George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
domingo, 26 de julio de 2020
La sensatez es una cualidad imprescindible para todo el mundo, pero en los gestores políticos es una necesidad constante sine qua non. Gracias, Alberto Garzón, por cultivar y ejercer esa virtud tan sabia como lúcida. Y gracias a Cuarto Poder por esa mirada atenta y constante desde la ética y la libertad de opinión e información. Ah, casi se me olvida comentar esta reflexión básica, querido Alberto: ¿primero el plan y luego las personas?, y si es así ¿ de dónde ha salido el plan? ¿no son las personas las que piensan los planes o tal vez dado el deterioro psicoemocional del personerío, ya son los planes los que van por libre con sus ocurrencias autónomas? Bueno, también hay que tener en cuenta la etimología de "persona", que en su griego original significa la "máscara" necesaria para el escenario teatral. En ese caso aun se entiende menos lo del plan...Aunque, tal vez por esa 'contradictio in terminis', precisamente, se puede deducir que estemos como estamos. Ainsss!!!!
ENTREVISTA
Alberto Garzón: “La monarquía es una institución que permite la irresponsabilidad del jefe del Estado”
Alberto Garzón, ministro de Consumo. / María Artigas
Un intenso curso político llega a su final. Repetición electoral,
formación del Gobierno de coalición, pandemia y trágica crisis
sanitaria y grave crisis económica y social. El ministro de Consumo, Alberto Garzon (Logroño, 1985) recibe a cuartopoder
en su despacho del Ministerio. En la calle, los futuros MIR aguardan su
momento para elegir plaza y especialidad. El edificio del Paseo del
Prado es compartido por Consumo, el Ministerio de Sanidad de Salvador
Illa, y la sede de la vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030
de Pablo Iglesias.
Garzón hace un repaso de la actualidad política, pasando por la
crisis que asola a la institución monárquica, valorando el acuerdo
europeo del pasado fin de semana, analizando hacia dónde debe ir la
modernización productiva española y repasando su labor al frente de
Consumo, con la regulación de la publicidad del juego como plato
principal. Además, el también coordinador federal de IU
analiza la actual situación de su formación y del espacio de Unidas
Podemos que, en los pasados comicios de Euskadi y Galicia, se llevó un
varapalo considerable. - Malos tiempos para la institución monárquica. ¿Cómo llevan la construcción de una alternativa republicana?
"La monarquía es la institución que más está haciendo por la alternativa republicana"
- Tengo la sensación de que la monarquía es la institución que, en
los últimos tiempos, más está haciendo por la alternativa republicana.
Además, la actitud que están teniendo las derechas políticas de defensa a
ultranza de todo lo que tenga que ver con la monarquía, sea sospechoso
de corrupción o no, le está generando adicionales problemas. Lo que
estamos conociendo ahora no es novedoso, no es siquiera sorprendente,
pero sí escandaloso. Algunos ya lo habíamos denunciado hace tiempo,
recuerdo haber remitido algunas preguntas al Gobierno del PP en el año
2013, hace siete años, sobre alguna de las medidas específicas o
mecanismos específicos que aparentemente ha usado el ciudadano Juan
Carlos de Borbón para incrementar su riqueza personal. No son novedades,
estamos viendo ahora afortunadamente más información gracias a que hay
un proceso judicial abierto más allá de nuestras fronteras. En
organismos nacionales, parece ser que no se hubieran encontrado
suficientes fórmulas para investigar, a pesar de que lo hemos pedido
muchos durante mucho tiempo.
Tenemos que tener una idea doble. La primera, este tipo de
operaciones financieras es imposible hacerlas en solitario. Necesitas la
complicidad silenciosa, como mínimo, de mucha más gente, cuando no
directamente la ayuda física y material necesaria. La segunda cuestión
es que esto está poniendo de relieve la necesidad de abrir una
investigación profunda, no solo judicial, sino también política, porque
estamos hablando de una institución que genera incentivos para que esto
suceda, es una institución en la que quien haga esto no tiene que rendir
cuentas y no tiene que asumir responsabilidades.
