La cosa putrefacta no afecta sólo a la política y a la economía de los estados, afecta a todo el conjunto de la sociedad, también al plano religioso, como publica la prensa estos días y confirma este vídeo de Jesús Bastante, trabajador periodístico en Religión Digital.
Tal vez la crisis que nos envuelve y agrede en tantos planos actualmente, pueda ayudarnos a desbloquear el fenómeno humano y a entenderlo y rehacerlo, desde el descubrimiento personal y colectivo del medio divino, esto no es una ocurrencia mía, ni mucho menos, sino una aportación fundamental de Pierre Teilhard de Chardin, un ser humano tan despierto como para entregar plenamente su vida y su trabajo como antropólogo e investigador sin trabas, a iluminar oscuridades hasta dentro de la Iglesia Católica donde él mismo era un miembro de la Compañía de Jesús, perseguido y acosado por el propio papa del momento. Por ese trabajo imprescindible para la humanidad, fue marginado, castigado, exiliado y ninguneado por la misma iglesia que debería haberle ayudado y apoyado en sus fundamentales descubrimientos liberadores y verdaderamente evangélicos, por su buenas noticias. Su trabajo hoy en día habría recibido el reconocimiento de un Premio Nobel, sin duda, siempre que ese detalle no dependiera de ninguna iniciativa fachiforme, claro! Por esas razones, no es difícil entender que se produzcan barbaridades sectarias y locas como la de las pobres monjas clarisas, en el limbo total de su clausura motosierra, manipuladas por un falso cura/obispo, salido de las cloacas del pastón y sus dominios.
Algo huele a podrido en el reino de Engañarquía. Diría Hamblet ante semejante esperpento religioforme. Que, por desgracia, es algo "natural". Lo mismo que El Palmar de Troya puesto en marcha por el tinglado del religionismo turulato en plan farándula total y ridículo estrambótico.
La iglesia católica debería plantearse qué ha hecho y hace, y qué no ha hecho ni hace, para que le surjan en la actualidad estos brotes más propios de las Cruzadas, de la Edad Media, del Renacimiento Inquisidor reycatoliquista, o del Barroco, por no hablar de la Prehistoria y los imperios sucesivos que la han embotellado hasta traerla al siglo XXI. Siguiendo las huellas de Jesús de Nazaret sería imposible llegar a esto y nada menos que en su nombre, para acabarlo de arreglar. O bien se desconoce totalmente la esencia de su mensaje o bien sólo les suenan las palabras, se han quedado con la ortografía y la fonética atascadas en los altares y cánticos repetidos en latín, pero, con tanto rito, no se han coscado de su semántica, o sea, de lo que esa Palabra tan predicada hasta la saturación como incomprendida, significa en la estructura humana, y así, durante siglos y siglos, se han acoplado a la repetición litúrgica, como calmante de inquietudes no expresables, como un sagrado colocón repetido que, al parecer, ayuda a serenar la inquietud producida por lo que no se puede entender ni integrar desde nosostr@s mism@s, si sólo se repiten las mismas palabras, como se cuentan ovejas para dormir mejor, y no caer en manos del insomnio; llegando a ese punto, sólo "dios", el concepto inventado por la mente humana para explicar lo que no entiende, sabe de qué va esto, aunque no nos lo quiera contar, ese abuelete manejantón con su triángulo y su ojo controlador de todo y de todos, para castigar los errores mucho más que para premiar sus aciertos, tiene y guarda celosamente, la llave del secreto, del misterio, de todo y de nada.
Si fuese tan sabio, seguramente, las cosas le irían mejor con sus criaturas, ¿qué le pasa para que andemos así, después de tantos milenios pasándolas canutas? Pues, no es tan difícil ni tortuoso descubrirlo: Es todo lo contrario de lo que nos han venido contando, -no por maldad ni retorcimiento, sino por ignorancia vestida de "sabiduría", que en realidad sólo es un barniz-, o sea, todo lo que Jesús y Shidarta trataron de explicarnos mucho más con sus vidas que con sus sermones. Eso que llaman "dios" no es un "señor" ni un "rey", es pura energía infinita por la cual vivimos y Somos, para cuya definición no hay conceptos disponibles, es incontrolable e inmanejable, como el océano sin límites del Ser que da lugar al nosotr@s, sus goticas de agua/luz/energía. Sólo cuando lo experimentamos sencillamente, sin rollos adjuntos, dentro de cad@ un@, despertando y quitando legañas, se abren las puertas cognitivas e integradoras de alma y conciencia.
Tengamos en cuenta que esto es una parábola, una explicación que no se puede tomar al pie de la letra, que es lo que hacen la religiones, por eso nos atan en vez de liberarnos, porque para ser libres hay que descubrir, no el misterio, sino la transparencia comunicadora de nuestra divinidad auténtica. Lo dice Jesús, "mirad los lirios del campo y las aves del cielo, nada les falta", no se comen el tarro, ya se encarga la Casa Total, de ir explicando lo necesario a cada instante, a cada paso, si estamos despiert@s y atent@s, -"no durmáis"- en sentido energético-espiritual; ahí, en el milagro natural de la vida sencilla a cada instante, están la escuela primaria y secundaria, el instituto y la universidad. La revelación constante, acerca de lo que necesitas, deseas, inventas, creas, o dejas a un lado...sin hacer daño a nadie ni a nada. Lo que necesitas de verdad, está contigo, lo que te sobra o te daña, desaparece por sí mismo, sin que tengas que hacer guerras ni montar conflictos con turbias consecuencias.
