martes, 30 de julio de 2024

Cambiar de gafas para poder ver además de mirar

 

Mirar es la acción voluntaria de dirigir la vista en una dirección determinada. Ver es percibir la realidad directamente tal y como es. Distinguir los colores, las formas, las distancias, las causas y sus efectos, para poder manejarnos en esta vida distinguiendo lo real de lo ficticio, mediante el impulso natural que nos hace elegir entre ver y contemplar, pudiendo combinar la vista con la contemplación o, también, quedarnos aislad@s en uno de los dos aspectos: viendo sin mirar o mirando sin ver. Una actitud que acaba, sin lugar a dudas, en un choque con la realidad, o sea, en el susto, en la conmoción, en el conflicto, en la guerra. Es decir en la farándula de la mediocridad. O sea, en lo que sólo miramos pero no vemos, en lo que sólo oímos pero no escuchamos. El equilibrio consiste en conseguir ambas cosas para poder experimentar y comprender el regalo constante que la vida y su energía nos hace sin parar. Si no vamos asimilando lo que vivimos y vemos, podemos quedarnos toda nuestra existencia enganchad@s en el mirar sin ver. Es decir en ser arrastrad@s por lo que miramos y en realidad no hemos visto, escuchado ni comprendido. En lo que hemos oído o leído pero, en realidad, no hemos escuchado ni visto

Nuestra formación y desarrollo como seres humanos ha llegado a un punto límite ante la vida y su evolución. Tenemos que elegir entre seguir aplicando el viejo y desgastado equipaje vital, empeñados en "mejorarlo" con tecnologías e inteligencias artificiales,etc, etc... que están fabricadas por los mismos que no desarrollan su alma, su conciencia, su inteligencia, su verdadera humanidad y su conexión con el espíritu cuántico-cualitativo que en su constante fluir hace posible la vida, la materia y la energía, la evolución transmutadora, la resurrección  en la que todo ser vivo está integrado, casi siempre  sin saberlo ni mucho menos experimentarlo, sobre todo si nuestra especie no lo ve ni lo comprende ni cambia, por eso, si no se despierta y sale de la pesadilla que, paradójicamente, no tiene más futuro que su autodesgaste y autodestrucción. 

Si la ropa y el calzado se nos quedan pequeños porque hemos crecido, y necesitamos una talla cuarenta en vez de la veinte o la treinta de nuestra infancia y adolescencia, es una barbaridad empeñarnos en seguir absorbidos en esa rutina bloqueante, repitiendo devotamente el mismo camino hacia el caos constante como norma de vida, sobre todo si nos dejamos arrastrar y convencer por la fuerza bruta e impositiva de aquellos sistemas tan viejos e inútiles como sólo mirones sin capacidad para ver y comprender lo que tanto miran y hasta admiran, adoran, desean  o temen, en esa actitud cultural primitiva, que les tiene sometidos y destrozados sin saber el por qué o atribuyendo el rifirrafe  a "la voluntad de dios", que ya es el recolmo del fanatismo y de la incapacidad voluntaria para seguir adelante, porque cargar a una voluntad "divina" con el mochuelo de una inhumana y fracasada decisión final, que hay que 'comprar' con devociones y rituales, velitas y santos arrumacos, a ver si cuela y el apocalipsis se queda en relato y guión de películas horribles pero que dan una pasta en las taquillas y en las pantallas...

De ese modo acabamos generando unas formas de conductas, de pensamientos, emociones y ocurrencias, que nos hacen caer en el infierno que nosotr@s mism@s nos fabricamos, por ejemplo, empleando el descubrimiento de la relatividad para hacer bombas atómicas usando los átomos para deshacerlos, matar y contaminar todo, en vez de agruparlos y construir vida sana y limpia para la especie y el planeta. 

Una vez experimentadas dos guerras mundiales y la posibilidad de una tercera que sería el finiquito total tanto para "vencidos" como para "vencedores", teniendo en cuenta la plena expansión de aquella profética peli de Kubrik "2001 Odisea en el espacio" o la igualmente profética novela "1984" de Orwell,  totalmente calcando los relatos, la última ocurrencia de los imperios está siendo la utilización de las tecnologías como armas de combate, y la más peligrosamente "segura" es la del bulo desinformativo en las pantallas, de la mentira descarada invadiendo las trincheras y redes sociales, y utilizando la mentira maquillada de verdad esperpéntica, para lavar constantemente cerebros y voluntades, y así, desactivar la natural divinidad de lo humano, tratando de asfixiar la conciencia personal, social y global con la mordaza tóxica del bulo y el disfraz puestos en marcha como ideologismos, capitaneados por el dinero y el ppoder, utilizando y creando los problemas para impedir la convivencia, la paz, la escucha y el entendimiento entre los seres humanos. Porque la minoría manejanta y corrupta tiene clarísimo que el triunvirato del dinero/engaño/poder es la clave de su éxito. O sea el mantenimiento de la farándula feudal: media docena de señores feudales en el Planeta Tierra, abusando, explotando y aplastando a miles de millones de siervos, engatusados por "la magia" del pastón, el poder y la trola. 

Los casos de USA, Argentina, la ultraderecha española desatada y fuera de quicio, la italiana, la francesa, la húngara, la de Ucrania, la de Rusia, la de Israel, la del falso Islam y la del falso judaísmo y el hipócrita e igualmente falso cristianismo, la prostituta apocalíptica...empoderadas de la desinformación como arma letal para impedir que las conciencias personales y la conciencia colectiva aprendan a distinguir el completo e inconfundible  ver infinito del teledirigido mirar troceado y filtrado mediante las redes tóxicas, que destruyen la libertad a base de la manipulación constante que finge "ser libre" para encadenar mejor a la servidumbre en/redada. ¿Una muestra más que evidente, completando el programa Begoña-Pedro-Moncloa-Jueces ppodridos? El actual "caso Venezuela" después del Trump/pantojo yanky...

Ya no se necesitan bombas para matar mejor y sin hacer ruido ni combatir. Basta con derramar la radiactividad de la mentira manipulada convertida en "últimas noticias" y pululando por las cloacas disfrazadas de drones desinformativos, flotando en la pocilga de las "redes suciales" como en tantos medios tóxicos y contagiosos de desinformación. Para terminar haciendo realidad aquella película de  El Planeta de los simios. Esperemos que una mayoría suficiente de seres humanos despierte a tiempo, abra la puerta a la luz infinita que nos habita e ignoramos, y la invitemos a cenar el menú exquisito que ella nos lleva cocinando toda la eternidad, en la cocina del amor sin fronteras, que es, sencillamente, la inteligencia creadora de la familia cósmica, cuántica, astral, terrestre y universal. Nuestra Casa Común, sorprendente y milagrosa, que ahora se ha limitado, durante unos milenios y dependiendo de lo que nosotr@s hagamos con ella, al apartamento compartido, del Planeta Tierra...