Esto es diferente al modelo republicano. Un modelo republicano no te
evita la corrupción, pero puedes destituir al presidente con una
votación democrática. En este caso, tenemos una Jefatura del Estado que
ha demostrado haber hecho procesos opacos, en el mejor de los casos,
sospechosos, cuando ya hay pruebas y fundamentos suficientes para pensar
en otra dirección y no tiene que rendir cuentas a la sociedad. Tenemos
un debate que no es sobre monarquía o república, tenemos un debate que
va sobre la salud democrática en el siglo XXI. - Desde Moncloa se intenta separar la figura de Felipe VI
con la de su padre, Juan Carlos I. Hemos leído noticias en las que se
puede intuir que Felipe VI estaba enterado de las maniobras que hizo su
padre para enriquecerse, supuestamente. ¿Cree que se puede desvincular
la figura de Felipe VI de la de Juan Carlos I?
"No se puede desvincular al actual jefe del Estado de la institución que le ha permitido ser jefe del Estado"
- No sé si estaba enterado o no estaba enterado de lo que hacía su
padre, es imposible para mí saberlo. Lo que está claro es que no se
puede desvincular al actual jefe del Estado de la institución que le ha
permitido ser jefe del Estado. Por definición, está vinculado de tal
manera, porque su posición es hereditaria, por lo tanto, es absurda esa
desvinculación. Lo que tenemos que evaluar es si nosotros queremos
seguir manteniendo instituciones que permiten que esto suceda con total
impunidad. Eso es lo que es la monarquía. La monarquía es una
institución que permite la irresponsabilidad del jefe del Estado, eso no
ocurre con una república.
En una república, el jefe del Estado es responsable ante la
ciudadanía por las votaciones y ante la justicia por sus actos. En una
monarquía, el diseño actual, hay una irresponsabilidad definitoria. Es
lo que estamos viendo con el anterior jefe del Estado, acciones que
quedan impunes en virtud de su posición política. Eso, para una
democracia del siglo XXI, no encaja porque creo que todos somos iguales y
tenemos los mismos derechos y los mismos deberes. Si alguien ha
cometido algún tipo de actividad que es sospechosa, tiene que ser
investigado. Esta es la cuestión central y va más allá del debate
república o monarquía, va de si vamos a querer proteger a una
institución sobre la que cae una sospecha muy grave y escandalosa, no
solo del uso de dinero público, sino del uso de los contactos
internacionales. Ese tipo de cuestiones tenemos que verlas desde el
punto de la salud democrática, y si queremos asumir como normal que haya
procesos de corrupción que sean perdonables. Yo no creo que un proceso
de corrupción sea perdonable. - Sobre el acuerdo europeo que conocimos el pasado fin de semana. IU ha emitido un comunicado
en el que expresan que lo reciben con "razonable satisfacción". Desde
Unidas Podemos y el Gobierno en general se apela a un cambio histórico
de la Unión Europea. ¿Hemos de ser tan optimistas?
"Eran medidas impensables hace diez años y en cualquier momento de la construcción europea"
- Tengo la sensación de que si uno lo analiza en el contexto
histórico se dará cuenta que esto es una enorme novedad, que marca un
hito y un punto de inflexión muy notable. Para los que vivimos desde la
primera línea política la anterior crisis económica, sobre todo a partir
del año 2010 y particularmente la crisis de deuda a partir del 2011 o
2012, sabemos que todo lo que se está haciendo ahora habría sido
impensable hace 10 años, pero impensable. Es un endeudamiento de
mutualización de riesgos, lo que se llamó entonces eurobonos, esto es
prácticamente el mismo mecanismo que se ha aprobado ahora. Unos planes
de estímulo, no recortes sino planes de estímulo, pero que además están
dirigidos a través de transferencias en gran medida, que no es
generadora de déficit. Esto eran medidas impensables hace diez años y en
cualquier momento de la construcción europea.
