viernes, 5 de diciembre de 2025

Pachelbel - Canon in D Major (Original Version)

  


                      LUZ Y CAMINO

 

Nuestro camino es un canon entre el despiste y las luces,

entre lo incierto y lo obtuso, entre lo iluso y lo cierto,

entre lo malo y lo bueno, entre luces de teatro 

y oscuridades sin freno, entre la muerte y la vida,

entre el Edén y el infierno... 

Es tan sólo el despertar lo que puede liberarnos

de semejante tiberio sin presente ni futuro

porque el pasado es el atlas de nuestros mapas enfermos

perdidos en la rutina repetidora agotada 

de los mismos cuentacuentos. 


Hay que salir de la cueva en que nos hemos quedado

atrapad@s y dormid@s, igual que en "La vida es sueño"

dormitaba Segismundo, enfrentándose a la vida

sin ver y sin comprender los porqués de ese tormento.

 

El error es buscar fuera lo que ya llevamos dentro.

Esa luz que no se apaga por más que el mundo lo quiera,

esa Vida incandescente que en cada respiración 

nos inyecta la hermosura eterna y supraconsciente,

que no conoce el misterio ni la magia ni el poder,

que no gobierna ni impone

porque es el servicio eterno que nos ama y nos sostiene,

que nunca nos abandona en su infinita paciencia

pedagógica y preciosa, milagrosa y sorprendente,

restauradora y alegre, padre, madre, hermana, hermano,

familia liberadora en el eterno creciente

en etnias, pueblos, estados y religión diferentes,

donde el tiempo y el espacio son cataratas del alma

y la conciencia el timón para que el barco vital

no se entretenga y navegue hacia el puerto del Amor,

de la Vida verdadera, en ese mar infinito que nos cuida

y nos mantiene. 

Donde todo tiene arreglo aunque parezca que no,

si la Luz maravillosa que nos crea y nos sostiene 

lleva la brújula eterna mientras le abrimos la puerta

con esas llaves conscientes de alma, mente y corazón

y de sorpresa en sorpresa salimos de la prisión

que nuestros mismos "sistemas" construyen sin darse cuenta,

al confundir los enredos con nuestra liberación,

el apagón de la Vida con apretar el botón 

que conecte con la I.A y el Amor con el deseo 

de control, vacío y apego.  


Lo más hermoso, divino, auténticamente humano,

asumible y verdadero

es que esa LUZ nunca invade, ni se ofende, 

ni se venga, ni castiga,

nunca secuestra ni cobra por expandir su reflejo. 

 

En las Bienaventuranzas Jesús nos dejó el programa

tan claro como concreto. 

Las puertas sólo las abre la LUZ que llevamos dentro,

el Amor tan sólo llama, si no le abrimos no entra

porque no fuerza ni invade, y hasta lo erróneo respeta,

por eso es el don eterno,

lejos de la idolatría y el secuestro de conciencias... 


Donde el error no perdona, la Luz y la bendición

aplican su tratamiento poniendo la otra mejilla

con la escucha y el perdón, el más sano linimento

que aporta la solución para tan torpes inventos.

 

 

 

 

 

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