Menos mal que el tesoro de verdad lo llevamos dentro; para descubrirlo basta con ver hacia lo más profundo y sencillo, encontrar las llaves de la conciencia y, luego, abrir las puertas y mirar hacia fuera para descubrir que todo es el TODO y nosotr@s, sus átomos, partículas, moléculas y energías creadoras, en el Taller de la Casa Infinita=Amor sin límites... 

Entonces, se trata de que el camino se traza y se realiza al andar, como dijo Antonio Machado. La materia y la energía que  nos regala constantemente la luz infinita, pase lo que pase y pese a quien pese.

 

                           Camino sinodal: caminar con otros - Podcast


lunes, 29 de julio de 2024

PACO IBÁÑEZ: DON DINERO

Ojo al dato, familia, que esto atufa!

 

España pide las actas "mesa por mesa" para certificar el resultado electoral en Venezuela

La ministra de Ciencia, Diana Morant, ha declarado que confía en que los datos finales sean "claros y transparentes" y en que el país cumpla todas las garantías democráticas.

Público                       

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Comentario del blogg: 

¿España, seguro? ¿Pero qué España? .....Ainssss!!!!!

            La Prehistoria - El Mundo de TRIXI


domingo, 28 de julio de 2024

Gaspar Sanz: Suite española- Arturo Zeballos, Guitarra.

Creo que este artículo de nuestro hermano Roberto R. Aramayo en Nueva Tribuna, es otra pieza más en el puzle imprescindible de la nueva y urgente humanidad. Muchísimas gracias por repartir tanto amor y solidaridad, conciencia, alma, sentimientos sanísimos y llevar al cerebro social agotado por tanta dislexia suicida, a las clases imprescindibles y gratuitas del Maestro del Corazón, el mejor legislador, pedagogo y organizador para nuestra especie. En medio de las olas de calor y ventoleras de aire sucio, la palabra que se hace carne, agua limpia y fresca, árbol que ampara, acoge y habita entre nosotr@s, es la mejor terapia.Sin duda alguna! 😍😍👋👋🙏🙏

 

PSICOLOGÍA

¿Cuál es el sentido de nuestro existir en esta vida?

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¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Soñar con el advenimiento de paraísos ultramundanos o procurar impedir que mucha gente viva en un infierno?

Cuando el ser humano se pregunta por las razones de su existencia, propende a dar un doble tipo de respuesta que podemos definir como transcendente o inmanente. Las religiones acostumbran a ver esta vida como algo transitorio que abocará en otro estadio superior y permanente, por medio de la resurrección, las reencarnaciones o el retorno a un paraíso que recibe muy diversos nombres y en algunos casos está plagado de vírgenes complacientes con el sexo masculino. Por su parte, la filosofía ha buscado soluciones alternativas a esa transcendencia, queriendo encontrar algún sentido a una existencia efímera que no tenga prolongación más allá de su término biológico.

Las religiones acostumbran a ver esta vida como algo transitorio que abocará en otro estadio superior y permanente

Resulta duro asumir el inexcusable fenómeno de nuestra propia muerte. La de los demás nos golpea emocionalmente cuando se marchan familiares o amistades muy queridas. Cuesta reponerse de ciertas pérdidas que trastocan tanto nuestro paisaje humano más cercano. Pero imaginarnos a nosotros mismos cruzando ese umbral nos desazona terriblemente. Poco importa que nunca vayamos a experimentar nuestra propia inexistencia y que serán los otros quienes la sientan o eventualmente la celebren. Es una pesadilla que jamás viviremos, porque tras fallecer no sentiremos absolutamente nada. Como tantas otras cosas es un problema que se debe a una imaginación desbocada y a la que conviene ponerle bridas para no sufrir de balde, como con tantas otra dificultades que, bien consideradas, no son para tanto, según nos cabe comprobar una y otra vez a cada rato.

El consuelo de una vida eterna donde todo son parabienes resulta un paliativo curioso. Tradicionalmente ha servido para conformarse con ciertas condiciones vitales muy mejorables y aceptar dócilmente vasallajestan absurdos como inasumibles. Presentar la vida como un valle de lágrimas en donde prima el sufrimiento que redime nuestros pecados es algo deprimente y no da mucho sentido que digamos a nuestra existencia terrenal. Por eso está tenebrosa caracterización ha competido desde siempre con las que vienen a ensalzar lo placentero. Las pasiones no tienen desde luego nada de malo, salvo que se abuse de las mismas. Pero eso es algo que vale para todo cuanto no se toma en su justa medida.

Deberíamos preocuparnos más bien por no dañar al prójimo en esta vida, sin acaparar unos recursos que pertenecen a la humanidad en su conjunto

Los pecados capitales reflejan adiciones que nos aguan la fiesta por sus excesos. En realidad ser un poco holgazán es algo natural, pero la sobredosis de pereza puede ser lesiva. Esto sucede igualmente con la lujuria o la gula. El comedimiento siempre incrementa los disfrutes en la cama o en la mesa. Una orgía continua y un copioso banquete pierden su atractivo al dejar de ser excepcionales. Envidiar es algo sano, si nos espolea para conseguir lo que no se nos había ocurrido, pero es una maldición dejarnos corroer por ella. Eso mismo vale para la soberbia, si el grado de autoestima se disparata, o la ira, cuando el afán del desagravio nos devora obsesivamente. ¿De qué sirve acumular unas riquezas o un patrimonio que nos hace caer en una inquietante avaricia?   

Encontrar un afán a cada día es la tarea que nos corresponde atender en el presente. Con los años vamos acumulando vivencias y ciertos recuerdos pueden resultarnos gratificantes, máxime cuando el día de mañana ya no cuenta con un calendario tan abigarrado como antes. En cualquier momento se puede terminar nuestra película vital y ese final nos hace regresar al estadio anterior a nuestro nacimiento, del que no recordamos en principio absolutamente nada sin sobresaltarnos por ello. En cambio, no soportamos pensar que nuestro paso por este mundo no dejará ninguna huella en la propia memoria, por mucho que la posteridad pueda recordarnos durante un rato en una u otra medida.

