El pasado día 14 de diciembre se publicaron las nominaciones a los
premios Goya. Como cada año la atención se centró en aquellas películas
con más candidaturas y presencia en los premios considerados más
importantes. Hoy, sin embargo, quiero destacar a una candidata menos
conocida. El documental Chicas Nuevas 24h nos habla de una de
las más terribles manifestaciones de la pobreza y la desigualdad que
existen: La trata de personas; y más concretamente, la trata de las
mujeres y niñas que la sufren.
Beatriz Pozo, voluntaria en el equipo de comunicación de Oxfam Intermón
- @bea_pozo

Chicas nuevas 24 horas
Imagen del documental proyecto Chicas nuevas 24 horas
Su directora, Mabel Lozano, se fue a Sudamérica para
contarnos las historias de cuatro mujeres y niñas que fueron víctimas
de la trata. A una de ellas, sin embargo, la encontró aquí, en España.
Se llama Sofía, es paraguaya y tiene 17 años. Vino porque su tía le
prometió un trabajo bien pagado que le permitiría enviar a casa el
dinero que tanto necesitaba. Al llegar, sin embargo, se encontró un
sótano que le serviría como prisión hasta que cumpliera los 18 y
empezara a ejercer como prostituta. Sofía logró escapar antes de que
llegara ese día. Sin embargo, hoy no puede volver a su país, por la
deuda que contrajo al venir aquí y por el miedo a represalias.
Si hay algo que tienen en común las cuatro chicas que protagonizan el documental es la pobreza.
Una precariedad que las conduce a buscar una vida mejor y que las hace
especialmente vulnerables a aquellos que, en un principio, vienen
ofreciendo eso con lo que llevan tanto tiempo soñando: un trabajo bien
pagado en un lugar mejor. De la pobreza se alimentan estos traficantes
de personas del siglo XXI, que buscan sus víctimas en las comunidades
más vulnerables, y se aprovechan de su desesperación para engañarlas. Se
dirigen, además, especialmente a las mujeres y niñas, las más
vulnerables entre los vulnerables y que constituyen un 70% de las víctimas de trata. El 79% de las víctimas lo son con fines de explotación sexual.
Después estas chicas, como le pasó a Sofía, son enviadas
a países o regiones más ricas. Allí, la pobreza en la que nacieron, el
lado malo de la desigualdad en el que les tocó vivir, se transforma en
falta total de libertad y de derechos, en esclavitud. Todo ello para
beneficio de aquellos que nacieron más privilegiados.
El documental comienza con una mujer dando una especie de conferencia
para emprendedores y hablando de la trata como el negocio perfecto, con
bajos costes y altos beneficios. Son las mujeres las que corren con
todos los gastos. Es su deuda y ellas deben trabajar para pagarla.
El resultado es un negocio que mueve al año 32000 millones de dólares.
Eso sí, con el pequeño inconveniente de que es a costa de esclavizar a
miles de mujeres y de quitarles la infancia a otras tantas niñas, como
Yandy, otra de las protagonistas del documental, peruana de tan solo 15
años. Una víctima que lo ha perdido todo, su casa, su familia, su vida; y
de la que ahora nadie quiere hacerse cargo.
España es el tercer país consumidor de prostitución, detrás de Tailandia y Puerto Rico.
Lo que denuncia Mabel Lozano en Chicas Nuevas 24h no es algo lejano,
que ocurra en países del Tercer Mundo y que no nos afecte. Según datos
de la asociación Apramp el
80% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de la
trata. Por mucho que nos extrañe y que nos parezca que somos más
civilizados, no hemos avanzado tanto. La esclavitud sigue existiendo en España. Según Save the Children en nuestro país hay entre 40.000 y 50.000 mujeres y niñas víctimas de la trata.
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