Creo que es un salto cualitativo muy importante y que a partir de
aquí hay que ver cómo se implanta, es decir, para qué sirve el dinero y,
sobre todo, si vamos a ser capaces de corregir los desequilibrios
enormes que hay en la Unión Europea. Creo que la Unión Europea se
debatía entre dos opciones: la implosión que hubiera supuesto política y
económicamente no hacer nada o seguir la consigna o doctrina de la
consolidación fiscal o recortes, la austeridad, o lo que se ha hecho. Lo
que se ha hecho no sabemos si va a funcionar, tiene visos de funcionar,
pero depende de la implantación, depende de a qué se dedica el dinero y
si somos capaces de abordar los retos. Los retos de nuestro país creo
que son reindustrialización, incrementar el componente tecnológico de
nuestra economía, invertir en ciencia... Esto son procesos de medio
plazo y los fondos europeos, desde luego no solo, pero los fondos
europeos deben servir para esto. Si esto es así, con el tiempo se verá
esto como un punto de inflexión muy notable. - Esto puede suponer, desde otro lado, una pérdida de
incentivos a la PAC (Política Agraria Común) para España, que tiene una
gran importancia. ¿Cómo lo valora?
"No hay condicionalidad, a pesar de lo que diga la derecha"
- La Unión Europea es un entramado político y todo depende de la
correlación de fuerzas. No todos los países opinan lo mismo, esto se ha
visto en unas negociaciones muy duras en las que había posiciones muy
enfrentadas. Al final, el acuerdo no contenta las expectativas totales
de nadie, es normal. Pero creo que el acuerdo, en saldo positivo, es muy
beneficioso para las economías de la periferia. Evidentemente, tiene
sus zonas oscuras, como las que se han señalado, pero que pueden quedar
claramente compensadas por la parte positiva. Estamos hablando de
grandes cantidades de dinero que deberían estimular la economía y
permitir corregir desequilibrios. Esta es la línea fundamental,
entendiendo que no hay nada preestablecido.
Esto es política, no hay condicionalidad, no hay necesariamente nada
vinculado, a pesar de lo que diga la derecha. Es muy diferente de lo
que se vivió en los años 2010 y en adelante. Evidentemente, que se vaya
en una dirección o en otra va a depender de la correlación de fuerzas
que haya en cada país. Esto es algo que hay que considerar: los fondos
van a servir para una cosa o para otra en función de qué gobierno está
en el poder. Ahora mismo, afortunadamente, tenemos un Gobierno de
coalición de izquierdas, que marcamos una determinada línea dentro de un
debate legítimo sobre qué hacer en este momento. - En este cambio de modelo productivo del que se habla, a
diez años vista, ¿qué sectores, según usted, deberían tener más
presencia en la economía española?
"La clave es las actividades que tengan un alto componente tecnológico"
- La clave de cambio estructural, que es como algunos les llamamos a
la modernización productiva, tiene que ver no tanto con un concepto
estándar de reindustrialización. La reindustrialización es un concepto
que es correcto pero hay que matizar. No se trata de contraponer
sectores, el sector del turismo, frente al de la industria, frente a
otros posibles sectores... La clave es las actividades que tengan un
alto componente tecnológico. Son aquellas actividades que, por tanto,
tendrán un alto valor añadido y que, por definición, van a permitir
salarios más altos y beneficios más altos. El valor añadido es la suma
de los beneficios y salarios. Si tienes más valor añadido, tu tarta será
más grande y puedes repartir más. Si lo que queremos es mejorar la vida
de la gente, hay que subir el valor añadido. Y eso no se hace de la
noche a la mañana, sino que son procesos de investigación, de adaptación
empresarial y, además, de innovación.
La clave es la innovación de las empresas y, para eso, el Gobierno
tiene que definir las líneas, tiene que coordinar, planificar hacia
dónde quiere que vaya su país y ser capaz de decir: si quiero que mi
país vaya hacia mejoras del componente tecnológico en determinadas
actividades, a lo mejor tengo que hacer tantas líneas de subvenciones,
tantos incentivos fiscales a estas empresas, tengo que tratar de generar
clústers de muchas empresas del mismo sector en los mismos sitios y ser
apoyadas por la universidad, por la educación... Es decir, hace falta
un programa, que se le puede llamar reindustrialización siempre que
entendamos que el mayor componente tecnológico está en el sector
secundario, el sector de la industria. Pero también en el sector
primario hay segmentos muy tecnológicos, en el sector del turismo
también, es decir, es importante entender que la clave no tiene tanto
que ver con los sectores sino con el tipo de actividad y el valor
añadido.
