sábado, 2 de junio de 2018

¿Son democracia los disparates elegidos en las urnas a base de mayorías absolutas o son falsocracia delictiva?


Son muchas las preguntas que, a cerca de la gestión de la democracia, deberíamos hacernos personalmente, y tambien unas  a otros para dialogar y debatir acerca de estos fundamentos básicos para la convivencia y gestión de los asuntos comunes, que no podemos evitar forzosamente por el hecho mismo de ser, como decía Aristóteles, zooi politikoi, "vivientes políticos". Eso quiere decir que hay dos modos básicos de gestión de los asuntos comunes: 1) o por la fuerza del poder exógeno de una oligarquía o 2) por la madurez aplicada de la  inteligencia colectiva. En la misma democracia están reflejados los dos aspectos, las dos posibilidades, ederivada cada una del tipo de elección que se hace en las urnas. Es decir, que podríamos distinguir un modo primario y otro avanzado de elección democrática.

Hasta 2011 la tendencia sistémica en España fue la propuesta electoral casi de  ley, de un poder monocolor por encima del otro cada cuatro años, dando lugar a un turno de gobiernos implementados desde dos conceptos opuestos, entre polibueno-polimalo, según se mirase el poder a la izquierda o a la derecha,  con sólo diferencias nimias, y hasta Zapatero  usó el maquillaje social con habilidad durante su primera ligislatura, tanto en política como en economía, administración, leyes, servicios e incluso y sobre todos en derechos y libertades. Sin embargo hay que señalar que ningún gobierno socialista se ha atrevido hasta hoy con el laicismo y la aconfesionalidad del estado, ni con la revisión de la Constitución  ni con el papel de la monarquía, como si el socialismo pudiera ser monárquico  y no republicano como es su esencia, y como si al pueblo eso no nos incumbiese y estuviésmos encantados con semejante marrón en la misma jefatura del estado, y para colmo endosado por un dictador sin conciencia y yonky de la pena de muerte. Menudas credenciales...

Curiosamente, el límite a dos legislaturas no lo estableció el Psoe sino Aznar, que también quitó el servivio militar obligatorio lo mismo que la objeción de conciencia, que tuvimos con el Psoe, y de la que mi hijo mayor disfrutó en la última promoción, hasta que con Zapatero, Bono profesionalizó las Fuerzas Armadas, se creó la UME y adquirimos un status más adecuado al tercer milenio de esta era.
APor lo demás, el Psoe no se ha distinguido por innovar la sociedad en cuanto a valores éticos, sino a seguir la corriente y ya, a ese grado de pasotismo y abandono pedagógico  e insensible había llegado aquel socialismo que nunca lo fue nada más que de nombre y de retórica; y de momento sigue sin serlo hasta que Sánchez no confirme en la praxis del gobernar esos cambios hacia la izquierda tan optimistas que predica en los carteles asegurando ser la izquierda . Mientras eso no suceda, el Psoe seguirá siendo la bodeguiya en el sevillano y cervantino  Patio de Monipodio.

