miércoles, 1 de marzo de 2023

Espléndido ejercicio reflexivo: Leonardo Boff y un sociólogo amigo, con el que debate y comparte las reflexiones. Muchas gracias, Religión Digital, por publicar un material no solo informativo, sino sobre todo, pedagógico e instructivo para el cambio de miradas y el despertar de conciencia que tanto necesitamos como individuos y como especie...

 

El fin de la especie y la salvación cristiana: respuesta a un desafío Leonardo Boff: "Yo creo que Jesús no vino a cambiar el curso de la evolución"

Sobre la teoría de la evolución
Sobre la teoría de la evolución

Un entrañable amigo, reconocido sociólogo, Pedro Ribeiro de Oliveira de Juiz de Fora:MG, tal vez el único que lee todo lo que escribo, me critica y mejora mis ideas, se dejó impactar (helás!)con mi reciente artículo “Lo nuevo normal climático es amenazador”que trata del cambio irreversible del régimen climático de la Tierra que podrá poner en peligro el futuro de la vida humana. Como es un cristiano crítico y serio me escribió esta provocación que supongo será la de muchos lectores y lectoras. Me permito transcribir su email en su forma coloquial y después mi respuesta.

Pregunta de Pedro Ribeiro de Oliveira:

Leonardo, mi hermano,

Acabo de leer tu texto “Lo nuevo normal es amenazador” soltando los perros sobre la inevitable catástrofe climático-ambiental que se está abatiendo sobre la Tierra y quiero sugerirte/pedirte una reflexión teológica sobre la Salvación. ¿Es que ni Jesús puede salvar a la humanidad? ¿Es que su Evangelio del Reino se quedó en nada? ¿Que Él sólo consigue salvar almas? ¿Será que el Hijo del Hombre, después de resucitado por el Espíritu, acabó muriendo por nada?

No sé… Si toda la especie humana, y un montón de otras que van con ella, está condenada a desaparecer, la promesa del Reinado de Dios fue solo una Esperanza que ayudó a una parte (pequeña) de la humanidad a vivir momentos felices anticipándolo en la historia. ¿Dónde está la salvación que Jesús prometió y las Iglesias cristianas han anunciado durante siglos? 

Sólo nos queda el consuelo de que, no habiendo Reinado de Dios en la historia y estando nuestros cuerpos condenados a morir, tendremos una vida eterna y etérea para nuestras almas. Pero si es así, mucha gente hizo el tonto, incluso el mismo Jesús de Nazaret: podía haber enseñado la salvación de las almas sin enfrentarse al Imperio, el Templo y la Cruz.

Como teólogo, te propongo escribir una reflexión sobre la Salvación teniendo como tema de fondo la catástrofe de la vida humana en la Tierra.

Un afectuoso abrazo 

Pedro

Pedro Ribeiro de Oliveira, sociólogo y articulador del Movimiento Fe y Política.

Naturaleza
Naturaleza

Respuesta de Leonardo Boff

Pedro, amigo-hermano,

Yo creo que Jesús no vino a cambiar el curso de la evolución

Si te cuento la historia de la vida te darás cuenta de que al formarse los continentes (a partir del único gran continente Pangea) hace 230 millones de años, entre el 75-95% de todas las especies de seres vivos desaparecieron. Pero la Tierra guardó semillas (los quintillones y quintillones de micoroorganismo escondidos en el suelo y a salvo de cualquier amenaza). La Tierra se demoró 10 millones de años para rehacer la biodiversidad. La rehizo y enfrentó otras grandes extinciones posteriores, como aquella de hace 67 millones de años que hizo desaparecer todos los dinosaurios después de haber vivido más de 130 millones de años sobre la Tierra, y tantas otras. Pero la vida, como una especie de plaga siempre sobrevivió. 

Nada impide que nuestra especie, que apareció la última en el proceso de la evolución, violenta y asesina desde el principio del mundo, llegue a su clímax y desaparezca. Pero no desaparece el Principio creador de Dios-Trinidad, de comunión y de amor. De las ruinas hará un nuevo cielo y una nueva tierra,como lo promete el Apocalipsis.

