domingo, 11 de mayo de 2025

Seguimos compartiendo reflexiones que nos ayuden a salir del laberinto involutivo. Aquí os dejo las chispas que percibo flotando entre lo que hacemos o no hacemos y lo que SOMOS o no somos en el camino del ego hacia el NOSOTR@S, de la tiniebla a la luz, del quejido constante a la alegría, del juicio y la condena a la empatía, de la incapacidad para escucharnos y entendernos social, política y religiosamente, hacia un 15M universal, donde todos y todas nos podamos reconocer como notas de la misma partitura infinita del Amor, del mismo taller y la misma fábrica del Bien Común = el reino de los cielos en la Tierra. Una tarea ya imprescindible para la supervivencia de nuestra especie y de la Naturaleza, una tarea nada utópica ni retórica, sino un salto cuántico mediante el curro individual y comunitario de urgente y decisiva realización diaria, comenzando en la pequeñez personal para cooperar en el cambio del mogollón social y comunitario...Y no esperemos que ese cambio "lo haga dios a base de milagros"; ÉL/ELLA, PADRE/MADRE, Origen y Destino, es la energía completa que llevamos dentro, no el empresario lejano que nos cobra rezos y adoraciones, altares, inciensos y procesiones, para hacer a base de milagros, todo lo que es nuestro trabajo y nuestra responsabilidad en el camino de regreso a la Casa Infinita...Nosotr@s somos el milagro que puede hacer el cambio o el antimilagro que puede dejar la Creación hecha un basurero genocida,a base de guerras y contaminación constantes, si no despertamos YA MISMO...Ains!!!!

 

Repasemos individualmente las herramientas que tenemos para realizar esa tarea de rescate global, personal y social. 

1) Tomar conciencia de nosotr@s mism@s, para poder descubrir e integrarnos con las diversas conciencias de nuestra familia humana, hasta fundirnos paso a paso y sin prisas, en una conciencia colectiva sorofraterna. Para eso necesitamos descubrir en primer lugar la conciencia propia, que nada tiene que ver con el ego y sus patologías, sólo dependientes de lo más primario, instintivo, anticonsciente  y antievolutivo, que brota de la mezcla inevitable al nacer en este plano de la existencia, entre lo animal y lo primariamente 'humano'. Esa tendencia que nos lleva a la comparación constante entre un@s y otr@s, a la rivalidad, a los celos, a los complejos de mucho y de poco, de más y de menos, al "y tú más" de las políticas tóxicas y demoledoras, a la miseria paralizante de las obsesiones, de los "credos" inmutables, de las fijaciones despectivas hacia lo que se considera inferior en tantos aspectos que acaban convirtiendo en patología personal y social todo aquello que se considera intocable, "santo", "poderoso" y "sagrado". Como en las religiones tipo bíblico (¡que no evangélico!), que prohíben coger espigas para comer cuando es sábado...su día sagrado...O condenan al infierno si no se va a misa los domingos, como en el caso cristiano...O si se ignora el ramadán mahometano. Mientras todos ellos siguen defendiendo la violencia y las guerras como un "derecho humano"(¿?), sin haber llegado a comprender que el verdadero derecho humano es acercarse los unos a los otros para crear y compartir la paz  la mútua comprensión , como esencia fundamental de la propia vida. En fin, que nuestra especie necesita hacer una limpieza general y evolutiva, para lograr salir viva del pozo negro que se ha ido tomando como modelo histórico. Una buena práctica puede ser el yoga como camino y constante apendizaje acerca de sí mismos, un modo sano y muy eficaz para entrar en el territorio íntimo y autoconsciente del noúmeno que nos dijo Kant

2) Una herramienta básica es aprender a conectar con el "adentro" humano, en el noúmeno. Un término griego que significa "inteligencia que permite el conocimiento de las cosas" y también, de sí mismos. Opuesto al fenómeno, otro término y concepto griego, también aportado por Kant, que significa la realización espontánea y materializada de lo imprevisto, de lo que no depende de conocerlo o no previamente para que suceda. La sorpresa del día a día, con la que el noúmeno debe emplear su energía inmaterial, pero imprescindible para descubrir, convivir y trabajar con la energía del fenómeno. Sólo desarrollando personalmente esa clarificadora percepción, el ser humano puede lograr crecer y avanzar sin destrozarse a sí mismo ni a los demás, ignorando el Todo que le rodea y le sostiene vitalmente. Aunque el religionismo de la época acusó a Kant de ateo, en realidad, nada en esa percepción kantiana niega que haya Dios o no. Superar conceptos antiguos para explicar la creación constante no significa negar la potencia creadora ni la existencia de la energía infinita, sino ampliar el horizonte religioso -que en  latín, 'ata dos veces', no lo olvidemos- y entrar en un nuevo ciclo evolutivo, "en el nuevo cielo y la nueva tierra" que anuncia el Apocalipsis, ni más ni menos, como así entendió y nos dejó escrito el hermano Pierre Teilhard de Chardin. Pero no olvidemos que para la religión católica más cerrada el propio concepto evolución, era y es una escandalosa herejía, por lo tanto una actitud y un término inaceptables para quienes creen literalmente sólo lo que la tradición milenaria les ha predicado a través de los siglos. Algo así como si en siglo XXI, la gente condenase y prohibiese mirar las pinturas de los museos porque no son pinturas rupestres en las cavernas. 

