La plana mayor de este país ha salido en tromba a defender a los
empresarios de las acusaciones de Ione Belarra dirigidas a los
“capitalistas despiadados” que están haciendo negocio con la crisis, la
subida de precios y nuestro bolsillo. Desde partidos a empresarios
pasando por medios de comunicación de la derecha y del progresismo en
torno al PSOE, todos han cerrado filas en torno al empresariado español
frente a la supuesta generalización de la líder de Unidas Podemos que,
sin embargo, fue muy concreta en apuntar a quienes están subiendo los
precios por encima del aumento de los costes, es decir, a la minoría que
se está haciendo aún más rica a costa de la pobreza de la mayoría.
Paradójicamente, también les pareció fatal que Belarra señalara a
Carrefour o Juan Roig, el dueño de Mercadona. ¿En qué quedamos? Les
parece mal la generalización que no existió y les parece mal la
personalización.
Pero no les parece tan mal que los supermercados tengan
beneficios extraordinarios y sean los causantes de gran parte de la
inflación que padecen las familias. Si querían hacer una crítica
constructiva, podrían haberle recordado a Podemos que están en el
Gobierno y que hace unos meses rechazaron los límites a la cesta de la
compra que propusieron Alberto Garzón y Yolanda Díaz. Pero eso no les
interesa porque eso abriría un debate en el que acabarían pagando. Les
interesa que hablemos de lo buenos que son los empresarios y lo malos
que son los podemitas que andan demonizándolos. Pobrecitos ellos que han
tenido ganancias iguales o superiores a las que tenían antes de la
pandemia, según el Banco de España, reconocida institución venezolana.
Pobrecito Inditex que ha obtenido los mejores resultados de su historia
en 2022 pero tiene a las vendedoras en huelga por sus pésimas
condiciones de trabajo.
No se puede demonizar al Banco de Santander por crecer en 2022
un 82% más que en 2021, ni a Acciona por dispararse un 275%, ni a Repsol
por aumentar sus ganancias un 44% mientras la gente no tiene ni para
rellenar el depósito. No se puede demonizar a Mercadona ni a Carrefour
por ser las cadenas que más han subido los precios, por subirlos por
encima de la inflación, en un sector en el que todas las grandes marcas
han aumentado los precios para seguir ganando, como indica un estudio de
la OCU el año pasado. No se puede demonizar a las eléctricas por
hinchar los precios con la excusa de Ucrania, la subasta de la luz y el
mal tiempo, no demonice a estos ángeles ni a sus beneficios caídos del
cielo.
Aunque el Gobierno ha gravado esos beneficios, aunque ha bajado o
eliminado el IVA de algunos productos de la cesta de la compra, el
primer mes de 2023 la inflación ha repuntado una décima hasta el 5,8% y
ha frenado su tendencia a la baja. Pero a usted no se le ocurra quejarse
y criticarles. No demonice, cállese la boca y pague. Por lo visto, está
más feo denunciar al ladrón que serlo. Los nuevos indignados son los
que roban, no los robados. Al frente de la indignación, se ha colocado
el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente
Boluda, que comparó su situación a la de los judíos perseguidos por los
nazis. Estamos a un paso del Holocausto empresarial, del gueto de
Valencia, de los campos de exterminio de empresarios. Vamos a quemarlos
en los hornos de pan de Mercadona para venderlos como bollos de carne.
A la CEOE no le ha parecido exagerada la comparación pero sí el
adjetivo utilizado por Belarra: “despiadado”. El diccionario lo define
como la persona “que no siente ni muestra pena o compasión por nada,
especialmente por la desgracia o el sufrimiento ajeno”. Otra injusticia.
Como todo el mundo sabe, el capitalismo es pura empatía y compasión
hacia los que sufren, por eso las 1.000 empresas no financieras más
grandes de España han aumentado sus beneficios siete veces más que sus
salarios. Por eso han ganado dinero cuando los demás lo perdemos. Por
compasión y empatía.
Si Juan Roig, Marta Ortega, su padre, Amancio, o cualquiera de
estos empresarios que son más ricos cuando el resto somos más pobres, no
quieren que les llamen “capitalistas despiadados” lo tienen muy fácil:
solo tienen que repartir su riqueza entre sus empleados y la sociedad
que les ayudan a crearla. Los capitalistas siempre han demonizado la
lucha de clases, pero han vuelto a demostrar que ellos son los primeros
que la están librando y la están ganando despiadadamente.
Comentario del blogg
Sí,
capitalismo despiadado e hipócrita, gestionado y desarrollado a tope
por seres que, disfrazados de humanos, llevan la batuta en este mundo,
sin chispa de empatía, de compasión ni de auténtica humanidad. Todo
desde la farsa. Menos la pasta, claro!
La verdadera miseria no es que se queden
sin chabolas los emigrantes refugiados en Almería porque el poder de la pasta que gobierna, así lo ha decidido, sin ayudarles primero a encontrar cobijo decente, sino que que haya gente
millonaria y sin conciencia permitiendo que cualquier ser humano tenga
que refugiarse en una chabola y convertirse en esclavo laboral para
ganarse el pan duro de una vida horrible, solo por haber nacido en
determinados lugares, etnias o clase social...y sobre todo disponiendo de una España Vaciada, con necesidad urgente de manos que trabajen y cooperen en los municipios al borde de la extinción poblacional y laboral, cuya salvación es la agricultura y la ganadería sana, no las macrogranjas armagedónicas.