Apocalipsis de Silos, uno de sus 'beatos'
Apocalipsis de Silos, uno de sus 'beatos' Biblioteca de Silos

Recuerda el Viernes santo. Todos los apóstoles huyeron o le abandonaron. Sólo las mujeres, las generadoras de vida, no le abandonaron y se quedaron al pie de la cruz. El Viviente murió entre gritos de desesperación hasta entregarse, confiado, diciendo: “en tus manos entrego mi espíritu” (Lc 23,46: mi principio de vida). La resurrección, testimoniada primero por una mujer, María Magdalena, fue una insurrección contra aquella justicia y aquel mundo de muerte que lo condenó. Pero es mucho más: la resurrección anticipó el fin bueno de la historia humana y del universo. Surgió el “novísimus Adán” (1Cor 15,45).

Yo creo que el misterio pascual (vida-muerte-resurrección), especialmente el viernes santo, no sólo inspiró a Hegel para para la creación de la dialéctica (que él llama“viernes santo teórico”) sino que también nos puede inspirar a nosotros.

Podemos pasar por el viernes general y terrenal con todas sus agonías como las de Jesús. Pero no es el fin. Irrumpirá, pronto después, lo nuevo que es la resurrección. No como reanimación de un cadáver como el de Lázaro, sino como realización de todas las potencialidades escondidas en nosotros y como la irrupción realmente de aquello que el Apocalipsis atestigua: un nuevo cielo y una nueva tierra. Ellas vendrán de lo alto, es decir, de otra fuente de vida y de otra naturaleza. 

Bien dice Ernst Bloch: el verdadero génesis no está al comienzo, sino al final. Solo entonces Dios, “mirando todo lo que había hecho, halló que todo era muy bueno” (Gn 1,31). Ahora no todo es bueno, pues hay tanta maldad y desastres incomprensibles, como el de São Sebastião-SP y bajada del nivel de agua de los canales de Venecia que están prácticamente secos. Pero el fin será bueno.

Como dice el poeta portugués, Fernando Pessoa: “soñamos con un mundo que aún no experimentamos”. Ahora al final del nuevo régimen climático, el terrible piroceno (del fuego), vamos a explosionar e implosionar hacia dentro de Dios como le gustaba imaginar a Teilhard de Chardin. Experimentaremos un mundo nunca vivido antes.

Fe y Esperanza
Fe y Esperanza

Nuestra esperanza vale para la situación calamitosa actual. Reside en la resurrección de Jesús que solo comenzó pero no acabó todavía porque sus hermanos y hermanas que somos todos nosotros, no hemos llegado a la situación de él. La resurrección de Jesús es un proceso no terminado porque sus hermanos y hermanas aún no han resucitado como él.  Como lo dice san Pablo “es en la esperanza que somos salvos” (Rom 8,24).

Me gusta el evangelio original de San Marcos. Termina diciendo Jesús: “id a Galilea, allí me veréis”(16,7). Así acaba el texto. Los milagros agregados, es consenso entre los exegetas que son un añadido posterior. 

Por lo tanto, estamos todos en el camino a Galilea cuando entonces veremos al Resucitado, el Nuevo Ser se manifestará y hará de nosotros también nuevos seres, hombres y mujeres resucitados.

Esta es mi esperanza frente a las turbulencias mortales de la historia, sobre todo de la historia reciente. Lo nuevo, Cristo resucitado, acabará de resucitar y entonces se mostrará como el Cristo cósmico que llena todos los espacios de la Tierra y del universo. Y nosotros participaremos de esta novedad.

Un grande y fraterno abrazo 

Leonardo

Escribí un libro La resurrección de Cristo: nuestra resurrección en la muerte, Sal Terrae, 26ª edición, 2005. 

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Comentario del blogg:

Estas aportaciones de nuestros hermanos Pedro y Leonardo resultan magníficas para ayudar y aclarar los pasos de la misma evolución de nuestra especie, que desde luego Jesús no vino a cambiar, sino a reorientar y enriquecer, a mirarla y comprenderla con ojos nuevos y liberadores, sin duda. 

