Una pequeña puntualización: Cuando las palabras del Himno a la Alegría, escritas por Friedrich Schiller y musicadas por Beethoven, hablan de viajar al Cosmos y escapar de la tierra para encontrar las estrellas que no encontramos aquí, no lo tomemos al pie de la letra, es una metáfora poética espiritual, una invitación a descubrir el cielo y el universo que también están dentro de nosotr@s y que sólo podremos descubrir cuando nos liberamos de los cuentos chinos, de la ataduras del juicio, del peso de las culpas propias del remordimiento sin asumir y de las ajenas, por falta de perdón y de empatía hacia quienes consideramos enemigos porque aún no hemos descubierto la inocencia sana, la felicidad ni la libertad del verdadero Ser que Somos y sólo descubrimos cuando despertamos de una vez y para siempre. Y entonce nuestra vida ya es la VIDA, no un inagotable pero agotador teatro de guiñol.
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