jueves, 29 de agosto de 2024

Gracias, hermano Jesús Maraña e InfoLibre, por este regalo reflexivo y tan urgente como necesario. Tanto el miedo y el odio como la esperanza son cosa nuestra. Nunca lo olvidemos. El mundo trastornado en sus conceptos de ppoder y mangoneo, puede contaminar sin piedad ni conciencia ni alma, pero es la base social la que puede cambiar el panorama convirtiendo la mierda en abono, el miedo y el odio en apertura de mentes y conciencias, la estupidez garrula en lucidez humana, en compasión, entendimiento y esperanza. Si no queremos miedo, odio, rencores y violencias, no los practiquemos haciendo y aceptando lo que sus gestores tan irresponsables como indecentes, nos incitan a practicar constantemente. Por esa razón es tan sano como necesario, que la prensa se vuelque más en las noticias positivas, que, sin duda, suceden constantemente, igual que las negativas, para fomentar las mejores energías en l@s lector@s e ir erradicando la negrura y la desesperación y los malos rollos, asumido como "normalidad", la esperanza y la negatividad son incompatibles hasta para la misma vida. Gracias, Jesús desen-Maraña, por tu trabajo y tu conciencia siempre mano a mano...🙏🙏🙏!!!


Frente al miedo y el odio… hay esperanza

Hay quien sostiene que el curso político que estos días se inicia va a ser más sereno, menos tenso. Sin citas electorales a la vista en tres años –dicen– es imposible mantener el clima de crispación permanente. Lo dudo mucho. Las derechas creen que Puigdemont no va a dar un respiro a Sánchez, que tendrá que prorrogar de nuevo los Presupuestos, y esa situación de debilidad permitirá a PP y Vox, Feijóo y Abascal o viceversa, exigir un día sí y otro también elecciones anticipadas. Nada nuevo: ¡Sánchez, váyase! Y eso sin contar con el acoso judicial, ¡quien pueda hacer, que haga! Aznar (otra vez) dixit.

El acuerdo para la renovación del Poder Judicial no era el comienzo de una forma distinta de oposición, sino el final de un bloqueo que estaba desgastando ya al PP ante Europa y ante cualquier demócrata cabal después de cinco años largos de incumplimiento de la Constitución. Se daba por hecho que el equilibrio absoluto (diez vocales propuestos por la derecha y diez por la izquierda) incluiría la elección inmediata de una presidenta de perfil progresista, acorde con la mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno de coalición. Pues no. El (lamentable) espectáculo continúa. Se inicia la cuenta atrás para la apertura del año judicial y las derechas siguen presionando para conseguir nombramientos, cargos en tribunales y control de comisiones clave del Consejo. Hay una voracidad de poder conservador en este país que viene de siglo y medio atrás, como mínimo. Melancolía de la Restauración en pleno siglo XXI.

Lo cierto es que las primeras señales enviadas tras las vacaciones indican que a Feijóo le preocupa más su competencia directa con Vox por el espacio de la extrema derecha que dar solidez a un proyecto de derecha democrática homologable en Europa y responsable en los asuntos de Estado o de emergencia nacional. Podemos comprobarlo en los dos temas principales (no nuevos) que dominan la actualidad: la inmigración y la financiación autonómica

En el primero, Feijóo se apunta a un discurso que alimenta la xenofobia y distorsiona la realidad, olvidando por supuesto la obligación humanitaria y jurídica que tenemos con quienes llegan a nuestras costas buscando un futuro mejor. Relaciona migración y criminalidad sin el menor pudor y sin ninguna prueba. Se han cumplido treinta años de la llegada a Canarias de la primera patera. En tres décadas, 232.000 inmigrantes por esa ruta en un país de casi 48 millones de habitantes (ver aquí). Con una población envejecida y un sistema económico necesitado de una fuerza laboral imprescindible para sostener un Estado del Bienestar en riesgo. No parece importar, ni siquiera cuando se trata de acoger a unos centenares de menores de los más de cinco mil que siguen hacinados en las islas desde hace meses.

La llamada migración circular que Sánchez pretende extender en el viaje de estos días a tres países africanos es una vía razonable y deseable a largo plazo, aunque no resuelva la emergencia actual y la que se prevé para los próximos meses de mar calmado. Feijóo acusa al Gobierno de alentar el “efecto llamada”, a pesar de que esa fórmula –con distintas denominaciones (migración regulada, por ejemplo)– es reclamada por las empresas y figura incluso en los programas del PP. No plantea Feijóo alternativa alguna a la reforma de la ley de extranjería pese al SOS que lanzan los gobiernos del propio PP en Canarias, Ceuta o Melilla. 

¿Pretenden las izquierdas mantener como mensaje clave el del miedo al autoritarismo? Es posible frenar la ola reaccionaria desde la esperanza basada en hechos y valores, con objetivos factibles y optimismo democrático

Y algo similar ocurre con la financiación autonómica, necesitada de una reforma y actualización profunda 15 años después del último pacto, en 2009. Es cierto que esa reforma se plantea derivada del acuerdo entre el PSC y ERC para el gobierno de la Generalitat. Se aprueba una fórmula de “financiación singular” para Cataluña que, más allá del rechazo absoluto de las derechas, causa división en las propias filas socialistas: Borrell considera que ese acuerdo supone un Concierto similar al vasco y un “salto hacia la soberanía fiscal catalana” (ver aquí); Octavio Granado, que negoció la última reforma de la financiación y dirigió durante años la Seguridad Social, cree sin embargo que el acuerdo con ERC en lo que avanza es en el federalismo y puede “tener efectos positivos en toda España” (ver aquí). ¿Es o no es un Concierto? Depende de cómo se concrete en la tramitación parlamentaria y lo que se negocie con las demás autonomías (ver aquí). Pero de entrada no será un Concierto como el vasco porque eso exigiría una reforma constitucional ahora imposible.