Se pensaba que  la fórmula era buena para salir de una dictadura de cuarenta años, - esa dinámica decimonónica que logró una precaria estabilidad impuesta por la hegemonía de una minoría social aristocrática y adinerada sobre el resto de una sociedad analfabeta estructural, desde finales del siglo XIX con la restauración borbónica, tras el fracaso de la Primera República, y hasta el siguiente fracaso de la monarquía restaurada a finales del siglo antepasado, que fenece con la procalmación de la Segunda República en 1931 y el conflicto se remata con el golpe de estado en 1936 provocado y sustentado económicamente por la oligocracia del capital con la tradición secular de amos y siervos más el respaldo de la ideología fascista, más el amparo de la iglesia católica, arte y parte del mismo tinglado y en las antípodas del propio evangelio que paradójicamente es la base y la razón de esa institución -.
Poder, dinero y dogmas en los que ampararse, era y sigue siendo el motor de ese modo sui generis de entender las formas de gobierno trasnochadas y ya en escandalosa decadencia, que aún permanecen atornilladas a una parte del argumentario derechil.
 Tras la dictadura, al final de los 70,  era urgente lavar la cara  al lodazal  heredado, poner ambientador a toneladas e improvisar los disfraces para adaptar el país a los tiempos sociales y culturales que corrían para el resto de Europa y del mundo civilizado, en medio del cual se encuentra La Patria roja y gualda con variantes banderiles, y , a veces, pareciera que muy a su pesar, según se deduce de los resultados de  la propia historia contemporánea (a por ellos, catalufos, charnegacos, terroristas, populistas iranés o venezolanos, o aprovechatiguis da Ribeira histerizados por contagio -hasta el Psoe- in articulo mortis 155 fashion  y lindezas por el estilo en pleno riverismo salvaje, que está dejando al pp, su padre fundador, como un antisistema capaz de cualquier pacto con los etarras del PNV y de Bildu si se terciaran votos).

Es decir que la democracia en este plan  y este país, vive sin vivir en sí, con el alma en un hilo. Confundiendo el rábano con las hojas constantemente por parte de los arcontes discapacitados que soportamos uno tras otro, que más parecen  reproducirse caminito  del portal de los desasatres como las muñecas de Famosa en plan niña de la curva o niña de Rajoy, que debe ser  la misma. Un ejemplo es  el momento presente y lo que nos ha traído hasta aquí.
Con todo esto llego a la conclusión de que nuestro socialismo oficial es una especie de  cajón de sastre, la caja de abalorios surtidos de un buhonero donde se podía encontrar lo que hiciera falta en cualquier ocasión. Porque ese Psoe se dapta a todo con una facilidad fabulosa y eso es muy bueno, hasta que se ve obligado a perder sus propias raíces y motivos para existir. Y entonces  deriva en una especie de  comodín que se coloca cada vez en un sitio según las estrategias del momento, como aquella coletilla  que las niñas y niños de mi infancia teniamos que decir obligatoriamenete cuando una persona mayor nos preguntaba nuestro nombre, añadiendo a nuestros datos la cédula de presentación oficial: para servir a Dios y a usted.

Pues así vemos al Psoe cada vez más españoles y españolas: como un trámite normalizador de disparates oficiales, que mientras el pp nos los impone a lo bestia y a lo zafio como son  su marca y modales, con la policía, las multas y la cárcel si hace falta, en cambio los sociatas nos lo adminstran con amabilidad, comprensión, una sonrisa de complicidad y si se tercia con un refresco y patatas fritas o unas gominolas para endulzar el amargor de los mismos tragos. La verdad es que se agradece la diferencia, pero lo cierto es que nos endosan y nos tragamos el mismo material con las dos versiones del mismo tejemaneje. 
Con ambos partidos soportamos la misma monarquía, la mala organización del estado, los mismos recortes, los mismos rescates, los mismos obispos, la misma deuda, las mismas burbujas, la precariedad de  nuestra cacareada multinacionalidad tan alabada como apaleada por el mismo 155 a la que te descuidas,y por consenso de ambos flancos, que en eso están a partir un piñón, así,  en bloque sin escuchar nada ni atender a más consideraciones que las suyas; aunque en realidad nuestra república plurinacional es inofensiva y solo se reduce a bailar la sardana, el zortzico, la muñeira, la pandeirada,las jotas y fandangos o los boleros...A ver por la tele las Fallas , los Sanfermines, la Semana Grande, la Feria de Sevilla, las romerías y la Semana Santa o esas masterfests animadísimas de cualquier universidad vendedora de títulos en oferta, que se precie de moderna, actual y políticamente dispuesta a cualquier cosa, y si ya lo hemos probado todo, nos dedicamos a admirar el crecimiento turístico mientras recibimos manadas viajeras que nos expulsan de la ciudades para invadirlas con más comodidad, ah, también salimos a reivindicar las pensiones, que el Psoe quiso arreglar, pero que permitiendo gobernar  al pp ha cooperado a hacerlas  papilla, ay, es que esa amabilidad complaciente y tan mirada les pierde... En fin que despotricar y echar pestes, ya lo hace cada uno en su lengua materna. Eso,sí, a veces lo hacemos en las  otras por solidaridad y argumentario más ad hoc, y entonces cantamos L'estaca, Els segadors, Gernikako arbola, A  Virxen de Guadalupe, un fandango del Alosno, La Rosa del Azafrán,  o Asturies patria querida, aunque con lo de Letizia de por medio parece que ya lo cantamos menos, no se lo vaya a tomar por donde no es y se crea que apoyamos su causa...y de eso nada.

