miércoles, 20 de noviembre de 2024

Genial, hermano Javier de Lucas, por este compendio de aclaraciones y reflexiones, en un momento tremendo de confusión, dolor en vivo y en directo y de caos generalizado. Gracias infinitas por el aporte y las vitaminas para emociones, mentes, almas, conciencias y CONDUCTAS. Y un gracias, también para InfoLibre, que nos permite leer directamente la verdad sin manipular, en unos momentos tan difícles como delicados. Bendito seas hermano Javier y bendita la casa que edita y ofrece lo que escribes!

 

IDEAS PROPIAS

De la dana, a la riada: sobre catástrofes y responsabilidades (I)

La catástrofe causada por una descomunal riada que arrasó el día 29 de octubre más de 70 municipios de varias comarcas de la provincia de Valencia, especialmente en l’Horta Sud y La Ribera (más de un 30% del territorio de esa provincia), es, probablemente, el mayor desastre de origen natural que se ha vivido en España en casi cien años. Los datos de la tragedia, comenzando por las víctimas humanas, son aterradores para un país como el nuestro. A pesar de que apenas han transcurrido unas semanas, creo que vale la pena tratar de apuntar algunas pistas para una reflexión sobre esta catástrofe, desde una perspectiva que trata de evitar la discusión partidista y los debates marcados por la polarización sin freno, pues quiere centrarse en exponer algunos argumentos sobre cómo debemos enjuiciar nuestra respuesta ante ese tipo de acontecimientos y, en su caso, el establecimiento de responsabilidades.

En el intento de entender cómo reaccionar ante el desastre que nos ha sacudido a los valencianos, muchos de nosotros hemos acudido a algunas lecturas. En mi caso, he releído la polémica entre Voltaire y Rousseau a propósito del terremoto de Lisboa de 1755. También, un texto imprescindible de Camus, La peste (1947), que tantos releímos durante la epidemia del COVID. Pero, como hilo conductor de mi reflexión, he recurrido sobre todo a un ensayo de Ernesto Garzón Valdés, Calamidades (2004). En el trasfondo de esas referencias está un asunto de calado filosófico (teológico, según otros planteamientos): la vieja cuestión del mal. Pero, como he prometido, no abrumaré al lector con esa inacabable discusión, sino que trataré de llamar su atención sobre otras, bastante más terrenales.

Ernesto Garzón, que parte de la noción kantiana de mal moral, ofrece una distinción conceptual entre dos tipos de desastres, las catástrofes y las calamidades, pues considera que las primeras son el resultado de causas naturales y las segundas, producto de la intencionalidad humana: “…aquella desgracia, desastre o miseria que resulta de acciones humanas intencionales, es decir, excluiré los casos que pueden caer bajo la denominación general de individual o colectiva, o que son consecuencia de actos voluntarios no intencionales…, la desgracia, el desastre o la miseria provocados por causas naturales que escapan al control humano” . Es interesante anotar que relaciona las calamidades con lo que denomina “arrogancia insensata” y con la “ignorancia”, aunque no así las catástrofes.

Hoy, la mayoría de nosotros tenemos claro que ya no vivimos en los tiempos en los que dominaba la visión que subrayaba el azar desgraciado como causa de las catástrofes. Esa mirada es la que propuso Voltaire en su largo poema de 234 versos “Poème sur le désastre de Lisbonne, ou examen de cet axiome, tout est bien” (Sobre el desastre de Lisboa, o un examen del axioma todo está bien), publicado en 1756. Su origen fue la carta que dirigió Voltaire desde Ginebra a su amigo Jean Robert Tronchin, el 24 de noviembre de 1755, cuando tuvo noticia del desastre acaecido el 1 de noviembre. En ese poema, tras poner de relieve la fragilidad de la vida humana, lamenta la muerte de “cien mil a quienes la tierra devora” y nos recuerda lo cerca que estamos todos de la muerte por “crueldades del destino”; pero, sobre todo, se rebela contra las tesis del mejor de los mundos posibles, que minimiza la existencia del mal (la posición de Leibniz, ejemplificada en un poema de Pope, que Rousseau cita en su carta a Voltaire), y también contra el quietismo de quienes aceptan una resignación impotente, desde la convicción de que se trata de “las leyes de hierro que encadenan la voluntad de Dios”. 

La tesis de Voltaire tuvo una respuesta terminante por parte de Rousseau, en una carta que le dirigió el 18 de agosto de 1756 (aunque no se publicó hasta 1759). No pocos sostienen que el Candide de Voltaire fue, a su vez, una réplica de Voltaire para reafirmar sus argumentos, frente a Leibniz y Rousseau. Pero lo que me parece más interesante es la crítica de Rousseau. Este adopta una perspectiva que subraya el papel de la acción del hombre en detrimento de la naturaleza (“por doquier observo que los males que nos produce la naturaleza son menos crueles que los que nosotros le producimos a ella…es constante nuestro abuso hacia la vida, que recargamos de un peso que no le corresponde”) y critica con contundencia la tesis del “azar desgraciado”: “…creo haber demostrado que, a excepción de la muerte, que no es un mal, más que en los momentos que la preceden, la mayor parte de nuestros males físicos son obra de nosotros mismos. En cuanto a lo sucedido en Lisboa, convenga usted que la naturaleza no construyó las 20 mil casas de seis y siete pisos, y que, si los habitantes de esta gran ciudad hubieran vivido menos hacinados, con mayor igualdad y modestia, los estragos del terremoto hubieran sido menores, o quizá inexistentes…¡Cuántos desgraciados perecieron por querer rescatar, unos sus vestidos, otros sus papeles, otros su dinero! ¿No se habrá convertido la persona de cada hombre en su parte menos importante, al grado de no valer la pena salvarla cuando se ha perdido todo lo demás?”.

En La Peste, de Camus, encontramos la visión de las catástrofes asociada a la tesis existencialista de la ausencia de sentido. Su protagonista, el doctor Rieux, cuando se enfrenta a ese mal terrible que azota Orán, se agarra a la ciencia y sobre todo a la solidaridad, pero insiste en el peso de la ignorancia y la arrogancia insensatas por parte de muchos de nosotros, y en particular, de los responsables públicos: “el mal que existe en el mundo proviene casi siempre de la ignorancia, y la buena voluntad, sin clarividencia, puede ocasionar tantos desastres como la maldad”. A mi entender, lo más interesante es que, pese a que Camus subraya el absurdo de buscar sentido a un azote como el de la peste, señala que estas catástrofes tienen la capacidad de rehumanizar, pues pueden ser el detonante de la fraternidad, de la solidaridad: frente al mal, inevitable –tanto si hablamos de desastres naturales o epidemias, como si nos referimos al mal moral que subyace a las calamidades, de acuerdo con la propuesta de Ernesto Garzón–, lo importante es nuestra actitud: cómo responder, cómo rebelarse, y la medida es desechar el “sálvese quien pueda” y tratar de hacer el bien a los otros, comenzando por las víctimas. Creo que eso plantea de nuevo un debate sobre el que intervino el propio Garzón Valdés y sobre el que hemos debatido ampliamente: el de los deberes de solidaridad que, más allá de la solidaridad espontánea, del voluntariado, remite a lo que podríamos calificar de “solidaridad institucionalizada”, como respuesta propia de lo que denominamos Estado social, consecuencia de la concepción política que entiende que la necesaria respuesta solidaria no se puede dejar sólo en manos de la espontaneidad de la sociedad civil.