Cuanto más valor añadido, más salarios tenemos y, al final, la
izquierda tiene que aspirar, en mi opinión, a facilitar una vida digna a
todo el mundo, especialmente a la clase trabajadora, y eso es subir los
salarios. Los salarios no se suben decretándolo, se suben por
procedimientos económicos como el que estoy describiendo. Son lentos y
requieren dinero, bien, viene mucho dinero, hay que aprovecharlo y
tenemos que hacer un buen plan. - Sobre los presupuestos. El vicepresidente Pablo Iglesias
decía esta semana en los cursos de verano de El Escorial que "un
Gobierno con Unidas Podemos no puede pactar presupuestos con quien
gobierna con Vox", en referencia al PP y Ciudadanos. ¿Es de la misma
opinión?
"Estamos dispuestos a hablar con todo el mundo, también hay que hablar con Ciudadanos"
- Hay que entender que, en este momento, nosotros tenemos un acuerdo
de coalición que se basa en una propuesta claramente de izquierdas,
progresista, que es la base de todo. A partir de ahí, se despliegan el
resto de acuerdos. Y estamos dispuestos a hablar con todo el mundo,
también hay que hablar con Ciudadanos, con todos los partidos, pero
sobre la base del acuerdo de coalición.
A partir de ahí, hay un momento extraordinario y por qué no íbamos a
poder llegar a acuerdos concretos con otras fuerzas políticas. Por
ejemplo, en el caso de Ciudadanos, acabo de describir lo que sería la
reindustrialización, ¿por qué iban a estar ellos en contra? No veo
motivos para que estén en contra de esa posición. En cambio, y es a lo
que se refería el vicepresidente Iglesias, probablemente, cuando
hablemos de reforma laboral estén en contra. Habrá puntos en los que sea
imposible y puntos en los que sea posible. Esto depende de la voluntad
de cada partido, pero siempre y cuando entendamos que es un Gobierno de
coalición con un acuerdo de coalición y esta es la base, a partir de ahí
que se sume quien quiera y cuantos más se sumen, mejor. - Entiendo que con este acuerdo de gobierno progresista no
habrá lugar a recortes. Por ejemplo, se ha debatido en los últimos días
sobre pensiones. ¿Se podrán igualar al IPC?
- Nosotros continuamos con nuestra hoja de ruta y compromisos y,
además, el acuerdo europeo no condiciona estos compromisos, pues son
compromisos razonables con la modernización del país. Para poder pagar
las pensiones, hacer las transferencias, para pagar la sanidad pública
que tenemos que reforzar... Hace falta mejorar la capacidad productiva
del país. Por tanto, ambas cosas van de la mano. - El impuesto a los ricos es algo a lo que Unidas Podemos
renunció en el pacto por la reconstrucción firmado conjuntamente con el
PSOE. ¿Va a haber una subida de impuestos como el IVA que afectaría a toda la población?
"Tienen que pagar más los que más tienen"
- Somos partidarios de incrementar la progresividad fiscal, que es
cumplir con el artículo 31 de la Constitución. Eso significa que tienen
que pagar más los que más tienen. Cuando suben los impuestos indirectos,
se hace que todos paguen por igual y eso no va en la línea de lo que
queremos. Si hace falta subir los impuestos, y esto es una reforma
fiscal necesaria, hace falta que sean los que más tienen, los que
salieron beneficiados de la anterior crisis, los que hagan ese esfuerzo
adicional. Es una especie de esfuerzo patriótico, son sectores
poblacionales que salieron beneficiados de la anterior crisis y que,
ahora, creo les corresponde arrimar un poco más el hombro para proteger
lo común. - ¿Y será así?
- Bueno, creo que hace falta una reforma fiscal integral que
incorpora muchos mecanismos dentro de los cuales hay que contemplar el
impuesto a la banca, a las grandes fortunas... Hay que contemplarlo,
luego discutiremos cuáles vamos a poner en marcha, pero tiene que quedar
claro que una reforma fiscal es ineludible. Necesitamos adecuar nuestro
sistema fiscal a estas transformaciones y este momento específico.
Estamos en un momento muy extraordinario. - Cambiando de tema. Hemos conocido hace poco el nuevo proyecto del Real Decreto sobre publicidad del juego.
¿Por qué el primer borrador no incluía las restricciones que hay ahora?
