domingo, 3 de diciembre de 2023

Händel | Hallelujah [Chorus from "Messiah HWV 56"]

  


Este precioso monumento musical de Händel, dedicado al Mesías, en realidad es producto de la misma confusión religiosa que interpretó la "divinidad" de Jesús de Nazaret como un triunfo imperial de Dios con su imperio por encima de los demás poderes de este mundo adjudicándole los títulos de king of kings y lord of lords, for ever and ever... 

Esta es la cultura "caritativa" que hemos heredado. . Toma ya! 

Seguro que Jesús alucinaría si escuchase algo así, o contemplase por la calle, la celebración lumínica y comercial de su imaginario nacimiento en los ayuntamientos españoles o neoyorkinos, y las compras bestiales que hace la gente para celebrar su supuesta llegada a este mundo tan engañable, en el mes de diciembre (un nacimiento que según las crónicas tuvo lugar al inicio de la primavera, porque en el invierno, que ya es diciembre, los pastores y los rebaños no estaban al aire libre por las noches, como  relatan los evangelios, algo que sí se hacía en primavera); en realidad la fecha del nacimiento del que nunca se llamó a si mismo ni Cristo, ni Mesías, sino hijo del hombre, se estableció en diciembre por la Iglesia Católica ya convertida por Constantino el emperador del tinglado, en parte pontificia del Imperio Romano, que en el solsticio de invierno, celebraba una gran fiesta popular desenfrenada y loquísima: las Saturnalias, en homenaje al dios Saturno. De modo que la Natividad del Cristo recién estrenado, fue la ocasión para acabar con el legado festero y desmadrado de un imperio en el que los valores nazarenos, humildes y sencillos, habían conseguido extenderse e ir cambiando las costumbres imperiales por la humanización del Evangelio. De "la Buena Noticia", más nazarena que "cristiana". 

Habría que repasar la historia desde los hechos y los tiempos, para ir poniendo al día la realidad en el lugar de la imaginación católica más que evangélica, convertida en rituales sacralizados, y así reconocer la verdad en el lugar de los cuentos  que siglo tras siglo se han usado y manipulado para encajar las piezas del relato predicador, que lleva 18 siglos viento en papa's a toda vela utilizando la Buena Noticia como tapadera de un fallo garrafal  de los seguidores de Jesús y del Evangelio, en el siglo IV. Juan de Patmos en el Apocalipsis la califica de ramera, vestida de púrpura y oro, que habita en la ciudad de las siete colinas, o sea, en Roma, y que bebe con los imperios de la Bestia, la sangre de los mártires en la copa del poder. 

En fin...Feliz Navidad de la buena para todo el mundo. De la que no tiene fecha, de la que nos despierta cada día desde dentro y nos abre los ojos y las conciencias  para expandirla en los afueras, sin afán de proselitismo ni de nada. Sólo plena de Amor y cariño, de justicia y bondad, de ternura materna y paterna, de auténtica caritas/caritatis servidora de herman@s y disfrutadora  de esa igualdad sorofraterna,  e imprescindible para que la vida sea Vida de verdad y no un tortura para muchos y un gran negocio para pocos, una caritas que es la asignatura pendiente en nuestra especie, si es que quiere salir del pifostio que ella misma se monta constantemente, por no romper la tradición, que es traicionar y malvender el capitalazo que lleva dentro acabando con lo mejor de sí misma, que ya es el colmo de los colmos. Ya está bien, ¿no, carinyets?

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