Desde el paraíso de La Longuera todo mejora. La pobreza es riqueza, la sombra una protección de la luz, la luz, la cuidadora de la sombra. Es lo que tiene la paz de los adentros, que cuando nos nace, es para siempre, ya no tiene vuelta atrás, pase lo que pase. Porque hemos nacido a un nuevo estado irreversible. Hay que atreverse a cruzar el pantano de la desolación, el precipicio de la nada y el miedo de la esfinge, como hizo Atreyu en La Historia Interminable. Tal cual. Se puede seguir trabajando en lo mismo, implicados y comprometidos con lo mismo, en el mismo lugar, o no, con las mismas personas distintas que son toda la familia humana, pero mucho mejor sin aferrarlas ni manipularlas, ni chantajearlas,ni maltratarlas, sin comprarlas ni venderlas, porque nada tiene ya poder sobre una conciencia que ha despertado.
Panadería ecológica. La conciencia es la mejor receta de cocina para alimentarse saludablemente y la Tierra la mejor inversión del Cosmos en el sistema solar, por eso hay que cuidarla, conservarla y quererla como al madre universal que es.
Alberto Garzón sabe de lo que habla en ese video. A base de alimentarnos mayoritariamente de animales estamos haciendo que el Planeta se desertice a velocidad de vértigo, no puede producir lo que le exigimos para consumir vorazmente,sin dar un respiro a la vegetación, al pulmón por el que la Tierra respira y puede transformar el anhídrido carbónico en oxígeno mediante la función clorofílica de las plantas que pueblan bosques y selvas que ahora se destrozan mediante incendios bestiales para hacer negocio global con los monocultivos, las construcciones especuladoras y la masacre animal constante unida a una producción vertiginosa del Carbono que infecta y envenena la atmósfera, haciendo que aparezcan pandemias e infecciones mutantes según territorios y formas de vida que provocan cambios brutales del clima terrestre.
No se trata de hundir el sector ganadero, sino de transformarlo y adaptarlo a unos tiempos que nunca habrían llegado si nuestra civilización depredadora no existiese. Se puede vivir perfectamente e incluso mucho mejor sin toxicidad, sin arrasar, sin desertizar, sin envenenar lo que nos permite vivir, alimentarnos,respirar y mejorar como individuos y sociedad. Como civilización verdadera, no como plaga exterminadora hasta de sí misma, que es el camino que ahora llevamos. No culpemos a los estados ni a los políticos. Somos libres para decidir cómo y por qué vivimos.
Francisco de Asís, Gandhi, Lanza, Tolstoi, Buda, Jesús de Nazaret, Varoufakis, Chomsky, Joaquín Araújo, Pueblos en Transición, Última Llamada, o la gente del Arca, Greta Thumberg, movimientos ecologistas del mundo entero, no estaban ni están locos. Al contrario, eran y son bien lúcidos y conscientes de lo que está en juego. Lo avisaron constantemente. Y siguen avisando. Mientras hay vida hay esperanza.
Alberto Garzón lo explica divinamente. Disfrutadlo, compartidlo y aprendamos juntas, porfis!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.