Y aquí está la respuesta completa de Alberto Garzón. Una lección pedagógica y práctica de conciencia individual y colectiva. Al fin de unos tiempos insostenibles y demoledores va y resulta que la historia demuestra a pie de realidad una evidencia total: comunismo y evangelio no solo no eran caminos incompatibles, sino vías necesariamente inseparables, necesarias y conciliadoras para que la humanidad consiga despertar antes de suicidarse. En realidad es el mensaje completo del Apocalipsis (que etimológicamente significa revelación - o sea, visión adelantada y preventiva de las causas y sus efectos- y para nada 'catástrofe') El desastre y la catástrofe es entender la vida del revés, jugando con la manipulación del lenguaje aplicado al control de las masas humanas sometidas al aquí te pillo y aquí te exploto, porque la depredación y el lucro es el fundamento de una vida que no es vida, sino rendimiento de máquinas, un poder vacío de humanidad y tan distópico y loco como obsesivo, una dictadura global de la manipulación, sin considerar ni respetar la individualidad consciente y responsable que transforma la masa autómata explotada en conciencia colectiva, creadora y sostenedora del bien común, y para ello rompiendo cadenas ancestrales y quitando castigos, acercando e iluminando con escucha, compasión, verdadera y no solo lástima, sino justicia y amor fraterno, en vez de dar valor absoluto a lo que nos aliena, nos engaña y nos mata, porque precisamente, desecha, ignora y no se para a comprender lo que en esencia nos equilibra y nos facilita la vida. Matando la Naturaleza y liquidando sus especies, la humanidad se mata a sí misma. Y esa evidencia diaria en aumento exponencial debería alarmar mucho más a los empresarios que viven de la carne y del sufrimiento animal masivo como negocio, que una transitoria situación de cambio a mucho mejor calidad de vida para todos y todas. Una vida que desde la calidad regule la cantidad y no al revés como pasa ahora, con los resultados que nos caen encima como una imparable lluvia de barro. y cieno, que en vez de limpiar, obstruye y en vez de fertilizar ahoga. Así es actualmente esta sociedad de consumo, en la que trágicamente se es consumidos mientras se consume malísimamente todo lo que pueda dar dinero an abundancia al precio de la propia vida planetaria y humana, sin pensar para nada en las generaciones que nos relevan, que a este paso no podrán respirar, comer, hidratarse ni vivir, obviamente. Una monstruosidad egoísta asumida como "la normalidad" . Si esos empresarios tuviesen conciencia e inteligencia verdadera, deberían estar aun más preocupados e inquietos que Alberto Garzón, por la hecatombe del panorama que ya tenemos encima, de la que ellos, especialmente, han hecho el negocio de sus vidas. Esta vez los verdugos también serán las víctimas. Habrá que elegir entre la seguridad mecánica y cómoda del empleo que intoxica y mata o la inseguridad estimulante y lúcida de la vida por reinventar y construir sin dañar nada ni a nadie, que nos sostiene desde la conciencia y sus posibilidades compartidas. De seguir así aquí no va a quedar nadie para contarlo, -la pandemia y las muertes in crescendo por cocimiento al vapor de 50º en latitudes como Canadá y EEUU, lo están explicando de maravilla-; aunque lo cierto es que en este plan demencial, cerril y destroyer, llegar a 2030, ya sería un milagro.
¡Gracias, querido hermano Alberto, por ser con el primer gobierno de coalición de nuestra triste historia patria, nada menos que la Rosa Parks ecológica, igualitaria, valiente y previsora! Enhorabuena y un abrazo infinito.
P.D.
Ah, acabo de recordar que estando en el voluntariado penitenciario, a finales de los 80 y principios de los 90, se hizo una experiencia nutricional interesantísima en la entonces Cárcel Modelo de València, desde la Junta de Tratamiento. Se conoció un estudio médico acerca del incremento de la violencia por medio del consumo abundante de carne en la alimentación y se decidió comprobar en la praxis si esa afirmación era cierta y podría aprovecharse como terapia alimenticia en la propia prisión. Así que, se comenzó a incrementar la ración de vegetales y a reducir las dosis de carne en los menús diarios, y eso se hizo en la Tercera Galería, que era el espacio dedicado a los reclusos más violentos y peligrosos. Al cabo de un trimestre, efectivamente, la violencia había desaparecido, los conflictos y los estados de alteración del sistema nervioso y emocional de los reclusos en la Tercera Galería se habían esfumado, incluso varios presos habían solicitado estudiar y participar en actividades culturales y en terapia de grupos, a los que hasta entonces no se habían podido incorporar por sus conductas desquiciadas y asociales. La situación mejoró muchísimo desde entonces. Luego la prisión se trasladó a Picassent y ya no pude seguir la dinámica del proceso. Pero años después, la hija de una amiga, psicóloga clínica, trabajó allí recién terminada la carrera, y comentó que, en efecto, la dieta baja en proteína animal y alta en vegetales, seguía siendo un recurso muy bueno para la reinserción y reeducación de los reclusos.
Sí, está comprobado, el consumo de carne enferma y debilita la psique humana, es excitante del sistema nervioso y no solo produce colesterol de baja densidad sino que proporciona una debilitación progresiva de defensas y recursos biológicos sanos. La prueba es simplemente, acudir a un balneario donde se pueda comer en plan lacto/ovo/vegetariano o vegano y pasar una semana sin alimentos tóxicos procedentes de nuestras víctimas animales sacrificadas sin compasión, -no es lo mismo recibir tratamiento con aguas termales comiendo vegetales que comiendo toxicidad carnívora-, y así comprobar la realidad de unas noticias que no son bulos sino confirmación de que nuestra "normalidad" consumidora es la clave fundamental de nuestros padecimientos y alteraciones más frecuentes y dañinas.
¿No tendrá relación con el consumo tan exagerado de carne, el hecho de que haya en España un índice tan alto de violencia en los discursos derechiles, agresiones machistas y asesinatos en las familias, en las relaciones de pareja, en la calle, e incluso en la más bárbara intolerancia a lo diverso? ¿De qué sustancias alimentan a los animales en las macrogranjas del negocio terminator?¿No estará nuestra sociedad intoxicada gravemente por la imparable y abusiva ingesta de animales tóxicos por lo que comen y les inoculan, como hormonas para crecer más rápido y con más volumen, por ejemplo? ¿Se hacen estudios clínicos serios y sin shobresh de por medio, sobre el modo de vida y de alimentación de los agresores que delinquen y de qué sustancias básicas se nutren?
Seguramente una sociedad más vegetariana que carnívora, más natural que de laboratorio, tiene mucha más y mejor salud en todos los aspectos. Ojalá, como dice Alberto en esta entrevista, la dieta mediterránea fuese la normalidad alimenticia de nuestra ppatria ppenitencial. Ains! Si ese descubrimiento no lo consigue desde ahora la inteligencia responsable, civilizada y consciente, lo acabará consiguiendo el cambio climático, eso seguro, pero sería muy triste tener que llegar al acabóse para comprobar que ya nada tiene arreglo porque todo se hizo al revés. Y por ello, irremisiblemente, la cosa acabe como cantaba María Giménez, "¡Se acabó!" Esperemos que la tontuna, la ceguera, el orgullo y la pastafilia matarile, no se lleven la medalla olímpica del finiquiting absolutely. Ains!
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¿TODAVÍA ESTAMOS ASÍ, XD?
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