George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
miércoles, 9 de mayo de 2018
Gracias a ti, Almudena, tu testimonio humano y literario es el que mejor encaja con la visión y los sentimientos que experimento en lo que se refiere al fin de ETA y lo mismo respecto a Eguiguren y su admirable solvencia moral
Eguiguren.
A mí siempre me ha parecido Jesús Eguiguren un hombre valiente, inteligente, honrado, y digno de admiración
Jesús Eguiguren, expresidente del PSE y negociador con ETA, en San Sebastián. Octubre, 2015.Javier Hernández Juantegui
Para olvidar a ETA, para enterrar definitivamente sus siglas y sus
actos en el desván de las peores pesadillas, es imprescindible recordar.
La memoria es balsámica, es justicia siempre y, sobre todo, ahora. Las
imágenes de las víctimas de ETA son una manera de contar la historia
reciente de España, estremecedor el paso del tiempo sobre los peinados,
los vestidos, los zapatos que testimonian la larguísima secuencia
cronológica de la muerte repetida, el imperio del error que se
transformó en terror, la violencia que infiltró una sociedad entera,
desde fuera hacia adentro, hasta las capas más íntimas de la vida
cotidiana, de la convivencia familiar, de la construcción de la
identidad de generaciones enteras de niños y adolescentes. Aunque ETA
dejara de existir hace ya tiempo, es justo, es bueno recordar, para que
el horror no se repita, para que las familias de las víctimas sientan el
calor de la solidaridad, para honrar a quienes se atrevieron a soñar
con la paz. Por eso quiero recordar hoy a Jesús Eguiguren, el Negociador de la espléndida película de Cobeaga que deberían ver todos los españoles, el protagonista del no menos espléndido documental El fin de ETA,
que deberíamos ver dos veces. Nunca olvidaré la impresión que me
produjeron las palabras con las que resumió su acercamiento a Otegi,
mira, Arnaldo, no podemos dejarle esto así a nuestros hijos… Muchas
víctimas nunca le entendieron, y lo comprendo. Muchos de sus compañeros
del PSOE lo consideraron un traidor, y eso no lo entiendo. A mí siempre
me ha parecido un hombre valiente, inteligente, honrado, y digno de
admiración. Me habría gustado ver su nombre destacado en las crónicas de
la disolución definitiva de ETA. Yo lo escribo aquí, y le doy las
gracias.
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