Pues bien, según creo, el problema de la distinción entre calamidades y catástrofes propuesta por Garzón Valdés es el mismo de tantas propuestas dicotómicas y tiene que ver con el hecho de que, como advirtiera Weber, se trata en todo caso de tipos ideales, que sufren al confrontarse con la realidad, que es histórica, plural y cambiante y difícilmente se deja atrapar en categorías conceptuales abstractas. Y es que hablar de esos desastres que denominamos catástrofes en términos de acontecimientos naturales, ajenos a la mano del hombre, tal y como nos propone Ernesto Garzón, en línea de continuidad con el argumento del “azar desgraciado”, que vimos en Voltaire (“la desgracia, el desastre o la miseria provocados por causas naturales que escapan al control humano), tropieza con la evidencia de que existe una suerte de zona gris entre ambas categorías, tal y como le señaló Rousseau a Voltaire. Es algo que se advierte incluso entre quienes han recurrido al ensayo de Ernesto Garzón para sostener, paradójicamente, pues contradice la tesis de ese ensayo, que el caso de lo sucedido en Valencia nos encontraríamos ante una calamidad (así, por ejemplo, Norbert Bilbeny). Lo hacen, evidentemente, porque quieren subrayar la importancia que tiene en esos desastres naturales la intervención humana, en dos dimensiones: activa, porque actúa como factor acelerador del cambio climático y por omisión, esto es, por incumplimiento de tareas de prevención y respuesta. A mi juicio es un error: ninguna de esas dos características anula la distinción básica. Nos encontramos ante una catástrofe, ante un desastre natural, porque la causa directa es un fenómeno de la naturaleza (una dana) asociado al cambio climático. Lo que sucede es que ese tipo de desastres naturales incrementan sus consecuencias cuando concurren las dos dimensiones antes referidas y que vinculan las consecuencias -los efectos terribles de la riada- a la intervención humana que, en el ensayo que comento, no entra en la caracterización de las catástrofes.

Lo que trato de explicar es que ya no podemos decir sin más que los desastres naturales escapan al control humano. No, desde luego, en cuanto a la capacidad de prevención de los mismos, gracias precisamente a los avances de la ciencia y la tecnología. Tampoco, desde luego, en lo que se refiere a la gestión de las consecuencias de esos desastres naturales. Todo ello abre otras perspectivas acerca del establecimiento de responsabilidad: moral, política y jurídica, como abordaré en el tercer apartado.

De cualquier modo y a mi juicio, el problema de esa distinción entre catástrofes y calamidades es que choca con un argumento que, también a mi parecer, no está suficientemente presente entre los asuntos de filosofía moral, jurídica y política a los que dedicó su brillante inteligencia Garzón Valdés ni, reconozcámoslo, tampoco en nuestra generación, con algunas excepciones. Me refiero a la dimensión ecológica de justicia, que integra las exigencias de justicia social y la perspectiva de las respuestas ante la gran transformación que deriva de la crisis ecológica. Pese a su necesidad, aún más, a su urgencia, la filosofía moral, jurídica y política no ha proporcionado suficientemente propuestas sobre ello, salvo excepciones como los ensayos de filósofos como Hans Jonas, Bruno Latour o Michel Serres, o los de juristas como Michelle Delmas-Marty o Luigi Ferrajoli. 

La consecuencia más relevante de esa necesidad de matizar la distinción entre catástrofes y calamidades es que cabe sostener que aquéllas también nos plantean asuntos de relevancia moral, política y jurídica. Me refiero, por ejemplo, a la necesidad de replantear un modelo civilizatorio que ha conducido al Antropoceno. Pero también creo que remiten a cuestiones más específicas, como la influencia que tiene la desigualdad ante las catástrofes naturales de enorme magnitud, según hablemos de países con alto grado de desarrollo (pienso en los sismos en Japón, en los huracanes y tornados en los EEUU), por contraste con lo que acaece con los monzones en buena parte del sureste asiático o con los terremotos en el Magreb o incluso en zonas deprimidas de Turquía), o también en la diferencia de impacto entre clases acomodadas y clases más vulnerables en un mismo territorio. Las catástrofes, como decía, nos plantean asimismo el debate sobre el papel del voluntariado y el del Estado en relación con la solidaridad. Y, desde luego, la relación entre la ciencia y las decisiones políticas que, como se ve en el caso de Oppenheimer, descrito como un Prometeo americano en la biografía que publicaron en 2005 Kai Bird y Martin J. Sherwin -en la que se inspira a su vez la conocida película de Nolan (Oppenheimer, 2023)-, tiene su cara y su cruz: el proyecto Manhattan no se entiende sin un ambicioso proyecto puesto en marcha por el presidente Roosevelt que inicialmente sí tenía que ver con la Defensa (el National Research Defense Committee, 1940) devino en la creación de una agencia científica de asesoramiento al gobierno (Office of Scientific Research and Developpment, 1941), con fines mucho más amplios, relacionados con la salud y bienestar, como se lee en la carta que el mismo presidente dirigió a esa Agencia y que fue el origen del famoso informe Science, the endless Frontier, de 1944. Finalmente, en este breve repaso de cuestiones de relevancia social y política, las catástrofes exigen hoy replantear la cuestión de la responsabilidad política. En la apertura de la COP 29, en Baku, el presidente del gobierno español advirtió: “el cambio climático, mata”, evocando expresamente la tragedia ocurrida en Valencia. En esa misma cumbre, la Unión por el Mediterráneo y la red de científicos ambientales y climáticos euromediterráneos, MedECC presentaron un detallado informe, “Cambio climático y ambiental en la cuenca mediterránea: situación actual y riesgos para el futuro. Primer informe de evaluación del Mediterráneo” (MAR1) que analiza el avance imparable del cambio climático en el Mediterráneo y sus consecuencias, si no se adoptan medidas: precisamente el informe contiene un “Resumen para los responsables de políticas”, en diferentes idiomas. Porque el problema es ese: la ausencia de voluntad política. El cambio climático, mata, en efecto. Pero mata, sobre todo, porque quienes han de poner en marcha las acciones que lo contrarresten arrastran los pies.

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1.- Este artículo tiene su origen en mi contribución al homenaje al profesor Ernesto Garzón Valdés, celebrado en la Fundación Coloquio Jurídico, en noviembre de 2024. Agradezco a mi compañero, el profesor Rodríguez Uribes, sus observaciones sobre la polémica entre Voltaire y Rousseau.

2.- Al cumplirse dos semanas del desastre, la pérdida más importante son las víctimas mortales y desaparecidos aún por localizar, en una cifra que supera las 220 personas. En las poblaciones afectadas (la mayoría de la comarca de l’horta Sud, una zona de la conurbación de la metrópolis de Valencia) viven cerca de 850000 personas. Los cálculos más fiables permiten hablar de 400000 personas afectadas directamente, casi 100000 hogares gravemente dañados, con más de 350000 trabajadores, buena parte de los cuales se han quedado sin puestos de trabajo o en precario, y más de 30000 empresas seriamente perjudicadas. Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, IVIE cifra las pérdidas en 28.000 millones de euros, y subraya que los 70 municipios que han salido más golpeados por la DANA generan el 34,5% del PIB provincial y el 22% del PIB regional (más de lo que producen en un año las comunidades de Asturias, Cantabria, Extremadura, La Rioja o Navarra). El desastre ha dañado gravemente a infraestructuras, incluidas la comunicación, que impactan directamente sobre la movilidad de toda esa población e incluso sobre las comunicaciones de Valencia con otros territorios, a través de carretera y ferrocarril. Por su parte, el Departamento de geografía de la Universitat de València ha cartografiado el mapa del desastre y cifra el área afectada en 562,7Km2, de los que casi 60 constituyen área urbana y están ocupados por viviendas familiares (21km2 son zonas residenciales) y empresas (33 km2 son superficies industriales). El estudio permite identificar las zonas definidas como inundables, en las que se cebó la catástrofe, una de las razones de su magnitud, más que previsible en ese sentido.

