
El chiste del 26J viene a contarse tal que así:
Se abre el telón y aparece un candidato dirigiéndose a los votantes:
“Sepan que yo me reuní con todos los grupos, redacté documentos de
propuestas, me leí las de otros, firmé un acuerdo, acepté el encargo del
rey, activé el reloj institucional, rellené dos días de debate de
investidura, aguanté desplantes y hasta consulté a la militancia. No he
parado, vaya, y además…”
De pronto aparece otro candidato y, sin dejar que el
primero acabe, le quita el micrófono: “Yo también consulte a la
militancia, y votaron muchos más que en la suya. Y no solo me reuní con
todos los grupos, redacté documentos de propuestas y me leí las de
otros; además propuse la vía 161…” “¡Y yo la vía 199!”, interrumpe el
primero, pero tras un forcejeo por el micrófono, le deja seguir:
“También dialogué con los nacionalistas, di vidilla al debate de
investidura, me ofrecí de supervicepresidente y luego tuve la
generosidad de renunciar a la supervicepresidencia. Me he dejado la piel
para…”
Salta al escenario un tercero, que se hace
con el micrófono y levanta la voz: “Yo además de reunirme con todos los
grupos, redactar documentos y leerme los de otros, firmar un pacto y dar
sensatez al debate de investidura, he tendido manos a derecha e
izquierda, he propuesto un gran pacto de Estado, he citado mucho a
Suárez y la Transición, y por si fuera poco, en el último momento
propuse que todos nos sacrificásemos por un presidente independiente.
¿Qué me decís a eso, eh?”
“Lo del independiente ya lo
propusimos nosotros antes, listillo”, interrumpe el segundo candidato,
“lo dijimos nada más cerrarse las urnas”. “Ya, un independiente de los
vuestros, no cuela…” “No, si te parece, un tecnócrata del Ibex 35…” El
primero se une a la discusión, y mientras los tres hablan a la vez de
gobiernos del cambio, progresistas y de transición, aparece un cuarto
candidato: “Yo propuse desde el principio una gran coalición, y hasta escribí un tuit en la última semana, ya que no me cogían el teléfono.”
Se baja el telón. ¿Cómo se llama la campaña? En efecto: “Yo no he
sido”. El primero que lo use como eslogan en la cartelería electoral, se
apunta un tanto: yo no he sido, yo no tengo la culpa de que tengáis que
votar otra vez, yo he hecho todo lo posible por tener gobierno, son los
demás los que han bloqueado…
Aun quedan unos días en
los que pueden proponer soluciones “imaginativas”, para que sigamos
pensando que lo han intentado por tierra, mar y aire. Tras el
desesperado presidente “independiente” de
Rivera, puede venir una presidencia colegiada, un gobierno rotatorio,
un sorteo, una moneda a cara o cruz, el orden alfabético, carrera de
sacos.
Pues siento decirles, estimados candidatos,
que lo hecho por unos y otros se va a valorar según el resultado. Si al
final hubiera un gobierno de ultimísima hora, lo recibiríamos como
resultado lógico de tanta insistencia, generosidad y desvelo: ha
costado, pero lo hemos conseguido. Por el contrario, si acabamos
volviendo a las urnas, todo lo anterior, incluidos los esfuerzos
sinceros, habrá parecido teatro, coartada, cálculo, juego de la culpa; y
les echaremos en cara el fracaso. A todos.
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Buenísimo el chiste, Isaac. Y real como la vida misma. Por desgracia. Esperemos que les dé un repente inspirador, un ataque de responsabilidad por encima de los egos mangoneantes y le den sentido a toda esa parafernalia dicharachera por la que dicen haberse esforzado como paladines del diálogo.Ains!
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