La evolución es un proceso interno y externo que en el ser humano ya cambia por sí mismo cuando ayuda a mejorar las cualidades y a desmontar las dificultades, de lo contrario se produce una involución y un autoexterminio de aquellos que se niegan  a evolucionar y del medioambiente que los sostiene y los rodea. 

Imaginemos que un ser humano se niega a abandonar su cunita de bebé y sus biberones, pero sigue cumpliendo años inevitablemente, le salen dientes, pero se niega a masticar porque es mucho más cómodo tragar sin más, le crece el pelo pero no sabe ni quiere peinarse, crece su cuerpo pero nadie le orienta ni le explica el porqué de tantos  cambios incomprensibles para él, se hace de todo encima pero siempre le limpian, le bañan y le cambian pañales y ropa, puede dejar de ir a gatas, de usar el taca-taca para aprender a andar, pero no quiere caminar por su cuenta, le da miedo la posibilidad de que con esa innovación tenga que cambiar sus hábitos de recién nacido, en los que mami y papi se lo dan todo hecho, le cuidan, le cantan, le acunan, le alimentan, le entretienen y le dan todo lo que necesita...

Los años pasan sin que se pueda evitar pero el bebé cumpleañero no lo asume, por más que sus padres  le compran ropa, zapatos, material escolar, le llevan a la escuela sin que el bebé se haga consciente de nada, incluso estudia sin saber para qué mientras muerde el chupete para dormirse abrazado a sus peluches y sus padres envejecen, enferman y se mueren...como, por lo visto, según le han contado, hicieron sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos...El bebé lo único que ha aprendido es que el miedo parece que se quita con dinero y que la vida consiste en que ese dinero permita seguir comprando biberones, potitos, pañales, sonajeros, pantallitas, videojuegos y móviles desde donde pedir atención y compañía de l@s mamispapis globales que viven y se forran con el dichoso y rentable espejismo, y así hacen posible su sostenibilidad insaciable y así resulta que el bebé va atravesando años y siglos en el mismo plan, devora la despensa, atraca la cocina con pataletas y gritos aterradores, se dedica a lanzar contra los demás bebés que encuentra  todos los cacharros, los platos y vasos, las freidoras, el aceite y el agua hirviendo, la rumba, la thermomix, enciende fogones que no sabe apagar, se intoxica con lo que come y se reproduce por inducción y arrebato salvaje, que luego se le pasan y le producen amnesia. Se droga con todo lo que encuentra. 

Pues ese es el destino de una humanidad que nunca mayoritariamente se ha hecho adultamente cargo de su situación. Los papis y mamis son las religiones heredadas y maquilladas desde la antigüedad, que también fueron bebés autoconvencidos de que eran la salvación dogmática de sus propias fijaciones...

Cuando nacen en esta especie seres con una genética diversa con la que el Amor Infinito ha creado y crea constantemente vida y esencia en muy diversos y originales formatos, con el fin de ayudar a las especies más torpes y retrasadas, los bebés oxidados y enquistados en sus instintos más elementales, no solo no los entienden, es que los odian y les temen. Les persiguen, les espían, les crucifican, les tirotean o les envenenan, mientras  les imitan en ciertos detalles, sin saber porqué, algo que califican de "misterios" y por ello inaccesibles a nuestras entendederas, a los que solo pueden acceder "los expertos" de siempre,  pero en ese plan ellos tampoco pueden solucionar nada, sino complicarlo todo. Ese planteamiento del quiero y no puedo/puedo y no quiero, da lugar a barbaridades como actitudes que he podido comprobar de un modo alucinante en dos amigas, una de Sicilia y la otra de Valladolid; la primera se declara atea convencida pero no admite la menor crítica a la iglesia católica, porque para ella es una ofensa nacional y un insulto contra una institución que considera parte del Estado Italiano, lo de dios es completamente aleatorio... La segunda afirma que no sabe si creer o no creer en dios de cuya existencia no tiene ni idea,si total es inaccesible y nadie sabe nada de él,  y que le da lo mismo si existe o no, porque eso no afecta para nada a su vida, pero que por si acaso hay algo al otro lado y no llevarse una sorpresa horrible al morir, ella ha bautizado a sus hijos que han hecho la primera comunión y se han confirmado, como ella y su marido, se casaron por la iglesia, faltaría más, y va a misa los domingos y festivos litúrgicos, pues sería estúpido no ir a un cielo y caer en un infierno solo por no haberle dedicado a ese dios, de cuya existencia vaya usted a saber,  solo media hora de su tiempo a la semana. En ese nivel de conciencia andamos. ¿Cómo no vamos a estar como estamos? No por "castigo de dios", ni mucho menos, sino por un letargo demoledor y bloqueante a la hora de enfocar y orientar vida y valores, con semejante  caos y esa mezcla de inconsciencia y tontuna fifty/fifty, seguramente debido a unas creencias que carecen de experiencia personal concreta y se reducen al cuentacuentos religioso de libros sagrados y sermones que poco o nada tienen que ver con el día a día de siglo en siglo, hasta hoy...