El auténtico paraíso no está perdido ni tampoco está situado en un remoto futuro. Es algo que podemos construir entre todos para disfrutarlo en esta vida

Deberíamos preocuparnos más bien por no dañar al prójimo en esta vida, sin acaparar unos recursos que pertenecen a la humanidad en su conjunto y cuyo reparto extremadamente desigual genera unas terribles disfunciones, como la indigencia o las guerras. Esto sí que no tiene ningún sentido. Creer que un colectivo merece una u otras supremacía por considerarse superior a otro. Salirse con la tuya sin reparar en las penosas consecuencias que puedan derivarse de todo ello para terceros. Despreciar a un congénere por haber tenido la mala fortuna de haber nacido en lugares menos favorables o padecer circunstancias poco halagüeñas. Hay querencias y actuaciones que hacen la vida mucho más invivible. Quizá debiéramos concentrarnos en reparar las injusticias y matizar los excesos en la desigualdad. Ignoro si esto puede dotar de sentido a nuestra existencia, pero al menos paliaría el sinsentido que generamos cuando nos excedemos en cualquier ámbito.

El auténtico paraíso no está perdido ni tampoco está situado en un remoto futuro. Es algo que podemos construir entre todos para disfrutarlo en esta vida. Planificando el urbanismo de nuestro hábitat para configurarlo con arreglo a nuestra necesidades y no en aras del beneficio económico de un pequeño colectivo. Conseguir que las nuevas tecnologías nos liberen de los trabajos más pesados para poder disfrutar del ocio como estado natural del ser humano en general y no solo de las clases más pudientes. Cuidarnos mutuamente, prestando especial atención a la infancia, los menesterosos y las generaciones veteranas, mediante sistemas educativos, asistenciales y sanitarios que garanticen oportunidades homogéneas y conjuren la miseria. No distinguir entre triunfadores y perdedores ni estigmatizar costumbres o creencias que no resulten dañinas de suyo. El mundo puede ser un infierno y de hecho lo es para mucha gente. Pero es responsabilidad nuestra propiciar unas condiciones de posibilidad que cambien las cosas, lo cual tiene mucho sentido en clave inmanente.   

SALTA - Óscar Santos (Ft. Emilia Arija)

Muchas gracias, querido hermano Luis e InfoLibre, por estas reflexiones fundamentales y ya imprescindibles para afianzar los cimientos de la conciencia, una construcción constante sin la que nuestra especie nunca podrá sobrevirse a sí misma y mucho menos, resucitarse si la cosa previamente no despierta para dejar de ser cosa y empezar a reconocerse/nos como especie/familia ontológica, diferentes en la forma genética pero fundid@s e integrad@s en la esencia y en la sustancia del Ser, bastante más allá del sólo parecer externo, tanto en el fluir como en el permanecer, que en realidad son las dos caras de distintas facciones y gestos (egos y "personalidades" o personalismos), del mismo rostro único y universal, al que llamamos humanidad, más como eufemismo teórico que como realidad experimentable. Pero, por fortuna y propia elección, todo es superable, también nuestra historia del batacazo tarráqueo como valor añadido, hasta que vamos descubriendo que lo esencial y lo inagotable vive y duerme dentro de nosotr@s, hasta que, -si queremos-, despertamos y entonces, sí, RESUCITAMOS. Y descubrimos que la lectura es el reflejo escrito en papel, en la biblioteca que ya traíamos escrita en el interior de nuestro proyecto individual del SER. Lo que Kant llamó Noúmeno: la energía inteligente e imparable que hace posible la manifestación del Fenómeno materializado... y del Imperativo Categórico como auténtica buena noticia, -evangelio-, que nadie obliga a realizar por la fuerza ni la amenaza, como nadie nos impone respirar para poder vivir: sencillamente, se trata de ser y hacer posible la buena noticia constante, de imparable resurrección, como el oleaje de un océano infinito e inagotable, del que todos y todas somos diversas e idénticas gotas reconociendo la vida como nuestra integración consciente en la misma agua, en la, que como dijo Heráclito de Éfeso: panta rei=todo fluye...Gracias, hermano poeta, por ayudar con tanto amor y esperanza poética a despertar de la pesadilla para disfrutar del verdadero descanso, mucho más que de tanto sueño que no deja de ser una ristra de ilusiones no realizables si no despertamos, o sea, algo que desde el chasco de los primeros griegos, se ha llamado utopía, -ou=no y topos=lugar,- o sea, lo imposible. Cuando en realidad todas las posibilidades de lo imposible están dentro de nosotr@s, como el reino de los cielos y el dharma, que decían Jesús y Buda...Y que luego, pasado por la batidora de los imperios tan salvajes como sabiondos memorizantes, -total I.A.- se ha entendido al revés...por eso los mataron, por atreverse a ir más allá de "lo de siempre". Por haber descubierto en el interior de cada ser humano que 'el misterio de la lectura' somos nosotr@s mism@s. Una maravilla /revelación constante para la luz o un manicomio/matadero para las tinieblas. Nosotr@s elegimos SIEMPRE, no lo que nos pasa, sino el cómo gestionar, entender, resituar y canalizar, lo que nos pasa. Nunca lo olvidemos. Ainsss!!!!

 

El misterio de la lectura👍👍👍🙏

Hay muchos lectores en los cuadros de Goya. Muchos aristócratas, políticos, sacerdotes, escritores, mendigos, demonios y animales aparecen acompañados con libros y documentos cerca de sus ojos. Amor con amor se paga, libro con libro. A estudiar esta constancia libresca le ha dedicado un libro el profesor Luis Martín-Estudillo con el título Goya o el misterio de la lectura (Cátedra, 2024). 

El protagonismo de la letra impresa fue notable en los debates de la sociedad que aspiró a consolidar la razón ilustrada y también en los años de lucha entre el liberalismo y el absolutismo. No faltaron alabanzas de la lectura. El estudio y las meditaciones resultaban imprescindibles para generar una conciencia crítica frente a las tradiciones supersticiosas y serviles. Pero tampoco faltaron ilustrados que se preocupasen por la abundancia de periódicos, manifiestos, libros y libelos dedicados a extender mentiras, desprestigiar los progresos y defender las ideologías más reaccionarias. La agilidad de la imprenta se convirtió en un arma de doble filo.

