Contagio emocional en personas mayores

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La resiliencia psicológica se ha descrito como la capacidad de adaptarse y mantener la salud psicológica frente a la adversidad a lo largo de la vida.
Lo más importante es que la resiliencia ocurre solo en presencia de la adversidad, descrita como la presencia de eventos estresantes. Aunque el estrés forma parte de la vida, tanto el estrés de la vida diaria como los eventos estresantes importantes (por ejemplo, eventos agudos como la pérdida de un ser querido o un evento crónico como el cuidado) son factores de riesgo importantes para la psicopatología a lo largo de la vida. Ante la adversidad, la resiliencia psicológica equivale a mantener la salud mental o a no sucumbir a un estado de angustia. El malestar psicológico, dependiente de la falta de resiliencia psicológica, se define como un trastorno emocional que afecta al funcionamiento de la persona que lo experimenta. Esta afección se caracteriza en gran medida por síntomas leves a graves de depresión y ansiedad, como tristeza, pérdida de interés y sentimientos de tensión. En la edad adulta, la resiliencia se relaciona con la prevalencia y las consecuencias del malestar psicológico, así como con los cambios en la respuesta fisiológica al estrés cuando se expone a la adversidad.
Las herramientas para ayudar a manejar la sensibilidad emocional podrían mejorar la resiliencia y reducir la angustia psicológica
Los estudios han demostrado que los adultos mayores que experimentan síntomas de ansiedad y depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares diabetes, deterioro cognitivo e incluso mortalidad prematura. También son más propensos a tener problemas de salud mental y limitaciones funcionales, así como a referir una menor calidad de vida.
Los individuos pueden experimentar factores estresantes en situaciones interpersonales que desencadenan una respuesta fisiológica automática al estrés. El contagio del estrés tiene sus raíces en el fenómeno del contagio emocional, que puede definirse como "la tendencia a imitar y sincronizar automáticamente las expresiones faciales, vocalizaciones, posturas y movimientos con los de otra persona y, en consecuencia, a converger emocionalmente". La resonancia fisiológica es uno de los principales mecanismos implicados. El contagio emocional es un problema emergente en la resiliencia al estrés porque afecta la capacidad de regular las emociones frente al estrés social. Desde la perspectiva de las diferencias de personalidad, algunos individuos pueden ser más propensos a captar las emociones de los demás. Esta vulnerabilidad al contagio emocional ha sido conceptualizada como una disposición similar a un rasgo.
Se sabe que la vulnerabilidad al contagio emocional está influenciada por una variedad de factores, los más estudiados de los cuales son la cercanía de la relación, y niveles más altos de empatía. Cuando se produce un contagio emocional, los individuos no necesitan conocer la fuente del estado compartido y realmente experimentarlo como propio. Por el contrario, la empatía es un proceso de inferir conscientemente el estado afectivo de otra persona, lo que permite el reconocimiento de que la otra persona es la fuente de ese estado afectivo, no uno mismo. La empatía está estrechamente relacionada con el contagio emocional, pero se puede dividir en dominios cognitivos versus afectivos. El dominio cognitivo refleja la tendencia a adoptar espontáneamente el punto de vista psicológico de los demás. Los aspectos afectivos de la empatía incluyen sentimientos de simpatía y preocupación por otros desafortunados, y sentimientos de incomodidad cuando se enfrentan a situaciones interpersonales intensas. En comparación con la empatía cognitiva, la empatía emocional podría facilitar el contagio emocional y dar lugar a un reflejo más vigoroso de los estados de los demás.
La vulnerabilidad al contagio emocional está influenciada por una variedad de factores, los más estudiados de los cuales son la cercanía de la relación, y niveles más altos de empatía
Un estudio reciente revela que las personas mayores, que son más susceptibles al "contagio emocional" (sentir las emociones de los demás), son significativamente más propensas a experimentar ansiedad o depresión. Los investigadores descubrieron que la sensibilidad emocional, cuando no se controla, podría aumentar el riesgo de angustia psicológica en las personas mayores hasta diez veces. El contagio emocional, a menudo desencadenado inconscientemente, ayuda a fomentar la empatía, pero puede poner a prueba la salud mental en los entornos de vida comunitaria.
Este estudio sugiere que comprender el contagio emocional puede ayudar a desarrollar sistemas de apoyo para las personas mayores. Las herramientas para ayudar a manejar la sensibilidad emocional podrían mejorar la resiliencia y reducir la angustia psicológica. Abordar estos riesgos emocionales puede mejorar la calidad de vida de las personas mayores en entornos sociales.
Datos clave del estudio:
- Mayor riesgo: Las personas mayores altamente sensibles emocionalmente tienen entre 8,5 y 10 veces más probabilidades de experimentar síntomas de ansiedad o depresión.
- Definición de contagio emocional: El contagio emocional es la adopción inconsciente de las emociones de los demás, beneficiosa para la empatía, pero desafiante para la resiliencia mental.
- Posibles intervenciones: El desarrollo de herramientas de gestión emocional para personas mayores sensibles, podría mejorar la resiliencia y el bienestar.
Por último, compartir esta reflexión de Charles Dickens: “No existe nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor”.
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