Hemos conocido esta semana un Manifiesto de los barones del PP para mostrar una imagen unitaria contra el acuerdo catalán (ver aquí). Lo que no hemos conocido es qué propuesta tiene Feijóo sobre financiación autonómica: ¿va a defender o no la singularidad catalana? ¿Y las singularidades que reclaman Andalucía, Valencia, Galicia o Castilla y León? Ha convocado a los dirigentes populares de las once comunidades donde gobierna (en la mayoría gracias al apoyo de Vox pese a su salida de los Ejecutivos) a una cumbre en Madrid el próximo 6 de septiembre. Veremos si de ahí sale algo más que una foto.

Cabe otra forma de mirar la realidad política y la compleja andadura de los tres próximos años sin citas electorales. Hay una oportunidad de elevar la vista hacia el futuro. Más allá de lo que hagan las derechas, ¿pretenden las izquierdas mantener como mensaje clave el del miedo al autoritarismo? Convendría fijarse en lo ocurrido en la Convención Demócrata que ha proclamado a Kamala Harris como candidata frente a Trump. El eje de su discurso se ancla en “la esperanza” como motor político frente al miedo y al odio que siembra constantemente el populismo trumpista. Ante un modelo de sociedad atemorizada, anclada en la incertidumbre y contaminada de la mañana a la noche por bulos o medias verdades que revuelven las tripas, una hoja de ruta ambiciosa en los asuntos que más preocupan (la vivienda, la gestión de las migraciones, el desempleo juvenil, la precariedad laboral…) y esperanzadora, optimista desde la fortaleza democrática.

Traído a lo nuestro, hay una oportunidad de asumir con valentía la realidad plurinacional que ya condiciona el presente y el futuro de España, para gestionarla sin complejos, con eficacia, con objetivos marcados de forma que se supere la imagen de debilidad permanente que ofrece el Gobierno de coalición pese a los datos económicos que ya pocos discuten y los avances sociales que tanto molestan a los sectores más retrógrados. Lo de “hacer de la necesidad virtud” debería pasar a mejor vida. Es posible frenar la ola reaccionaria desde la esperanza basada en hechos y valores, con objetivos factibles y optimismo democrático. Veremos.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Diran

Es un agran alivio leer estas reflexiones imprescindibles de Juan Torres López acerca del "caso Venezuela". Porque el movimeinto "antiMaduro" que han puesto en marcha desde hace años los montajes ultra-capitalistas del Planeta, ha conseguido crear un caos terrible, mezclando democracia con negocio y justicia con invasión, ética con enjuague yanky y toxicidad informativa con transparencia al pil-pil, "evangelismo" con Ley del Talión y el servir al bien común con el poder esclavista, modernísimo en plan I.A zapping, que lo hace imposible. Un refrito de basuras que en vez de ayudar a Venezuela a salir de sus problemas, la están dejando hecha un felpudo pisoteado y enlodado por WallStreet y sus "fans" mundiales, que por lo visto, son casi todo el Planeta cuesta abajo y sin frenos, enloquecido por los aullidos del pastón desalmado y en la misma situación que el ciego de El Lazarillo de Tormes haciendo cola en el Patio de Monipodio universal, con Rinconte y Cortadillo que son, sin duda, los USA y sus incondicionales seguidores abducidos por ese "maravilloso" sistem in failure😱😱😱😱😱😱, que tiene secuestradas y escondidas las llaves de la despensa planetaria. Como muy bien dice Torres López en este artículo, es fundamental no confundir la realidad con falsas percepciones, con los chismes y bulos que nos cuentan sobre ella, especialmente, estados y mediocridad social, que no tienen ningún problema con que los gobierne un Trump, un Milei, una Melones, un Orban, un Macron, un pp, un vox o un Alvise en conserva...La mejor manera de ayudar a resolver problemas no consiste en montar conflictos ni guerras/trinque interninables, ni en cabrear a las multitudes, sino en ser capaces de preguntar y escuchar serenamente, y dejar que los pueblos desarrollen su camino desde dentro, libremente, sin querer ser manipulados ni desde dentro ni desde fuera...algo, que, evidentemente, en Venezuela no es posible, tan sólo porque es uno de la países del mundo con más recursos naturales al que robárselos. ¿Y quién mejor y con más experiencia que los "expertos imperiales", que llevan toda la historia siendo el dúo apocalíptico de la Bestia y la Prostituta, una pareja de desecho total, cambiando de trajes, en modo culturas, negocios y religiones, pero siempre, siempre, en el mismo plan, por más siglos y milenios que pasen.Habrá que decir basta ya, antes de que al 'sistem' se lo cargue el 'failure' de toda la peña mundial destrozaíta en mogollón ¿no creéis, bonic@s? No nos quedemos mirando igual que los buitres en la peli de 'El Llbro de la Selva', miraban cómo la serpiente, primero, intentaba engatusar a Mowgly y el tigre Seerkhan, después, en el mismo plan, intentando cazarlo para comérselo, mientras, ellos, -los buitres de siempre- desde lejos, comentaban sottovoce y posados en las ramas de los árboles casi sin hojas, o en los cables de la luz, : "Algo habría que hacer, ¿no?"... Tal vez aún no hemos comprendido que todos y todas somos Mowgly, hasta los tigres, las serpientes y los buitres, que se creen los amos de todas las las selvas y sólo son escoria en el Universo Infinito, para usar, devorar y tirar, no por quienes son, sino por lo que hacen y cómo lo hacen o dejan de hacer...Ainsss!!!!