Es decir, ¿qué ha cambiado en todo este tiempo para que ahora se
endurezcan las medidas propuestas?
- Siempre dijimos hacia dónde íbamos a llegar, el
punto de llegada. Siempre tuvimos claro que teníamos que cumplir el
compromiso, pero que teníamos que hacerlo de forma impecable en términos
técnicos. Fuimos con pies de plomo, en el sentido de que tomamos la vía
más rápida, en forma de un Real Decreto que no podía incumplir la ley
que desarrollaba, la Ley de Juego. Es una ley que dice que la publicidad
es legal. Por lo tanto, fuimos avanzando progresivamente.
Cuando hemos ido a un proceso de consulta pública, hemos recibido no
solo muy buenas ideas y mejoras por parte de la sociedad civil sino que
también hemos recibido informes de instituciones públicas acreditadas
como de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, que nos ha
dado el soporte jurídico para seguir avanzando más rápido. Y,
efectivamente, esos informes, por ejemplo, nos han sugerido que retirar
la excepción era algo que se podía hacer incluso aunque estuviéramos
desarrollando un Real Decreto. Nos ha permitido avanzar más y al final
toda esta hipótesis se ha confirmado porque la Comisión Europea nos lo
ha validado y en estos momentos ya está en la recta final. - Más allá de estas cuestiones técnicas, ¿entendía las
críticas que se realizaron desde movimientos sociales, sectores de la
izquierda y otras organizaciones? ¿Caló ese mensaje de los problemas
técnicos?
“Pasamos
de la ley de la selva, donde ahora mismo se puede hacer cualquier tipo
de publicidad en cualquier soporte, a prácticamente la prohibición
total”
- No pudimos ni supimos explicar lo que estaba
sucediendo. La verdad es que yo entendía las críticas perfectamente e,
incluso, comprendía la impaciencia, en algunos casos quizás un poco
excesiva porque se llegó a hacer una manifestación antes de conocer el
contenido del Real Decreto. Pero la impaciencia era natural, porque un
proceso gradual como en el que nosotros estamos insertos, pues
lógicamente implica un tiempo mayor del que hubiera sido algo mucho más
inminente. A mí me hubiera gustado que hubiera sido más rápido, pero
tuvimos que acompasarnos a los criterios técnicos, que hemos ido
superando con el tiempo. Pero yo entendía las críticas y además la
mayoría tenían razón.
Nosotros decíamos y explicábamos todo el rato que se trataba de un
primer paso en un proceso gradual. Como le pasó al alcohol o el tabaco,
cuyas publicidades se fueron apagando lentamente, no de un golpe.
Estamos hablando de un problema social muy importante, con muchos
efectos especialmente en los barrios de clase trabajadora y es
perfectamente comprensible que hubiera incluso hostilidad hacia nuestra
lentitud.
Desde luego, lo que estamos haciendo ahora es un salto de gigante.
Pasamos de la ley de la selva, donde ahora mismo se puede hacer
cualquier tipo de publicidad en cualquier soporte, a prácticamente la
prohibición total porque la publicidad va a quedar limitada de 1 a 5 de
la mañana. No hay otro tipo de excepción, no se va a poder hacer
patrocinios en las camisetas de los equipos deportivos... En fin, hay
una limitación prácticamente absoluta. Y aún así vimos en el Congreso
que no satisface a todo el mundo. Nosotros volvemos a decir que es un
proceso gradual. Vamos todo lo rápido que se puede ir desde el punto de
vista técnico, pero decimos que todavía falta muchísimo por hacer y que
aquellos que nos lo recuerden tendrán además razón. - Desde el otro lado, desde la patronal del sector del juego, no ha sido bien recibido este nuevo proyecto. Por ejemplo, el Consejo Empresarial del Juego (CEJUEGO)señalaba que “no hay datos ni causas” que sustenten este cambio. ¿Los hay?
