martes, 3 de octubre de 2017


¿Qué viene ahora?

Aunque parezca imposible a Puigdemont y Rajoy le une algo: el mismo error de cálculo, creer que Europa se lo va a arreglar 





Rajoy rechaza por carta negociar el referéndum que pide Puigdemont y denuncia que amenace con declarar la independencia
Puigdemont y Rajoy



Ahíto el ardor guerrero español, confiemos en que al menos una parte de la media España que creía que esto se arreglaba metiendo a Carles Puigdemont en la cárcel se haya percatado de que no se pueden disolver barrios enteros a palos, ni se puede meter a media Catalunya en prisión. La demandas políticas no se pueden gestionar con el código penal.
La violencia policial le ha dado al Govern un argumento imbatible ante la opinión pública y la comunidad internacional que no entiende, simplemente porque es inexplicable, la lógica de antidisturbios frente a urnas. Una declaración unilateral de independencia sólo le crearía un problema que esa misma comunidad internacional se quitará de encima a la velocidad del rayo. Todo lo demás son incógnitas. Nadie sabe adónde irá el ardor independentista cuando se declare la independencia y pase nada apoque nadie la reconoce. Nadie sabe qué hará esa mitad de la población catalana que, según las encuestas, ni quería este referéndum, ni quiere esta independencia.



Aunque parezca imposible a Puigdemont y Rajoy le une algo: el mismo error de cálculo, creer que Europa se lo va a arreglar cuando son ellos quienes deben asumir la responsabilidad. Uno confía en que Europa haga de muro insalvable, otro espera que intervenga para mediar y nadie en la UE va a hacer ni una cosa ni la otra; optarán por confinar el problema a las fronteras estrictamente nacionales.
Una administración inteligente de todo lo sucedido el domingo debería llevar al Govern a la conclusión de que ninguna democracia del mundo va a legitimar un proceso unilateral. La línea que separa la simpatía de la aversión es muy fina y se cruza en un día, igual que las batallas de imagen se pierden en minutos. No basta con decir que se quiere hablar mañana mismo, hay que ponerse a hacerlo hoy. La gente que votó y salió a la calle espera resultados, no más símbolos y victorias morales y el mejor resultado que pueden ofrecer es que Catalunya puede reclamar y lograr sentarse a negociar en pie de igualdad. No para que le den nada, sino para que se le reconozca aquello que es suyo, empezando por su nación. Una administración inteligente de todo lo sucedido el domingo debería llevar a Mariano Rajoy y los principales partidos estatales a la conclusión de que la búsqueda de una solución y el inicio de cualquier dialogo necesitan que se cumpla una condición previa indispensable: diseñar una estrategia de Estado, no lo que hemos tenido hasta ahora: la estrategia del PP convertida en estrategia de Estado y el toque de corneta a la llamada de Moncloa por miedo a ser calificado de traidor. Poco se podrá hacer sin una estrategia de Estado que defina una posición negociadora común, sin prejuicios ni vetos, y un diseño de futuro que abra posibilidades en vez de cerrarlas. Empezar por retirar de la primera línea a los antidisturbios y asumir la responsabilidad por los excesos parece un gesto tan proporcionado como necesario.
Guste o no, cualquier solución dialogada, desde la reforma constitucional al referéndum pactado o incluso la independencia acordada, necesita del concurso del Partido Popular y la derecha española. La estrategia del PP de convertir a Catalunya en una arma para recuperar el poder y mantener unida a la derecha nos ha traído en buena medida hasta aquí. Puede que Rajoy sea el problema, pero sinceramente no veo a alguien más capacitado en esa derecha para llevar al PP y a sus votantes a cruzar ese puente. 

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De acuerdo, Losada, pero a tu análisis le falta un detalle importante: no haces referencia alguna a la grave y decisiva responsabilidad de la oposición en esta hecatombe estatal. Rajoy no es presidente porque le ha tocado en la lotería su presidencia. El pp no es mayoría absoluta, en realidad no podría gobernar sin el apoyo de ppsoe, el poder que está ejerciendo es gracias al regalo por abstención y lavado de manos pilatesco de la caricatura del socialismo, representado por Sánchez y sus muchachos. No lo olvidemos, por favor. El ppsocialismo de pacotilla está entorpeciendo toda la dinámica de la regeneración democrática con sus trampas estúpidas, sí, porque a medio plazo, esas jugarretas absurdas serán el boomerang que acabará convirtiéndolo en un partido residual, con el mismo final que una UPyD, justo por no distinguir el carbón de la escoria y por haber sido para España un enemigo emboscado de "salvador" giratorio y acomodaticio. 


