la semana del
Orgullo porque quiero un país alegre, inclusivo, que quiera y respete",
dice.
Hace un año el debate sobre la figura de Yolanda Díaz giraba en torno a si iba a ser la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales
o no. La incógnita de si va a optar a ser presidenta del Gobierno no se
ha resuelto, pero la variable de Unidas Podemos ha dado un vuelco
radical en menos de 12 meses.
A Díaz le propusieron encabezar una renovación de liderazgos en la izquierda y ella optó por resetear a la izquierda.
Esa operación arranca este viernes en Matadero Madrid, donde la
vicepresidenta segunda del Gobierno lanzará de manera oficial Sumar, el
anhelado "proceso de escucha" que comienza con meses de retraso a causa,
como casi todo a día de hoy, de la guerra y de la inflación.
El 'reseteo' de la
ministra de Trabajo no es informático, pero sigue buena parte de los
parámetros de este tipo de operaciones. Díaz quiere desmontar el puzle y
volverlo a montar, con muchas de las piezas actuales pero con el
objetivo de componer una imagen distinta. Sumar, sin contar con las
incógnitas que aún faltan por despejar, es en lo esencial para la
vicepresidenta y su equipo la configuración de un movimiento organizado, de una red ciudadana que sirva de pilar maestro a su proyecto político.
"Necesitamos una
base, una red para que, cuando un líder se marche quede algo que lo
sustente", comentan fuentes conocedoras del proyecto que quiere
configurar la vicepresidenta segunda. La mejor herramienta para lograr
eso, creen en el equipo de Díaz, es un proceso de escucha que sirva para
identificar las demandas y anhelos de una ciudadanía desconectada de la política y, a la vez, devuelva la política a la ciudadanía a través de su participación en este proceso.
El objetivo es que
Sumar reciba de los ciudadanos claves con las que identificar sus
problemáticas y dé forma a demandas desagregadas de la sociedad civil
para unirlas en algo colectivo que trascienda todas las demandas separadas: tejer una red, configurar un movimiento que vaya más allá de los partidos y de los ciclos electorales.
El modus operandi
es el de "escuchar" a gente diferente, de distinta clase social, oficio,
posición o colectivo. La hoja de ruta se traduce en una gira de seis meses
en la que Díaz y su equipo recorrerán todo el territorio del Estado
para despertar esa 'conciencia social' a través de una conversación
larga y tendida. Los siguientes pasos también parecen claros: confección de un programa político
y toma de decisión por parte de la vicepresidenta acerca de si va a ser
la candidata a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales
de 2023.
La organización del acto
La puesta en escena
de este viernes que pone todo en marcha se desarrollará, a grandes
rasgos, en dos actos. Habrá, en primer lugar, una declaración de intenciones, un análisis y una explicación por parte de Díaz
de lo que quiere hacer; la vicepresidenta tomará la palabra y se
dirigirá a los asistentes en la que será, probablemente, la primera y la
última intervención eminentemente política de su proceso de escucha.
También podrán tomar la palabra las personas de la sociedad civil y
de distintos sectores (la Cultura, los movimientos sociales, el
cine...) que acompañarán a la ministra de Trabajo. Después, en lo que
quizá sea un pequeño adelanto del grueso fundamental del proceso de
escucha, Díaz hablará con los asistentes, los escuchará, estará presente
en conversaciones, a veces como protagonista y, otras, como espectadora
y oyente. Al menos, esa es la intención.
La titular de Trabajo ha pedido a los líderes de los partidos políticos que no acudan a este acto,
marcando la clara directriz de que, al menos en esta fase de
configuración de su proyecto, las organizaciones no serán las
protagonistas. No acudirán a Matadero Madrid ni Ione Belarra (secretaria
general de Podemos), ni Alberto Garzón (coordinador federal de
Izquierda Unida), ni Íñigo Errejón (líder de Más País).
Tampoco acudirán "primeros espadas" ni de Compromís ni de En Comú Podem, después de que la vicepresidenta hablase "con todas y cada una" de las formaciones políticas que se ubican a la izquierda del PSOE.
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Comentario del blog:
Sabia,
prudente, y por ello humilde, responsable y con una conciencia a la
altura de la situación, es el retrato de Yolanda Díaz. En ella se están
reflejando constantemente la actitud, la esperanza, el espíritu y las
motivaciones del 15M.
