miércoles, 11 de noviembre de 2015

Flipando en catalán


Ayer, cuando contemplaba el panorama del Parlament de Catalunya en plena votación sobre la investidura de Mas como President, me seguía asaltando la preocupación por los derroteros éticos de esa tierra tan querida y de su estupenda ciudadanía. Tanto como me preocupan las encuestas que siguen dando un mayoría relativa al pp en el resto de España. En el caso catalán  me preocupa muchísimo que se identifique la esencia de la soberanía cultural, sociopolítica y espiritual con esa melé entre el chanchullo y la necesidad, sin discernir la gravedad de tal potingue conjunto. Era vergonzoso contemplar el deterioro de una, hasta ahora, dignísima y ejemplar Esquerra Republicana cayendo en la red de una Convergencia medio asfixiada por el tufo a podrido de su propia corrupción. Ver que la capacidad repugnante de Mas para travestir la amoralidad política en función representativa de la ciudadanía era votada nada menos que por 162 diputados, fue verdaderamente patético. Tanto, como ver a los corruptos del pp y a las pirañas de C's trepando por la ladera resbaladiza de una ética que desconocen en la práctica y que, por mucho jabón que unten en sus discursos, sus hechos y propuestas desmienten estrepitosamente. 

Los catalanes y catalanas, deberían reflexionar seriamente el precio que van  a pagar por una independencia en tales condiciones de precariedad supina. Si fuese una independencia en limpio, federal, como la que proponen la CUP  y qe apoyarían Iniciativa-EU o Barcelona en Comú, donde la ética imprescindible de los DDHH es el eje de lo social, lo económico y lo político, sería una independencia impecable. Pero ese batiburrillo que hace buena cualquier sinvergonzada sólo si es nuestra, no les independizará de nada, y Catalunya seguirá encadenada al mismo régimen indecente que ha tolerado y compartido con el mismo talante, y  durante  tantos años, las desvergüenzas del bipartidismo del desgobierno central, que ha tolerado y aprobado burbujas, recortes, blindajes y sobeteos indecentes del centralismo biparty/ppero, con el poder judicial a la carta y una corona chupóptera y parásita que le venía estupendamente para sus manejos internos, una Catalunya cuyo Roca Junyent, el árbitro de la elegancia concertante, ha sido el mejor defensor del enjuague de la Infanta sin que su catalanidad decentísima se lo impidiera... No es por ahí. No. Catalunya no puede acabar así, per l'amor de Dèu!
Una cantidad tan alta de portavoces, 162, es muy preocupante, más que nada porque seguramente no representan la realidad de la calle. No es creíble que tantas catalanas y catalanes deseen seguir manipulados por el mismo clan deshonesto que les ha llevado al garete en comandita con Rajoy & friends. Puede ser mucho peor el remedio que la enfermedad. 

Estimats y estimades germans i germanes, amics i amigues catalanes, recordeu.vos: en qualsevol Estat de drets i decencia la millor finalitat mai pot justificar els pitjors mitjans, si de veritat n'hi ha ética en la seva ciutadanía. Vos imagineu als presidents Companys o Tarradellas, per eixemple, en un moment i en una situació tan patètica i desvergoynida com aquesta del Mas i un Parlament dividit per la mitat entre honestitat i delicte, entre mentides i veritat, entre netedat i brutícia? Mediteu si vos plau, estimats i estimades...que en teniu matèria, recollins!

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