Continuará

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Javier de Lucas es catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de València.

Jacob Collier - Little Blue | @MahoganySessions

Para quienes tuvimos el regalo de escuchar a Ignacio Ellacuría ,de leer y de seguir a distancia material y proximidad energética mediante el espíritu, este post de J.José Tamayo es una especie de milagro, como un ramo de flores en la luz de las conciencias. Imposible olvidar sus palabras de despedida en la tele, entrevistado por Mercedes Milá, irradiando la paz bienaventurada de quien está seguro de que su inmediato viaje a El Salvador, será el último, porque está condenado a muerte si regresa, pero un hermano verdadero no puede abandonar a su familia, porque el amor, que en realidad vive en el fondo de todos nosotros, es así. Resulta imposible ser de verdad un filósofo y no hacer lo mismo. Buda, Sócrates, Jesús de Nazaret, Gandh, Maximiliano Kolbe o Nelson Mandela, -a quien pudieron matar en cualquier momento durante los veintiseis años de cárcel en los que fue torturado y constantemente amenazado con la pena de muerte, en Sudáfrica, por querer abolir la esclavitud para los negros y hacer posible la igualdad entre todas las etnias- Horrores que también han sufrido seres humanos que en este mundo han tenido la misma experiencia aunque, mediáticamente, nadie lo sepa. En realidad ser, como Ignacio, amigos/compañeros de la filosofía (palabra que en griego significa 'filos'=amigo y 'sofía'=conocimiento) tiene esos matices inseparable de la Ética=,en realidad, la prática transformadora personal y colectiva del amor espiritual, él único capaz de cambiar la densidad material en energía creadora individual y comunitaria. ¡No hay cabos sueltos en el Amor Infinito y sus raíces eternas! Nuestro hermano Ignacio Ellacuría y sus siete compañer@s 'mártires' en El Salvador , qué paradoja de nombre geográfico para las víctimas directas de la crueldad más deshumanizada, -en latín 'martir-martiris' es quien da testimonio de la verdad con su vida 😇😇😇😇😇😇😇🙏... P.D. Es muy chocante que hayan hecho santo a Juan Pablo II y a Monseñor Romero y se hayan olvidado de los siete mártires de El Salvador. Menos mal que al amor infinito esas frivolidades santurronas le son indiferentes...ÉL/LLA/ELLO/PADRE/MADRE/HIJA/HIJO/ORIGEN/DESTINO, tiene esas cosillas...peccata minuta...Ains!!!!


Con motivo del 35º aniversario de su asesinato Ignacio Ellacuría: “Con los pobres de la tierra mi suerte yo quiero echar”

Ignacio Ellacuría
Ignacio Ellacuría

"Ignacio Ellacuría constituye todo un ejemplo de coherencia entre pensar y vivir, teología y praxis, biografía y filosofía. Creo haberlo conocido lo suficiente como para confirmar que en él no había compartimentos estancos ni doblez: vivía como pensaba, pensaba como vivía"

"La vida y el pensamiento de Ignacio Ellacuría plantean a la sociedad y a las iglesias, al pensamiento filosófico y teológico del Norte Global la necesidad de un giro copernicano, de un cambio de dirección"

"Lo que se deduce del conocimiento de la vida de Ellacuría y del estudio de su obra es que estamos ante una rica personalidad donde conviven armónicamente plurales dimensiones: el teólogo y el filósofo, el profesor universitario y el analista político, el intelectual comprometido y el mediador en los conflictos, el comunicador y el polemista"

"Con los pobres de la tierra mi suerte yo quiero echar": Este texto del poeta y revolucionario cubano José Martí, con aire del Atahualpa Yupanki, conserva el eco del más genuino profetismo de los viejos profetas de Israel y de Jesús de Nazaret y me viene a la memoria de manera espontánea para evocar la figura de Ignacio Ellacuría, asesinado hace 35 años en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) junto con Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Manuel Moreno, Joaquín López, Julia Elba Ramos y su hija Celina, de 15 años, por el Batallón Atlacatl, del Ejército de San Salvador El verso de Martí resume la personalidad de quien fuera uno de los más cualificados cultivadores de la teología y de la filosofía de la liberación en América Latina.

Ignacio Ellacuría constituye todo un ejemplo de coherencia entre pensar y vivir, teología y praxis, biografía y filosofía. Creo haberlo conocido lo suficiente como para confirmar que en él no había compartimentos estancos ni doblez: vivía como pensaba, pensaba como vivía. Su vida fue la mejor ejemplificación de su pensamiento; su pensamiento, la más nítida explicación de su vida.

Lo traté durante los 10 últimos años de su vida, mantuve una estrecha colaboración con él en Congresos y obras colectivas, y contribuí a la publicación de Mysterium liberationis. Conceptos Fundamentales de la Teología de la Liberación en la editorial Trotta, quizá una de las obras más completas sobre la corriente teológica liberadora latinoamericana. Durante los años de amistad y colaboración siempre me impresionó su serenidad, característica de los espíritus libres y equilibrados que, como la naturaleza, no dan saltos en el vacío, sino que saben estar en cada situación ecuánimemente, pero sin hacer concesiones.

Un cristiano íntegro

Ellacuría era una persona de una pieza; un cristiano íntegro que armonizaba de manera espontánea y sin fisura la ética, la mística y la política. ¡Ahí es nada! La ética resultaba ser en él la bisagra y el punto de conexión entre la doble dimensión de la fe: la mística y la política. La causa de la liberación, y por ende de la libertad, no era algo accesorio, de lo que se ocupara en ratos de ocio, sino consustancial a sí mismo, porque resultaba consustancial a su ser persona creyente e intelectual comprometido. Esa causa guió su vida y su reflexión, fue su punto de partida y de llegada. Quizá no haya otra causa más noble, más gratuita e interesada a la vez, en cuanto está vinculada a intereses de emancipación, en su caso de las mayorías populares.

Ignacio Ellacuría
Ignacio Ellacuría Agencias

Su honestidad intelectual le llevó a ser fiel a la realidad, una realidad transida de muerte, pero abierta a la esperanza de vida; una realidad aparentemente plana y opaca, pero cargada de potencialidades ocultas que él quiso sacar a la luz.

La fidelidad a lo real le convirtió en un intelectual honesto: le llevó a analizar la realidad en toda su complejidad, con un instrumental científico riguroso, desde unos presupuestos éticos de justicia y solidaridad

La fidelidad a lo real le convirtió en un intelectual honesto: le llevó a analizar la realidad en toda su complejidad, con un instrumental científico riguroso, desde unos presupuestos éticos de justicia y solidaridad. El mismo solía repetir, siguiendo a su maestro Xabier Zubiri, que la inteligencia debe aprehender la realidad y enfrentarse con ella, siguiendo estos tres pasos: a) hacerse cargo de la realidad, que consiste en un estar "real" en la realidad de las cosas a través de las mediaciones materiales y activas; b) cargar con la realidad, esto es, tener en cuenta el carácter ético fundamental de la inteligencia; c) encargarse de la realidad, que significa asumir hasta sus últimas consecuencias la dimensión práxico-emancipatoria de la inteligencia.