Ante tal confusión lo "normal" es  culpar  a los "diferentes" de todos los males que se padecen como resultado de lo que se hace o de lo que no se quiere hacer, y a los mensajeros y testigos de la conciencia infinita procuran matarles cuanto antes, para que sus ejemplos y sus enseñanzas prácticas no acaben con su modus vivendi, que pese a ser la causa de su propia extinción, es lo único que tienen medianamente seguro y les da una confianza completamente absurda e imposible, pero para ellos constituye  lo único a lo que agarrarse mientras ese Titanic global se hunde sin remedio.

Es decir, que la evolución también genera cambios imprescindibles -panta rei, dijo Heráclito, comprendiendo muy bien el proceso- cuando las especies  evolucionan y se van despertando o no, eso depende de la actitud mayoritaria, como en el caso del diluvio y el arca de Noé, por ejemplo. Nadie obligó  a Noé a seguir su intuición ni al resto de su pueblo a no darse por aludidos mediante las señales climáticas que seguramente las hubo entonces, como ahora las está habiendo. En fin que de nuestra actitud, comportamientos, percepciones y sensibilidad espiritual responsable, psicoemotiva e inteligente, dependerá también nuestro feeling con la sensibilidad del Planeta y sus reacciones geodinámicas y climáticas. Nada está diseñado previamente por decreto como se hace con el poder en nuestra especie. 

En la energía cósmica todo es  más sutil y delicado, porque todo está conectado y todo influye en todo. Eso es lo que Einstein descubrió con la relatividad: la integración o fusión, o la desintegración y fisión de los átomos, pero se quedo solo en el fenómeno externo sin trascender hacia el noúmeno interno que en realidad es la fuente de energía inagotable que cuando se activa ya es permanente  aunque se cambie de plano material. Nosotr@s somos los átomos del Cuerpo Cósmico, las gotas de agua en el océano infinito, por eso nuestra elección entre integrar o reventar "peleando" es vital para nuestra propia subsistencia. No esperemos que "dios" nos rescate si nosotros somos la plaga que elige autodestruirse,  si no le permitimos que intervenga aunque en plan religioso se le pida y se rece en plan loros asustados, sin parar, mientras no hacemos posible que "se cumpla su voluntad", que evidentemente no es la voluntad de la mayoría planetaria. A la vista está. Su voluntad es sencillamente la paz que hace posible la integración en el Bien Común, que suma y multiplica, reparte sin dividir ni enfrentar , armoniza en libertad "de los hij@s de dios" y jamás resta ni quita nada a nadie.