"La mayoría de los menores de edad son capaces de reconocer una marca de apuestas"
- Toda política pública tiene unos targets y unos perdedores,
lógicamente. En este caso hay sectores y agentes como las grandes
empresas operadoras del juego, los medios de comunicación que se
financian con publicidad o los equipos deportivos que se financian con
patrocinios, que no están de acuerdo. Tampoco estaban de acuerdo con el
anterior. Creo que esto demuestra, al mismo tiempo, que nosotros no
hemos avanzado en función de presiones, lo hemos hecho en función de la
capacidad técnica. Por supuesto, hay razones de sobra para hacer lo que
estamos haciendo. Es decir, estamos hablando de un consumo creciente de
publicidad, que se absorbe sobre todo a través de la televisión y la
radio y que llega también a los menores de edad. Los estudios de los
países cercanos plantean que la mayoría de los menores de edad son
capaces de reconocer una marca de apuestas. Y son capaces incluso de
identificarla con su equipo preferido.
Tenemos una gran penetración de la publicidad en la concepción
mental de gente que es menor de edad y que queda condicionada por ese
hecho. Pueden desarrollar consumos compulsivos de juego que les lleve,
en algunos casos, a prácticas incluso de robo a sus familias
resquebrajando las relaciones sociales. Eso es suficiente no solo para
levantar la alarma social sino para actuar. Y creo que hemos actuado con
enorme contundencia.
Y, además, lo avisamos desde el principio, se lo dijimos a las
empresas con el anterior proyecto. Nuestro objetivo era cumplir con el
acuerdo del Gobierno de coalición y además estamos mandatados para ello.
Lógicamente, no estaban de acuerdo. Pero tendrán que asumir, y además
en el caso de los medios de comunicación y los equipos deportivos,
tendrán tiempo y ya lo saben, para adaptarse, para cambiar de
patrocinios, cambiar sus ingresos, readaptar sus negocios. Es algo que
hay que hacer porque se prevalece la salud pública y es una decisión de
un Gobierno votado democráticamente.
Alberto Garzón. / María Artigas- Habla también el sector del juego de “trato
discriminatorio” respecto al juego público, es decir la ONCE y Loterías
del Estado. ¿Qué diferencias hay entre ambos para que no se haya
restringido tanto estos últimos?
- Es una diferencia que marca la ley. Establece una reserva para
ONCE y Loterías. Y vuelvo a subrayar, aunque sea difícil de explicar
hacia fuera políticamente, nosotros estamos haciendo un Real Decreto,
que es lo más rápido. Desarrolla una ley, la Ley del Juego, que
establece esa diferenciación. Tiene un aspecto fácil de entender, que es
el tipo de juego. No todos los juegos están tratados igual en la
publicidad porque para nosotros y la comunidad científica los más
peligrosos son los que tienen un carácter inmediato, en los que no está
el premio diferido en el tiempo. Por ejemplo, la Lotería que es pública,
tú compras el boleto en septiembre y sabes si te toca el premio en
Navidad. No te invita a un consumo compulsivo inmediato. Eso sí ocurre
con las apuestas. “Creo que va a meter en los próximos cinco minutos
este gran jugador de fútbol”. Si pierdes, echas otros 5 o 10 euros. Te
invita a un consumo compulsivo.
Desde el punto de vista científico, esos son los más arriesgados,
peligrosos y los que pueden dejar ese tipo de patologías en la salud. Y
esos son contra los que nosotros vamos en el ámbito de la publicidad
para disminuir la posibilidad de que se desarrollen problemas de salud. - Sabemos que la competencia no está en este Ministerio sino
en las autonomías. Pero, ¿qué se puede hacer contra la proliferación de
casas de apuestas físicas? Hay una serie de recomendaciones, cada
comunidad autónoma ha tomado sus propias restricciones... Desde las
asociaciones de personas afectadas por la ludopatía, se reclama
uniformidad. ¿Qué puede hacer su Ministerio?
"No
podemos decirle a los jóvenes que cuando salgan a la calle solo pueden
elegir entre el centro comercial y las casas de apuestas"-
Nosotros somos quienes coordinamos el Consejo
General de Políticas del Juego, que es el lugar donde se reúnen los
consejeros y consejeras del ramo.
Nosotros hemos percibido una
preocupación creciente en las comunidades autónomas sobre este fenómeno.
Porque en muchas de ellas está habiendo una explosión de crecimiento de
casas de apuestas de una forma espectacular.