 

La guerra ilegal contra Venezuela de la que no se habla

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He sido siempre muy crítico con todo lo que ha ocurrido en Venezuela desde 1999, cuando Hugo Chávez comenzó a gobernar. Lo fui especialmente en sus últimos años y, muy en particular, con la gestión, a mi juicio nefasta, de Nicolás Maduro. Y he tratado de basar siempre mis críticas en el análisis de los datos que mostraban las luces (indiscutibles) y las sombras (indisimulables) de la llamada «revolución bolivariana». En este enlace hay una relación de los artículos que escribí en su día sobre lo que ocurría en aquel país y en los que se puede comprobar que señalé los errores, la corrupción galopante y la deriva autoritaria, entre otras cosas. Y soy también muy crítico en estos momentos con la forma en que el régimen de Nicolás Maduro ha llevado a cabo el reciente proceso electoral.

Pero, precisamente porque he sido crítico desde el primer momento con lo que han hecho los gobiernos de Chávez y Maduro, es por lo que creo que tengo también la obligación de denunciar un par de circunstancias de las que apenas se habla:

Es una evidencia que nadie puede negar que en el planeta hay dictadores y genocidas mucho más crueles, brutales, corruptos y peores gobernantes que los de Venezuela

a) La extraordinaria atención que se presta a Venezuela y la contundencia con la que se critica y ataca a su gobierno no se deben a que antes Chávez y ahora Maduro sean malos gobernantes o ni siquiera dictadores.

b) La gestión desastrosa y los evidentes problemas económicos que se viven en ese país, con su secuela de escasez, enfermedades, hambre y descontento, no son de exclusiva responsabilidad de los dirigentes bolivarianos.

Justifico ambas ideas a continuación y brevemente.

Es una evidencia que nadie puede negar que en el planeta hay dictadores y genocidas mucho más crueles, brutales, corruptos y peores gobernantes que los de Venezuela y que, sin embargo, no sólo no son criticados por Estados Unidos y las demás potencias, sino que incluso reciben su apoyo político, económico y militar en abundancia.

Si Venezuela se ha convertido en una especie de ogro o diablo al que se combate con tanta intensidad desde que Hugo Chávez comenzó a gobernar es, sencillamente, por algo que se oculta: Venezuela tiene las reservas de petróleo y de oro más grandes del planeta y lo que se propuso la revolución bolivariana fue que toda esa riqueza, a diferencia de lo que ocurría hasta 1999, se repartiese de una forma más justa. Un sólo dato creo que muestra mejor que nada lo que ocurría en la Venezuela anterior a Hugo Chávez: todavía en 2003, siete de cada diez venezolanos carecían de cédula de identidad; es decir, ni siquiera eran considerados oficialmente ciudadanos y se encontraban, por tanto, en completa indefensión, pues ni siquiera podían ser identificados como tales.

Venezuela tiene las reservas de petróleo y de oro más grandes del planeta

Por otro lado, es evidente también (yo mismo lo he mostrado en los escritos a los que hecho referencia más arriba) que los gobernantes bolivarianos cometieron multitud de errores tratando de repartir mejor la riqueza y que muchísimos de ellos se corrompieron, aprovechando la ocasión para hacerse multimillonarios, lo mismo que sucedía antes de la revolución. Y es evidente que esos errores han debido resultar muy dañinos para el resto de la población. Pero eso no es todo.

El hambre, la inflación, las carencias y la lamentable situación económica de ese país tienen muchísimo que ver también con una auténtica guerra, ilegal y no declarada oficialmente como tal, con la que se viene tratando de destruir a Venezuela y a su economía, en particular, desde que la gobierna Maduro.

Se produjo un embargo de las exportaciones del crudo venezolano y se prohibió venderle recursos esenciales, lo que privó de miles de millones de dólares a ese país

En marzo de 2015, el presidente Obama declaró a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. A partir de ahí y de las sucesivas disposiciones legales de Estados Unidos, bancos internacionales han bloqueados cuentas del Estado venezolano, grandes empresas han dejado de comerciar con ese país y altos funcionarios han sido perseguidos y encarcelados, provocando daños civiles que están expresamente condenados por el derecho internacional. En particular, se produjo un embargo de las exportaciones del crudo venezolano y se prohibió venderle recursos esenciales, lo que privó de miles de millones de dólares a ese país y produjo escasez de combustible en su propio interior, crisis de suministro eléctrico y carencia de materiales básicos para la alimentación y el sistema sanitario. Estados Unidos impidió, además, que Venezuela utilizara sus reservas de oro para pagar alimentos, combustible, medicinas y otras importaciones. Para provocar el colapso de su economía, el presidente Trump declaró en 2017 que “todas las opciones están sobre la mesa”, y Estados Unidos y otros países, entre ellos España, han impedido que Venezuela tenga acceso a dólares para poder comerciar con el exterior y han bloqueado activos de su propiedad por valor de miles de millones de dólares.

