La España que madruga pero no paga

eldiario.es
La foto es alentadora, los agentes sociales y el Gobierno, a
pesar del batido constante de las cañoneras de la derecha partidaria,
juntos aprobando el Pacto para la reactivación económica. 50.000
millones, aparte de los ERTE, Renoves y otras "paguitas" que dirían los
Serrano de toda la vida. Los de la España levantisca que madruga pero
para encontrar en el BOE cómo dar un sablazo a la cosa pública, con
ayudas y subvenciones, mientras acusa a la clase trabajadora de gastarse
sus hallares en vino.
Pero, ¿tiene la foto truco? Pues parece que sí; coger, las
patronales cogen, pero dar, lo que se dice dar, poco. La verdad es que
desde que dijera el presidente Sánchez que la reforma fiscal era
irremediable, los madrugadores están movilizados. Garamendi en nombre de
las empresas grandes; Cuerva, en el de las pequeñas y medianas. Es que
no solo la cabra tira al monte, también los chivos, por lo que hemos
visto tras la firma del Pacto.
Lo de subir impuestos pues, no. Hasta ahí podría llegar su
patriotismo. Y eso que lo dice hasta el Banco de España, por no citar
una amplia retahíla de instituciones internacionales no sospechosas de
bolivarismo.
Se habla de justicia fiscal, de que estamos por debajo de la
media recaudadora de la UE en materia fiscal, con crisis y sin crisis.
Se habla de que solo Alemania recauda más de 25.000 millones que
España, solo en IRPF. Claro, la derecha luego se presenta con los
frugales en la UE pidiendo leña y condiciones al Gobierno mientras ni
siquiera se ponen colorados cuando ante sus correligionarios presentan
estas cifras de injusticia fiscal impropias de un país moderno y
solidario.
No es solo pagar los impuestos, más los que más tienen, es,
además, simplemente pagarlos, combatir el fraude fiscal, la elusión y la
evasión, y abrazar, si es que te gusta eso de las banderas, la tuya de
verdad y no la de Panamá, Suiza o Belice. Con un sentido de inteligencia
felina, los que más tienen reclaman más ayudas al Estado, ellos tan
liberales, pero, a la misma vez, se niegan a dejar de cobrar dividendos
mientras que reciben estas ayudas de los que de verdad se esfuerzan
fiscalmente. Ayudas sí, pero no para cobrar dividendos. Lo entiende
cualquiera. No creo que necesiten un DMV, un dividendo mínimo vital.
Y otras cosas; se lamentaba Unai Sordo, y le acompaño en su
sentimiento, de que el último día de junio se produjeron 167.939 bajas
en la Seguridad Social, el mismo número de altas que en el primero de
julio, es decir, al día siguiente. Es el truco del sombrero. No es el
momento de subir los impuestos, sostienen Garamendi y Cuerva, tampoco es
el momento de las inspecciones laborales contras los ERTE fraudulentos o
el campo, ni otras tropelías y abusos como las denunciadas por Sordo.
Se consideran patriotas, así y todo publican su miedo visceral a
los gobiernos progresistas. Repiten cada día el mantra del insomnio. En
el fondo practican lo de siempre, el viejo atavismo del poder
económico, comprenden mal que quien gobierna se tiene que presentar a
las elecciones y ellos no lo hacen, de frente. Tampoco entienden que un
país gobernado por los ricos, la plutocracia, es una fuente no solo de
insolidaridad sino también de inestabilidad, que cualquier buen
capitalista sabe de su peligro.
Con tanto alarde constitucionalista y chillidos de pavor, al
tiempo mendicante, se han olvidado de leer la Constitución Española, que
dice que los ciudadanos debemos contribuir de acuerdo con nuestra
capacidad económica, con igualdad y progresividad. Esa Constitución que
lo dice es fruto del consenso y, salvo que sea mentira y sea solo un
artefacto, hay que cumplirla. No es obra de Simón Bolívar, créanme.
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