Magnífico análisis, Iñaki. Tal vez las dificultades se conviertan en nuevos caminos y en resiliencia por parte de la sociedad, que desde luego, por lo que ha votado en varias ocasiones no está en la línea del derechismo ultra que ahora está delatando su verdadera condición, sin freno alguno. Hay más españoles despiertos que idiotizados. Las urnas lo han dejado claro y eso que la derecha aun no se había quitado la careta de demócrata acomodaticia. Y las urnas volverían a dejarlo cristalino con más énfasis si se les impidiese tener un gobierno decente. La actitud terrible de la derecha está consiguiendo hacerse el harakiri como opción civilizada y democrática. España no es el reino de Abascalia, ni la franquicia de Faes ni el cortijo del pp ni el felpudo de c's, ni la cueva de los dinosaurios, es un camino cívico y social que intenta construirse mediante el diálogo y la cooperación para el bien común, desde otros parámetros más avanzados, inteligentes y constructivos, mediante la conciencia colectiva como herramienta fundamental. No será fácil, pero sí es posible si esa es nuestra voluntad mayoritaria. Pondrán zancadillas en todos los niveles, como por ejemplo, perpetra el funcionariado facha cuando hace las cosas mal aposta y alega que son "órdenes de arriba", en esos casos hay que ir a "arriba" directamente pasando de ellos para que se descubra el pastel cuanto antes. Y así los indecisos y desinformados irán viendo la realidad tal como es y que la derechona no ata perros con longanizas, es que pinta longanizas en las sogas matadoras sociales que matan la justicia sociall igualdad, la fraternidad y la libertad, para engañar mejor.
Afortunadamente, la mayoría es traidora en este caso. Y cada vez lo será más, si los pitbull trifachitas siguen erre que erre y no asumen que han perdido la oportunidad, y no por culpa de la izquierda, cuyos representantes se lo han puesto en bandeja, sino porque la sociedad no ha mordido el anzuelo del patrioterismo indecente como cebo.
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