La mejor manera de entorpecer el paso de la escritura medieval a la libertad ilustrada fue envenenarlo todo. El melancólico y meditativo Jovellanos tiene un significado al apoyar su codo en una mesa con libros y su imaginación en una esperanza de progreso. El monstruo de Contra el bien general, con manos como garras y orejas como alas de vampiro, nos llena de inquietud mientras levanta la uña del índice izquierdo y desata en un inmenso volumen la prosa corrosiva de su mundo. El pasado es inseparable del presente. Al fijarme en las observaciones de Goya y en los minuciosos análisis de Martín-Estudillo no he podido evitar enredarme en las preocupaciones que hoy desatan las redes sociales y en lo fácil que resulta imaginarse a los monstruos, las brujas, los burros, las ratas, los murciélagos o al Gran Cabrón con un móvil en la mano.

Pese a las prisas, celeridades, urgencias, apremios, premuras y vértigos del neoliberalismo, vivimos en un mundo aburrido. El tiempo convertido en una mercancía de usar y tirar …, el mayor síntoma de un mundo aburrido en el que cada cual responde a su propia obsesión

De especial interés me han resultado las páginas que se dedican al cuadro La Junta General de la Real Compañía de Filipinas. Goya lo pintó por encargo en 1815. Bajo la presidencia de Fernando VII, se lee en voz alta un minucioso informe sobre el estado y los proyectos de la compañía. Ni siquiera el rey presta atención. Los rostros y las posturas de los miembros de la Junta indican que cada cual está a lo suyo. No hay una voz pública capaz de reunir los intereses privados en una realidad de extremo aburrimiento. Lo interesante es que, como nos recuerda Martín-Estudillo, por aquella época el verbo aburrir mezclaba en su significación el tiempo perdido con el dinero malgastado. Podía decirse he aburrido cien doblones en este negocio. Por mucho que se quisiera potenciar la Real Compañía de Filipinas con una visita del Rey y un cuadro de Goya, parece que nadie creía de verdad en su futuro. Y la Compañía quebró poco después.

Y yo me quedo dándole vueltas a la idea de que, pese a las prisas, celeridades, urgencias, apremios, premuras y vértigos del neoliberalismo, vivimos en un mundo aburrido. El tiempo convertido en una mercancía de usar y tirar, decidido a perder la memoria y cancelar los compromisos con el futuro, es el mayor síntoma de un mundo aburrido en el que cada cual responde a su propia obsesión y nadie cree en la voz de una autoridad pública, ni en la rentabilidad de invertir en los vínculos del bien común. En nuestras sociedades, el activismo y la rebeldía responden menos a la fe en el bien común que a las obsesiones individuales.

Nuestro mundo vuelve a ser caprichoso y goyesco en la supersticiosa convivencia con los bulos. Los dos grabados finales de los Desastres de la guerra son buenos aliados para el orgullo de una resistencia democrática, algo que hoy nos interpela como una necesidad. El primero se titula Murió la verdad y enseña el cadáver de una mujer en el suelo, rodeado por sombras y siluetas deformadas de distinta significación. El segundo se titula: ¿Si resucitara? 

Eso me pregunto yo: ¿si resucitara?


miércoles, 24 de julio de 2024

Gracias, hermano y profesor Javier de Lucas y a InfoLibre, por estas imprescindibles reflexiones acerca de la prudencia, cada vez más una urgente necesidad que una clásica virtud. La prudencia es el paso de peatones de la ética para cruzar los atascos en la autopista del conflicto. Sin ella es imposible razonar, serenarse y ver la realidad tal como es y no como quisiéramos que fuese., es también la hermana gemela del verdadero respeto. Sin prudencia y sin respeto los errores y los disparates están asegurados. O sea, el desastre andando, como se decía cuando yo iba a la escuela y alguien no daba pie con bola en clase, algo muy parecido a la situación actual entre el Poder Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo, algo que desde la prudencia y el respeto sería mucho más fácil no sólo de solucionar, sino. sobre todo de evitar. Ains!!!! 🤩🤩🤩🙌🙌👍👍👍👍👏👏👏👏🙏

 

Política para prudentes

Haz y envés de la prudencia en política

Corren tiempos en los que se acostumbra a ensalzar la osadía, la resistencia y el sentido del espectáculo (la apariencia), como cualidades que hacen triunfar al político. Todo ello tiene bastante que ver con la noción de virtú, que Maquiavelo aconseja al príncipe. Bastante menos buena prensa parece tener la prudencia, aunque, la verdad, no hace falta estrujarse el cerebro para entender que esta es asimismo una condición indispensable para quien se dedica a la política.

Algunos tacharán de ingenua esta mención de la prudencia en política, entendida como virtud, tal y como la explica Aristóteles cuando habla de la frónesis en el libro VI de su Ética a Nicómaco. Ahí la propone no ya como virtud, sino compendio de virtudes: suma de buen juicio, el arte de la medida y de la oportunidad en el obrar, que implica valor, templanza, justicia y sabiduría práctica. Pero lo cierto es que en su ética también aparece una dimensión de la prudencia más humana y aun se diría que pragmática, muy en consonancia con la tarea del político: la virtud propia de aquellos cuyo saber “está ordenado a la búsqueda de los bienes humanos” y así reconocen “lo que es beneficioso y conveniente para ellos”. Esa dimensión pragmática de la prudencia es un hilo conductor de un subgénero literario multisecular, el de los libros de “instrucciones de príncipes” (speculum principis) que, desde la Antigüedad, la Edad Media y el Renacimiento, alcanza su culmen, probablemente, en el Barroco. Seguramente no pocos lectores recordarán a este propósito las obras emblemáticas del murciano Saavedra Fajardo y el aragonés Baltasar Gracián (Oráculo manual y arte de prudencia, 1647), pero también el Breviario de políticos (1684) del cardenal Mazarino y las Memorias (1675-1677) de su adversario, el cardenal de Retz. Confieso que no consigo entender por qué en un contexto como el nuestro, en el que la apariencia es la reina en política –más allá de la virtud o del Derecho– los gabinetes políticos y de comunicación parecen prestar tan poca atención a las lecciones que nos dejaron esos escritores del barroco, la corriente que enfatiza la engañosa apariencia frente a la oculta realidad.  

De modo que, ya sea virtud exigente o práctica utilitaria, parece claro que el político no debe dejar de tener presentes las exigencias de la prudencia. Añadiré un matiz que no carece de interés, creo: la prudencia es también una virtud, o, si se prefiere, un requisito exigible no sólo a los políticos, sino a todos aquellos que son agentes del espacio público y cuyas decisiones afectan a los ciudadanos. También en las actuaciones de jueces y magistrados, en correlación a la responsabilidad que sus decisiones comportan.

