miércoles, 20 de enero de 2010

SE HACE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

Cuantas veces eso de "aceptar la voluntad de Dios" nos revuelve por dentro y nos parece el absurdo mas grande y mas injusto. Y lo seria, si "dios" fuese eso que nos han contado las "culturas pias y devotas": Una entidad duenya de todo, alejada de nuestra realidad, que por cierto le repugna y por eso castiga con sadismo refinado a todo el que no alcanza sus alturas omnipotentes. Una entidad incoherente hasta la aberracion, que despues de entretenerse haciendo figuritas de barro, les da cuerda y las deja a su aire a ver que hacen; y cuando le incomoda ser desobedecido por esas hormiguillas terricolas de vidas brevisimas, insignificantes,discolas, ignorantes e infelices, las condena sin miramientos, primero a la muerte sin mas y despues al "infierno" por la eternidad, luego de haber resistido enfermedades, pobreza, perdidas, abandonos, sufrimientos y torturas incontables. Ossssssssea, condenar al fuego eterno a unas minucias temporales que para colmo ni siquiera han tenido vida y tiempo suficiente para descubrir quienes son de verdad ni para que estaban aqui y si de verdad lo que les han contado es cierto...Que desperdicio, en una creacion tan perfecta, donde las leyes son relojes, el orden de los astros es tan puntual, los organismos infimos estan dotados de una exactitud matematica y de una belleza espectacular, los elementos quimicos se combinan con una armonia inteligente intrinseca y espontanea, los reinos de la Naturaleza convierten en perfeccion hasta los defectos mas estrepitosos...Algo debe estar fallando por algun sitio, verdad? Las cuentas no cuadran. Es cierto. Y esos son nuestros deberes divinos. Las tareas del cole que nos hemos comprometido a realizar aqui antes de llegar a este plano de la existencia.
Somos angeles amnesicos voluntarios, de sustancia divina, igual que Dios, pero hemos pactado ignorarlo para experimentar y conocer a fondo los resultados de nuestras posibilidades en lo que creamos, y que nosotros hemos acordado previamente en Casa, el estado superior de conciencia. Recordamos la parabola del "Hijo Prodigo"? Pues ahi esta la explicacion. No hay maldad ni un estado de rebeldia. "Padre, dame mi parte que quiero ponerme a prueba y vivir la aventura de reconocerme fuera de esta seguridad". Solo estamos aun experimentando lo que ocurre cuando despilfarramos la herencia eterna en juergas idiotas y prostituciones varias. No solo sexuales, por supuesto, sino de tantas clases...todo lo que es venderse al mejor postor, es prostituirse, asi que, imaginemos el curriculum! Y ademas, lejos de Casa. Lejos de ese estado que SOMOS...Hasta que "entrando dentro de si" a base de dar tumbos por todas partes y recibir por todos lados (recordando quienes somos de verdad) nos decimos: "con lo bien que estaba en casa de mi padre, como me puedo conformar con este cutrerio?") Y entonces regresamos. Despertamos. Accedemos a un estado consciente y empezamos a reconocer nuestra verdadera esencia. Ese Padre/Madre creador/a maravilloso/a, somos nosotros mismos. Lo mejor de nosotros mismos y lo que desconocemos de nosotros mismos. Por decir eso y demostrarlo crucificaron a Cristo. A lo mejor de nosotros mismos.
Hijo del Hombre, se llamaba. No hijo de Dios, para no despistar mas todavia. Si se hubiera llamado hijo de Dios no lo habrian condenado, porque ya en las tradiciones biblicas, los profetas hablaban de un dios que se sentia padre y mas que padre del hombre, porque le amaba y le daba el ser y el nombre desde el vientre de la madre. No fue ese el escandalo de los ortodoxos fanaticos, sino que el Hijo del Hombre tuviese la autoridad reconocida en sabiduria, valor, ensenyanza y prodigios, que el mismo Dios biblico parecia poseer en exclusiva.
Pero claro, en ese proceso hay un monton de miedos e inseguridades, porque en el tiempo transcurrido por estos niveles, que ya es mucho, nos hemos ido cargando de tantos trastos y equipajes inutiles, falsas creeencias limitadoras que nos afianzan en y aseguran nuestras pequenyeces y precariedades, que para poder empezar a subir, debemos aligerar el peso y el volumen innecesarios. Quedarnos con el aprendizaje y dejar el cargamento de utensilios que nos han proporcionado la experiencia del conocimiento. Liberarnos por fin de la condicion primaria, transformandola en algo mas sutil y profundo. Empezamos a "ver", a "sentir", a "entender e intuir" de otro modo. Y ahi es donde comienza a tener sentido esa "Voluntad" a que se refiere esta plegaria tan antigua como eterna.
Esa voluntad de Dios, es nuestra propia realizacion cosmica, nuestro regreso a las vias de infinito despues de haber estado sirviendo a la materia que hemos creado para este aprendizaje, para extender el disfrutre y la maravilla de crear. De expandir y recoger. De dar y recibir. De fecundar y desarrollar. Y ahora que por fin nuestra conciencia va alcanzando niveles mas finos y amplios, es el momento de subir las ondas energeticas en que nos movemos y con las que movemos el mundo que habitamos. Es un cambio interno. Hasta la fisica cuantica lo confirma. La voluntad que se hace asi en la tierra como en el cielo.
La "tierra" es nuestro cuerpo y nuestro psiquismo, nuestra mente primitiva y sensorial que nos sirve para profundizar en la materia y elevarla de vibracion. El "cielo" es la mente superior que nos hace tomar conciencia de que somos ese espiritu que vibra tambien en la materia pero con ondas vibratorias mas densas. Todo es UNO. La "tierra y el cielo" solo estan separados por nuestra vision elemental, que no es "mala" ni "imperfecta", sino que esta aprendiendo y debe adecuarse a los niveles que va consiguiendo descubrir. Igual que los ninyos no son imperfectos por no poder hacer todavia una tesis doctoral, pero son el germen de un doctor y como germen funcionan y cumplen su comentido. En ese proceso hay estancamientos y avances. Una dinamica lentisima que en nuestro transcurso cada vez mas acelerado no podemos entender si nuestra energia no cambia su vibracion y se hace mas sutil. Si nuestra consciencia no se hace con la responsabilidad del proyecto: recuperar la divinidad que somos en realidad. Asi en la Tierra como en el Cielo. En lo alto como en lo bajo. En la materia como en la energia. En la oscuridad como en la luz. La elevacion del Hijo del Hombre abarca todo. Y nosotros somos gajos deliciosos de la naranja de ese Hijo del Hombre que formamos entre todos. Su voluntad es la nuestra. Por eso tenemos el mundo que pensamos y construimos entre todos. Por eso "no hay dios que nos pueda salvar" si nosotros no queremos reconocer que ese Dios, o esa energia indestructible, pmnipotente y amorosa, esta en nosotros como nosotros en ella.

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