La guerra económica contra Venezuela fue atacar y sabotear la labor de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción de Alimentos

Uno de los principales objetivos de la guerra económica contra Venezuela fue atacar y sabotear la labor de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción de Alimentos (CLAP), que trataban de proporcionar alimentos a bajo coste a la población. En 2016, 2019 y 2020 Estados Unidos estableció sanciones a las empresas que suministraran bienes o recursos a esos Comités. Contra Venezuela se ha ejecutado una auténtica «guerra de hambre».

Los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs calcularon los efectos de esa guerra económica: 40.000 muertes solo entre 2017 y 2018. Y la relatora especial de Naciones Unidas Alena Douhan informó que unos 2,5 millones de venezolanos sufrían de inseguridad alimentaria y 300.000 estaban en peligro de muerte por haber caído las importaciones en un 73%, debido a las sanciones y a pesar de que Venezuela tenía recursos para pagarlas. Según esta relatora, las sanciones provocaron que sólo pudiera funcionar el 20% del equipo hospitalario del país. Incluso se bloqueó el pago de vacunas contra el Covid para que el gobierno de Maduro no pudiera contar con ellas.

Quienes hacen la guerra contra Venezuela lo que pretenden es apoderarse de nuevo de sus inmensas riquezas naturales

Como dijeron Weisbrot y Sachs en su informe, las potencias occidentales han aplicado un «castigo colectivo de la población civil», algo condenado por las convenciones internacionales de Ginebra y de La Haya, contrario a las leyes internacionales y a la propia legislación interna estadounidense.

No quito ninguna responsabilidad a la gestión del régimen de Nicolás Maduro, ni alivio sus errores o, ni mucho menos, su falta de transparencia y sus atentados contra la libertad, el pluralismo y la democracia. Pero, de igual modo, tampoco callo ante lo esencial: lo que buscan quienes hacen la guerra contra Venezuela no es esto último, democracia y libertad, sino apoderarse de nuevo de sus inmensas riquezas naturales.

Nuestra familia PAZVERDE, nos envía este e-mail interesantísimo, para estar al día en el tema de los pescados. Qué conciencia y qué genial disposición para caminar junt@s sin acabar con el Planeta y las demás especies...Ángeles de la guarda, sin duda alguna...😇😇😇😇😇😇Gracias infinitas, querida familia!!!!!🙏🙏🙏🙏🙏🙏 !!!!!!!!


🐟📅 Pescado de temporada: descarga tu guía

Greenpeace info@email.greenpeace.es





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Hola, sol:

¿Sabías que la temporada no solo afecta a las frutas y a las verduras? También hay pescados de temporada, y es muy importante conocer cuándo un pescado lo está para respetar las vedas (su temporada de cría), no industrializar el sistema alimentario y no participar en la destrucción de la biodiversidad.

Por eso te queremos ofrecer esta guía que hemos preparado, para que tengas toda la información y puedas tomar las decisiones que te permitan cuidar de ti y del planeta:

sol: nuestros océanos están sometidos a numerosos impactos que los están llevando al borde del colapso: la sobrepesca, la acuicultura industrial (las macrogranjas del mar), el tráfico marítimo, la contaminación por plásticos, el cambio climático o la minería submarina como posible nuevo impacto.

 

Llevar una dieta sana y equilibrada, respetando la vida y siguiendo los ciclos del planeta, puede ser bueno para tu salud y la de nuestros mares y océanos, como por ejemplo la dieta de salud planetaria (en el caso de que consumas productos de origen animal).
 
En Greenpeace siempre apoyaremos las dietas respetuosas con el medio ambiente y los sistemas de producción ecológicos, familiares y de proximidad.

 

¡Esperamos que la disfrutes! Hasta pronto.
 
El equipo de Greenpeace


También queremos escucharte a ti.
Puedes compartir aquí qué opinas sobre esta comunicación
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Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan el planeta. Solo personas comprometidas como tú hacen posible nuestro trabajo.

 

Solo usaremos tus datos para informarte de las últimas novedades del medio ambiente y de Greenpeace en envíos como este. Si prefieres no recibirlos, puedes darte de baja - ¡aunque te echaremos de menos! :'(

James Rhodes - España, Lo Bueno y Lo Malo | Lo Que Tú Digas 303

James Rhodes | El País Semanal

Un ejemplo sano y constructivo de lo que significa el verdadero ARTE: creatividad inseperable de alma, conciencia y humanidad, que unidas son la clave del amor infinito, sin fronteras malditas y las únicas llaves de un presente que supere el pasado y haga posible un futuro mucho mejor de lo que ya pasó y aún sigue pasando...Mil gracias por ese constante y artístico servicio a la humanidad, hermano James Rhodes; si tod@s l@s músic@s y artistas fuesen e hiciesen como tú, otro gallo nos cantaría en este pifostio planetario...🙏🙏🙏🙏🙏!!!!


James Rhodes: "Necesitamos más espacios que sean lo contrario de Twitter, que es una cloaca"

El pianista James Rhodes.

