martes, 3 de noviembre de 2020

La voz de Iñaki Gabilondo | 03/11/2020 | Plebiscito Trump

    


 Si en USA hubiesen cambiado a mejor  la conciencia y la percepción de la realidad no sería Biden el candidato progresista, hubiera sido Bernie Sanders. Así que no esperemos nada más que, como dice Iñaki, en el mejor de los casos pierda Trump, aunque eso tampoco significa gran cosa, salvo un alivio de poca duración porque Trump no es la causa de la locura y de la barbarie yankies, sino el resultado modelo de ese lumpen vergonzante, que hace posible a energúmenos como él.  

Hay pocos motivos para el optimismo, USA es el último imperio de la saga destroyer del Planeta Tierra y poco puede aportar al mismo infierno global que se ha ido forjando a la sombra de los abusos en flor. Ha invadido, destruído, interferido, arruinado, engañado y manipulado a tutiplén desde que se proclamó el modelo ejemplar de democracia universal, a fines del siglo XVIII. Basta con mirar a Latinoamérica, que los tiene más cerca, para comprobar lo que es capaz de hacer ese maravilloso paraíso de la explotación. Ha invadido y destrozado el sureste asiático. Ha terminado con las mejores expectativas humanas, las ha corrompido con su Covid-USA durante dos siglos y cuarto, ha fabricado la primera bomba atómica que dejó Japón con una contaminación nuclear de espanto unida al destrozo "natural" del genocidio bélico, se ha apoderado de la única herramienta de entendimiento y diálogo global que tenemos los terrícolas: la ONU, se ha montado el control militar de Europa con la OTAN, el control de la pasta con WallStreet y sus sucursales, el FMI y el BM, por lo que se ve también el BCE. Ha terminado por convertir al capitalismo más obsceno a la antigua URRSS y a China, controla las comunicaciones, la informática, los laboratorios científicos, la farmacopea que hace de la enfermedad un negocio universal. Compatibiliza como nadie la miseria con los millones, ya que ha conseguido crear un paradigma por el cual los pobres no quieren un mundo mejor sino ocupar el lugar de los ricos haciendo lo mismo que ellos y se matan con toda normalidad con bandas delincuentes y mafias al por mayor. Han hecho de la miseria millonaria un modelo exportable. Leer las memorias de Snowden da escalofríos. Y no gobernaba Trump cuando estalló la bomba de su confesión, sino Obama, el demócrata ejemplar que llegó como un profeta y que acabó bombardeando Afganistán, rematando Irak, destrozando Libia, liquidó a Bin Laden en plan video juego televisado, con una frialdad de psicópata. Aun hay estados yankies donde la pena de muerte es pan comido y el derecho a comprar armas como se compran chuches, es la divisa garante de la mejor democracia ( en ese tema Pablo Iglesias está puestísimo y la  mar de acuerdo, tiene un video por ahí, que lo deja meridiano): todos pueden matar, eso sí, solo si tienen dinero para comprarse las armas y la munición. O sea, que solo la pasta decide si hay democracia y libertad para todos o no. Sólo perros verdes como Noam Chomsky, Michael Moore o Naomi Klein se atreven a poner la verdad en el candelero, todo lo demás acaba en serie de tv o pasado por Hollywood, ese emporio donde el capitalazo invierte la pasta para ir colando  por el mundo el código moral espléndido de los USA, el imperio ultraimperial que no conoce la seguridad social, ni l a protección estatal a los seres humanos que no tienen techo, son campeones en el homeless turístico, de calle en calle y de parque en parque, para eso está la libertad, qué puñetas, para disfrutar de un buen invierno al aire libre durmiendo bajo los árboles de Central Park o de algún rinconcillo entre contenedores del Bronx, pegados a un carrito de la compra en que llevan, eso sí, la bandera entre barras de pan invisible y estrellas estrelladas contra una realidad pavorosa. Pues anda que no tienen ellos espacio aprovechable, ni ná...

Sinceramente, no tengo el menor interés en esas elecciones tal y como está el patio; salga lo que salga mientras ese pueblo siga como hasta ahora dará lo mismo quien gane o pierda, porque si sale alguien que intente cambiar algo ya se encargarán ellos de aplicarle el tratamiento Lincoln, Kennedy Robert o Luther King fashion. Mientras tanto seguirá triunfando el kit de Forrest Gump ¿Lo mejor que puede pasar en USA? que se arruinen sus millonarios y que todos empiecen de cero desde la misma realidad monda y lironda. 

Seguro que les cambia el chip hasta en Silicon Valley. Ains!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.