Se  trata del nacimiento de la conciencia que como efecto evolutivo del alma en la materia es la energía que nos permite dejar de ser bebés ontológicos para siempre y dejar de inventarnos "dioses" todopoderosos que sustituyan a papi y a mami quitacacas, calientabiberones y calmabarraqueras, que nos hagan descubrir que la luz infinita y el amor sin fronteras que hace posible la vida y a tod@s nosotr@s, no es "un señor" que puede darnos y quitarnos todo según le obedezcamos o no. De ahí, de ese alucine, nacieron las religiones y desde ellas se ha perseguido y martirizado a los humanos conscientes que se dedicaron a despertar bebés eternos y temporales procrastinadores de su propio crecimiento. Algo imposible, un laberinto sin salida, mientras no se vean en el espejo de la luz infinita y comprueben en directo su estado real, con tanta humildad como inteligencia, dos caminos inseparables para evolucionar y no involucionar. 

Es lo que le pasó, por ejemplo, a Pablo de Tarso cuando se cayó del caballo persiguiendo a los seguidores de Jesús, camino de Damasco, para matarlos sin compasión. ¿Le castigó "dios" con esa caída? No. Se castigó a sí mismo, para poder entrar dentro de sí mediante el shock del tortazo y descubrir lo que en realidad le habitaba en el fondo de sí: el espíritu que se proyectó en la figura de Jesús, pregúntándole: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". Eran las nuevas gafas de cerca de su propia conciencia, obra, sin duda, de la energía espiritual que todos somos en el fondo del Ser y que le hicieron quedarse ciego temporalmente hasta que en Damasco se le cayeron las escamas de los ojos que le habían impedido ver la realidad desde el fanatismo y la crueldad "sagrada",de su religión, de la que el Amor Infinito de PadreMadre jamás puede ser el/la autor/a.  

Las creencias obstinadas ya sean ideológicas o religiosas,  que no están basadas en las experiencia y en el contacto personal, tienen el mismo empeño que los bebés que se niegan a crecer. Hay que aprender a dejar la teta materna y el biberón cuando ya nos salen dientes del alma y de la sensibilidad evolutiva, y empezar a comer en sólido e independiente conscientemente, también a dejar de gatear, comenzar a dar pasitos fuera del taca-taca; hay que avanzar hacia dentro y no solo patalear hacia afuera y aceptando que no se puede evolucionar adecuadamente si no nos hacemos adultos evolutivos, no esclavos ni siervos de "dios", sino hijos e hijas compañeros del origen, del que también somos arte y parte. Eso quiso decirnos y demostrarnos Jesús de Nazaret, por eso no se perdió en el templo siendo niño, fue un despiste de sus padres, que estando en grupos distintos -hombres por un lado y mujeres por otro, tan religiosamente judaicos- no se percataron de que el chiquillo se había quedado entre los sacerdotes y peña beata litúrgica para "ocuparse de las cosas de su Padre", o sea, de la evolución de la humanidad. Un PadreMadre no solo suyo, sino de tod@s, que como Jesús, también es/somos parte de su misma Esencia, seamos de donde seamos y creamos o no en lo que sea. 

Cuando se experimenta esa pertenencia mutua ya no hay forma de volver atrás, ni de volver a creer en "misterios divinos" aparatosos, complicadísimos y agotadores, ¡solo para "elegidos",xd! en fin...un marrón más que un camino liberador y amoroso en el que ya solo se disfruta de la frescura transparente de ÉLELLAELLO y de la sorpresa de la infancia creadora sin fronteras a cada paso, no como tara, sino como regalo y piedra fundamental de la nueva humanidad. ¿Quizás en este mundo renovado? ¿Tal vez, en otro distinto aún por descubrir en dimensiones inimaginables? ¡Qué más da todo eso si el Ser ya está en ello...amando e  iluminando sin parar! 

Os recomiendo leer y meditar lo que dijo Tomás de Aquino el teólogo católico por antonomasia, impulsor de la Escolástica y sus cinco vías infalibles, a sus compis dominicos, cuando estaba  a punto de salir de este estado evolutivo y de regresar a la Casa Infinita de a luz sin restricciones ni recibos: "Por favor, hermanos, destruid y quemad todo lo que he escrito tan teológicamente, porque solo son tonterías!" Quién sabe cómo estaría ahora la humanidad y la comprensión del Evangelio si los frailes compañeros de Tomás le hubiesen hecho caso...Ains!!!

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