Pero lo más importante de esta caracterización de la inteligencia es que Ellacuría fue capaz de encarnarla vitalmente y de convertirla en praxis histórica martirial, acompañando al pueblo de El Salvador con la luz de la inteligencia y la radicalidad del Evangelio como Buena Noticia de Liberación de las personas más vulnerables, de los sectores empobrecidos y de los pueblos oprimidos.

Reliquias de Romero y Ellacuría
Reliquias de Romero y Ellacuría

No me parece exagerado afirmar que Ellacuría fue el teólogo latinoamericano de la liberación que mejor supo articular, en su vida y en su pensamiento, el análisis de la realidad a través del recurso a las ciencias sociales, políticas y económicas, el quehacer teológico a través de la mediación hermenéutica y la reflexión filosófica bajo la guía del pensamiento de Xavier Zubiri. Me sorprendía gratamente comprobar cómo armonizaba la seriedad metodológica con la sensibilidad hacia las mayorías empobrecidas, la precisión científica con la sintonía crítica hacia los proyectos integrales de las organizaciones populares de El Salvador.

Nada tiene que ver el teólogo Ellacuría con la irónica definición que de los teólogos daba el que fuera arzobispo de Canterbury, William Temple: los teólogos son, afirmaba, personas que consumen toda una vida irreprochable en dar respuestas exactísimas a preguntas que nadie se plantea. El acto primero de la teología de Ellacuría fueron los pueblos crucificados de la tierra y, más en concreto, el pueblo crucificado de El Salvador, su lucha histórica por vencer a la muerte, su compromiso por la vida, su anhelo de resurrección, expresado emblemáticamente por monseñor Romero en su conocida frase, que está grabada a la entrada del templo de la UCA, donde se encuentran enterrados los jesuitas asesinados: “Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”. 

Convergencia con monseñor Romero 

La convergencia con Romero, quien le precedió en el martirio, era total. Ambos creían en la "fuerza histórica de los pobres" para liberarse de las cadenas de la opresión y construir la fraternidad desde abajo. La muerte de ambos era una "muerte anunciada", pero también estaba anunciada su victoria sobre la muerte.

Ni una sola línea de los escritos de Ellacuría y ni una sola acción de su itinerario vital le alejaron de su pasión por el pueblo crucificado. Lo que cabe preguntarse es si existe otro punto de partida válido para hacer teología. Me inclino a pensar que cualquier teología o filosofía que pase por alto las densas y significativas preguntas surgidas del infierno de la muerte de los inocentes y de las situaciones de explotación que viven los pueblos empobrecidos en el Sur Global, termina por convertirse en un estéril ejercicio de retórica vacua o en un gran acto de cinismo.

La vida y el pensamiento de Ignacio Ellacuría plantean a la sociedad y a las iglesias, al pensamiento filosófico y teológico del Norte Global la necesidad de un giro copernicano

La vida y el pensamiento de Ignacio Ellacuría plantean a la sociedad y a las iglesias, al pensamiento filosófico y teológico del Norte Global la necesidad de un giro copernicano, de un cambio de dirección, en las siguientes líneas: del individualismo a la comunidad; de la civilización de la riqueza a la cultura de la austeridad; de la retórica de los derechos humanos a la defensa de los derechos de los marginados; de la historia como progreso lineal a la historia como cautiverio;  del "fuera de la Iglesia no hay salvación" al "fuera de los pobres no hay salvación"; de la moral privada a la ética pública: En suma, de la razón instrumental inmisericorde, en que ha desembocado la razón ilustrada, a la razón sensible y compasiva con las personas sufrientes.

Ellacuria
Ellacuria

Ellacuría encarnó la máxima del filósofo griego Epicuro: "Vana es la palabra del filósofo (y del teólogo) que no sirva para curar algún sufrimiento de los seres humanos", que está en plena sintonía con las palabras del profeta Oseas puestas por el Evangelio de Mateo en boca de Jesús: “Misericordia [compasión] quiero, no sacrificios”. Bien podía repetir la afirmación que le hiciera Herbert Marcuse a Jürgen Habermas cuando se encontraba en el hospital unos días antes de su muerte: “¿Sabes, Jürgen? Ahora sé en qué se fundan nuestros juicios de valor más elementales; en la compasión, en nuestro sentimiento por el dolor de los demás”.

Los numerosos estudios sobre la vida y el pensamiento de Ellacuría que se han sucedido ininterrumpidamente a lo largo de los 35 años tras su asesinato, nos han descubierto nuevas dimensiones de su personalidad, en la cual convivían armónicamente el profesor universitario y el analista político, el mediador para la paz y el crítico del poder, el filósofo de la realidad histórica y el teólogo de la justicia, el intelectual comprometido y el creyente sincero, el lúcido polemista y el hombre religioso, el pensador y el testigo.

Su vida fue ejemplo de coherencia entre pensar y actuar, fe cristiana y compromiso con los excluidos, reflexión y solidaridad con las víctimas

Mi lectura de su obra y el conocimiento más preciso de su actividad política y universitaria me permiten valorar en sus justos términos el sentido crítico de su pensamiento, la autenticidad de su experiencia religiosa, su vocación pacificadora en medio de los conflictos, su compromiso ético con los empobrecidos, la vigencia de muchos de sus análisis políticos, el horizonte emancipador de su filosofía, la perspectiva liberadora de su teología y su insobornable honestidad con la realidad. Su vida fue ejemplo de coherencia entre pensar y actuar, fe cristiana y compromiso con los excluidos, reflexión y solidaridad con las víctimas. Pedro Laín Entralgo lo definió como Pharmakós por su pasión en reconciliarnos con el ser humano que somos. Jon Sobrino le llama “hombre de compasión y misericordia”.

Lo que se deduce del conocimiento de la vida de Ellacuría y del estudio de su obra es que estamos ante una rica personalidad donde conviven armónicamente plurales dimensiones: el teólogo y el filósofo, el profesor universitario y el analista político, el intelectual comprometido y el mediador en los conflictos, el comunicador y el polemista.

Y quizá lo más importante: su pensamiento sigue vivo hoy, como intentamos mostrar en la obra colectiva El pensamiento vivo de Ignacio Ellacuría, editado por José Manuel Romero y por mí, que aparecerá en la editorial Tirant lo Blanch en 2025.

