La música que nació de la basura

La música aparece en los
lugares más insospechados y, a veces, las melodías consiguen salvar
vidas. Hace unos años del vertedero más grande de la capital de
Paraguay, Asunción, surgió la música. Fabio Chávez, técnico
medioambiental, llevó la ilusión a los jóvenes de este barrio marginal
sacándola de la basura.
“Basura” que estos chicos transformaron en instrumentos musicales y que los llevó a convertirse en la Orquesta de instrumentos reciclados de Cateura,
Paraguay. Tras aprender a construir objetos que crearan melodías han
dado conciertos en una treintena de países haciendo sonar su mensaje de
superación y de cuidado del medio ambiente.
"El mundo nos manda basura y nosotros le devolvemos la
música”, es su lema inspirador que resuena en violines, violas, cellos,
contrabajos, guitarras, flautas, saxofones, trompetas, trombones e
instrumentos de percusión, construidos con residuos, que han acompañado a
muchos artistas como la banda de rock Metallica.

Inspirándose en esta potente iniciativa, Ecoembes puso en marcha en 2014, por primera vez en España, La Música del Reciclaje.
Este proyecto -hermanado con la singular orquesta paraguaya- tiene como
objetivo ofrecer formación musical a menores en riesgo de exclusión
social, educándoles en valores y favoreciendo su crecimiento personal.
Reciclar al ritmo de la imaginación
“Lo más difícil de fabricar un instrumento con material reciclado es partir de cero”, cuenta Fernando Solar. Este luthier
le ha dado a la imaginación para crear violines, maracas y contrabajos
junto a unas 80 chicos de los centros madrileños, Colegio Público Núñez
de Arenas, de Vallecas y la residencia materno-infantil Villa Paz, de
Pozuelo de Alarcón-.
“Unir música y reciclaje es ir a la raíz de la música”, cuenta Víctor Gil, director musical de La Música del Reciclaje,
proyecto que apuesta por la educación, el reciclaje y por dar una
segunda oportunidad a chicos que están en riesgo de exclusión social.

Además de aprender a fabricar instrumentos a partir de
materiales reciclados los jóvenes de estos centros seleccionados, han
aprendido a tocarlos con la ayuda de un grupo de profesores dirigido por
Mercedes Gómez, directora pedagógica, y formado por Raúl Sánchez, Pedro
Esparza, Jorge González, María Arranz y Alberto García.
Y al ritmo marcado por originales instrumentos de viento, cuerda y
percusión han aprendido la importancia del reciclaje, del trabajo en
equipo y del poder de la música para contagiar alegría. ¡Que no pare la
música!
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