En tiempos tan revueltos como los de este presente repetidor autómata de ceremoniales pasados -sin futuros desconcertantes y aún inexistentes, precisamente porque en el presente no hay lugar para futuros, que dependen totalmente y son el resultado de lo que hagamos en el ahora, donde es tan imprescindible como urgente revisar los caminos que ya hemos recorrido tantas veces a lo largo de la historia y que a base de repetirlos como mantras mecánicos y autómatas, cambiando sólo de trajes y vestimentas, pero todos ellos realizados con la misma tela, los mismos patrones y en los mismos talleres de costura-, no podemos seguir repitiendo siglo a siglo, milenos a milenio, como loros los mismos patrones conductuales, siguiendo las mismas vías férreas de la inercia repetidora y en los mismos trenes que nos han traído hasta aquí.
Hay un verdadero mogollón de síntomas y síndromes que nos está avisando con la urgencia in crescendo del CAMBIO, del salto cuántico, cada vez más urgente, si es que queremos que nuestra especie siga en pie en un mundo sano y lo más vivo posible para todas y todos, sin excepciones. Los síntomas del problemón son cruciales, y de una urgencia inaplazable.
El Planeta se nos ha quedado pequeño. La humanidad hasta ahora, ha sido incapaz de tomar conciencia colectiva y verdadera de su estado ni de sus posibilidades energéticas, sin comprender que nada está desconectado del gran SER, que todo lo que pensamos, deseamos, decimos y hacemos es energía conectiva puesta en marcha según el estado esencial de cada ser humano , que ayuda o destroza -según se elija el modo de entender y realizar- al resto de la creación evolutiva en la que estamos tod@s implicad@s aunque no lo percibamos de momento.
Tal vez porque a lo largo de la historia nuestra especie se ha venido dedicando a convertir las anécdotas del Ego en el único fundamento importante de su propio existir, todavía muy lejos de llegar a SER, precisamente porque el ego en el que se basa el existir, es asumido por la des-humanidad como el fundamento de la propia vida sólo material, instintiva, racional y emocional, pero en las antípodas de la verdadera inteligencia, que es la base sin fronteras del SENTIMIENTO que nace del alma y de la conciencia, con las que el espíritu que todo lo crea, o asume, lo transforma y lo mantiene, y de cuya esencia somos también arte y parte, nos facilita el acceso al NOSOTR@S. ¿La metáfora que más se acerca a ese mogollón?, el Océano Infinito del Amor y nosotr@s, tod@s, sin exclusiones, sus gotitas de agua...¡Un@ por Un@!
Ese camino inmaterial pero pleno, sólo se puede descubrir DESDE DENTRO de sí mism@s, y desde la experiencia de lo que Kant llamó noumeno y que la peña religiosa desde el inicio de la historia, viene llamando dioses o Dios, creadores y mantenedores imaginarios de lo que Kant llamó fenómeno, es decir: herramientas visibles y palpables para mantener la vida material en marcha, una vida exterior que sin el noumeno constantemente creador, nunca podría existir y mucho menos, SER.
La humanidad ya ha superado la edad de su maduración temporal sin cambiar esencialmente su adolescencia y juventud incapaz de ser adulta; por más años que se vivan, lo que significa conservar la inocencia ética de la infancia para transformar la adultez en plenitud, sin perder la frescura, la creatividad, la apertura y la flexibilidad de l@s niñ@s. Y de ese modo convertir la vida en el mejor taller y factoría del Bien Común. Que sencillamente, y según el mensaje de Jesús, el carpinterito de Nazaret, es fabricar entre tod@s "el reino de los cielos en la Tierra". Las Bienaventuranzas convertidas en la respiración de cada momento. No en plan religioso/reatador, ni ideológico ni aferrado a "lo de siempre", que las tradiciones repetitivas y cegatas, tratan de identificar con "lo eterno" que todo lo controle y lo utilice como herramienta de poderes varios y forzosos para convertirse en ganado ovejil, que, por supuesto lo único que necesita son "pastores" que los eduquen, los cuiden y los lleven a pastar, para poder aprovechar sus lanas y luego poder venderlos o comérselos...
No fue esa la realidad que Jesús quiso mostrarnos con la metáfora de ovejas y pastores, entendida del revés y al pie dela letra, pues lo único que pretendía con ella era identificar la actitud de un ser consciente y cuidador para con animalitos que aún carecen de conciencia y necesitan que los cuiden y los enseñen a cuidarse entre todos y a dejar atrás el concepto ovejil, para convertirse en verdaderamente HUMAN@S. Y que el pastoreo se convierta en conciencia redentora, elevada y compartida. Así de fácil.
