Lamento no poder colgar todo al completo el artículo de Elisa Beni, que me ha parecido muy interesante. Los trolls no permiten el trasvase, así que, solo puedo dejar aquí el titular y la foto para que se pueda conectar con el original y leerlo al completo. Todas y todos esperamos la cordura, la inteligencia y las puertas abiertas al cambio, que no significa volver al pasado y hacer un replay, que si de verdad hubiese sido lo que no fue, no habría dado lugar a este presente, que no es una desgracia imprevista, sino el resultado de una inercia degradante enmascarada de "bienestar" superficial, sin base, sin raíces ni valores resilientes capaces de resistir sin zancadillas la embestida de los momentos históricos. Es el cuento de los Tres Cerditos: solo se pueden salvar quienes han construìdo la casa con buenos materiales, los que improvisaron chapuzas no aguantan, los elementos y el tiempo los deterioran y el lobo se los zampa. Es el caso español. Por eso lo tenemos tan difícil y no solo depende de la buena voluntad sino de las herramientas y materiales de construcción inteligente, reciclable, ecológica, y no solo "listilla", sino además cultural, ética, democrática, e inteligente colectiva institucionalizada, un depósito esencial pedagógico que no puede improvisarse solo con buenas intenciones. Nos faltan los cimientos y es el pueblo quien puede y debe construirlos sin miedo ni complejos, sin chulería ni banderas, ni zascas como leyes, ni orgullos ni demagogias, con la realidad frente a frente y la solidaridad empática codo con codo. Justo, lo que nadie nos ha enseñado a poner en marcha más allá de procesiones, cofradías, himnos, siglas, fútbol y casinillos. Hasta que no veamos la necesidad urgente de crear lo que no existe y de no repetir los mismos entuertos vestidos de guapo, esto no podrá cambiar. Sí se puede, pero eliminando mitologías ilusorias embaucadoras y sin miedo a saber la verdad de un pasado chiripitifláutico, de gato por liebre a la González-Guerra, muy mucho indecente a la Rajoy, talante zp y desvergüenzas aznarianas, movidas locas con duros a peseta denuciados y en muchos aspectos corregidos por el alma del 15M, pero magreados inmediatamente por el podemismo de la oportunidad-casoplón y un socialismo de verbena, que nos han traído hasta aquí, esa realidad es la que convive con las cloacas inmensas que es urgente desatascar y limpiar a fondo desde la zarzuela ...de mariscos hasta las chuches. Todos estamos afectadas, por activa, pasiva y perifrástica ya no se distingue entre la resistencia de lo más sano y la complicidad con lo más confuso torpe y deformado. La esperanza necesita fundamentos sanos en los que afianzarse, de momento, hay que crearlos y reconocerlos en común, porque no existen todavía. No comprenderlo y querer volver atrás, además de imposible, sería un fracaso de campanillas como el tango, "volver con la frente marchita y la nieve del tiempo plateando la sien" . Y no, no es eso, que ja en tenim prou, porfis! y hay que operar a la islandesa: el pueblo debe tomar la iniciativa y darle el programa necesario a los gestores políticos, que son sus asalariados y contratados en las urnas...Un cambio total de mirada y de percepción, sin violencia, sin miedo, sin vuelta atrás, como Lot y su familia saliendo de Sodoma y Gomorra...el Chernobil de entonces

Lamento no poder colgar todo al completo el artículo de Elisa Beni, que me ha parecido muy interesante. Los trolls no permiten el trasvase, así que, solo puedo dejar aquí el titular y la foto para que se pueda conectar con el original y leerlo al completo. Todas y todos esperamos la cordura, la inteligencia y las puertas abiertas al cambio, que no significa volver al pasado y hacer un replay, que si de verdad hubiese sido lo que no fue, no habría dado lugar a este presente, que no es una desgracia imprevista, sino el resultado de una inercia degradante enmascarada de "bienestar" superficial, sin base, sin raíces ni valores resilientes capaces de resistir sin zancadillas la embestida de los momentos históricos. Es el cuento de los Tres Cerditos: solo se pueden salvar quienes han construìdo la casa con buenos materiales, los que improvisaron chapuzas no aguantan, los elementos y el tiempo los deterioran y el lobo se los zampa. Es el caso español. Por eso lo tenemos tan difícil y no solo depende de la buena voluntad sino de las herramientas y materiales de construcción inteligente, reciclable, ecológica, y no solo "listilla", sino además cultural, ética, democrática, e inteligente colectiva institucionalizada, un depósito esencial pedagógico que no puede improvisarse solo con buenas intenciones. Nos faltan los cimientos y es el pueblo quien puede y debe construirlos sin miedo ni complejos, sin chulería ni banderas, ni zascas como leyes, ni orgullos ni demagogias, con la realidad frente a frente y la solidaridad empática codo con codo. Justo, lo que nadie nos ha enseñado a poner en marcha más allá de procesiones, cofradías, himnos, siglas, fútbol y casinillos. Hasta que no veamos la necesidad urgente de crear lo que no existe y de no repetir los mismos entuertos vestidos de guapo, esto no podrá cambiar. Sí se puede, pero eliminando mitologías ilusorias embaucadoras y sin miedo a saber la verdad de un pasado chiripitifláutico, de gato por liebre a la González-Guerra, muy mucho indecente a la Rajoy, talante zp y desvergüenzas aznarianas, movidas locas con duros a peseta denuciados y en muchos aspectos corregidos por el alma del 15M, pero magreados inmediatamente por el podemismo de la oportunidad-casoplón y un socialismo de verbena, que nos han traído hasta aquí, esa realidad es la que convive con las cloacas inmensas que es urgente desatascar y limpiar a fondo desde la zarzuela ...de mariscos hasta las chuches. Todos estamos afectadas, por activa, pasiva y perifrástica ya no se distingue entre la resistencia de lo más sano y la complicidad con lo más confuso torpe y deformado. La esperanza necesita fundamentos sanos en los que afianzarse, de momento, hay que crearlos y reconocerlos en común, porque no existen todavía. No comprenderlo y querer volver atrás, además de imposible, sería un fracaso de campanillas como el tango, "volver con la frente marchita y la nieve del tiempo plateando la sien" . Y no, no es eso, que ja en tenim prou, porfis! y hay que operar a la islandesa: el pueblo debe tomar la iniciativa y darle el programa necesario a los gestores políticos, que son sus asalariados y contratados en las urnas...Un cambio total de mirada y de percepción, sin violencia, sin miedo, sin vuelta atrás, como Lot y su familia saliendo de Sodoma y Gomorra...el Chernobil de entonces