Prudentes e imprudentes en un episodio de actualidad

La importancia de la prudencia me parece evidente en un caso que ocupa la actualidad. Me refiero a lo que se conoce como caso Begoña Gómez (en realidad, buena parte de quienes lo han alimentado desde el principio apenas ocultan su designio de que sea caso Pedro Sánchez, aunque también los hay que hablan de caso Peinado), en el que informaciones supuestamente periodísticas sobre actuaciones de la esposa del presidente, parecen la trama para sostener que estaríamos ante un ejemplo de prácticas corruptas, delictivas, en el seno de La Moncloa. Se trata de actuaciones que, hasta donde se sabe por ahora (porque el procedimiento que instruye el juez Peinado, que parece interminable, suma cada día nuevos elementos y resulta como mínimo muy poco ortodoxo en lo que se refiere a la observancia de criterios procesales), tienen todo el aspecto de libelos urdidos en buena medida por actores vinculados a la ultraderecha, por más que existan aspectos que han llevado a la Audiencia Provincial de Madrid y a la Fiscalía Europea a autorizar y emprender investigaciones, respectivamente. Y recordemos que las decisiones del juez titular del juzgado 41 de plaza de Castilla, el Sr. Peinado, son susceptibles de recurso y revisión.

Huelga decir que la utilización de bulos y medias verdades que afectan a familiares de políticos, para atacar al personaje político que se quiere derribar, es rechazable en todos los casos. Este que, evidentemente, tiene como objetivo al presidente Sánchez, no es el primero y los ha habido respecto a políticos de diverso signo. Recordaré, por ejemplo, entre los más recientes, las informaciones maliciosas y bulos sobre el político de CiU y Junts, el exalcalde Trias, o la deleznable campaña interna en ERC contra los Maragall. Es verdad que hay asuntos más graves, de los que se viene hablando varios años y de los que parecen emerger pruebas fehacientes en estos días: me refiero a las informaciones que parecen confirmar que se ha buscado la destrucción del adversario político por medios delictivos que implican a las cloacas del Estado, a propósito de políticos de Podemos y del espectro independentista. Esperemos que se nos informe fehacientemente a todos los ciudadanos acerca de esa barbaridad. Y que sus responsables sean castigados como corresponde.

Todos los partidos deberían renunciar a servirse del ámbito de lo privado para ganar terreno en la contienda electoral. Por mucho que se repita el tópico, ni en la guerra, ni en el amor, ni tampoco en la política, todo vale

Dicho esto, volviendo al caso que afecta a la esposa del presidente, se impondrían a mi juicio un par de consideraciones que tienen que ver con la prudencia y con el respeto a reglas elementales que dicta esta virtud o condición exigible al político.

La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo 

Todos recordarán que la tradición republicana romana acuñó ese dictum sobre la necesidad de que el entorno familiar del gobernante observe una apariencia honrada (parece que la frase, Mulier Caesaris non fit suspecta etiam suspicione vacare debet es atribuible a Plutarco, más que al propio César). A mi juicio y por lo que sabemos hasta ahora, la conducta de la esposa del presidente no ha sido ilegal, es decir, no ha incurrido en delito alguno. Es verdad que esta afirmación ha de ser enunciada con prudencia, porque hay un procedimiento judicial en curso. Aunque algunos consideren que su proceso es un ejemplo de lawfare, y tomando pie de la peculiarísima instrucción del procedimiento que está llevando a cabo el juez Peinado hayan trazado incluso un perfil que lo presenta como cómplice de la estrategia de la extrema derecha, lo cierto es que la Audiencia Provincial de Madrid ha validado una parte del procedimiento y que la Fiscalía Europea ha iniciado investigaciones que tienen que ver con ello. Por tanto, conviene no pronunciarse categóricamente pues, pese a los argumentos de la defensa de la señora Gómez, que entiende que se trata de una suerte de “causa general” partidista, que encubre un vacío jurídico, creo que no disponemos de todos los elementos de juicio.

Debo decir, en todo caso y a propósito de las reglas de conducta que aconseja la prudencia política, que creo que la señora Gómez no ha sido lo prudente que debiera: por ejemplo, a mi juicio, no debió escribir cartas de recomendación para un empresario amigo y colaborador, que licitaba ante la administración. No son ilegales, en absoluto, pero no queda bien que la esposa del presidente avale a alguien que licita por fondos públicos y que es socio de ella en algunos proyectos. Por razones de prudencia, asimismo, tampoco debió convocarlo ni recibirlo en reuniones en La Moncloa para tratar sobre negocios o proyectos lícitos, sí, pero que debían haber sido objeto de conversaciones y negociaciones fuera del recinto presidencial. Y la prudencia política habría aconsejado no convocar ni recibir en La Moncloa a las autoridades universitarias de las que pretendía obtener una resolución favorable a su proyecto de cátedra de mecenazgo. Añadiré que me parece que puede aceptarse, por razón de educación y cortesía, que el presidente, si estaba en La Moncloa, saludara a quienes se han reunido con su esposa en esas ocasiones. Otra cosa sería que hubiera participado en tales reuniones: confío en que no haya sido así. Y, en cualquier caso, quizá debía haber aconsejado a su esposa que no realizara esas reuniones en La Moncloa, para evitar lo que ha pasado después, todos los bulos e infundios que están arrojando sobre él y la señora Gómez. 

Subrayaré que, en mi opinión, parece que han sido muy poco prudentes el empresario en cuestión y aún menos las autoridades universitarias de la Complutense, al aceptar acudir a La Moncloa para mantener esas reuniones y negociaciones. Creo que hay dudas acerca de si ha sido prudente el procedimiento seguido para conceder una cátedra de mecenazgo a una persona que, al margen de su inteligencia y capacidades, de las que no dudo, no tiene titulación universitaria adecuada para esas tareas y, además, es la esposa del presidente del Gobierno. Por cierto, no me resisto a subrayar la deriva a la que están llegando las denominadas cátedras de mecenazgo, algo que, como profesor universitario, me parece muy de lamentar. Que un rector declare que no se requiere titulación universitaria alguna para desempeñar cátedras de ese tipo es un verdadero disparate.

De cualquier modo, me parece que, si hay reuniones de negocios de la esposa del presidente en La Moncloa, es lógico que la prensa quiera informar y que los ciudadanos sepamos de qué se trató. La señora Begoña Gómez tiene, sin la menor duda, todo el derecho a trabajar en lo que le parezca, y a desarrollar su carrera profesional, pero desde la prudencia a la que le obliga su condición de esposa del presidente, que no es un dato que carezca de relevancia pública.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno; lo malo, si poco, no tan malo (Gracián)

La segunda consideración se refiere a otra cuestión que atañe también a la prudencia política y a la dignidad institucional en el ejercicio de cargos tan importantes como el de ministro de un gobierno. Porque, a mi entender, es sumamente discutible la pertinencia y profusión de las intervenciones de ministros del Gobierno en defensa de la esposa del presidente. También me parece un error, aunque de otro calibre, muy distinto, que líderes y cuadros del partido socialista hayan hecho bandera de la defensa de la esposa del presidente. Empecemos por esto último.