Sí, Belarra no solo tiene
razón, como la tienen Jesús de Nazaret o Carlos Marx, al llamarles por
su auténtico nombre, también tiene la consideración de llamarles solo
despiadados y no depredadores bulímicos sin alma, que es el oficio que ejercen en todo el Planeta, no solo en España. Animales de presa, a
quienes les faltan demasiados hervores para ser humanos de verdad y no
solo de etiqueta genérica, e incluso religiosa.
Qué triste y qué vergonzosa condición,
elegida libremente para más inri, porque si quisieran, podrían optar, con más recursos que lka media social,
por otros valores mucho más rentables somo Seres Humanos que como
máquinas tragaperras, que en realidad aunque cuestan mucho, no valen
nada. Acaban en chatarra, sin remisión.
Es imposible
que pueda tener futuro una sociedad tan castigada y teledirigida por lo más torpe, avaro y
soberbio, ni que pueda salir adelante sin la fuerza insustituible y fundamental
de los pequeños, como la llama el filósofo y curtido Leonardo Boff. Las bases sociales son la
masa del pan, el trigo de la harina y las espigas del trigo, sin ese conjunto cooperativo
la vida no es posible. Porque el amor universal repartido entre todo el autocultivo vital es la mano que siembra,
abona, riega, cultiva, recolecta, muele, amasa, cuece y reparte el
pan, que también comparte con quienes aún no alcanzan a alimentarse de él...Es la energía de un impulso infinito que convoca, que contagia y construye,que recicla y resucita regenerando, que descubre a cada ser humano el sentido de su existencia, la esencia de su felicidad que jamás está separada de la felicidad del Nosotr@s, que incluye el yo, pero que no se queda empotrada en él, es mucho más expansiva y completa que la cacharrería primitiva, egopática y confusa.
Sin entender ese proceso fundamental, la vida se agota, los planetas se
atrofian, hasta el universo se desinfla deshaciendo tiempos y espacios, como un globo sin aire, en ese sistem in failure autogenerado por el egoísmo más imbécil y aparentemente "inteligente", los piques, la envidias, lo que no se entiende, las
enfermedades, las depresiones y la falta total de sentido acaban con
todo, ya sea en modo pandemias, sequías, glaciaciones, incendios,
terremotos, inundaciones, guerras, ruinas, adicciones, locuras, suicidios, inercias... da igual en qué modo se desplome el mundo global, social y personal, todo ello no es ningún
"castigo de dios", sino el boomerang que produce el mero hecho incorregido de
autoengañarse llamándose humanidad(¡?) sin hacer nada para serlo, y, al contrario, convertir en su propio exterminio tanta estúpida, cegata y falsa riqueza, y encima, ¡por propia elección!...que ya es el
recolmo de la tontuna suicida.
Esperemos que al menos la gente capaz de entender y de amar, -l@s "loc@s" empeñad@s en la justicia, la igualdad, la dignidad, los derechos y deberes, la escucha, la acogida, la paz urgentísima, el respeto y el cariño, también por lo diferente, sin odios, venganzas, avaricias y basureros corruptos-, consiga ayudar a despertar a los cenizos del finiquito por avaricia y ceguera voluntaria, confundida y alucinada por éxitos y dineros, y, también, desgraciadamente para ell@s, a millones de años luz de la verdadera Vida. Porque hay Vida posible, también hay esperanza...
Ainsss!
P.D.
No soy católica ni litúrgica ni devota ni religiosa, -si tuviera que definirme, diría que me reconozco como partícipe en el espíritu liberador/pacífico/socialcomunitario; llevo años comprobando que el camino de la humanidad para sobrevivir es por aquí, por la foto de aquí abajo, en esta dirección, sin duda alguna, aunque con muchos matices y diversidades, eso sí, aunadas por el Amor Infinito, en el que nos puso al día por primera vez en la historia social y callejera, nuestro queridísimo y siempre presente en los adentros y afueras, Jesús de Nazaret, el Maestro total que nos habita sin invadirnos, porque Es lo mejor de Nostr@s mism@s, por eso nunca estaremos salvad@s de lo peor que nos invade y nos atonta, si no descubrimos y disfrutamos desde dentro y en común la esencia del SER que Jesús nos mostró en la vida diaria, sin fanfarrias, la de los humildes, los pacíficos, los limpios de corazón, los compasivos, los pobres en delirios de grandeza, los perseguidos por ser auténticos y veraces, los que no necesitan forrarse ni enorgullecerse ni presumir de nada para Ser, ni más ni menos; no hay mayor ni más perenne felicidad. Compartiendo el alma y la conciencia, la luz y nuestra pequeñez grandiosa en su humildad. El resto llega por añadidura, os lo dice una abuela que cada día sigue alucinando con lo que Hay y puede haber en cada plisplás. No hay recetas anticipadas, todo va sobre la marcha -lo que llaman "dios" es lo más imprevisible en un mundo/mundial al que tanto le gustan las seguridades, las pólizas, prever y controlar todo, sin embargo "dios" no tiene programas, en cualquier momento puede salir con una de las suyas, que realmente son las nuestras, aunque no caigamos en la cuenta; eso sí, pero el camino más acertado, va por aquí, es el Amor sin fronteras ni tiquismiquis juzgones y mucho menos elitistas, clasistas, fanáticos, racistas y xenófobos, de eso no cabe duda:
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R.D.
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