Que el éxito de la moción de censura nos llene de optimismo y de legítima esperanza, claro que sí, pero que no se convierta en  el arrogante y estúpido colocón habitual de  españolón en plan "odgullo y sadisfadción" como el ganar las copas de fútbol, que no sea simplemente una narcosis de hooligans eufóricos en vez de  un impulso de inteligencias y lucideces sólidas, y que, como ya nos viene sucediendo desde hace tantos años, no nos haga apalancarnos en arrancadas de caballo y paradas de burro, como hasta ahora, porque tras cada fracaso y varapalo en las urnas no nos quedamos como estamos, sino que retrocedemos en derechos, libertades, oportunidades, en conciencia, en ética personal y en moral social y política, entonces bajamos el listón a la hora de votar y vamos cayendo a cámara lenta, de legislatura en legislatura,  cada vez más abajo en expectativas y en ética, se va cayendo hasta quedar a ras del underground, como nos ha pasado ahora: donde el Ibex35 nos intenta encasquetar a Rivera & friends una vez caído el kiosko del pp, casi el del Psoe y casi el de Unidas Podemos por el desbarajuste infernal de cotilleos, despellejes y nulidades enredando por el medio. No tanto gracias a la realidad como gracias a la especulación encuestadora de la entrañable prensa amiga que donde no hay argumento se lo inventa y si lo hay, aunque sea una estupidez , lo soba, lo hincha, lo hipertrofia y lo deforma para que crezca con la levadura del miedo, los rumores gritados y la inmundicia de titulares y artículos de fondo perdido.
Un ejemplo: en estos dos años que nos quedan de legislatura, la realidad parlametaria indiscutible es que Rajoy y Rivera ni juntos ni por separado se habrían podido comer una rosca para gobernar. Y en cambio la izquierda  ha tenido y lo tiene, como acabamos de ver,  todo a su favor para poder hacerlo aunque no por mayoría absoluta como a los dos grandes depredadores de votos les mola, ¿qué ha impedido hasta ahora que se pudiera gobernar según lo pidieron las urnas? El miedo, los cálculos y los remilgos, los piques miserables de las banderías, más ese pisar huevos con tacón de aguja del Psoe para quedar bien con todos sin molestar ni una miajita, y salirse con el triunfo unilateral como los legendarios Felipe y Arfonzo, y luego por los miramientos sin cuento, que por si se le  mancha el delantal no cocina si no lo hace la cocinera, el pinche, la doncella y el mayordomo con guantes. Y ese Psoe sigue ahí, sin mojerse en nada, fofo y blandiblú, que no sale a manifestarse si la mani no la convoca él, y no la convoca, claro, ¿qué puede reivindicar con propiedad si se le han perdido la s y la o,?  aunque a Pedro Sánchez parece que ahora le ha dado un estupendo ataque de lucidez decente y se ha remangado. Nos alegra infinitamente, pero no estaremos menos preocuapadas hasta que la euforia no cuaje en hechos acertado y constables, en un gobierno sin pirañas recicladas. No nos tranquiliza el runrún de que según se dice, lleve en la cartera a Jordi Sevilla y Beatriz Corredor, que en época de Zapatero ya hicieron de las suyas en Economía y Vivienda o a Borrell, que no estaba mal hasta el día del numerito-ocurrencia, con las banderas y celebrando Catalunya junto a Albiol y Riverita el pacifista a golpe de xenofobia naranja, allí en medio de la Rambla, hecho un activista de la derechona. Quién lo hubiera dicho en tiempos de Maragall. Ay!

