Epístola social a Pablo

                                 





Querido Pablo Iglesias

Por nada del mundo mi intención es chafar tus visualizaciones ni las de tantos afectados por la hipoteca de la ilusión. Me encantaría poder compartir ese impulso de renovación y no sabes cómo lamento sufrir el mal inevitable y crónico de la conciencienciosis idiopática. Qué le vamos a hacer. Es lo que hay.

No es que no esté de acuerdo con que esta política y esta sociedad que padecemos son una basura integral. Es, simplemente, que no creo en que la repetición de fórmulas rancias, que no han cambiado a mejor nada en la conciencia humana, sino que han retardado siglos su evolución, vayan a dar hoy, gracias a  los milagros de tu equipo técnico, mejores resultados de los que han dado hasta ahora, mezclando y manipulando idénticos ingredientes en las mismas tesituras con el agravante añadido del evidente desmoronamiento del Planeta.

 Tu leninismo light y apañístico es un mezcladillo viejoven que no tiene futuro a largo plazo en un mundo que se cae a cachitos precisamente porque ese leninismo y su dark side gemelo complementario, el capitalismo, no han dejado de hacer de las suyas, vis a vis, durante 150 años, más o menos y bajo diversas etiquetas, succionando y destruyendo el sustento de la conciencia, que es el alma humana y sus recursos, con la furia, la ambición, la violencia y los rencores que desembocan en el odio. En ese  mismo odio  de siempre entre "buenos" y "malos", "ricos y pobres", "tontos y listos", "derecha e izquierda" "ateos y creyentes", "arribas y abajos". El uno toma del otro lo que le falta y lo aplica a su aire, en pleno feedback. Y así vamos, de Herodes a Pilatos, y con la cruz a cuestas hacia el Calvario del finiquito, en todos los sentidos. 

Cuando el 15M surgió como una primavera indignada, noviolenta e inteligente emocional, millones de españoles recuperamos el fuelle para construir algo inédito y verdaderamente definitivo en el cambio real de la humanidad( o tal vez el 15M fue la consecuencia de que millones de españoles ya estábamos saturados y dispuestos a emprender otras vías más adaptadas al momento histórico) pero cuando tú y tus huestes os habéis apoderado de ese discurso y lo habéis metido a giro de tuerca y con calzador en vuestros planes precario-imperialistas en plan partida de risk  y juego de tronos...en plan buenos y malos, quiero ganar y máquina de guerra a saco,  se me han caído los palos del sombrajo, he visto y comprendido, desde dentro de Podemos, que vuestros planes son los mismos de siempre y van a dar el resultado de siempre. Vais tolkianamente, -círculos-anillos  en ristre- , a por todas. Y lo malísimo que tiene ese método de juego es que se acaba convirtiendo en enfermedad obsesiva y deteriora a los jugadores hasta el punto de cegarlos y ponerles anteojeras, para que sólo vean en plan  one way. Una se puede vestir en Carrefour y vivir en Vallecas, tener tres licenciaturas con sus correspondientes tesis "cum laude" y al mismo tiempo no tener conciencia ni alma, ni capacidad ni madurez para tareas de envergadura, pero sí ser adaptable a lo que caiga para lograr sus propios fines profesionales, que la cosa está fatal y los avales con marca son marchamo de garantía -las puertas giratorias tientan a todos y a todas-, y, también se puede padecer una ambición capaz de cualquier cosa para acceder nada menos que al gobierno de un País ya destrozado por la cretinez, el pillaje de los cretinos más "listos" y sus gestores más votados y sin referentes políticos óptimos para poder discernir entre la verdad y el truco simulador, entre lo viable y lo chapucero. Y, por desgracia, se repite el escenario, el atrezzo, el guión y los personajes. Son tantas las señales que hay que pararse y reflexionar más allá de las prisas y los empujones del tiempo que apremia, pero no tanto como la ambición y el miedo a perder el turno en la cola de los premiados. Hay que superar el vértigo de la urgencia agudizada por la incertidumbre y el horror corruptionis.

