La España de Mr. Wonderful
Elisa Beni

No alcanzo a entender
cómo puede ser este país nuestro un parque temático del fascismo, con
tanta manita arriba, o una sociedad dividida y al borde de la fractura
civil o un sindiós permanente del que es casi imposible escapar si, en
realidad, España es el paraíso de Mr. Wonderful, ese mundo rosa y azul
de nubecitas en el que navegan leyendas cursis de autoayuda junto a
unicornios rosas. En una de ellas aparece el lema que debiera
inscribirse en el escudo nacional y, sin ir más allá, sería el de “No
hay nada imposible” esa frase “para recordar que los límites sólo te los
marcas tú y que TODO, TODO, TODO es posible”.
Supongo que los inventores de la gallina de los huevos de oro que es la
firma Mr. Wonderful no tendrían inconveniente en hacer grandes
descuentos al Estado si se compraran millones de ellas para instalarlas
convenientemente incluso en los centros oficiales junto a la fotografía
del monarca. ¡Dónde mejor que junto a la fotografía del monarca! Aun así
no bastaría. Harían falta copias para las capillas. Y también para los
domicilios y los negocios particulares. Y sobre todo para las salas de
vistas. No hay nada imposible. El lema que inspira y anima a tantos y
tantos que se pasan el día haciendo lo que les sale de las meninges.
Todos con corifeo que los aplaude, nutrido por millones de españoles
admirados por el unicornio rosa que algunos lucen en la frente y que les
permite hacer aquello que gusten. Sin mayor problema. A fin de cuentas
siempre hemos sido un país de ácratas, aunque en algunos poderes a eso
le llamen ser creativo.
En primer lugar, como no, vamos a fijarnos en el Mr.
Wonderful bajo el que delibera la Sección Segunda de la Audiencia
Provincial de Navarra. Esa que ayer resolvió los recursos presentados
por las partes contra su propia y polémica resolución de dejar en
libertad a los miembros de 'la manada' tras ser condenados por ellos
mismos a nueve años. Esa que lleva CATORCE días sin dictar un auto para
acordar si procede cambiar la situación personal de Antonio Manuel
Guerrero después de que éste intentara obtener un pasaporte y tras haber
llevado a cabo una comparecencia de las previstas en el artículo 505 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal. ¿Esto ha pasado alguna vez? Pues no.
Inédito, inaudito e insólito que un juez o un tribunal no dicte ese
auto el mismo día o a lo sumo al día siguiente de haberse producido la
vista. ¿Pueden hacerlo? Ya les digo. Inspirados en su Mr. Wonderful de
cabecera porque nada es imposible y que les recuerda que los límites se
los ponen sólo ellos. A ellos no les importa la imagen de desidia y
enfrentamiento que puedan enviar ni que pueda añadir escarnio a una
imagen de la Justicia que están dejando, ellos sí y no la gente, por los
mismos suelos.
Esperemos que no estén esperando a
que la Sala de lo Civil-Penal del Tribunal Superior de Justicia resuelva
los recursos a la sentencia condenatoria pero todo, todo es posible si
tú quieres. También alterar el uso habitual de ese tribunal y hacer que
sean cinco magistrados y no tres los que estudien la cuestión. Ya ven,
la presión social no cambia nada las cosas. No afecta nada. Es Mr.
Wonderful el que ha decidido que como todo, todo, todo es posible,
también lo es cambiar la composición de las salas y meter a todos los
magistrados quizá para diluir el marrón entre más personas o quizá, a
sabiendas de los equilibrios, para alterarlos. No lo sabremos. Esto se
ha puesto de moda. Se lo inventó Grande-Marlaska haciendo de unicornio
mayor para introducir una lectura de la ley que nunca se había hecho y
que donde dice “en los casos en los que no se disponga otra cosa, para
formar sala bastarán tres magistrados” se leyera que basten, que sean
suficientes, no implica que no puedan ser todos los que se quieran,
obviando que existe esa parte que dice que si fuera lo que desea el
legislador ya estaría dispuesto de otra manera, es decir, que dice que
cuando hacen falta más o menos ya lo indica la propia ley. ¡Que ningún
unicornio te empañe! Así se neutralizó al tribunal de Gürtel en la
Audiencia Nacional para la comparecencia del 505 de los condenados que
dejó fuera a Rosalía con 12 años de condena. No lo olvides, español, los
límites te los pones sólo tú.
Teniendo tal rosado
unicornio una simple audiencia, un tribunal superior o la mismísima
Audiencia Nacional ¡cómo se iba a quedar sin su póster y su lema y su
unicornio rosa el todopoderoso Tribunal Supremo!. El más grande de la
casa está instalado en el despacho del juez Llarena. Es muy inspirador.
¿Puede el juez Llarena renunciar a la entrega de Puigdemont sólo por
malversación? No, no puede como tampoco podía retirar la euroorden
cuando lo hizo. No, porque en las leyes españolas no rige el principio
de conveniencia o de oportunidad sino el principio de legalidad y ese es
el que obliga a un juez a perseguir el delito y al delincuente siempre y
esté donde esté. ¡Pero eso es porque los legisladores no consideraban
la existencia del unicornio mágico del espíritu español siempre creando,
siempre inventando, siempre maquinando! Es sólo un ejemplo de todas las
cuestiones que Mr. Wonderful ha inspirado al inspirado instructor. “No
hay nada imposible”, no hay límites, todo depende de tu voluntad, repite
insidioso el que ya hemos adoptado como lema patrio.
¿Puede el abad del Valle de los Caídos enrocarse con los restos de
Franco a pesar de lo que diga el Arzobispado? En la basílica el
unicornio ha sustituido un panel del tradicional retablo. Ya lo hizo,
anticipándose al éxito de la sociedad infantilizada, el propio dictador
de forma bien cruel. ¿Puedo hacerme un homenaje de faraón? No tienes
límites, eres el dictador y allí no hacía falta ni Mr. Wonderful ni la
madre que lo parió y bastaba la gónada única del generalito. ¿Puedo unir
escarnio a mi genocidio profanando tumbas y trayéndome los cadáveres
que quiera hasta aquí para darle a esto un toque? Franquito, todo, todo
lo que imagines puede ser hecho. El abad es un mindundi en el mundo
canónico que parece que quiere enrocarse en los deseos de los nietos del
dictador y no hacer caso al presidente de la Conferencia Episcopal que
no ve problema en la exhumación. Quizá haga valer el abad su dependencia
directa de la Confederación Benedictina -son unos monjes federales- y
de su actual Abad Primado que creo que se llama Gregory Poland, en todo
caso éste sí depende jerárquicamente del Papa así que creo que no, que
el abad no puede enfrentarse sólo al Gobierno de España pero, como será
devoto de Mr. Wonderful, no se habrá cuestionado siquiera que haya
límites más allá de su criterio. Lo va a descubrir pronto, al tiempo.
El unicornio que nos posee. Piensen en más ejemplos. Piensen en todos
los discípulos de la orden del unicornio de sus santas narices que no
son sólo los que lo nutren sino también los que están dispuestos a
justificarlo todo, a explicarlo todo y a defenderlo todo. Lo dicho: la
España de la taza de autoayuda y del unicornio. Está por todas partes. Y
si sus fieles dudan y si se permiten dudar de si las cosas deberían
hacerse de otra manera, tiran de su taza de café de Mr. Wonderful con
otra frase inspiradora: Todo va a salir bien, porque tú eres la leche.
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