Pero, claro, la peña humana no lo acabó de entender, y por ello, terminó manoseando la buena noticia con un equívoco total, que remató la jugada aceptando que el emperador Constantino en su Edicto de Milán, año 313, manipulase y convirtiese esa Buena Noticia en un cargo político para el jefe temporal de los cristianos, como lo fue en el imperio romano el Pontifex y aún lo es el Pontificado actual, con su Vaticano y su Guardia Suiza. ¿Alguien se puede imaginar a Jesús metido en semejante esperpento, siendo el jefazo-cómplice del mismo Imperio que crucificaba y liquidaba todo lo que le pudiera molestar? ¿Cómo podría Jesús aparecerse a Constantino en un sueño para decirle, que si usaba la cruz en la batalla para vencer al enemigo, con ese signo, vencería? Al parecer los cuatro siglos de distancia entre el Calvario y Constantino borraron la esencia del propio Evangelio, para que los seguidores de Jesús aceptasen esa "normalidad" que los convertía en cómplices de la misma energía que crucificó a Jesús y martirizó a sus primeros seguidores. Y a lo largo de veinte siglos, ha seguido en el mismo plan. Cruzadas. Órdenses militares en la Iglesia Católica, Santa(¡!) Inquisición, Guerras de Religión entre "creyentes", en ese "dios" a imagen y semejanza de sus adoradores y rezadores. En fin...
Con esa artimaña ovejera y pastoril, el pastoreo de la parábola evangélica, el imperio de siempre, se apoderó del mensaje y del ejemplo de Jesús hablando de la compasión y el cariño del pastoreo, para convertirlo en un baile de disfraces con el que sostener al Imperio que el mismo Constantino temía perder con los valores cristianos que ya asumían y practicaba gran parte de la sociedad romana, tanto en Italia como en el resto del Imperio, donde los mártires seguidores del Evangelio, habían batido el record y el propio Imperio, cuanto más los perseguía más era abandonado religiosamente por sus habitantes.
Si la Iglesia Católica pretende ser de verdad lo que imagina y dice que es, tiene que dar un giro copernicano ya mismo. Tiene que despertarse, como la Bella Durmiente tras dos milenos de pesadilla y comprobar que no hay ovejas ni pastores, que ese ejemplo era metafórico solamente. Hay seres humanos que necesitan urgentemente sacar de su interior y repartir en este mundo el Reino de los Cielos en la Tierra y en todo el Universo y hacerlo sólo por amor sano e inagotable. Sobra el Vaticano. Sobran cargos de poder para elegir responsables, que debería elegir la Comunidad que vive y practica los valores vitales y constructivos de Jesús. El Vaticano debe convertirse en un centro de acogida para los más pobres y necesitados, las obras de arte que posee pueden venderse a los grandes países y con ese dinero acabar con la pobreza y con las necesidades más urgentes de los olvidados, necesitados, crear puestos de trabajo para que todos los que lo intenten puedan salir adelante,acabar con el monopolio machista de un clero que no admite mujeres en su caciquismo inexplicable en el propio Jesús, que admitía mujeres en su equipo como Magdalena, Marta y María y seguramente muchas más que el machismo tan histórico como histérico, ha olvidado incluir en el pack, del apostolado. No se trata de machismo ni de feminismo, se trata de sorofraternidad universal, simplemente, como derecho humano fundamental de las hijas e hijos de la misma familia cósmica, en la que nunca hay "elegid@s" por su PADREMADRE INFINIT@. Nada de "dios", como gran manipulador plenipotenciario de todo lo que manda, maneja, manipula premia y castiga con los mismos modales y poderíos de un Trump, de un Netanyahu, de un Zelensky, un Putin o un Milei...un Abascal, un Mazon o un Feijòo, o cualquier socialista o podemita, que sólo quiera mangonear y usar su "ideología" para hacer carrera, ocupar escaños y vivir del cuento, aunque eso suponga que los resultados SIEMPRE los pague el pueblo...
Un mundo como éste no podría haber sido posible si el Evangelio de Jesús y de la Gran Familia tan Divina como Humana, hubiese podido superar las trampas del ego religioso y más perdido que la memoria de los "creyentes", que dicen creer en religiones y en un "dios" omnipotente a su manera, mientras practican todo lo contrario de lo que predican y dicen creer.
Menos teatro y más realidad. Menos espectáculo, menos devociones religadoras y más Amor Infinito comprometido y experimentable en el día a día de cada ser humano. Menos ovejas y pastores y más espíritu, almas y conciencias despiertas y activas. Que la mejor parábola sea cada acto,cada pensamiento y cada paso dado hacia lo mejor y más sano para un@ mism@ como para Todo el Nosotr@s tan humano como divino, que es el tejido imprescindible para la esencia de lo más grande alimentada por la esencia infinita y angélica de l@s más pequeñ@s.
¡Amén y Aleluya!
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