Diran

Unas reflexiones fundamentales y básicas, no sólo para la izquierda, sino para cualquier ser humano que esté dispuesto a despertar su conciencia y a salir del basurero sociopolítico, del fango de la confusión y del cabreo demagógico en el que el mundo actual está autosecuestrado y buscando siempre culpables ajenos de sus destarifos. El urgente cambio a mejor de este mundo nunca será posible si cada ser humano que despierta no lo va realizando desde su propia conciencia y al mismo tiempo va contagiándolo a alrerededor de su entorno. No se puede esperar que una enfermedad se cure si el enfermo la considera su normalidad y considera enfermos a los que tienen una visión diferente a la suya, como por ejemplo, dejan clarísimo el PP y Vox en el Parlamento, cada vez que abren la boca. El mundo entero y el actual problema de València en concreto, no necesita peleas ni condenas ni odios ni estupideces, necesita luces, verdadera inteligencia, dimisiones en bloque y acuerdos que hagan posible el bien común, la convivencia, la igualdad, la escucha, la empatía y la capacidad de ver seres humanos y sorofraternidad como sistema social, y no atascados rollos ideológicos y religionistas, que la vida y la creación constante del infinito, dejan siempre atrás en su evolución. Sólo la inteligencia del amor y el amor de la inteligencia, -afincadas energéticamente en el Maestro del Corazón- pueden hacer posible que la vida en la Tierra, ya sea en España, en Ucrania en los USA, en Libano, en Gaza o en Rusia, o en cualquier contienente, no acabe en la nada. Más que un planeta a lo loco, somos una enorme familia desperdigada y a su bola, en plan manicomio, incapaz hasta ahora de reconocerse como lo que ES, de aceptarse y comprenderse, para no hacerse a vida imposible con sus propias egopatías, fijaciones letales, e inmadureces tan absurdas como las guerras para "arreglar" problemas a base añadir problemas nuevos a los viejos sin resolver, desde nunca y ya en modo sistem in failure, por encima, hasta de su propia existencia. Es el momento, el ahora o nunca, para el cambio de todo y de TOD@s. Antonio Maillo lo deja cristalino en sus sensatas y clarividentes palabras bienaventuradas: "El que crea que nuestra apuesta por la unidad es una debilidad táctica no se ha enterado de nada". 👍👍👏👏🙌🙌🙏🙏 !!!!!


Antonio Maíllo: "El que crea que nuestra apuesta por la unidad es una debilidad táctica no se ha enterado de nada"

Antonio Maíllo, coordinador federal de IU tras la entrevista con 'Público'  / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo, coordinador federal de IU tras la entrevista con 'Público'. Jaime García-Morato

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo (Lucena, Córdoba, 1966), visita Público con afán de reflexionar sobre la actual situación política. La situación internacional, el auge de la ultraderecha, la situación interna del espacio de la izquierda alternativa en el Estado, el papel de Yolanda Díaz o la labor del Gobierno de coalición han sido temas que han tenido encaje en la conversación. El andaluz pone "la mirada larga" y pretende ir más allá de lo estrictamente coyuntural. 

IU arranca este próximo fin de semana Convocatoria por la Democracia, un proyecto que durará unos meses y que invita a la sociedad a reflexionar y posicionarse para profundizar en los valores democráticos y generar una alternativa a la ultraderecha. Maíllo describe este proyecto, y también se refiere al debate que su organización iniciará en los próximos días y durante los próximos meses para establecer la política de alianzas de Izquierda Unidas. Mientras tanto, en el Congreso de los Diputados, el grupo parlamentario de Sumar busca reorganizarse para afrontar lo que queda de esta compleja legislatura y para recuperarse del shock que supuso el estallido del 'caso Errejón'.   

Parece que la ultraderecha ha logrado mimetizarse en cierta manera con el momento de indignación que causó la DANA en la sociedad valenciana, orquestando relatos. ¿Por qué hay una cierta sensación de que en los últimos años la izquierda llega tarde, o directamente no llega, a estos procesos de conexión con la sociedad civil?

"El vacío de atención, de rapidez y de respuesta del Estado lo ocupan los monstruos"

Creo que conviene matizar un poco esa reflexión. Es verdad que hubo un momento en el que el vacío de atención, de rapidez y de respuesta del Estado lo ocupan los monstruos, la extrema derecha, en una estrategia muy coordinada de desinformación que después fue neutralizada. El hecho de que opere no significa que al final hegemonice; la manifestación masiva y popular que hubo en Valencia aquel sábado en modo alguno estuvo manipulada por la extrema derecha y refleja el dolor de un pueblo ante una tragedia; y también el rechazo, con el silencio, a este tipo de estrategia de utilitarismo de esta tragedia.

Yo he hablado con los coordinadores locales de las asambleas de pueblos como Paiporta, Catarroja, Benetúser, Chiva... sobre que se sentían abandonados, que no había una respuesta rápida; ahora también hay un sentimiento de que no los olvidemos, y eso es un reto muy importante, no los podemos olvidar.

Sienten que, aunque lenta, va llegando la ayuda del Estado, Ahora lo que hay es mucha inseguridad y el Estado no puede abandonar la Comunidad Valenciana, la atención a las personas afectadas. En el caso de la izquierda, lo que tenemos que hacer es trabajar codo con codo con el pueblo y no caer en la trampa de jugar a la desinformación, a la contra, sino que, en todo caso, jugar con obras, estar con la gente y no alejada de ella.

Usted defiende que la emergencia de la DANA ha abierto una nueva fase en la legislatura. ¿Por qué?

No es que entre en una nueva fase la legislatura, sino que lo que entra en una nueva fase es el rasante de la propia sociedad. La crisis ecosocial de la que muchas organizaciones hemos estado hablando permanentemente, y no nos sentimos escuchados de manera proporcional a la gravedad del asunto, deviene en una de las prioridades en el debate.

Hay una nueva fase porque cambian las coordenadas de las prioridades; todas las políticas, la presupuestaria, la fiscal... van a estar orientadas a la reconstrucción de pueblos devastados. En los debates fiscales, ¿las empresas energéticas tienen que tributar menos del 3% de sus beneficios? ¿Tienen que ser los grandes desertores, junto con la banca, del sistema fiscal español cuando son las que más contaminan?. Es una reflexión que con la DANA adquiere una relevancia máxima.

Otro tema en el que cambian las coordenadas es en el urbanismo. Hay un urbanismo contraintuitivo que ha despreciado la naturaleza, y la naturaleza desprecia aquello que tú desprecies. Y, por otro lado, el desprecio que ha habido a lo público, a los servicios públicos y a un Estado fuerte. Y creo que ahí se sienta una tercera coordenada en esta legislatura que es afrontar una profundización en el fortalecimiento del Estado y no en el debilitamiento. Hay causas que posibilitan que las líneas de discurso que tiene la izquierda se puedan ver más permeabilizadas por sectores sociales que antes no las tenían en cuenta.

Podemos ha criticado la gestión de la DANA tanto del Gobierno autonómico de Mazón, por la gestión directa, como al Gobierno de Sánchez, por no haber declarado antes la emergencia. También hacen críticas desde la izquierda en otros temas al Gobierno de coalición. ¿Cómo puede IU relacionarse con el Gobierno de una manera crítica a la vez que está en el Consejo de Ministros?

Podemos puede hacer lo que quiera. Porque sean críticas de Podemos no quiere decir que sean críticas necesariamente de izquierdas. Ellos son una organización que tienen su autonomía y considerarán lo que deben hacer. Como IU, valoramos la necesidad en su momento del Estado de alarma porque era una figura jurídica que ocupaba la incompetencia manifiesta de la comunidad autónoma; y desde una petición desesperada de amplios sectores de la población, que no entendía de procedimientos administrativos ni de competencias entre niveles del Estado, lo que querían es que se fuera más eficiente.

Puedo decir que, aunque formalmente no se ha declarado el estado de alarma, de facto lo está porque quien ha tomado las riendas, y se nota, es el Gobierno central. IU ha estado muy atenta desde el primer minuto a las peticiones de la población y nos arremangamos para intentar ayudar en lo que era más importante en ese momento, y no a hacer un análisis desde fuera de lo que estaba haciendo el Gobierno.

Antonio Maíllo responde a las preguntas de 'Público' / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo responde a las preguntas de 'Público'. Jaime García-Morato

¿Qué relación tiene que tener IU con el Gobierno a la hora de hacer crítica desde la izquierda?

