martes, 2 de julio de 2024

Aquí va un nuevo post de nuestro amigo, hermano y maestro el Dr. Jorge Manresa. Un repaso al tema de la automedicación en la Homeopatía. Interesantísimo y necesario conocimiento. Que lo disfrutéis, querida familia!

 

Al igual que ocurre en medicina con otros métodos terapéuticos, la automedicación y la autoprescripción también se da en homeopatía, muy probablemente por la errónea generalización en cuanto a seguridad e inocuidad, de las terapias naturales por parte del gran público. 

Vamos a abordar los beneficios y los peligros que puede conllevar el uso no supervisado de medicamentos homeopáticos. 

Ante todo, es importante establecer la diferencia entre automedicación y autoprescripción, acciones ambas que atañen a los pacientes pero que es muy importante diferenciar, ya que puede llegar a tener graves consecuencias para la salud. 

Los médicos que llevamos unas cuantas décadas trabajando, tenemos múltiples ejemplos de lo que puede hacer el desconocimiento, el consejo de familiares o amigos, una mínima actitud preventiva sobre lo que se desconoce. 

Hacemos referencia a la automedicación en cuanto a elemento de autocuidado y que se aplica a aquellos medicamentos de venta libre; no así a aquellos medicamentos que precisan receta médica, la autoprescripción

La Organización Mundial de la Salud reconoce que el autocuidado de la salud es un recurso importante de la atención médica, incluyendo estilos de vida saludables, apoyo social en la enfermedad y manejo incipiente de molestias leves con automedicación. 

A pesar de ello, la automedicación es una actitud que no goza de unanimidad en el estamento médico, al considerar que no podemos obviar eventuales perjuicios como el de propiciar retraso en la atención médica, aumentar la frecuencia de efectos adversos de los medicamentos, enmascarar síntomas y otros. 

En general todos los inconvenientes que se han atribuido erróneamente a la automedicación en realidad lo son de la autoprescripción.

Un caso particular lo constituye la autoprescripción o medicación “por poderes” en el niño, la cual no es una decisión autónoma, libre y voluntaria del paciente, sino que se fundamenta en la interpretación subjetiva que hace de los síntomas la madre, el padre u otra persona que cuida del menor.

Tanto la autoprescripción como la automedicación en niños tienen singularidades que obligan a considerarlas de mayor riesgo que en el adulto. 

Las limitaciones para el uso de medicamentos en la edad infantil comprenderían: 

  • El desconocimiento de los efectos reales en el niño de muchos fármacos utilizados en adultos, carentes de autorización en edad pediátrica. 
  • Uso que hacen los pediatras de medicamentos al margen de las recomendaciones de la ficha técnica. 
  • Autorizaciones de uso con restricciones por la edad. 
  • Uso en indicaciones no aprobadas, etcétera.

Tengamos por tanto bien claro, que cabe la automedicación como alternativa terapéutica y en determinadas situaciones clínicas. Que no deberemos realizar autoprescripción de medicamentos, sobre todo si estos son fármacos convencionales. Siempre correremos el riesgo de padecer efectos secundarios, exceso o defecto de dosis, enmascarar síntomas importantes, etcétera. 

Que ocurre con la automedicación en homeopatía

 Podemos definir la homeopatía como una terapia no convencional, que se engloba dentro de las terapias naturales y mal definida como exclusivamente alternativa en la que cabe como en otras muchas terapéuticas la automedicación. 

El hecho de que se trate de medicamentos ultradiluidos, no exime al paciente de conocer determinados aspectos de la terapéutica homeopática:   

  • Los medicamentos homeopáticos son los más seguros de la oficina de farmacia. Incluso si no hemos elegido el medicamento apropiado, no notaríamos efecto sobre el o los síntomas que pretendiéramos tratar; en cualquier caso, sería muy muy poco probable que tengamos algún efecto secundario, que siempre sería muy leve y pasajero. 
  • Un medicamento homeopático puede tener distintas indicaciones, precisando quizá diluciones distintas según la patología a tratar. Aunque no hablamos de dosis, la dilución define una acción local, más general, mental, etc., por eso carecen de prospecto ya que el profesional sanitario elige la más adecuada en función del nivel de acción sobre el que quiere actuar. 
  • En el caso del medicamento homeopático la posología se adapta a los síntomas presentes. Por ejemplo, un catarro (problema subagudo) requiere 3-4 tomas al día. Un traumatismo (problema agudo) cada 15 minutos. En ambos casos, es importante espaciar las tomas conforme se produzca la mejoría esperada.  
  • A pesar de la absoluta compatibilidad de los medicamentos homeopáticos con los convencionales, cabe la posibilidad de que algunos de estos últimos eviten el efecto que esperamos de un medicamento homeopático. 
  • La especificidad de acción de cada medicamento y su elección de las manifestaciones de la enfermedad en cada individuo, puede hacer que no escojamos el medicamento apropiado. Por ejemplo, es fácil que no elijamos el medicamento apropiado para un catarro o una tos entre los muchos que hay. 
  • La tendencia actual a consultar internet para distintas patologías, nos puede llevar a elecciones erróneas, tanto de los medicamentos como de la patología que creemos tener, llevándonos a retrasos diagnósticos y pérdidas de oportunidad de tratamiento que no ocurren cuando se trata de un acto médico. Por favor, no crea todo lo que lea y ante la duda consulte con su médico o farmacéutico. 

La homeopatía se fundamenta entre otras cosas en la individualización del tratamiento en cada paciente y por tanto requiere información médica suficiente para escoger bien el tratamiento más útil. 

  • Una de las grandes ventajas de la terapéutica homeopática, es que permite tratar tanto las patologías crónicas como las de repetición de modo personalizado. Este planteamiento terapéutico tiene en cuenta antecedentes familiares y personales, las características físicas y de personalidad del paciente, así como por supuesto los síntomas de la enfermedad a tratar y su manera de evolucionar.

No tiene por tanto mucho sentido, abordar tratamientos complejos sin tener los conocimientos apropiados. El fracaso está asegurado. 

Usted puede acceder a medicamentos homeopáticos sin receta médica en las oficinas de farmacia, incluso en algunos países sobre todo anglosajones, puede adquirirlos en otros establecimientos como ocurre con antigripales, jarabes para la tos o analgésicos-antitérmicos, situación con la que no todos los médicos están de acuerdo. 

Si decide automedicarse, sea sensato, valore si sus síntomas se lo aconsejan y ante cualquier duda o si los síntomas se prolongan o empeoran recurra coméntelo con un profesional sanitario. 


 


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