Es verdad que, en el fragor de las campañas electorales, no se atiende demasiado a consideraciones de prudencia. Pero es que en la campaña de las recientes europeas pudimos asistir –por mi parte, lo reconozco, con verdadero estupor– a la presencia de la señora Gómez como gancho electoral en mítines y a la movilización del partido en su defensa, con el slogan electoral “todos con Begoña”. Insisto, ¡en unas elecciones europeas! Es decir, la estrategia se centró en la conducta de la señora Gómez. Bien es verdad que la iniciativa de usarla como arma electoral se la apuntó la derecha, para presentar la acusación de “corrupción en el seno de La Moncloa” y así exigir una vez más la dimisión del presidente. Pero es que, a su vez y como respuesta, los estrategas electorales del partido socialista aceptaron el envite y se recurrió al nombre de la esposa del presidente como un arma con rédito electoral, para ilustrar el fango de la extrema derecha y suscitar una emoción de adhesión a quien sufre un acoso injusto y desmedido. Y así este asunto pasó a primer plano en la campaña, en detrimento del debate sobre asuntos de política europea relevantes como la política migratoria y de asilo, la política medioambiental, la autonomía energética y de defensa, o la toma de posición ante la guerra a sangre y fuego de Putin en Ucrania y de Netanyahu en Gaza.

Puedo entender que militantes y aun dirigentes del partido se crean en la obligación de la defensa del presidente del Gobierno y secretario general del partido. Hablo, por cierto, de un partido –en este caso el PSPV-PSOE– en el que milito y he tenido el honor y el orgullo de que me incluyera en sus listas electorales al Senado, y de desempeñarme como senador en la XIII y XIV legislaturas. Lo hago constar por si algún lector no lo sabe y me malinterpreta. Lo reitero: me parece lógico y comprensible que en el seno del partido se crea necesaria la defensa del honor y la integridad del secretario del partido y presidente del gobierno, y puedo comprender que se haga incluso más allá de lo prudente.

Pero lo que me parece contrario a exigencias elementales de la prudencia política es que ministros del Gobierno incurran en el error de erigirse en defensores en la causa seguida contra la señora Gómez, esposa del presidente. Y aún peor, que se multipliquen sin ninguna contención (imprudentemente) en expresiones de auténtico hooliganismo, del populismo más simplón, como lo hace la vicepresidenta primera del Gobierno al incurrir en ese nada infrecuente desdoblamiento de personalidad que le lleva a actuar demasiadas veces como una suerte de groupie, ajena a la dignidad institucional del importante cargo que desempeña. No hablo del ministro que ejerce como tuitero de guardia, el señor Puente, que está para eso según parece. Pero me parece poco compatible con la dignidad institucional de miembro del Gobierno y con la necesidad de diferenciar lo privado y lo público el hecho de que se multipliquen las intervenciones de diferentes ministros que se arrogan el papel de defensores de la señora Gómez, desde La Moncloa y en rueda de prensa del consejo de ministros, o en actos oficiales, aunque reconozcamos, insisto, que el argumento de fondo es la defensa del propio presidente. Añadiré que me desconcierta en particular el hecho de que el ministro de Justicia –de Justicia– entre de continuo en la descalificación de la actuación del juez Peinado. Tenga la opinión que tenga sobre el juez y sobre el procedimiento, es ministro de Justicia: no puede ni debe comentar las actuaciones judiciales.

Insisto en que entiendo que al propio presidente del Gobierno le indigne y le duela cómo están usando el nombre de su esposa con tal de denigrarle a él (aunque no me pareció acertada la estrategia del silencio de cinco días y la famosa carta) y entiendo que a los miembros del Gobierno les parezca necesario defender al presidente. Pero la esposa del presidente es autónoma, es mayor de edad, es una persona con evidente capacidad para defenderse ella sola y, en su caso, como ahora, mediante su abogado. Tiene derecho a la presunción de inocencia y a guardar silencio en juicio, los mismos que asisten a todos los ciudadanos; faltaría más. Personalmente, espero y confío que doña Begoña Gómez salga indemne de este procedimiento judicial. De lo que ya no sale indemne es de la “pena de telediario”.  Pero reconozcamos también que hemos llegado a un punto en que intentar cortocircuitar toda información sobre ese procedimiento parece poco compatible con usos democráticos básicos. La libertad de prensa es pieza indispensable de la democracia. Los ciudadanos tenemos derecho a una información veraz y plural. 

En todo caso, creo que todos los partidos deberían renunciar a servirse del ámbito de lo privado –si se trata de lo privado, claro– para ganar terreno en la contienda electoral. Por mucho que se repita el tópico, ni en la guerra, ni en el amor, ni tampoco en la política, todo vale. A todos nos hace falta la prudencia que aconseja reflexionar antes de hablar, medir el efecto que pueden causar nuestras acciones y contar hasta cien, antes de dar rienda suelta a la indignación frente al otro.

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Javier de Lucas es catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de València.


martes, 23 de julio de 2024

Aquí nos llega una nueva información de GREENPEACE, de nuestra familia cuidadora del Planeta. Es fundamental escuchar y leer sus testimonios vividos en directo cada día. No hablan de oídas sino de comprobadas. Si esto sigue como va y no hacemos nada por cambiar este marrón cada vez más negro , desde el una@ por un@ al Nosotr@s en el Tod@s, luego no digamos que el clima y GREENPEACE no nos avisaron, por activa, pasiva y perifrástica, querida familia...


La costa murciana en riesgo


Greenpeace info@email.greenpeace.es





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Hola, sol:

 

No hay región costera española que no esté en riesgo. La subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura marina, la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos y la turistificación masiva son las principales causas de peligro para nuestro litoral, que empezará a perder playas en los próximos diez años y, con ellas, su función de barrera protectora, lo que supone un riesgo para millones de personas en la costa.

 

Hoy presentamos el último informe de Greenpeace que repasa los principales riesgos en cada comunidad autónoma del litoral:

¿Cómo está la costa en la Región de Murcia?