"En un Gobierno de coalición forman parte de su naturaleza las discrepancias"

El hecho de que estemos en el Gobierno, que apoyemos al Gobierno y que queramos agotar la legislatura no significa que estemos mudos. Significa que, como corresponsables de un Gobierno, queremos que funcione y, cuando hay aspectos que consideramos mejorables, siempre lo hemos dicho. Creo que está muy normalizado en la sociedad española el hecho de que en un Gobierno de coalición forman parte de su naturaleza las discrepancias. No sacaría de eso ninguna conclusión política.

Nosotros hacemos compatible el estar en un Gobierno con decir las cosas con las que no estamos de acuerdo, no sólo en el tema de la DANA, sino también con la política llevada en las anteriores compras de material bélico a empresas de defensa israelíes o el transporte de armamento con paradas en puertos españoles, y no nos sentimos condicionados por estar en el Gobierno; es más, creo que estar en el Gobierno hace más relevantes nuestras posiciones políticas, son más escuchadas.

Este fin de semana se celebra el primer acto de Convocatoria por la Democracia. ¿Qué es este proceso y cuáles son sus principales objetivos?

IU ha reflexionado desde julio del año pasado, tras mi elección como coordinador, sobre la necesidad de hacer una interpelación a la sociedad, sobre todo aquella identificada con la defensa de las conquistas sociales que ha tenido el movimiento obrero y que están ahora mismo bajo amenaza. Y no sólo eso, existe un deterioro de las instituciones democráticas cuando lo que necesita nuestro país es una profundización en la democracia, en esa con la que nosotros hemos sido muy críticos siempre con su desarrollo.

"La extrema derecha se extiende por el mundo y hay gente que ha teorizado que también tiene que llegar a España"

Al hablar de Convocatoria por la Democracia interpelamos a la sociedad para decirle una cosa: la ola reaccionaria de extrema derecha y autoritaria se extiende por el mundo y hay gente que ha teorizado que también tiene que llegar a España; bueno, pues nosotros desde IU nos negamos a que eso sea así, nos arremangamos para disputar y que no sea irreversible. Sobre todo en un país que ha tenido momentos históricos en los que no se ha resignado a que venga la derecha autoritaria a mandar sobre nosotros y nosotras.

Esta convocatoria es una interpelación a gentes de izquierdas que se identifican con esa necesidad de compromiso cívico para no sólo defender la democracia de quienes quieren destruirla, sino también porque la mejor defensa democrática es profundizar en sus carestías y carencias, y desarrollar un proyecto de país que defienda los servicios públicos con un Estado más fuerte, la compatibilidad de un trabajo con una vida de cuidados, un acceso a la vivienda digna, un país de acogida...

Antonio Maíllo, líder de IU, en la entrevista con 'Público' . / Jaime García-Morato
Antonio Maíllo, líder de IU, en la entrevista con 'Público'. Jaime García-Morato

Sobre esos fundamentos fundacionales de país es sobre los que le decimos a la gente que ya basta de indignarnos con lo que haga la extrema derecha, vamos a organizarnos para convertir la alegría militante en un acto de reafirmación y para arrinconar a quienes ahora están muy envalentonados y se creen que el tiempo histórico les corresponde.

Es un 'basta ya' a esta suerte de resignación ante la ofensiva, la chulería y el matonismo de la ultraderecha. No se trata de la defensa de la democracia del statu quo, se trata de que la mejor forma de evitar la llegada de la extrema derecha no es levantando el espantajo de que vienen en abstracto, sino de estar a la ofensiva de la izquierda en la construcción de un país que contravenga el modelo de desaparición del Estado.

"Convocatoria por la Democracia es un 'basta ya' a la resignación ante la ofensiva y el matonismo de la ultraderecha"

Este proceso va a durar todo el curso político y lo queremos desplegar en los territorios, sobre todo a nivel local para que la gente tome las riendas de esta convocatoria y convoque en su asamblea de vecinos y en su barrio a gente que quiera militar frente a la extrema derecha desde una alegría combativa y militante, no desde un razonamiento del miedo; queremos transformar el miedo en esperanza.

En julio usted dijo, a cuenta del resultado del Frente Popular en las elecciones en Francia, que ese hito demostraba que la ola reaccionaria no es irreversible. Cuatro meses después Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca. ¿Sigue pensando igual?

Sigo pensando que está en disputa. El hecho de que haya momentos de avance y momentos de retroceso de gobiernos reaccionarios significa precisamente que estamos en disputa y, por tanto, no hay irreversibilidad. En Estados Unidos hay un proceso, que es un hito más, pero que no significa que sea irreversible. Y si lo fuera, ¿la actitud de la izquierda cuál sería, la de resignarse o la de construir resistencia?

"El trofeo que le queda a la derecha y a la extrema derecha es tumbar al Gobierno español"

Sea reversible o no, yo creo que está en disputa y que el Gobierno de España lo demuestra, el trofeo que le queda a la derecha y a la extrema derecha es tumbar al Gobierno español. La izquierda debe dejar ya de lamentarse y construir hacia afuera un proyecto de esperanza. ¿En el supuesto de que esto fuera irreversible nos vamos a quedar en nuestras peleas de partiditos hablando de lo que cada uno puede influir o construimos algo que interpele a la sociedad? 

Cuando se presentó a las primarias de IU reivindicaba la necesidad de poner la política a fuego lento, parar un poco los tiempos. En estos primeros meses como coordinador del partido, ¿cree que lo ha logrado, en algún grado al menos, o cree que son los tiempos de la política los que han acabado por afectarle a usted?

"Intento tener mirada larga aunque haya pasos cortos y creo que estoy cumpliendo"

Uno no es impermeable a lo que se le impone desde un marco externo, así que hago mía la tensión de intentar ir parando los tiempos, aunque hay gente que te dice que eso es imposible. Parar los tiempos no porque seamos capaces de hacerlo, sino porque necesitamos reflexión para acertar y se ha demostrado que la rapidez no ha llevado a una eficacia, resultados ni capacidad de influencia. Intento tener mirada larga aunque haya pasos cortos y creo que estoy cumpliendo porque, a pesar de que estamos obligados a responder ante la coyuntura, no nos hemos dejado imbuir de manera autómata por la dinámica enloquecida del día a día. 

Sí me pasa muchas veces que tengo que pedirle calma a los compañeros y compañeras que exigen que tengamos que darle respuesta a todo inmediatamente y les digo una cosa: si damos respuesta inmediata a todo, tenemos más probabilidad de equivocarnos que de acertar. Estos son tiempos en los que conviene acertar más que ser rápidos.

Nosotros, por ejemplo, siempre insistimos en la necesidad de tener espacios de reflexión en el espacio de Sumar y, seis meses después de que fuera elegido coordinador, con toda modestia, la mesa de partidos está funcionando de manera natural como espacio de reflexión y hay decisiones que han ido más lentas pero han sido acertadas, como el nombramiento de la nueva portavoz del grupo parlamentario. A mí me parece que este camino es bueno, construir acertando.

Esta semana, el grupo parlamentario de Sumar inicia su reestructuración, acelerada tras la crisis por el 'caso Errejón'. Esto es así, en buena medida, porque IU lo ha pedido bajo la premisa de democratizarlo y establecer relaciones más horizontales. ¿Cambiar portavocías o presidencias de comisiones es la forma para avanzar en la horizontalidad?