No es como para tirar cohetes ese no atreverse a  incorporar gestores de izquierda de verdad  y no solo de pegatina, muy valorados, eso sí, por lo conocidos, pero no por lo acertados; sería muy torpe olvidar a IU, en un caso como éste se puede pagar muy caro a  la hora de la cosecha y de la regeneración, no solo política y electoral, también económica. Seguramente, Sánchez debería conocer las iniciativas y propuestas de IU documentadas y basadas en realidades y datos estudiados a fondo, esperemos que ojalá lo haga por el bien de todas; son propuestas del mismo estilo de las que están dando a Portugal el prestigio y la credibilidad en Bruselas como gestión ejemplar de la crisis con recuperación modélica. ¿Qué mejor apuesta para la izquierda que buscar la cooperación de los especialistas en el tema?
Sánchez no debería olvidar que el panorama de la crisis del 2008 Anguita lo había descrito y previsto en plenos años 90, cuando todo era fiesta  y derroche, le llamaron entonces los voceros del Psoe, iluminado, cascarrabias, aguafiestas y desde luego cenizo comunista. En cambio cuando se cumplió de la A a la Z aquel pronóstico terrible todos sufrieron un ataque de amnesia muy oportuno para ponerse a disposición de lo que mandasen Merkeĺ, la Troika y el FMI, -tras quitarse de encima a un presidente que también avisó del peligro y al que nunca sabremos si de verdad era un deprevado sexual abusador, o la víctima de un montaje para quitar de en medio a un personaje tan de riesgo para el sistema, y así llegó Lagarde a sustiuirle, como en su día llegó el genio de Rodrigo Rato a poner en lo más alto el pabellón del invento... Menudo palmarés, ese FMI.

A ver si Sánchez es valiente esta vez, y no se deja llevar por las ñoñerías y tiquismiquis de la vieja costra 'socialdemócrata' que nos dejó a cero con el anterior presidente socialista y que se remató hasta la hecatombe social con Rajoy; ojalá Sánchez  se atreva ahora a  lo que no se atrevió en 2016 y no nos deja colgados otra vez en manos del Ibex35 y de las garras de la derecha ahora derrotada, pero con el mismo talante destroyer en cuanto pille y se le permita la mínima oportunidad de volver a las andadas.

Que haya acuerdo en el cambio político por mayoría no significa que los analfabetos de ayer hoy sean doctores milagrosamente (claro, que después de Cifuentes ,Casado, y el descubrimiento de la chapuza universal para todo el que pague,los títulos universitarios han perdido muchísmo valor en credibilidad).
Una cosa es comprender en un momento lúcido aterrizado, que nos hemos equivocado, que hemos fallado, que un encargo político no es un certificado que garantice nuestra omnisciencia e infalibilidad, porque ha quedado bien patetente que al frente de encargos políticos hay más riesgo de errar con las peores consecuencias que en ningún otro menester, ya que el error en esas dimensiones se multiplica porque afecta a miles y millones de personas y acaba por arruinar las mejores intenciones iniciales si no se está despiertos y bien alerta. 

