Es fundamental y básico no confundir el Amor con deseos emocionales, dependencia emotiva y necesidades sexuales o/y reproductoras de la especie. Solamente la labor interna del alma y de la conciencia -¡HUMANAS y no sólo animales!- puede descubrirnos y aclararnos esa distinción entre el Amor y sus caricaturas, en modo fotocopia desgastada y confusa, que a la hora de la verdad, sin alma ni conciencia, se acaba deshaciendo como la ceniza cuando el fuego del supuesto "amor" se apaga y acaba en desengaño, cansancio, decepción, aburrimiento, cuando no lo hace en malos tratos, abusos, crímenes y horrores de toda laya. Los sentimientos se agotan cuando las emociones que son el fundamento del colocón, dejan de ser bonitas, agradables y estimulantes, porque el proceso evolutivo se agota y no da para más. No es el Amor lo que tiene fecha de caducidad, sino el taca-taca de los deseos e ilusiones vacías del contenido auténtico, espiritual, energético y transformador que alimentan alma y conciencia, que son las cuerdas fundamentales de la escalada hacia el Himalaya del Infinito, que es la Casa Eterna de toda la Humanidad. Amor no es un enganche a una sola y única persona, que nuestro ego ha divinizado porque en una determinada época de la vida, se ha hecho dependiente del ego de otra persona, en la que ve reflejado todo lo que necesita momentáneamente para sentirse complet@ y feliz. De ahí nace el autoengaño del "no puedo vivir sin ti", "si me dejas, no sé que haré", "te necesito, eres mi vida", etc, etc...Evidentemente es un estado psicoemotivo e insostenible para durar demasiado tiempo, tan agotador como irreal e insoportable a largo plazo. Todo lo opuesto al Amor. Si se Ama, lo que de verdad se desea, antes que el propio interés, es la felicidad del ser amado sin ataduras, no convertiendo la relación en mutuo secuestro anímico, haciéndonos y haciéndole indispensables para la propia caducable felicidad. El verdadero Amor es plenitud en presente contínuo, nunca dependencia ni cálculos predeterminados. No sabe lo que son los celos ni los reproches egópatas. No se siente decepcionado por los errores de los demás, incluida la pareja en primer lugar, porque es el ser más cercano en la convivencia y con quien tiene más posibilidades de compartir lo más íntimo y constante de la vida y del Ser, que realmente es el mismo para ambos y para toda la familia, los amigos, conocidos y toda la humanidad del Nosotr@s sin exclusiones. Es imposible que algo así tenga fecha de caducidad, porque ni siquiera las distancias ni la muerte pueden separar lo que el Amor Infinito lleva uniendo toda la eternidad. La caducidad no cabe ni tiene sentido cuando el Amor ha superado el sótano del ego porque ya habita en la azotea del ático universal y experimenta directamente aquella invitación de Agustín de Hipona, eternamente actualizada, sin imposiciones, luchas, manías, ni obsesiones: "Ama y haz lo que quieras", porque si amas ya eres AMOR y, por eso, nada que nazca de ti será otra cosa diversa. Y lo expresarás de mil maneras con cada ser humano, con cada flor, con cada árbol, con cada nube, con cada pájaro, con cada gota de agua, chispa de luz, problema o solución, abrazo de la sombra, alegría, dolor, compañía o soledad. Te sobrarán los juicios, los premios y las condenas, que te admiren o que te odien, que te ignoren, porque, justamente, el AMOR jamás tiene un precio, ni fecha de caducidad cuando de verdad descubres que tú, los demás y la misma vida, es obra constante del AMOR. Somos nosotr@s, quienes mientras no crecemos ni despertamos, no podemos descubrirlo ni disfrutarlo mediante el abrazo infinito del alma y de la conciencia ¡En la Casa de TOD@s! Sin que ninguna diferencia natural, cultural, política, económica, étnica, ni ideológica ni religiosa, nos pueda enfrentar, ni hacer daño ni destruir. Somos Un@, repartid@ en el Nosotr@s, que o es AMOR o nunca será nada fuera del Un@.

 

¿Y si el amor tuviera fecha de caducidad? 'Nosotros' lo responde

Si alguna vez has amado, esta película te va a tocar la fibra.

Cinenuevatribuna

21 de febrero de 2025, 12:38

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Jaime Polo | @lovacaine

Nosotros (2025), la nueva película de Helena Taberna, es una exploración íntima y descarnada del amor y el desamor, basada en la novela Feliz Final de Isaac Rosa. Con un enfoque narrativo poco convencional, la historia de Ángela (María Vázquez) y Antonio (Pablo Molinero) se desvela desde su final, remontándose en el tiempo para diseccionar, con precisión quirúrgica, los momentos clave de su relación.

Taberna se adentra en las complejidades del vínculo amoroso con una mirada madura y sin artificios. La estructura inversa no solo es un recurso estilístico interesante, sino que aporta una profundidad emocional a la historia, obligando al espectador a reconsiderar los hechos con cada escena. La película invita a reflexionar sobre la erosión del amor con una honestidad pocas veces vista en el cine español.

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  The Monkey: Stephen King + Slasher + Comedia Negra = Puro Desmadre

En un panorama cinematográfico saturado de comedias fáciles y productos prefabricados para el consumo rápido, encontrar una película como Nosotros es un verdadero alivio. Su profundidad y honestidad demuestran que aún hay espacio para historias que apuestan por la sensibilidad y la reflexión.

María Vázquez y Pablo Molinero están de diez. Transmiten cada matiz de sus personajes de forma natural, como si no estuvieran actuando. Vázquez, sobre todo, da una interpretación que va de la fortaleza contenida al desmoronamiento con una verdad que cala hondo.

Visualmente, Nosotros apuesta por la sencillez pero con mucha intención. La fotografía de Txarli Arguiñano juega con la calidez en los momentos felices y se va enfriando a medida que la relación se resquebraja. Y la banda sonora de Pascal Gaigne acompaña sin imponerse, sumando melancolía sin caer en lo obvio.

Nosotros se estrena el 28 de febrero en cines. No dejéis pasar la oportunidad de verla en pantalla grande y disfrutar de una historia que, sin duda, dará mucho que pensar.

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