Por tanto, hay que ir a una regulación clara dentro de las
competencias que establece el sistema constitucional del 78, donde la
competencia última es de la autonomía, pero para tratar de homogeneizar
los criterios y abordar este problema. Pensemos que no es solo un
problema de comunidades sino de ayuntamientos, porque tiene que ver con
el modelo de sociedad. Insistimos mucho en ello, y es importante que la
gente lo sepa. Vamos a salir muy contentos de la aprobación del Real
Decreto, que será en octubre, con prácticamente toda la publicidad
prohibida, pero hemos de advertir a la gente que eso no significa que
los problemas hayan desaparecido. El consumo que se hace en las casas de
juego presenciales, incluso el consumo que se seguirá haciendo online
puede generar problemas de salud. Y eso tiene que ver con un Plan
Integral.
Vamos a poner en marcha campañas de prevención, sensibilización y
abrir un debate público sobre el tipo de urbanismo. Es verdaderamente
impensable que en barrios populares haya más casas de apuestas que
lugares de socialización en espacios verdes o para practicar el deporte.
Esto tiene que ver con competencias que van más allá de las del Estado
pero que nosotros tenemos que promover. Hay que dar ocio alternativo. Lo
que no podemos es decirle a los jóvenes de 15 a 18 años que cuando
salgan a la calle solo pueden elegir entre el centro comercial y las
casas de apuestas. Este es el problema. Por lo tanto, eso va más allá de
la publicidad. Vamos a quedar muy contentos con el Real Decreto, pero
hay que ir más allá. - Pasamos a otro tema. El pasado mes de junio
se tendría que haber celebrado la Asamblea Federal de IU. No ha sido
así por motivos evidentes. ¿Cuándo será? ¿Repetirá como coordinador
federal?
- La idea es celebrarla cuando se pueda por cuestiones sanitarias.
Nosotros somos una fuerza política con una gran implantación
territorial, tenemos una gran tradición municipalista y las asambleas
necesitan hacerse presencialmente para debatir los documentos. Teníamos
la capacidad de hacerlo, pero no nos parecía razonable, el celebrar una
asamblea virtual, salvo que por las circunstancias pase mucho tiempo. La
dirección de IU consideró que era mejor esperar, en cuanto posible la
haremos.
Ahí haré la rendición de cuentas, estoy satisfecho del trabajo que
se ha hecho estos cuatro años, tengo la sensación de que he cumplido con
la parte que me correspondía: coger una IU que estaba a punto de
desaparecer desbordada por el fenómeno electoral de Podemos y situarla
en una senda que políticamente influye, políticamente la ha salvado.
Estamos en el Gobierno y, al mismo tiempo, hemos salvado financieramente
la organización. A partir de aquí, tenemos que ver cómo vamos a avanzar
y en función de ese plan tomaré mis propias decisiones sobre si
continúo o no continúo. - ¿No tiene cerrada la decisión todavía?
"La decisión no está tomada porque en nuestra tradición primero va el plan y después la persona"
- La decisión no está tomada porque en nuestra tradición primero va
el plan y después la persona. Yo accedí en un momento extraordinario
para IU, que fue la necesidad de salvar la organización de una debacle
electoral que pronosticaban las encuestas y de un fenómeno sociológico
como Podemos que absorbía buena parte de los votantes de IU hasta
entonces. Creo que he cumplido el objetivo, a partir de ahí quiero ver
qué objetivo nos planteamos para la siguiente etapa. Yo voy a empujar en
todas las condiciones. El nivel de compromiso todavía no lo puedo
decidir hasta que no hayamos colectivamente visto. En cualquier caso,
para no levantar falsas expectativas, he de decir que estoy a
disposición de IU, por tanto, estoy perfectamente capacitado para
repetir. En cualquier caso, primero va el plan y el programa. - Uno de los objetivos que se marcaron en aquella Asamblea
Federal era el de construir un movimiento político y social. ¿Se han
dejado llevar por la estrategia de guerra relámpago electoral de Podemos
y han dejado algo de lado trabajar la organización? Hemos visto en las
últimas elecciones gallegas y vascas el problema de la falta de
implantación territorial
"Es obvio que aquellos que decían que iba a desaparecer IU se equivocaron"
- Tenemos que corregir problemas que han venido en los últimos
tiempos, y otros que son estructurales, que tienen que ver con la
implantación territorial. Como acabo de decir, tenemos una fuerza
importante en los territorios, nos gustaría que fuera mayor, pero la
tenemos. Si nos hemos dejado arrastrar, ha sido por un fenómeno
político, no nos hemos dejado arrastrar por Podemos, sino por la
política española. No he visto tantas elecciones juntas en mi vida.