¿Es una garantía mágica la democracia para estar seguras de su transparencia y de su honestidad como de un talismán a lo Harry Potter? ¿Viene la transparencia implícita en el hecho democrático? Por desgracia, no. Lo mismo  que el hecho de nacer no garantiza la  vida si no se quiere o no se puede respirar ni  comer.  La democracia, como la vida, nunca viene hecha de casa, hay que construirla cada día con nuestra respiración vital y con nuestra inteligencia colectiva. Con los pespuntes del bien común se le adecenta la indumentaria a cada instante para que no se desgarre con los vayvenes de lo inesperado, lo corrompido y  lo amenazante.
¿Sirve de algo un sistema democrático que corrompe lo que toca? ¿Qué forma hay de que eso no suceda? Participar. Intervenir. Tomar conciencia y aprender a ajustar las cuentas sin remilgos a quienes voluntariamente han decidido servir a la ciudadanía sin corromper los medios ni los fines y nos fallan. Consultando a la base social mucho más que a los colegas de enjuague y considerando como el oxígeno democrático los prinicipios, derechos y garantías basados en la ética. Ahí es donde se basa la seguridad de que las leyes sean justas y de que nadie sea tratado desde la desigualdad y la exclusión en favor de otros privilegiados. Ahí radica sin duda la dignidad y la verdadera autoridad, no basada en ningún poder opresivo ni represivo, sino en el respeto máximo a los derechos y deberes que constituyen el núcleo social de la convivencia inofensiva para nuestros semejantes y para la vida del Planeta, como eficaz y justa en la construcción de las normas que se necesitan para ello.

No nos autoengañemos. Las aparentemente cómodas mayorías absolutas están mucho más cerca de una dictadura financiera endémica, camuflada, y de la corrupción, que cercanas a la transparencia de la democracia y lejos de lo que  creen los paladines y predicadores de ese modelo, dichas mayorías abducidas por la propaganda y las verdades a medias son más producto de la demagogia que otra cosa, absolutamente proclives al deterioro social y a la pérdida de la propia salud democrática, de la que depende precisamente la verdadera justicia, las leyes limpias de trampas y la garantía de una economía sana de apoyo mutuo que elimine desigualdades y crímenes de lesa ciudadanía, que luego nos sepultan irremediablemente en la miseria de los despojos y en  las razias financieras, aunque se hayan ganado millones que nunca valen lo que cuestan en sangre, sudor y lágrimas, en medio de una invasión de sociópatas carentes de la menor chispa de empatía, en las que "milagrosamente" sube el capital para cuatro gatos como lo hace la pobreza para millones de trabajadores abusados, mientra el poder adquisitivo ya no da, con tres empleos y sueldos de miseria, para pagar un alquiler astronómico y unos recibos de luz, gas y agua estratosféricos. En Portugal esto ya pasó a la historia cuando las elecciones hicieron posible el cambio de un derecha desastrosa a una izquierda sin complejos. Socialista de verdad. Por desgracia no es nuestro caso

¿Habría habido en  el Psoe y en el pp tantísima corrupción, nepotismo, fraude, decadencia y debacle con repulsa y rechazo final de la población por los cuatro puntos cardinales, como se está experimentando desde 2011, a partir del 15M, si desde el principio de la alternancia democrática en los años 80 los gobiernos hubiesen sido plurales portavoces de sus conciudadanos y  el Parlamento estuviese habituado a las intervenciones y voz directa del pueblo? Apuesto lo que sea a que no, a que nunca hubiésemos llegado a esto.

La pluralidad de tendencias políticas no es fácil para caciques e inmaduros que necesitan la falsa seguridad de los torpes: sentirse arropados hegemones e intocables por la gracia de un poder usurpado a los ciudadanos con la patente de corso de las urnas, sino para las personas que tienen capacidad, generosidad y empatía suficiente para sentirse capaces mucho más de servir que  de mandar. Cuando todos servimos, desde abajo, desde el codo con codo, desde la inteligencia colectiva, todo fluye, pero cuando unos pocos mandan sin  servir, construyen barreras crueles y necias, que al final caen sobre ellos mismos y los pueblos se convierten en siervos aprisionados en la misma ratonera de la miseria, unos moral, los menos, y tros, la mayoría,  material, aunque en teoría sus embaucadores lavacerebros les describan cínicamente como "pueblos soberanos"  en sus ampulosos discursos y constituciones que nunca aplican de verdad si no es para fundamentrar algo que les interese y les beneficie.