Después de haberse pasado media vida respondiendo entrevistas, James Rhodes (Londres, 1975) pasa este verano al otro lado para ser él quien haga las preguntas. "Es un sueño tener mi propio programa", reconoce a infoLibre, encantado con el estreno este sábado de En clave de Rhodes, un espacio radiofónico semanal en la Cadena Ser con el que el escritor, pianista y activista contra los abusos sexuales en la infancia trata de ofrecer algo "bonito" y "creativo". Un refugio estival donde no quepan las cosas "feas" de este "mundo de mierda" que nos rodea.

En clave de Rhodes apuesta por la conversación distendida entre Rhodes y sus invitados, entre los que están figuras tan variopintas como el violinista Ara Malikian, el futbolista Héctor Bellerín de su amado Betis, la escritora Rosa Montero o los intérpretes Vicky Luengo, Blanca Portillo y Viggo Mortensen. Un programa con un tono más humano y personal, en el que la música, que por supuesto está presente, envuelve charlas sobre raíces, estereotipos, salud mental, fama, infancia, éxito o conciencia social.

¿Qué hace un pianista presentando un programa de radio?

(Risas) Es mi sueño desde hace muchos años. Cuando llegué a España, cada fin de semana pasaba media horita con Javier del Pino en la Ser y era una experiencia maravillosa. Porque no veas, a diferencia de Londres, la cantidad de gente que escucha aquí la radio, yo flipaba. Era un sueño tener mi propio programa, pero entonces sabía muy poquitas palabras de castellano y me daba mucha vergüenza. Ahora ya estoy en un punto que puedo charlar una hora con alguien.

¿Cómo es En clave de Rhodes?

Lo bueno para mí es que no hay polémica, ni tiene nada que ver con políticos, ni nada malo. Charlamos de cosas bonitas y que me traen una alegría que espero transmitir a los oyentes. Toco el piano en directo, hablamos de música, creatividad, cómo cuidamos la cabeza... para mí es importantísimo tener este hueco, esta pausa para respirar.

Decimos tanto que vamos siempre corriendo por la vida que se ha convertido ya en una frase hecha. ¿Conversar nos puede ayudar a ralentizar? ¿Conversamos poco?

Vamos atacados por polémicas, rifirrafes... la vida está dándonos hostias por todos los lados. Por eso pensé que podría aportar algo teniendo una hora en la radio de charlas sobre cosas interesantes. Tengo un deportista de mi amado Betis, como Bellerín, para hablar de terapia. También a Viggo Mortensen, que va a leer un poema suyo en gallego, y además es músico, escritor, guionista... eso es para mí algo maravilloso y me siento como un niño con zapatos nuevos.

Todos tenemos esa experiencia de estar con un amigo charlando y que se ponga a escribir en el teléfono móvil sin mirarte. ¿Pero cómo te atreves? Eso se ve como lo más normal del mundo y te miran como si te estuvieran escuchando cuando no lo están haciendo

¿Qué nos puede aportar una buena conversación?

Uy, muchísimo. Todos tenemos esa experiencia de estar con un amigo charlando y que se ponga a escribir en el teléfono móvil sin mirarte. ¿Pero cómo te atreves? Eso se ve como lo más normal del mundo y te miran como si te estuvieran escuchando cuando no lo están haciendo. Por eso quiero que el oyente se sienta como si estuviera en casa conmigo y con mi invitado tomando algo mientras charlamos sobre cosas variadas, como la creatividad o la salud mental. Y no es una entrevista, es una charla entre amigos y ya está, sin distracciones y con presencia de la música, que para mí es algo importante.

¿Utilizas el piano para hablar cuando no sabes expresar algo con palabras?

Tal cual. Y es que yo soy muy fan de promover la música clásica, con lo que es un sueño también tener la oportunidad de tocar en la SER una pieza de Bach o Chopin. Obviamente, escuchamos a otros músicos, no solo los clásicos, pero es algo muy bonito estar charlando con alguien y luego tocar un poco el piano. Además, por ejemplo, en el episodio con Ara Malikian improvisamos un rato juntos de manera espontanea, que para mí por supuesto otra forma de hablar.

¿Hay algún hilo conductor en las charlas?

Con cada invitado tengo un tema central. Hay medio guion, pero en realidad todo fluye y no lo miro demasiado, porque los invitados son amigos charlando sobre lo que queremos. No quería esa obsesión tan presente ahora en los medios de comunicación y las redes sociales de indignar a la gente... eso de que tenemos que tener un titular de seis palabras o un audio de veinte segundos para que la gente se indigne... quiero algo mucho más suave y dulce porque falta eso en la sociedad de hoy.

No me puedo creer que en un país con tanta riqueza cultural como este prefieran que sus niños solo hablen castellano en lugar de ser bilingües hablando galego o catalán. Yo flipo con eso

¿Falta armonía y melodía en la sociedad de hoy?

Sí, absolutamente, falta armonía y melodía, eso es. A lo mejor es porque soy muy viejo y tengo ya 49 años, pero faltan tantas cosas... pequeñas y grandes... Está la gente con las pantallas en la cara todo el rato, hay publicidad en todos sitios y tanto ruido... Faltan tantas cosas que quiero un espacio donde podamos charlar un ratito en galego o en catalán, podamos hablar sobre la belleza de los idiomas y charlar sobre la cultura. Es que yo no me puedo creer que en un país con tanta riqueza cultural como este prefieran que sus niños solo hablen castellano en lugar de ser bilingües hablando galego o catalán. Yo flipo con eso. Estamos en un rumbo un poco jodido ahora mismo en el mundo y quiero poner de mi pequeña parte para crear algo bonito.