 

Su franja costera alberga contrastes. Se trata de una de las zonas mejor conservadas del Mediterráneo y, al mismo tiempo, acoge uno de los peores ejemplos ambientales: el grave deterioro del Mar Menor. Estamos ante una de las regiones sancionadas por la Justicia europea debido a la contaminación provocada por los vertidos agrícolas y ganaderos y la falta de medidas para poner solución a la contaminación por el nivel excesivo de nitratos en las masas de agua. Presenta extensos tramos de costa amenazados por la subida del nivel del mar y la erosión costera en 2030.

 

Pero aún hay soluciones, sol. Soluciones que han de ser urgentes y locales, porque cada tramo de litoral tiene características propias, y que pasan por reducir las emisiones causantes del cambio climático y adaptar la costa para que pueda ejercer su función de barrera protectora.

 

Para que la costa pueda protegernos de los peores impactos del cambio climático, primero tenemos que protegerla y conservar sus playas.

 

Gracias por tu compromiso,

 

El equipo de Greenpeace





Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan el planeta. Solo personas comprometidas como tú hacen posible nuestro trabajo.

 

Solo usaremos tus datos para informarte de las últimas novedades del medio ambiente y de Greenpeace en envíos como este. Si prefieres no recibirlos, puedes darte de baja - ¡aunque te echaremos de menos! :'(

SOLO LE PIDO A DIOS (En Vivo)

domingo, 21 de julio de 2024

Pachelbel - Canon In D Major 10 Hours

Genial, en el clavo total, hermano Roberto. ¿Quién nos iba a decir en aquellos tiempos del cuplé, que Ibáñez era un profeta en primera línea, con más razones anticipadas que un santo? Gracias, Roberto, Nueva Tribuna y Público, por estar siempre al pie del nocañón de la conciencia, con las luces, largas y cortas en una pieza, que la hacen posible.

 

TRIBUNA DE OPINIÓN

¿Qué aspecto tendría hoy el número 13 de la rue del Percebe?


¿Cómo podría Ibáñez dibujar su viñeta sobre la ‘13 rue del Percebe’ con el incremento desaforado de los pisos turísticos? Se dirían que asistimos a una nueva forma de colonialismo urbanístico

“Aquí no hay quien viva” daba título a una serie televisiva sobre los conflictos vecinales. Ahora esa temática parece de otra época. Los vecinos ahora más que conflictivos tienden a ser inexistentes. En su lugar hay gente arrastrando maletas por la escalera y haciendo fiestas a gogó. Esto pasa cada vez más en los barrios más emblemáticos de las grandes ciudades y, por supuesto, en aquellos lugares con encanto, como Venecia, que se han convertido desde hace tiempo en parques temáticos. Los lugareños oriundos deben mudarse a la periferia y las ciudades quedan desvitalizadas, al perder la urdimbre que nutre cualquier tejido social. Las pequeñas tiendas de barrios regentadas por familias dan paso a franquicias internacionales que controlan grandes corporaciones. No hay panaderías ni mercerías, pero abundan las boutiques con grandes marcas de moda y los establecimientos repletos de souvenirs fabricados a mansalva industrialmente.

¿Cómo podría Ibáñez dibujar su viñeta sobre la ‘13 rue del Percebe’ con el incremento desaforado de los pisos turísticos?

Ya conocimos el fenómeno de los “bobos”, abreviatura francesa para los burgueses bohemios que asaltaban con sus talonarios barrios acogedores, transformando su fisionomía y su clima social a los pocos años, dado que se cierran los establecimientos y desaparece también el vecindario que generaba un atractivo clima social. Ahora su lugar vienen a ocuparlo especuladores que rentabilizan al máximo sus propiedades inmobiliarias, convertidas en pisos turísticos, dañando con ello el derecho a una vivienda habitacional que tenga un precio de alquiler asumible. Tras recalificar terrenos e incentivar construcciones a mansalva con la falsa premisa de hipotecarse de por vida para no pagar alquileres altos, ahora le toca el turno a esta nueva especulación. La gente no tiene capacidad para endeudarse más con una hipoteca, pero pide un préstamo para costearse unas vacaciones por si vuelve otro confinamiento.

Yo aprendí a leer con las viñetas de Ibáñez y tenía particular predilección por la contraportada del Pulgarcito. Me refiero a su célebre ‘13 rue del Percebe’. Allí veíamos varios pisos de un inmueble y lo que hacían sus pobladores. Difícilmente podría retratar los usos y costumbres de un vecindario transitorio e inexistente. Deberíamos comprender que las reglas de juego del urbanismo deben responder a la utilidad pública y no primar siempre los intereses de unos pocos que, al forrarse, nos dejan sin techo, transformando nuestros barrios en un sinfín de terrazas para tomar cerveza y esquivar guiris que no dejan de hacerse fotos a sí mismos. ¿Dónde quedan los bancos para conversar, las fuentes para refrescarse o algunos parques que inciten a pasear? Todo esto sería gratis para los ciudadanos y eso significaría no considerarlos como meros consumidores a endeudarse cuanto más mejor para quienes obtienen con ello algún rédito económico.

sábado, 20 de julio de 2024

Diran

Parece mentira que a estas alturas de la historia y del sufrimiento colectivo, sigan en pie laboralmente, en Europa, los mismos métodos demoledores del feudalismo, de los imperios y los destrozos de hace milenios. ¿Qué nos pasa? ¿O qué debería pasarnos y no nos pasa, para que estas atrocidades se sigan repitiendo siglo tras siglo, con el agravante de que cuanta más "ciencia" y "cultura" parece que se disfruta, con más refinamiento se agranda y se extiende la crueldad, la injusticia, el cinismo como normalidad(¡?) y hasta el convencimiento de sentirse por encima de todo y de tod@s, hasta conseguir que las leyes amparen y acojan semejante crueldad sistémica? Gracias, Quim González Muntadas y Nueva Tribuna, por no callar ni esconder bajo el felpudo de lo aparente la basura, la podredumbre y las pelusas de un mundo en caída falsamente libre hacia la autodebacle, si no se dice ¡Ya basta! a sí mismo, esperando que las cosas se arreglen solas o que las arreglen los que se han hecho ricos, importantes e imprescindibles en los trámites del horror entendido como lo más normal de "su" mundo😴🤒😷🥶😱🥴......Ainsss!!!!!

 

LABORAL

Armani y Dior, cuando el lujo es miseria

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Talleres convertidos en dormitorios, trabajadoras y trabajadores con salarios de 2 a 3 euros por hora, con falsos contratos a tiempo parcial o sin estar dados de alta en la seguridad social. Trabajando en condiciones precarias de Salud y seguridad. En resumen, trabajando en condiciones cercanas a la esclavitud.