Quizás ahora sea el momento de la Suma que no se
pudo conseguir en los cinco primeros años del proyecto de la Casa Común
nacido en las plazas, en las calles y barrios, en los desahucios y
calamidades sufridas desde la crisis exponencial e interminable de 2008
hasta hoy.
Precisamente Sumar y no mutilar ni excluir , era el objetivo
fundante del 15M, mucho más que la indignación que le colocaron desde
la periferia del espectáculo intentando que la conciencia cívica y
social se quedara en folklore y rabieta, mientras era utilizada con toda naturalidad maquiavélica por el
oportunismo político convertido en Podemos, con el fin de absorber tanto
las exigencias y propuestas del pueblo como la gestión e iniciativas de
IU y los Verdes. Todo salió rana, simplemente, porque hegemonismos y conciencia
despierta de los pueblos no son fenómenos compatibles por falta de
noúmenos éticos y verdaderamente democráticos.
La democracia no consiste
solo en elegir a los gobernantes en las urnas, sino, sobre todo, en que el pueblo
pueda y consiga establecer la gestión y el servicio público del bien
común como modelo de estado y eso no lo puede hacer solo el voto, ni grupetes de poder apalancados en la política como único modus vivendi, operandi, 'mangoneandi' et 'forrandi', tiene
que hacerlo sobre todo la participación directa, limpia de residuos, personal y grupal, del
pueblo soberano, verdadero responsable básico de un Estado justo,
igualitario en derechos y deberes y por ello, ético, transparente y
accesible, como Casa asamblearia de Tod@s.
Ni capitalismo ni comunismo
han logrado nunca construir ni instituir en el mundo esa realidad cada vez más
evidente y necesaria. Las dos tendencias a diestra y siniestra solo saben sumar a su respectivo favor,
vencer sin convencer, dejar las cosas cada vez peor a su paso por las plataformas del ppoder y jamás del servir para poner en marcha lo mejor de cada opción al servicio del bien común y no de los partidarios de la opción ganadora, algo que en realidad nunca debería ser el objetivo primordial de toda política justa, sana y ética. La Rusia de Lenin , por ese motivo, acabó siendo
también una élite minoritaria gobernante encerrada en sus "politiks buró" e inaccesible para los koljós y soljós, precisamente para aquellos que inspiraron la revolución que acabó con un imperialismo de de derechas para establecer otro de izquierdas, pero disimulando en los discursos, y acabar patrocinando gulags, chekas y torturas para disidentes, igual que hizo el
zarismo, para rematar el pack con la Rusia de Stalin - e impidiendo en su momento la apertura, la
limpieza y la "suma" intentada por Gorbachov, que acabó en golpe de estado- y ahora, como colofón del sistem in failure, con la Rusia de Putin desatada, o sea, el poder por
el poder y la pasta gansa como negocio redondo. Y China por el mismo caminito...con los USA acechando como un perro de presa su transmutación in crescendo ,de la esencia del pueblo repartido por esos mundos del sindiós, a la esencia del pastón concentrado en el nuevo rostro de un comunismo remodelado estéticamente y lleno de bótox por todas partes.
Yolanda Díaz lo sabe muy bien, el mundo ha cambiado, cambia cada día a más velocidad provocando una desorientación epidérmica en cada coyuntura, y tengamos la certeza, de que jamás en la
Suma que ella propone y trabaja cada día, tendrá cabida algo semejante. Eso por descontado.
Es una
suerte enorme que nuestra Yolanda y quienes son como ella, much@s más de lo que parece,- la conciencia es bastante más discreta y práctica, que follonera y exhibicionista-, estén en condiciones de
ayudarnos a desinfectar, ventilar, reciclar, pasar la aspiradora de la conciencia, la fregona de la responsabilidad y poner en marcha un proyecto de país nuevo, con otro orden sin caos, bastante más sano, inteligente, accesible, ético y transparente. Con los pies en el suelo y no solo en las redes sociales y en la (es)pantallitas del móvil omnipresente, en plan casi bo(l)$on de Higg$. Hay que añadir también el plus
enriquecedor de ser mujer y ser gallega, que no es pluma de gallo, ni
moco de pavo ni cartílago de gamba, ni lacón sin grelos.
Toda la España decente, sin miedo y
esperanzada, está contigo para Sumar y Seguir, no lo dudes, hermana
Yolanda Díaz. Y bendita seas.
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