Cada día que pasa  se confirma más la sospecha de que cuando empezásteis no teníais ni idea de lo que ibais a hacer, sólo estabais, a verlas venir, probando modos de trepar e inventar vuestra propia marca, por encima de cualquier finalidad y de cualquier medio -lo mismo da Intereconomía, que al Rojo Vivo si se consigue lo que se desea, con una carga jesuítica alucinante- de que vais probando a ver qué pasa y qué es lo que hace aumentar más o menos el entusiasmo de la claque rebañil hacia vuestros diseños, qué tipo de discurso lleva mejor el agua a vuestro molino. Os servistéis de las ideas del 15M y de la Izquierda Anticapitalista, pero cuando os habéis visto reforzados por la presencia mediática y el carisma del lider prefabricado ad hoc, ejerciendo su hipnosis sobre "la gente", que es el sucedáneo edulcorante de "la masa" en vuestro vocabulario, habéis relegado su sustancia a la papelera. Os habéis pitorreado estepitosamente del trabajo de los círculos que han sido capaces de superar en altura e inteligencia, en democracia y en eficacia, vuestros escuálidos borradores que nadie creía que fuesen más que eso, solo borradores, una invitación a completarlos y a mejorarlos entre todos. Pero, no. Resulta que eran definitivos. Alucinante. Que era vuestro "trabajo" y eso es suficiente para ser aceptados por mayoría numérica que ni siquiera ha leído ni comparado lo que va a votar por un sistema on line cuya transparencia -esa cualidad tan cacareada en los temas del dinero- es una aporía sin resolver. Y que basta con que los avale la presencia de una firma, como si se tratase de un papa ex cathedra, para concederle la credibilidad, infalible e inmejorable, y la excelencia suprema, aunque sean textos vacíos de contenido, insuficientes y deficientes en ética, en política y en organización. Comprended, Iglesias y Cía,  que tal cosa o es una burla cruel a la inteligencia ciudadana o es que no dais más de sí. En cualquier caso, deplorable y perfectamente ninguneable como futuro para un País que pretende superar las dentelladas de una mediocridad soberbia y garrulísima como gobierno. 

Si la decencia de reconocer la mejor calidad de lo que han hecho los ciudadanos no existe, si se prima la publicidad y la labia de un discutidor profesional sobre la inteligencia gestora de los ciudadanos que le sostienen como posible candidato, si se tiene que presionar y amenazar con que si no se acepta lo mediocre por encima de lo excelente, el campeón de la cháchara se retirará del juego de tronos y privará al auditorio de su excelsa imagen, esto no es serio ni adulto. Si el factor "prisa por ganar" resulta mucho más importante que el factor evolución y construcción de una base ciudadana empoderada, si se pretende sacrificar la democracia a la eficacia y no se ha entendido que la la una y la otra son inseparables entre sí en una sociedad que pretende funcionar desde la ética hacia el bien común. Y que los ciudadanos y ciudadanas no son idiotas, aunque los Licenciados Vidrieras y los Bachilleres Sansón Carrasco, se lo crean a pies juntillas, va a resultar que 'esto' es simplemente una partida de frikis políticos, con miras por encima de sus posibilidades y muertos de miedo a no ser los reyes del mambo. Es decir, otro partido más, igualmente incapaz de nada válido o digno de tener en cuenta para bien. Y de eso ya nos sobra material. Si la ética ya hace aguas desde el montaje fundador, apaga y vámonos, querido Pablo. Creo que te has pasado cien pueblos infravalorando a eso que llamas "la gente" y que desde el principio te da tanto repelús reconocer como ciudadanía, porque en el fondo los consideras una masa amorfa, como plastilina, a la que modelar al antojo de tu pensamiento simplista y plano, en el que sólo cuentan lo urgente, lo inmediato, impactante y lo manipulable. A la misma altura intelectual y psicoemocional que un niño de parvulario. Los adultos tenemos muchas cosas que resolver en serio. Dejadlo para cuando crezcáis, Pablito y Cía. Y volved al cole, - o estrenadlo si aún no habéis estado en él...- al cole de la ética, al de la modestia, al del bienhacer, al de la escucha, al de la inteligencia social, al del respeto, al de la tolerancia y la cooperación, al de la honesta verdad sin trampas ni cartones. Y dejad el circo, la play station y los juegos de mesa sólo para el recreo y los ratos divertidos. Ah, y sed buenos más que "listos", si podéis.... Claro, que podéis. Seguro.