Decías antes que los políticos no te dan alegría. ¿Cómo puede ser eso?

(Carcajadas). Bueno, yo mejor no toco ese tema. Yo solo puedo decir con toda la verdad del mundo que ha lidiado en persona con muchos de ellos y nunca he estado muy contento de lidiar con un político en mi puta vida. Prefiero charlar con buena gente, con gente que quiera aportar cosas y no esté persiguiendo votos. Charlar sobre cosas que nos den alegría y compartirlo con el oyente, y ya está. No es tan complicado.

¿Este programa es todo lo que contrario a lo que puede ser Twitter? Una red social en la que eras muy activo hasta que te cansaste y te largaste.

Efectivamente, no hay sitio más tóxico que Twitter, yo borré mi cuenta hace un par de años y fue la mejor decisión de mi vida. Con muchos de mis invitados hablamos también un poquito de los efectos de las redes sociales, porque creo que ser adolescente hoy en día debe ser casi imposible.  A mis 49 años, tengo bastante claro que la mía somos la primera generación de la historia que hemos empeorado el mundo para la siguiente. Económicamente, con las redes, la pornografía... todo está jodido y en lugar de pedir disculpas y hacer lo que podamos para arreglar la situación y mejorar el mundo, hacemos lo contrario y decimos que son unos putos adolescentes que no saben nada. Necesitamos más espacios que sean lo contrario de Twitter, que es una cloaca. Espacios donde no haya odio, amenazas de muerte, polémica. Este programa para mí es algo así. Yo escuchaba la radio en Inglaterra de madrugada durante mis momentos más oscuros de insomnio y autoodio y era como tener un amigo en casa. Hay algo muy bonito en tener la radio cuando te sientes muy solito.

Estoy un poco harto de vivir en este mundo tan narcisista donde la gente solo piensa en ella y no quieren compartir, ni dar, ni aportar sin recibir a cambio una especie de premio

¿Puede este programa ser también una patita más de tu fundación de apoyo a la salud mental de los más jóvenes?

Oh, sí. La fundación es algo muy personal y está todo como vinculado. ¿Qué vamos a aportar? ¿Cómo vamos a mejorar el mundo? Eso se puede hacer de una manera muy humilde y muy pequeña, como escuchar a un futbolista hablando de salud mental. Así de sencillo. Yo hago cosas pequeñas con mi fundación, porque estoy un poco harto de vivir en este mundo tan narcisista donde la gente solo piensa en ella y no quieren compartir, ni dar, ni aportar sin recibir a cambio una especie de premio.

Eres muy futbolero y no quiero dejar pasar la ocasión de preguntarte por la selección española de fútbol. ¿Qué te parece que la izquierda ahora la abrace destacando su diversidad mientras la ultraderecha no está demasiado feliz con futbolistas como Lamine Yamal y Nico Williams?

Son todo patrañas. Me da igual si lo dicen los de la izquierda o la derecha, son todos mala gente. Es que vivimos en un país tan dividido... yo puse una foto de una tortilla sin cebolla en las redes y eso también fue un lío. Por eso, los políticos van a aprovechar cualquier cosa, como hablar de Lamine Yamal para su propia agenda política. Pues a tomar por culo, la verdad, estoy harto, porque eso forma parte del problema. Los políticos quieren aprovechar cualquier oportunidad y personalmente me da igual si son de la extrema izquierda o la extrema derecha, cualquier extremo para mí no vale porque no aporta mucho. ¿Por qué no podemos simplemente disfrutar del duende del fútbol y mirar con la boca abierta a un chaval de 16 añitos haciendo algo espectacular? Disfrutar y chimpún, ya está. Y además él es español, como yo, qué tremenda alegría. 

Yo puedo ser patriota como cualquiera a un nivel enorme, pero eso no significa que pertenezca a la extrema derecha. Para nada

De hecho, en tu Instagram lo primero que pones en tu perfil es que eres español. A ti, por ser inglés, también te han atacado por tu procedencia en el pasado.

Sí, y también por esa idea de que si estás orgulloso de ser español automáticamente eres extrema derecha, pero no, para nada. Han secuestrado la bandera española para significar algo feo, y eso es mentira. Yo puedo ser patriota como cualquiera a un nivel enorme, pero eso no significa pertenecer a la extrema derecha. Para nada. Solo quiero decir que yo siento por primera vez en mi vida que pertenezco a un sitio, tengo un hogar, me siento a salvo, puedo crecer y respirar. Ahora tengo la nacionalidad española y tengo una casa. Nunca he sentido eso en Inglaterra pero aquí sí, y eso no tiene nada que ver con izquierda o derecha. Pero tenemos que etiquetarlo ahora todo, no sé por qué, para que tenga sentido.

En Instagram también queda claro que vas a tope con tu pasión por la fotografía.

¡Sí! Es que, como te decía, yo solo quiero gastar mis energías en las cosas que me dan chispa. Lo importante es que todos busquemos algo creativo, porque vivimos en un mundo tan jodido que yo voy a coger donde pueda un pequeño trozo de alegría. Puede ser cocinar una buena torrija, bailar un tango con mi chica, una buena serie o hacer una fotografía. Me da igual, pero hay que encontrar algo.

Lo que es mejor que no encuentres ya es un cigarro.