Según cuenta la historia, Tomás de Aquino tuvo esa experiencia, antes de morir: de repente despertó por dentro y "vió". Les dijo a sus compañeros que quemasen y rompiesen todo lo que había escrito como teólogo, porque sólo eran tonterías. No le hicieron caso, pensaron que había perdido la razón, y seguramente así fue, gracias al Amor Infinito, pues es el uso equivocado y absoluto de la razón como única directora general del Ser, lo que nos priva de toda nuestra capacidad integrativa cósmica, terrenal, material, mental, emocional, inteligente y completa...
En ese plan, cuando la gente busca siempre fuera, arriba, en lo invisible, en lo "mágico", desorientada por tanta palabra, tanta 'perfección' exigente, tan poca empatía, y tan poco sentido divino como humano, surgen las consecuencias inevitables en semejante plan: como por ejemplo, los obispos y las monjas del guiñol al ritmo del manipuling total. El verbo se hace carne y habita en y entre nosotr@s, justamente, para que desarrollemos la capacidad divina de nuestra humanidad, no para meterla en latas de conserva y mirarlas desde fuera en las estanterías de los altares.
Tiene sentido que eso ocurra cuando cualquier interés porque "el misterio" deje de serlo y se vuelva luz y claridad interna(nouménica, diría Kant) tanto como faro para el camino exterior (fenoménica,idem) y descubrir disfrutando la integración de las piezas del puzle divino y humano en la misma esencia. Sin juicios ni sentencias, ni castigos, ni más marginación. Así fueron y siguen siendo, las manifestaciones materiales, directas y sanísimas de Jesús, de Sidharta, de Mikao Usui, de Lao Tse, de Sun Tzu, Hildegar von Bingen, Juan de la Luz, Tere de Ávila, Rumi, Ibn Arabi, Gandhi, Luther King, Luis Espinal, Rutilio Grande, Oscar Romero y los mártires de El Salvador, o el mártir Juan Pablo I, o los hermanos Cardenal, o Pedro Arrupe, o los Franciscos de Asís y el actual Francisco de Argentina...o los hermanos jesuítas Antonio Alfonso, Bonet y José Luis...o Lanza del Vasto y las Comunidades del Arca, Sandalio y sus divinas y humanísimas ocurrencias o Juan Alfonso, María y Jacqueline con la peña de Foucault en el Cabanyal y en La Coma...Una lista imparable de desobedientes y 'herejes' maravillos@s, que, como Jesús de Nazaret, han conseguido y siguen en ello, mantener en pie la Casa de Tod@s, que no tiene ni necesita amos ni siervos "del Señor", porque ÉL/ELLA/ELLO, no necesita certificados de la propiedad ni inmatriculaciones eclasiásticas, que son un verdadero oximoron ente el Evangelio. Ni es poseedor de nada ni de nadie, sino creación infinita en la que como informó y entendió Heráclito de Éfeso, "panta rei", todo fluye, luz que no para y descansa, mientras engendra constantemente la Vida, la Luz y el Amor Infinito.
¿Qué tal, si en vez de excomulgar a las monjas perdidas de Belorado y al falso obispo, se les fuese a visitar sin avisarles, con una buena música, como la Primavera de Vivaldi, el Magníficat de Bach o Somos de Labordeta, o Un Canto a la Vida de Vanessa Martín, o Sólo el Amor de Silvio Rodríguez y/o el Amor sin Límites, de José Luis Perales con letra de Pablo de Tarso, acompañad@s con flores y macetas, abrazos endulzados con unos bizcochos caseros, macedonia de frutas y unas pancartas pidiendo perdón por no haberles ayudado antes al no tener noticias de su existencia y llamándoles hermanas y hermano respectivamente?
Creo que es lo que haría Jesús de Nazaret, en un caso así, en nuestro lugar y en nuestro ahora. Y si no quisieran abrirnos las puertas, pues les damos una bonita serenata y les dejamos en la puerta los regalos, y si no los quieren aceptar, pues que sean para la gente del pueblo, con todo el cariño, igual que para tod@s las de dentro que para l@s de afuera. Si esa Iglesia, de verdad es la Casa de Tod@s, eso debería ser lo más normal: ir a decirle a l@s hij@s pródig@s, que no están sol@s, ni abandonad@s a su suerte, porque su familia humana, igualmente hija pródiga en tantas cosas, también comparte la misma Casa con ell@s, porque la energía del Espíritu Santo es un constante Pentecostés repartido entre los hijos que vuelven a Casa en cada acción sana y consciente, personal y compartida, no sólo una devota y beata celebración anual...
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