Hasta ahora sólo conocíamos una democrocia en crudo, primaria y rupestre, excluyente y despectiva, arrabalera y arrogante, de aparato y chanchullo grandilocuente y fuera de toda realidad que no fuesen sus tejemanejes mistéricos, que, tan contundente como pobre y raquítica, nunca ha acabado bien en su repetidoras modalidades del mismo error, porque sigue siendo el modelo del cortijo, como en el 78, y  es la de las mayorías absolutas propias de una debilidad objetiva,  que necesita mucha masa para sentirse fuerte, aunque en realidad no tiene más ingredientes ni más sustancia ni objetivo que imponer su bota sobre los números del establo y someterlos  a la mejor transacción en el nuevo y viejísimo mercado de esclavos del siglo XXI.

Hay, en cambio, la posibilidad de una democracia adulta, bien cocinada por muchos maestros sabios del fogón, juntos, que son eternos alumnos, nunca lo dan todo por sabido, saben escuchar y aprender, se renuevan como el Ave Fénix, cada día un poco, y esta dieta es muy alimenticia para todas, porque se puede digerir sin problemas y compartir en la calle como en las instituciones el recetario de los menús que tienen el arte de hacer de la calle parte de la  institución respetuosa y de los parlamentos y gobiernos, un ágora para el debate limpio que educa y hace crecer, decidiendo en común sin perder el contacto entre esos dos aspectos de la misma realidad política, valorando mucho más el consenso del bien común que la patada en la puerta o en la cara, el apalizamiento de abuelas y las órdenes de los jueces para detener al primero que rechiste ante los abusos de la política entendida como rejoneo, acoso y derribo y si hace falta, estocada final para acabar cuanto antes.
Y  ese modelo de democracia es el que nos acaba de sorprender en estos dos días de debate entre unos portavoces dignos de su función responsable plurinacional y solidaria, en contraste con una oligarquía decrépita que al primer resuello perdió el oremus, se quedó sin más argumento que el estupor y el constatar su vacío y su desbarajuste ante la sorpresa de una circunstancia
desconocida que no alcanzan a entender, y que la hizo desvanecerse en la nada sin experimentar siquiera la necesidad de dimitir. 

Tan bloqueados les ha dejado el trauma, que han peferido ser echados como ilegales e inadecuados, como basura que se tira con alivio al contenedor de la historia, incapaces de aceptar libre y sanamente que en democracia cuando no se puede cumplir la voluntad popular que  se prometió servir, con toda la elegancia del juego democrático, uno se despide sin aspavientos ni escenas de Berlanga, se va dignamente, y no huyendo del Parlamento a esconderse por los bares y restaurantes de lujo, donde uno se siente aún el presidente de las ruinas más aparatosas, de algo pírrico y estrafalario, pero presidente de algo al fin y al cabo. El caso es mandar y no ser manadado. Y que se vea y se oiga, como aquella inolvidable declaración de amor de Rajoy en la plaza de toros de Valencia, dedicada a uno de lo más preclaros corruptos, en entoces presidente de la Diputación y hoy enmierdado hasta las trancas, como toda esa colección devastadora 'de esos señores que pasaban por allí': "Que te quiero, Alfonso, que te quiero, coño!" Inolvidable. De antogía.
Por muy mal que lo puediese hacer Pedro Sánchez, es segurísimo que nunca llegaría a estas cumbres encenagadas de la miseria más repulsiva y obscena. Eso es seguro.

No cabe la menor duda de que España ha cruzado el umbral de una nueva era política. Seguramente es justo reconocer que sin el pp en ese plan finiquito absoluto, diferido durante tantos años, en todos los planos, es posible que nunca se hubiese producido tal metamorfosis. Tal resurrección política. De la calle a las instituciones. Ida y vuelta. Como ha hecho Pedro Sánchez y como enel lado oscuro ha hecho, al revés, el pp sumido en  el comppostero, en el que, con Franco, puso su primera piedra fundacional para pudrise juntos como diosh manda, of course.


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