"Tenemos la necesidad de reconectar con mucha gente que se ha quedado en shock con los últimos acontecimientos"

Que el proceso de elección de la portavoz haya sido por consenso me parece una magnífica noticia, y es un ejemplo a seguir que esperamos que se consolide en el resto de la reestructuración del grupo, en el que IU ha sido muy transparente en sus posiciones. Somos conscientes de que somos una parte y, al igual que nosotros planteamos propuestas, legitimamos que otros también las hagan. Pero el mero hecho de que ya se escuche y que haya esfuerzos para la síntesis y el acuerdo es favorable.

Aspiramos a una profunda reorganización porque creo que las razones objetivas que nos llevan a ello están más que justificadas y tenemos la necesidad de reconectar con mucha gente que se ha quedado en estado de shock con los últimos acontecimientos y necesitan de una propuesta radical para iniciar una nueva etapa.

IU también ha pedido abrir un debate sobre cambiar el nombre del grupo para evitar la confusión entre Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, y Sumar, la coalición de varios partidos. ¿Está en duda la marca del proyecto?

Si hay un partido que se llama Movimiento Sumar y hay una coalición que se llama Sumar, hay una confusión evidente. Cuando los compañeros de Movimiento Sumar hablan en nombre de ellos, además dicen que hablan en nombre de Sumar, con lo cual la gente piensa que hablan en nombre de todas las organizaciones que estamos en el grupo parlamentario.

En política si hay una regla clara es que hay que evitar la confusión. Creo que nos asiste la razón e intentaremos convencer al resto de la gente. Esa propuesta tiene una lógica aplastante y es que una parte no puede hablar por el todo, y todo proyecto que quiera ser sólido a largo plazo debe ser un proyecto clarificador. Creo que al final se llegará a un buen acuerdo. 

¿Es Yolanda Díaz a día de hoy la líder del espacio político?

Es la vicepresidenta del Gobierno y la ministra de Trabajo. Muy buena ministra, por cierto.

¿Y la líder del espacio político?

"Renunció a ser la referente política"

Es la vicepresidenta y la ministra de Trabajo, que no es menor, que tiene la mayor responsabilidad institucional de lo que representa la parte minoritaria del Gobierno de coalición. Creo que ha hecho un trabajo sobresaliente en política laboral, pero evidentemente ella renunció a ser la referente política en los mismos términos en los que lo era antes de las elecciones europeas. No lo digo yo, lo dijo ella misma. Ese debate está más que superado.

Ustedes han hecho un llamamiento a construir una candidatura única de las izquierdas de cara al próximo ciclo electoral, pero desde Podemos eluden el debate sobre la "unidad" y achacan su propuesta a una supuesta constatación del fracaso de Sumar. ¿Hay mimbres para lograr esta candidatura única?

De Izquierda Unida se pueden decir muchas cosas pero lo que no se puede decir es que no es transparente en su visión estratégica. Somos una organización que debate los documentos democrática y colectivamente y saca conclusiones que evidentemente son públicas porque se han hecho con participación de mucha gente, no son producto de laboratorio de diseño.

Nosotros tenemos un debate sobre política de alianzas que iniciamos el 5de octubre y ahora vamos a lanzar el documento sobre el que vamos a debatir en toda la organización, y sobre esa política de alianzas definiremos nuestra estrategia, que siempre ha sido de frente amplio.

"Existe el riesgo de que no seamos capaces de construir un proyecto de país si nos dedicamos a nuestras cositas"

Pero ay de aquel que crea que nuestra exposición pública o transparente de una apuesta por la unidad se convierte en una debilidad táctica de "estos van a tragar con lo que sea". No se han enterado de nada. Hay que tener mucho cuidado con dos reglas fundamentales en política: nunca desdeñar a nadie y nunca despreciar la inteligencia de la gente a la que te diriges. Cuando se rompen esas dos reglas, los políticos o políticas que lo aplican entran en barrena. Me guardaría mucho de hablar de otras organizaciones y de sus estrategias políticas, nosotros exponemos la nuestra, la hemos expuesto y no vamos a darle vueltas a lo mismo.

Apelo a los demás para que le digan a la sociedad cuáles son sus alternativas para que la ola reaccionaria no entre en España y para que haya un proyecto de izquierda sólida que diga una cosa y la misma cuando estamos gobernando y cuando estamos en la oposición, que tenga sostenimiento fuera de la coyuntura, que no sea oportunista ni cortoplacista. En este momento existe el riesgo de que dedicándonos a nuestras cositas no seamos capaces de conformar un proyecto de país de larga duración y con certidumbre y seguridad humana de las clases trabajadoras a las que representamos. 

¿Tiene sentido la legislatura en el contexto actual? Parece que es prácticamente imposible sacar adelante medidas progresistas y comienza a dar la sensación de que el fin último del Gobierno es resistir para que no gobierne la derecha.

"Las mejores condiciones que se pueden dar es que el Gobierno siga adelante en la legislatura"

La legislatura es endiablada desde el primer día, y el problema en política es saber si uno quiere gestionar lo ideal, sobre presupuestos que no existen, o quiere gestionar una realidad que no te gusta. Yo opto por lo segundo. En este momento las mejores condiciones que se pueden dar es que el Gobierno siga adelante con la legislatura y combatir en la calle lo que no es producto de aritmética parlamentaria.

Le voy a poner el ejemplo de la política de vivienda. Es muy importante para abrir cauce en la política de vivienda la movilización popular por encima de la aritmética parlamentaria. La movilización de los pensionistas vascos fue determinante para doblar el brazo al PNV, la movilización en torno a la defensa de los servicios públicos es la que puede doblegar una aritmética parlamentaria que no nos favorece a las fuerzas de izquierdas. En las contradicciones del debate parlamentario están las contradicciones de la correlación de fuerzas.

"La movilización puede doblegar una aritmética parlamentaria que no favorece a la izquierda"

No hay que actuar con la melancolía de lo que nos gustaría que hicieran Junts y el PNV, que son derechas y se alinean con PP y Vox en política fiscal, lo importante es lo que hagamos nosotros. Tenemos que afrontar la reforma fiscal con un PSOE que no quiere, y si no la hace el PSOE nosotros debemos ofrecerla a la sociedad y construir alianzas para que en las próximas elecciones nos den más fuerza para poder plantearla.

La clave no está en intentar doblegar o hacer que piensen lo que no piensan los supuestos aliados parlamentarios, la clave está en lo que pensamos nosotros. El PSOE, hasta que no ve que el fruto está muy maduro, no lo recoge, nosotros creamos las condiciones para que sean favorables las posturas o tesis más a la izquierda en el Gobierno. En unas negociaciones aritméticas, de corte y moqueta, de palacio, tenemos todas las de perder porque somos la parte minoritaria del Gobierno.

Dígame las tres prioridades de IU para esta legislatura.

Vivienda, vivienda y vivienda. Esa cojera que tenemos en este momento de la legislatura tenemos que corregirla en un cambio sustancial en política de vivienda que pasa por tener una garantía de financiación para la construcción de parque público de vivienda, para el estímulo y reforma de lo existente y para cambiar la fiscalidad de forma que deje de ser rentable la vivienda turística en favor del alquiler de larga duración.

"Una reforma de la ley de vivienda, que se quedó insuficiente"

Tenemos que afrontar una reforma de la ley de vivienda, que se quedó insuficiente, en torno a la capacidad que se le debe dar a los ayuntamientos para que con la Administración General del Estado puedan derivar en la declaración de zonas tensionadas si no colaboran los gobiernos de las comunidades autónomas del PP. 