3) Considerar que se pueda ignorar y echar a un lado a una potencia creadora de todo un habitat insondable, infinito, sin límites conocidos e incalculables, basados en el Amor total como fundamento, tal y como lo disfrutaron Lao Tse, Buda, Jesús, Rumi y los sufis, Gandhi, Mandela, Francisco de Asís, Teresa de Ávila, Juan de la cruz/Luz, Teresa de Calcuta, Fray Luis de León, Mikao Usui, Ernesto Cardenal, Juan XIII, Juan Pablo I, Francisco Jorge Bergoglio, Pierre Teilhard de Chardin, Pedro Arrupe, Leonardo Boff, Pedro Casaldáliga, Pedro Miguel Lamet, José Luis, el Hermano Alfonso, Adela Cortina, Mª Jesús y Miguel Ángel, Eladio, Carmelo y Alberto, Josep y Petrina, Las Fractales, Juan Bosch, Pili López, Juan Alfonso, Rafa, Simona, Gabriela, Florencia y su familia...En fin, una lista interminable de testimonios vitales que confirman, sin lugar a dudas, lo que Jesús nos comunicó y nos comunica constantemente sin poner vallas al campo, ni considerar a nadie hereje, ateo, malvado, pecador, prostituto, ni "mala gente", como manifestación directa de esa energía a la que llamaba "Papaíto", Abba. A la que la palabra y concepto  "dios" no le llega ni queriendo. Se queda cortísima.

4) Cuando mandamientos y preceptos se nos han quedado en el baúl de los recuerdos y de los olvidos derivados, y ya el tradicional  religare se convierte en un túnel sin salida, no sólo nos queda la palabra como dice el poeta. También, sobre todo, nos queda la Ética, como obra derivada y evolutiva del mensaje que nos envía sin parar el Amor Infinito. Ese concepto griego significaba en la antigüedad "costumbre", "comportamiento", "hábito conductual", pero Aristóteles, -otro despierto que no tiene edad, y por ello nunca 'pasa de moda', como sucede con todas y todos los que no se pierden por el camino-, le añadió un contenido profundo que lo relaciona acertada y sencillamente, for ever and ever, con el valor despierto e inteligente que le añade la energía de la conciencia. Ética es, gracias a Aristóteles, no sólo una especialidad de la filosofía, sino sobre todo el contenido profundo, lleno de sentido individual y colectivo de los comportamientos humanos, imprescindible para que se pueda convivir con lo mejor de nosotros mismos y de nuestr@s herman@s de especie. Un mundo sin Ética es el caos, es un infierno. Ya lo estamos comprobando, en todo el Planeta. La Ética es la coherencia personal y social, la capacidad para discernir la relación profunda e inseparable que une las causas mentales y conductuales, con los efectos. Que no engaña jamás porque su base fundamental no es el relato ni el cuento, sino la acción y su intencionalidad tanto verdadera como falsa. No es la crítica y la agresividad de las denuncias, sino la evidencia  pacífica, voluntaria e inofensiva de los hechos y sus derivados. La capacidad ni furiosa ni manipulada, para reconocer los propios errores como se reconocen los ajenos, sin caer en la tentación del juicio ni de la condena, porque ni el uno ni la otra tienen la capacidad para ayudar al cambio y a la mejora de las conductas humanas, públicas y privadas. La Ética es como el diagnóstico de un buen médico, que cuando descubre la enfermedad no desea herir ni ofender al enfermo para que empeore, sino curarle y sanarle de su padecimiento, que además es contagioso, pues infecta con su actitud y sus salpicaduras a su bola, a la salud de la propia comunidad que tod@s formamos, nos guste o no. Todo está conectado.

5) La Ética nos proporciona, además, un equipaje humano muy necesario e imprescindible que abarca, por supuesto,  la compasión, la empatía, los sentimientos por encima del primitivismo mecánico y emocional. Sin ella, también las religiones, los estados, las instituciones y las leyes, el arte y la cultura  se corrompen y dan lugar a barbaridades como las guerras ideológicas que acaban siendo tan crueles como las militares, económicas, financieras, egocéntricas, religiosas y sociales. El imperio del ego es el fin del mundo, sin la menor duda. Ni más ni menos. 

6) Aún estamos a tiempo para dar el salto cuántico. No olvidemos al premio Nobel Ilya Prigogine y sus investigaciones sobre el tema. Si la fe religiosa ayuda a sus fans, sin excluir a nadie que no la comparta, adelante. Esa y no otra es la voluntad de nuestro PADRE/MADRE/ORIGEN/Y/DESTINO.

7) Que el caos del momento no nos confunda ni nos impida ver la Realidad, querida Familia Terrestre. 

¡Un gran abrazo sin fronteras de ninguna clase!

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