George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
lunes, 18 de marzo de 2019
Querida Almudena, tu indignada saturación y las justas exigencias que la fundamentan es cada vez más el único recurso patriótico posible que le queda a la dignidad y a los mismísimos DDHH en las Españas. Que el concepto patria se nos transmute en ridículo es de un patetismo tan lacerante como su propia realidad. ¡Gracias,hermana, una vez más, por tu conciencia despierta!
Ridículo
Me pregunto si a los jueces les parece aceptable que seamos el país con más fosas en el mundo después de Camboya
Trabajos de exhumación de una fosa común en Cobertelada, Soria.Óscar Rodríguez
Como broma, ya está bien, ¿no? El sainete ha durado demasiado. Una
cosa es que Napoleón dijera que España era diferente y otra que la
familia de un dictador, culpable de la peor catástrofe de nuestra
historia, le eche un pulso a un Gobierno democrático y lo vaya ganando. Y
lo peor ni siquiera es la sensación de desprestigio colectivo, de
democracia barata, de chapuza tercermundista. Me pregunto dónde ha
estado el garantismo de nuestro ordenamiento jurídico en las sentencias
judiciales que le han hecho la vida imposible a los familiares de los
españoles asesinados sin juicio que siguen enterrados en las cunetas de
nuestras carreteras. Me pregunto si a los jueces les parece aceptable
que seamos el país con más fosas en el mundo después de Camboya. Me
pregunto si algún jurista está orgulloso de que se protejan con tanto
afán los intereses de una sola familia después de haber humillado, y
desamparado con saña, a miles de ellas. Soy una simple ciudadana, pero
me gustaría que alguien respondiera a mis preguntas. Me gustaría también
que, si el resultado de las inminentes elecciones lo permite, el
próximo Gobierno tomara algunas decisiones. La primera, desacralizar el
Valle de los Caídos y, en consecuencia, suprimir el monasterio que
alberga. Los monjes, con el prior a la cabeza, ya encontrarán otro lugar
donde vivir. La segunda, derogar los acuerdos que garantizan los
privilegios de la Iglesia católica, desde la casilla del IRPF hasta las
exenciones fiscales. Sería justo y, además, bueno para todos. La
tercera, ilegalizar la Fundación Francisco Franco y acabar con este
bochorno. Yo no sé lo que es el patriotismo para ustedes. Para mí, tiene
mucho que ver con que mi patria no haga el ridículo. Y este ya no lo
soporto más.
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