Así describe las condiciones de trabajo la Fiscalía italiana y la unidad de la Inspección de Trabajo de los Carabinieri. Pero ¿dónde?, ¿dónde se pueden dar estas inhumanas condiciones de trabajo que vulneran los más elementales derechos humanos? ¿En Bangladesh, en China o en alguna zona de Asia o África? No, en Italia, en el rico y próspero norte de Italia, en la región de Lombardía, en talleres que producen para primeras marcas de moda de lujo. Sí, donde se fabrican productos que no van a los mercadillos ni al top manta de los paseos marítimos de nuestras playas. No, fabrican para Armani y Dior, para venderlos en la calle Serrano de Madrid, en el Paseo de Gracia de Barcelona, en el Upper East Side de Nueva York o en la Rue Saint-Honoré de París.

En condiciones cercanas a la esclavitud, en el rico y próspero norte de Italia, en la región de Lombardía, en talleres que producen para primeras marcas de moda de lujo

Tiendas en las que, por ejemplo, quien pasee hoy por el Paseo de Gracia verá una larga cola de personas en la acera esperando su turno para comprar un bolso que lleva la etiqueta de «Made in Italy», en la que si pregunta le informan que es un producto fabricado respetando los derechos humanos y las convenciones laborales, como afirman y se comprometen estas grandes empresas multinacionales en sus códigos de conducta y principios de responsabilidad social. Para comprar un bolso como el que nos enseña Georgina en sus documentales de vida de lujo, u otros tantos y tantas influencers, mostrando un estilo de vida «chupi guay» por el que sueñan miles de personas.

Comprarán un bolso de Dior, una marca que forma parte del grupo LVMH, cuyo director ejecutivo es Bernard Arnault, la tercera persona más rica del mundo según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Ese bolso, por ejemplo el identificado con el código PO312YKY, que costará 2.600 euros, fue producido por un coste de entre 35 y 70 euros, como consta en la investigación de la Fiscalía de Milán. O comprarán una bolsa de Armani de 1.800 euros que el proveedor ha producido por solo 93 euros, como también consta en el informe de la Fiscalía, ejemplificando este gran fraude, ilegalidad y explotación de las personas.

Ese bolso que costará 2.600 euros, fue producido por un coste de entre 35 y 70 euros, como consta en la investigación de la Fiscalía de Milán

La pregunta obligada que nos podemos hacer, después de la indignación y la necesaria denuncia que merecen estas dos grandes empresas multinacionales del lujo Dior y Armani, es cómo se ha podido mantener durante años estas prácticas en un país con sindicatos fuertes como Italia. ¿Cómo se ha podido dar y mantener esa explotación laboral en una región como Lombardía, con empresas incumpliendo toda normativa vigente en materia de protección laboral? Con trabajadores y trabajadoras viviendo y comiendo de manera hacinada en las mismas plantas de trabajo, violando cualquier normativa de seguridad e higiene, y rodeados de productos químicos y maquinaria de trabajo, con salarios de miseria, en fábricas donde se trabaja 14 horas al día, incluidos festivos, como consta en las actas de la Fiscalía, a pesar de la existencia del Convenio Colectivo italiano para el sector Artesano-Textil.

Este hecho debería llevar a una seria reflexión a los sindicatos de este país y, muy particularmente, a los de las empresas principales, en este caso Armani y Dior. Quizás deberían mirar a los Acuerdos Marco Globales de Inditex y H&M, firmados con los sindicatos, por poner dos ejemplos de empresas del sector de la moda con prendas menos lujosas, pero infinitamente más honestas hacia los trabajadores de las empresas proveedoras y también hacia su clientela. En estos acuerdos, el papel de los sindicatos ha sido crucial para asegurar el cumplimiento de los códigos de sostenibilidad y respeto a los derechos humanos firmados y declarados por las empresas, también en toda la cadena de producción.

Es bueno no olvidar, como dejó dicho Oscar Wilde, “no se puede vestir el gozo de unos con el sufrimiento de otros”.

Las Gafas de Ver

Más mentiras y vídeos que sexo en Venezuela, por Juan Carlos Monedero

 


Aquí tenemos un ejemplo de lo que llevó a Podemos a ser considerado en 2014 una herramienta necesaria, válida y sana, con futuro, y que nos impulsó a valorar sus propuestas como una reiniciación inteligente, ética y humana de la sociedad española y europea. 

Ahora mismo es imprescindible escuchar y analizar serenamente estas aportaciones de Juan Carlos Monedero, en este vídeo de Público, y  tomarlas muy en serio. Tanto para la sociedad española como para las instituciones fundamentales y servidoras del Estado: la responsabilidad legislativa, la ejecutiva y la judicial, siempre deben estar al servicio de la democracia y no al revés, pretendiendo que la democracia se convierta en la chica de los recaos, en el Pepe Gotera y Otilio con sus chappuzas a domicilio...

Para que todo el Bien Común se organice y resulte liberador, sano, inteligente y eficaz en España es preciso y urgente que estas indiscutibles denuncias, sugerencias y razonamientos de Monedero se conviertan en realidad y que quienes representen a Podemos en las Instituciones sean tan madur@s como Nicolás en Venezuela y tan lúcidos y coherentes como Monedero en España. 

¿Nadie se pregunta por qué Monedero, Íñigo Errejón, Teresa Rodríguez  o Pablo Bustinduy, por ejemplo, no han ocupado la responsabilidad que se le adjudicó a Pablo Iglesias en el círculo podemita? ¿Cómo sería Podemos ahora si cualquiera de los cuatro hubiese sido elegido como Secretario General en las asambleas de Vista Alegre en vez de Pablo Iglesias? To be or no to be, that's the question...dear Wecan Family...

Nunca es tarde si el cambio es para bien de tod@s. Despierta, Podemos y tod@s estaremos contigo, no lo dudes, porque siempre lo hemos estado, más bien ha sido tu pérdida de horizonte y de las gafas de ver, lo que te ha despistado y te ha alejado de la ruta compartida desde el inicio. Ánimo y p'alante, recuperando tu capacidad de Sumar para poder multiplicar y olvidarte de restar y de dividir, pero no de repartir compartiendo, que es el lado positivo del dividir y no enfrentar envenenando en vez de sanar e integrar. Gracias, hermano Juan Carlos, mucho más repartidor de bienes lúcidos y entendimiento que "monedero"...