No es hacer política, sino establecerse en la aporía, el clamar por el diálogo y el entendimiento y cuando se convocan no acudir porque  la convocatoria no es suya. Es lo que acaba de suceder por partida doble con la propuesta  de la moción de censura rechazada y la asamblea para el diálogo sobre el derecho a la libertad de expresión, propuestas de la izquierda española que un verdadero socialismo responsable habría aceptado como propias si tuviese más conciencia y ética que intereses espurios y arrogancia más propia del Hidalgo del Lazarillo que de políticos decentes y lúcidos del siglo XXI.
Pedirle a Rajoy que dialogue es clamar perdidos en el desierto esperando que de las dunas mane el agua. De momento Pedro Sánchez  no es Moisés ni dispone de una vara mágica para esos menesteres. Al contrario, está empeñado en intentar ser zahorí sin haber explorado el terreno con mapa y péndulo ni saber donde se ha metido. Predicar en el desierto no sirve de nada, hay que salir de él como sea.

Y desde luego la salida no es la del diálogo con el inventor y promotor del desierto, pero es cierto que para esa salida se necesita la cooperación de la derecha. Para ello es básico que el tapón de Rajoy desaparezca del Parlamento, con él a la cabeza, el pp sólo es un amasijo de brutalidad interesada y sociópata. No tiene luces y ha hecho de su ceguera y de su oscuridad el sentido de las leyes y de la política. Lo ha ido labrando lentamente, -en él todo es lento porque no entiende y debe machacar y destripar primero para aclararse-, desde hace muchos años vive en el monolito de una "estabilidad" necrológica para España. La tranquilidad y el  equilibrio de los cementerios. Al parecer el fallo del psoe ha sido creerle normal y seguirle la corriente hasta las próximas elecciones, a lo largo de las varias convocatorias electorales que hemos soportado, en las que Rajoy y su partido se dedican a despertar los peores instintos y a usar los peores métodos irracional-emotivos, echando mano de cualquier fechoría, calumnia o demagogia que le facilite el sostenimiento de su Jurasic Park en declive exponencial, aunque eso signifique destrozar el estado y matar la gallina de los huevos de oro de las comunidades ibéricas. 


Por supuesto que el diálogo y el cambio pasan por integrar a la derecha en el compromiso político, pero esta derecha corrompida, convicta y condenada por los tribunales aunque impune e irresponsable a la hora de cumplir condenas y devolver lo robado y reparar sus crímenes y delitos sociales, políticos y económicos, no está en condiciones de dialogar porque no sabe hacerlo, nunca lo ha hecho, e incluso el diálogo le parece una debilidad y una "mariconada" si puede conseguir lo que quiere a base de embestir, golpear, espiar, arruinar, calumniar, acosar, amordazar y apalear. Para ella sólo existe la batalla campal, ganar o perder, vencedores y vencidos. No conoce otra cosa. Con ese material no se puede construir nada, hay que desecharlo para sanear el estado, ilegalizando e inhabilitando democráticamente  y desde la justicia y el derecho, las conductas delictivas del cohecho, la prevaricación y toda corrupción institucional, incluso con efecto retroactivo, estableciendo un código muy claro y sencillo de entender que explique a todos en qué consisten esos delitos contra la ciudadanía y que se enseñen desde la escuela, para que el pueblo tenga la capacidad de detectarlos y rechazarlos oficialmente en cuanto se produzcan en sus ayuntamientos, diputaciones y parlamentos.
Todo eso debería proponerlo la oposición, obviamente. Es su obligación pedagógica. Pero el Psoe está en otro plano; ni siquiera permite la unidad de la izquierda si no es bajo su hegemonía... No quiere ser parte de la coalición alternativa, a la portuguesa o la valenciana, que ya funcionan muy bien, sino el imperator.  Se parece demasiado al pp para poder y querer desactivarlo , son como un matrimonio viejo, que gruñen, discuten, hasta pueden odiarse y matarse entre ellos, pero no se separan por nada del mundo, no porque se quieran apasionadamente, sino porque tienen demasiados intereses en común, que no son el bien de España sino la supervivencia de sus partidos que constituyen, además, su modus vivendi. Después de treinta o cuarenta años viviendo de la ciudadanía ya están incapacitados para retomar sus antiguas profesiones y necesitan quedarse como sea en los sillones del poder. Ese apego ansioso al poder y a sus privilegios indica que nos falta una regulación democrática de tiempos para el servicio del encargo político (no cargo vitalicio) de la que jamás se han preocupado ni gobiernos ni oposiciones teóricamente democráticos.