(Carcajadas). Qué cabrón eres. Llevo cinco semanas sin fumar y me está matando, pero es una decisión buenísima. Yo he fumado desde los ocho o nueve añitos, han sido cuatro décadas y me va a costar, no voy a estar pronto como Mr. Wonderfull, para nada.

Los cigarros dan cierta relajación a los fumadores. ¿Ese es un buen objetivo para En clave de Rhodes?

Pues sí. Lo que intento es que quien nos escuche termine sintiéndose un poquito mejor, eso es muy importante para mí. Es una hora de respirar un poquito, también de inspirar. Ojalá de aprender otro poquito.

lunes, 26 de agosto de 2024

Salta

En efecto, es imposible ser neutral sin ser irresponsables en la situación terrible de Gaza, Palestina e Irael. La monstruosidad no tiene razón alguna, ni resuelve nada, como no la tiene el hecho de que Hitler haya reencarnado en Netanyaju y el judeonazismo sea la Ley del Talión pasada por tresmil años de rencores y castigos bíblicos inentendibles para el alma, la conciencia y el avance en limpio y sano de una nueva humanidad resucitada del basurismo fanático y la miseria disfrazadas de "religiones" espeluznantes, que nada tienen que ver con ese "dios"-pegatina, convertido en videojuego por sus devotos asesinos, convencidos de ser geniales, poderosos, rencorosos, fanáticos capaces de lo peor, convencidos de ser los más "creyentes" en sus propias patrañas, obviamente. Nunca, jamás, quienes hayan descubierto el Amor y la Compasión infinita, que en realidad es nuestro origen y destino, haría semejantes locuras y destrozos inhumanos contra nadie ni contra nada. Unas religiones compatibles con bombas, atentados, asesinatos , corrupción, mentiras, torturas, violencia , odios, venganzas y todo tipo de atrocidades no tiene nada que ver con el Amor, la Vida, el SER y el Equilibrio Infinito Evolutivo que nos hace posibles, sino con todo lo contrario: el estúpido manicomio infernal que la especie humana es capaz de poner en marcha, con la inteligencia vuelta del revés, porque aún no ha conseguido alcanzar, compartir y disfrutar su propia y verdadera HUMANIDAD, considerando a sus semejantes, sean de donde sean y crean en lo que crean , como nuestra familia universal, haciendo por ella todo lo bueno que deseamos y necesitamos para nosotr@s mism@s y sin hacerles el daño causado por la crueldad ajena a la misma Vida, que jamás querríamos sufrir y padecer personal ni colectivamente. Sólo cuando se entiende y se vive en esa dimensión, tendría sentido leer tanta Biblia y tanto Corán. Mientras eso no suceda, la mejor oración, la mejor misa, la mejor plagaria, está en cuidar y amar a nuestros semejantes, sobre todo a los más pobres, indefensos, olvidados y machacados, heridos, desterrados y castigados, y dejar de ser fardos insoportables y hasta letales, para la misma Vida Infinita que nos acoge, nos sostiene y nos hace posibles...Esperemos que el Maestro del Corazón nos ilumine las entendederas y hagamos ya, cuanto antes, el salto, el giro cualitativo, la danza sufi y carismática que explicó con tanta lucidez y conocimiento, el premio Nobel de Física, Ilya Prigogine, y que ya adelantó Juan de Patmos en la intuición profética del Apocalipsis, que no significa "catástrofe", sino la Revelación de cómo se puede salir de la catástrofe hacia una dimensión verdaderamente HUMANA, o sea, verdaderamente DIVINA. Si en realidad "dios" fuese lo que nos han contado nunca habríamos llegado a esta situación: como gotas de agua desperdigadas, incapaces de reconocer al Océano que las integra, las une y las sostiene...😴😴😴😴😴😴 Ainssss....!


Genocidio en Gaza: no es posible ser neutral

Juan José Tamayo

Cada día nos sobresaltan, al despertar, las noticias sobre los asesinatos del ejército israelí en Gaza. Un día es una escuela bombardeada con cien personas allí refugiadas, todas asesinadas. Otro es un lugar de culto donde se encuentran personas creyentes rezando por el final de la invasión israelí. Otro, la destrucción de un hospital donde los médicos atienden a personas heridas. Otro, un campo de refugiados atacado con decenas de bombas y de muertos. Otro, una casa bombardeada por la aviación con todos los miembros de la familia asesinados. Otro, dos bebés gemelos gazatíes de cuatro días asesinados por un bombardeo mientras su padre iba a registrarlos su nacimiento. Siempre la misma escena de destrucción, humillación, dolor, sufrimiento, desolación, impotencia, sin ni siquiera capacidad de indignación. Ningún lugar es seguro en la Franja de Gaza desde que comenzó la invasión de las fuerzas armadas israelíes.  

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Wolker Türk, ha declarado que, desde el 7 de octubre en que Hamás asesinó a cerca de 1.200 personas muertas y secuestró a 250 rehenes, el ejército israelí ha asesinado a más de 40.000 civiles en Gaza, la mayoría mujeres, niñas y niños, a razón de 130 personas por día. Dicha cifra supone la eliminación del 2% de la población gazatí. A estas cifras hay que sumar las decenas de miles de personas que yacen bajo los escombros y de las personas heridas. Un millón setecientas mil personas han sido desplazadas en un viaje a ninguna parte sin contar con recursos básicos como el agua y los alimentos. Numerosos centros de refugio como escuelas, centros de salud o mezquitas han sido destruidos.