IU está denunciando la llegada de barcos a puertos españoles con armas que tienen como destino Israel. ¿Cree que el Gobierno está haciendo lo correcto? ¿Debería ser más beligerante contra el genocidio que perpetra en Palestina?

"Hay que romper todo tipo de relaciones con Israel"

Nuestra postura ya la saben: hay que romper todo tipo de relaciones con Israel. El hecho de que estemos en el Gobierno en alguna ocasión ha sido útil, como el hecho de suspender la posible llegada de un barco con cargamento de material para Israel que iba a descargar en puertos españoles y que el Gobierno desautorizó. Se ha podido hacer la eliminación de los contratos de compra de material de defensa a empresas israelíes, que usted sabe que hay mucha trampa con esto, porque a través de empresas israelíes que están ubicadas en España se seguían haciendo contratos, y nosotros apostamos por una ruptura de relaciones con un país que es genocida.

Todos los países de la Unión Europea están teniendo una postura insuficiente. ¿Que el Gobierno de España, en comparación con el resto de los países de la Unión Europea, está teniendo una postura mucho mejor y más digna? Sin lugar a dudas, pero nos quedamos con la necesidad de que sea mucho más firme de lo que actualmente es, a pesar de que se han dado avances y discursos en intervenciones internacionales que celebramos, porque España construye otra postura diferente a lo que es la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea.

martes, 19 de noviembre de 2024

Amanecer

Otro regalo de la sorofraternidad infinita. Gracias, querido hermano Pedro Miguel Lamet, desde Religión Digital, por recordarnos desde el cariño y la ayuda, la esencia que somos y que como familia infinita compartimos TOD@S los seres humanos, sin excepciones; el no descubrirlo, ya sea por ignorancia o por ceguera total, es el origen del sufrimiento y del caos. Algo así como empeñarse en vivir apretujados en una cloaca ínfima, porque aún no se ha descubierto la salida hacia los parques y paisajes preciosos del infinito, que también Somos..., que, además, ¡Están dentro de nosotr@s!, como ya nos dijo y nos sigue diciendo a cada instante, Jesusito de nuestras vidas...

 

Antídoto ante las malas noticias Sobrevivir en tiempos de angustia

Sobrevivir en tiempos de angustia
Sobrevivir en tiempos de angustia

Después de leer un periódico o ver un telediario no puedes evitar sentir una sensación de angustia

No dar protagonismo a esa voz permanente que nos hace daño

Conectar con el yo profundo, la zona interior en silencio

Hemos de fluir conscientes de que hay algo permanente y feliz detrás de todo y no después, en la otra vida, sino ya en esta, si cerramos los ojos y eres lo que eres

No darle cabezazos a la vida

Comprometernos en la medida de nuestras posibilidades

“Nunca quizás estuvimos tan cerca de Dios, porque nunca estuvimos tan inseguros”

En estos días las noticias trágicas, duras, incomprensibles y sorprendentes llenan los informativos y nos trabajan el subconsciente con su negatividad. Las guerras se multiplican y son cada vez más amenazantes para comprometer el futuro de la paz mundial. Las tragedias ecológicas, consecuencias del cambio climático, devastan el planeta, como la Dana que nos ha asolado recientemente en nuestro país. Las migraciones, el hambre, los campos de refugiados y las enfermedades, la droga, se cobran nuevas víctimas. La política mundial se decanta en los últimos tiempos a sustituir la democracia por posturas dictatoriales y el populismo, como la incertidumbre que presenta para el mundo la reciente reelección de Trum. Las mentiras de las fake news se imponen sobre todo entre los jóvenes. En fin, no hay que enumerar muchas más para que después de leer un periódico o ver un telediario no puedas evitar sentir una sensación de angustia.

¿Qué hacer para, por una parte, no desentendernos del necesario compromiso, y por otra no sucumbir psicológicamente ante esos impactos? 

He aquí unas sugerencias: 

  1. En primer lugar, no permitir a la mente que el pensamiento negativo runrunee en nuestro interior. El cerebro humano está continuamente elucubrando, incluso cuando estamos haciendo otra cosa: barrer, conducir, limpiarnos los dientes…, actividades que realizamos con “piloto automático”, mientras que, como un escarabajo pelotero, rumiamos toda esa negatividad. No dar protagonismo a esa voz permanente que nos hace daño. 
  2. Para ello, conectar con el yo profundo, la zona interior en silencio que tenemos todos y a la que apenas hacemos caso con tanto ruido exterior. Hay técnicas de concentración, meditación o simple atención a la energía que recorre nuestro cuerpo, un fondo de nuestro oleaje exterior donde podemos disfrutar dentro de la paz, el fondo quieto del mar que somos. Intentar no pensar a ratos, respirar hondo, contar inspiraciones y expiraciones, concentrarse, contemplar sin pensarlo en un árbol, una flor, la mirada de niño, la paz de un animal doméstico, una obra de arte. No es una huida, pues eso somos dentro, un sitio conectado. Desde la fe lo llamamos vivir la Presencia de Dios, que está en todo.  
  3. Aunque esta sea nuestra realidad actual, sobrenadas cósmicamente, como desde arriba de una montaña se ve un atasco de automóviles. Somos expresión fugaz de algo permanente que tiene un sentido último. Hemos venido a este mundo para aprender. Algunas lecciones son difíciles, pero tienen un último sentido, tienen algo de película que pasa. “Nuestras vidas son los ríos…” “La vida es sueño”. Solo estamos desempeñando un papel en el Gran Teatro del Mundo. Hemos de fluir conscientes de que hay algo permanente y feliz detrás de todo y no después, en la otra vida, sino ya en esta, si cerramos los ojos y eres lo que eres.
  4.  Si no podemos cambiar las cosas, no darle cabezazos a la vida. La primera parte es aceptar lo que hay y que es inevitable. Porque, si no, vamos a sufrir dos veces: por lo que ocurre y por la angustia que nos provocamos a nosotros mismos pasándonos nuestro propio documental de terror sobre ellos. Absurdamente, creemos que, zahiriéndonos a nosotros mismos, sintiéndonos culpables, castigándonos con nuestro pensamiento angustiado, somos mejores. La gente de fe lo llamamos “aceptar la voluntad de Dios”, desde nuestra humildad y nuestra finitud, o abrazar el misterio. Me emociona aquella frase de Pedro Arrupe en sus momentos más conflictivos: “Nunca quizás estuvimos tan cerca de Dios, porque nunca estuvimos tan inseguros”. Una frase que casa muy bien con otra de San Ignacio de Loyola, maestro de discernimiento y que es especialmente válida para los tiempos que corren: “En tiempos de desolación no hacer mudanza."
  5. Comprometernos en la medida de nuestras posibilidades, con nuestra aportación, como los que han acudido desinteresadamente como voluntarios a limpiar barro en Valencia; o con nuestra contribución económica o técnica, o nuestro compromiso político con aquella corriente o actividad que en conciencia creamos más justa y liberadora. Pero conscientes de que, si nosotros mismos no estamos bien y unidos a ese yo mejor del fondo, -“el reino de los cielos dentro de vosotros está” (Luc.17:20-22)-, al final regodearnos en la angustia no sirve de nada, nos estanca, nos inutiliza. Detrás de todo hay un plan. La gente de fe lo llamamos esperanza.