La reestructuración de líneas, el rejuvenecimiento y la
búsqueda de la paridad en la plantilla, la compra de nuevos autobuses,
los nuevos bonos y la voluntad de que sea un transporte metropolitano
escenifican el cambio de rumbo que Grezzi quiere dar a la gestión
Moisés Pérez
- Valencia

Imagen de un autobús de la EMT
Fernando Mena
Cambio de dirección, 'volantazo' para ir en
otra dirección. Con la llegada al poder de la izquierda tras 24 años de
gobierno del PP, el nuevo ejecutivo local quiere aplicar otra concepción
a la movilidad. La apuesta por la bicicleta, el ir a pie o el
transporte público es clara. Y en ese proyecto, la EMT juega un papel
fundamental.
De hecho, desde la concejalía de
Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi (Compromís) ya se han
realizado los primeros pasos para cambiar el rumbo de la EMT. La
creación de un bono social con el que las familias desfavorecidas y las
que se encuentran sin trabajo puedan viajar prácticamente gratis todo el
año ha sido la medida inicial más destacada.
Sin embargo, el giro es más profundo. Se plantea una
reestructuración de la líneas del autobús municipal. Pese a que no se
tienen definidas las nuevas líneas aún, desde la concejalía sí que
explican el nuevo modelo que van aplicar. “Tenemos las mismas líneas que
hace 30 años, con algunos retoques. Y la ciudad ha crecido mucho. Es
necesario cambiar el diseño, huyendo de la concepción radial que impera
ahora”, apunta Grezzi. Acabar con que todas las líneas arranquen o
tengan su destino en el centro de la ciudad es la prioridad.
“Apostamos por una concepción capilar, donde las líneas para ir de un
barrio a otro no sean tan largas como ahora, y que no pasen
necesariamente por el centro”, indica Grezzi. El concejal quiere aplicar
un modelo de trayectos más cortos, entre barrio y barrio, sin que la
mayoría de las líneas tengan que pasar por el centro, con el objetivo de
vertebrar la ciudad. Así, los trayectos serían más rápidos y se
potenciaría el intercambio entre diferentes modalidades de transporte y
líneas. “Se trata de que el modelo sea más eficiente. Nuestra concepción
es octogonal. Similar a la que existe en Vitoria”, defiende. Además,
dentro de los márgenes presupuestarios, se quiere ampliar el servicio de
la EMT en las pedanías.
Aparte de esa concepción no
radial del transporte en la ciudad, también se va a mirar hacía el área
metropolitana. Para eso, el Ayuntamiento de Valencia junto con los
municipios aledaños ya están estudiando como recuperar las líneas
metropolitanas que la exalcaldesa Rita Barberá suprimió. De ahí que
cobre importancia la creación de la Autoridad Única de Transporte para
el área de Valencia, con la que se pretende acceder a la financiación
del contrato-programa que otorga el Estado, y así poner en marcha el
proyecto metropolitano de transporte.
No obstante,
para cambiar el modelo de transporte de la EMT se precisa de una
renovación de los autobuses y de una ampliación de la plantilla. Y para
eso, el Ayuntamiento comprará 40 nuevos autobuses en 2016. La intención
es reducir la edad media de los autobuses que en Valencia es de 12 años,
por los ocho que tiene los de Madrid o Barcelona.
Asimismo, se contratará 40 nuevos conductores, que han entrado en la
última bolsa de trabajo. “El proceso ha sido escrupuloso y
transparente”, defiende Grezzi, ante las sospechas de los procesos
anteriores. También se hará un nuevo proceso para contratar a
conductores menores de 35 años y a más mujeres. “Queremos cumplir con el
plan de igualdad y rejuvenecer la plantilla. El porcentaje de mujeres
del total de la plantilla no llega al 5% y el de conductores menores de
35 años no alcanza el 6%”, afirma.
Un cambio de
dirección que acarreará un incremento del gasto. Y todo, en una entidad
con una deuda importante y que había padecido un recorte en el
presupuesto durante los últimos años. Para ahorrar, el tripartito quiere
revertir las externalizaciones. Aseguran que al realizar el
mantenimiento con operarios de la EMT, se reducen los costes. “Antes las
reparaciones escapaban al control público”, censura.
Dentro de ese plan de revertir concesiones, el nuevo gobierno local
quiere que la concesión de Metrovital vuelva a manos municipales. Y para
eso, negocia con la conselleria. “Lo que no puede ser es que el billete
al estar fuera del sistema de tarifas de la EMT sea más caro”, critica.
“Tiene toda la pinta que la concesión fue para que los amigos del PP
hicieran negocio”, denuncia. Pero, no solo se quiere revisar esta línea
que pasa por la ciudad. Sino todas las que dependen de conselleria y
tienen incidencia directa en Valencia. “Queremos analizarlas. Y
adaptarlas a nuestro modelo de movilidad, pero realizando un proceso
participativo, contando con los vecinos”. La EMT pega un 'volantazo',
cambia de rumbo.
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