Mientras la masacre se extiende por doquier en Gaza, hemos asistido a los entusiastas y prolongados aplausos de los congresistas estadounidenses a Benjamin Netanyahu, a los apretones de manos manchadas de sangre entre Biden y Netanyahu y a las frecuentes visitas a Israel de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, la última estos días con la intención de “impulsar la paz”, en la que, tras entrevistarse con el primer ministro israelí, ha declarado que este está de acuerdo con el plan de paz propuesto por Estados Unidos. 

No, no son gestos puramente protocolarios, como sucede a veces en las relaciones entre líderes a nivel internacional, sino cargados de complicidad en el mantenimiento del genocidio gazatí. Una complicidad que acaba de concretarse en la aprobación por el Departamento de Estado de los Estados Unidos del envío de armas por valor de 20.000 millones de dólares para que Israel siga masacrando a la población de Gaza. El cinismo de Estados Unidos no tiene límites. El mismo país que atiza el fuego y rearma a Israel hasta los dientes con el objetivo de seguir destruyendo a la población gazatí osa sentarse en la mesa de negociaciones de paz.  

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha pedido la liberación de los rehenes y de los palestinos detenidos arbitrariamente, el fin de las violaciones contra los derechos humanos cometidas por Israel, el final de la ocupación ilegal de Israel y la solución de los dos Estados se haga realidad.  El papa Francisco ha demandado el alto el fuego, se ha mostrado conmovido por la “gravísima situación humanitaria” de la población gazatí y considera “necesario liberar a los rehenes y ayudar a la población exhausta”, así como buscar caminos de negociación para poner fin a esta tragedia.  “Seguimos rezando para que los caminos de paz puedan abrirse en Oriente Medio, en Palestina, Israel, así como en la martirizada Ucrania, en Myanmar y en todas las zonas de guerra con el compromiso del diálogo y el fin de las acciones violentas”, dijo en el rezo del Ángelus el 18 de agosto.

No estamos ante lo que suele llamarse en los medios un conflicto palestino-israelí, sino ante un genocidio, una masacre, crímenes de guerra, un fenómeno de apartheid

Aprecio en estas últimas afirmaciones una equidistancia, sobre todo en relación con el genocidio que Netanyahu está cometiendo en Gaza. Observo, asimismo, una importante diferencia en el lenguaje referido a Ucrania y a Gaza: en el caso de la primera, Francisco habla de “martirizada Ucrania”, en el de la segunda, de “ayudar a la población exhausta”. El adjetivo “martirizada” creo que también le corresponde, y quizá con más motivo, a Gaza, donde se está llevando a cabo una operación de exterminio contra una población indefensa que lleva más de 10 meses asediada en una cárcel al aire libre sin techo alguno protector.

No estamos ante lo que suele llamarse en los medios de comunicación un conflicto palestino-israelí, sino ante un genocidio, una masacre, crímenes de guerra, un fenómeno de apartheid. Estas palabras me parecen las más adecuadas para describir la situación dantesca que está viviendo la población gazatí amenazada de exterminio por el voraz colonialismo del sionismo israelí.

Ante tal situación no son posibles la neutralidad ni la equidistancia, y menos aún el silencio. La neutralidad, la equidistancia y el silencio son en este caso delito de complicidad. Lo primero es reconocer la existencia de un genocidio, hecho empíricamente verificado que no puede normalizarse, como están haciendo muchos gobiernos del mundo, ni considerarse la respuesta más adecuada a los atentados del 7 de octubre por Hamas. Es necesario condenar dichos atentados y exigir la liberación de los rehenes, sin duda, pero hay que exigir, al mismo tiempo, el alto el fuego, que frente la destrucción de Gaza, denunciar a los responsables políticos y militares y a los cómplices de tamaña masacre contra el pueblo gazatí e imponer sanciones internacionales a Israel. Creo que es esta la manera de ponerse del lado correcto de la historia en momento tan grave, como reclama el teólogo y pastor palestino Munther Isaac. 

Coincido con el prestigioso historiador israelí Ilan Papé, que tuvo que abandonar Israel por las amenazas de muerte recibidas, en que hay que reconocer dos hechos inseparables: la situación colonial a la que viene siendo sometida Palestina desde hace décadas, a través del sionismo religioso, que constituye la base ideológica de las sucesivas masacres, y la consideración de la resistencia palestina en el marco de la lucha anticolonial. No estamos, por tanto, ante un conflicto entre dos partes violentas, sino ante una lucha entre colonizadores y colonizados. La respuesta está en poner fin al proyecto colonial de Israel sobre Palestina. La violencia, observa Pappé, solo puede eliminarse cuando se elimine la ideología y la práctica del Estado colonialista israelí, que cuenta con el apoyo del sionismo cristiano. Para ello, concluye el historiador judío, es necesario un movimiento de solidaridad mundial que obligue a Israel a poner fin a sus prácticas genocidas.

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Juan José Tamayo es teólogo de la liberación y autor de la trilogía 'Religión, razón y esperanza. El pensamiento de Ernst Bloch' (Tirant, 2015, 2ª ed.), 'Invitación a la utopía. Ensayo histórico para tiempos de crisis' (Trotta, Madrid, 2016, 1ª reimpresión) y '¿Ha muerto la utopía? ¿Triunfan las distopías?' (Biblioteca Nueva, 2020, 4ª ed.).