En ese plan la democracia desaparece del mapa, la justicia se acopla, porque el poder judicial hace lo mismo, las religiones tragan y miran al cielo para no ver la tierra y que el concordato haga el milagro la sostenibilidad financiera, aunque gobierne el mismo Satanás, que si se bautiza, reza y paga, no será tan malo como muestran sus hechos, no hay que juzgar sino mirar para otro lado, que es mucho más caritativo; los medios se acomodan a sobrevivir en una equidistancia comodísima que les permite trabajar sin problemas de censura e incluso convertirse en chamanes de la  opinión pública que necesita "estabilidad" aun en medio de lo peor para que nadie pierda el oremus, el sueldo y las prebendas. 

¿Y el pueblo-ciudadanía? Ah, a esos pardales que les den... en cada territorio lo que toque, siempre desde la legalidad policiaca, eso sí. Pero lejos, que no se acerquen demasiado y se tomen confianzas,  que se les da la mano y se toman hasta los pies. Y  pillando el rábano por las hojas, se creen que todo el monte es orégano. Con las programaciones de tv adecuadas  y los trolls en las redes, lo tenemos a penello como dicen en Italia, para que todo vaya de cine y de serie, tal que serial killers de conciencias. 

Pero hay algo muy básico que los filibusteros de este desmadre nunca podrán evitar ante los desastres que provocan para seguir medrando: cuando el pueblo despierta, salva al pueblo. A pesar de los nacionalismos y las banderas que se quedan en nada ante los valores imperecederos de lo divinamente humano: libertad, igualdad y fraternidad en la res pública, en la politeia. Eso sí que es peligroso para el sistem in falliure de Matrix. Y ese miedo es la cadena del matrimonio indisoluble entre pp y psoe. 

Confiemos, por el bien de toda España y de Catalunya, en que una chispa de lucidez brille en la parte más sana del psoe y un buen divorcio sea la solución a ese pésimo matrimonio contra natura.  El paradigma lo tenemos muy cerca de Este a Oeste: en Valencia, pero, sobre todo, en Portugal, que se ha convertido para toda la UE en un ejemplo de gestión y capacidad para remontar lo peor desde el pueblo y no desde el trono y la trona.

 Para hacer un puzle lo primero es que veamos la foto de la figura o del paisaje que vamos a conformar pieza a pieza. Si nos quedamos bloquedados elucubrando sobre las formas y los trazos de cada pieza será imposible completar y acertar con el resultado de la propuesta. Lo primero es tener claro lo que necesitamos y lo segundo remangarnos para conseguirlo. Para eso hace falta el diálogo. Pero ¿pueden dialogar quienes consideran el diálogo una inutilidad y una flojera política? Y si eso es un obstáculo para todo cambio imprescindible, ¿no será lo más urgente y lúcido impedirles que sigan gobernando y una vez privados del poder, reparar, con su propia colaboración democrática, como reparación, los daños y desastres que han causado?

El pp, sobre todo necesita educarse en valores cívicos y éticos. Tal vez el castigo más útil para ellos no sea la cárcel, sino una buena temporada con sus bienes incautados por la Justicia y trabajando con el salario mínimo interprofesional, viviendo en barrios obreros y marginales, sin coche, usando metro y autobús, asistiendo obligatoriamente a terapia educativa cada día y recuperando su antiguo status en la medida en que vayan mejorando sus instintos, sus emociones, sus ideas y su disposición empática para la convivencia. Tras los hitos de Felipe González, Guerra, Pedro Sánchez, los EREs, Susana Díaz y el remate de la crisis catalana, algo me dice que en el Psoe, puede que  esa terapia tampoco estuviera   de más.



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