Hemos tenido cuatro elecciones generales en cinco años, aproximadamente,
son muchas, y hay que sumarle las autonómicas, municipales, europeas...
Es difícil, para una organización política, asentarse en estos tiempos
tan convulsos en los que hay tantas elecciones.
Esto no debe ser una excusa. Debemos ahora ser capaces de desplegar
lo que nuestros documentos dicen que hay que hacer. En IU, hay todavía
muchas cosas que mejorar. Hemos mejorado mucho democráticamente nuestra
organización, en sufragio universal hemos dado un salto gigante, la
hemos salvado políticamente, somos parte del Gobierno, formamos parte de
gobiernos autonómicos... Creo que es obvio que aquellos que decían que
iba a desaparecer IU se equivocaron radicalmente, pero hay muchas cosas
que necesitamos mejorar y, por tanto, para eso está el trabajo y la
reflexión. Los últimos resultados electorales invitan a una reflexión
severa de nuestro espacio político, no solo de nuestra formación
política. - Para terminar, los resultados electorales de julio se han
dado, precisamente, en dos nacionalidades históricas, Euskadi y Galicia.
¿Está el debate político demasiado centrado en Madrid? ¿Genera esto
desafección del resto de territorios a la política que se hace desde
Madrid?
"Julio Anguita me dijo: 'Aléjate de Madrid'"
- Hay un fenómeno que yo no sé explicar que me dijo una vez Julio
Anguita, nuestro querido amigo que desgraciadamente ya ha fallecido. Me
dijo, cuando yo asumí la coordinación: "Aléjate de Madrid". No lo decía
por el momento específico, sino porque en su experiencia había vivido
las contradicciones y peleas que se daban en las estructuras nacionales y
las de Madrid, donde se acumula mucho poder. Lo cierto es que gran
parte de los problemas políticos se sitúan en Madrid. Para los que somos
de fuera, eso se nos antoja extraño. Yo no sé explicarlo, pero ocurre.
Por tanto, lo que tenemos que hacer es pensar en términos de país, es
mucho más útil, y ser capaces de abrir un poco más los ojos de lo que
sucede aquí.
Cuando uno ve los resultados de las elecciones vascas y gallegas, es
evidente que tenemos que hacer una reflexión. No creo que estén
vinculados con el fenómeno Madrid, pero sí que tenemos que hacer la
reflexión de que nuestra fuerza política tiene que ser útil en todo el
país. Es un país diverso y plural, por lo que tenemos que ser una fuerza
que permita manifestar esas voces singulares. En IU siempre lo hemos
hecho así, surgió de Convocatoria por Andalucía. Siempre hemos sido una
fuerza andalucista en Andalucía y reivindicadora de esa especificidad y
de una república federal. Ese es el camino en unos momentos en los que
todavía no tenemos muy claro, porque no hay una sola causa, por qué se
han producido estos resultados en Galicia y Euskadi.
"La unidad es irreversible pero no es la panacea"
Lo que está claro es que son muy malos resultados, que nos obligan a
cambiar nuestra hoja de ruta, porque necesitamos consolidar nuestro
espacio político, que en algún momento fue considerado en esas regiones
uno de los mejores, cuando no el mejor. En Euskadi, Podemos ganó las
elecciones generales y, después, las ganó Unidas Podemos. Hay que hacer
esa reflexión para recuperar el apoyo de esa gente. Creo que se puede,
pero hace faltar dar con las teclas, hay que ser humilde, aceptar los
errores. En muchas cosas, nos hemos equivocado por el camino, pero
estamos a tiempo de corregirlas. Además, hemos de decirlo, la unidad es
irreversible, en este tiempo hemos visto como quienes han decidido
caminar en solitario han sacado peores resultados. A partir de ahí, la
unidad es irreversible pero no es la panacea. Tenemos que mejorar mucho
la unidad para sacar mejores resultados.
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