El alma, la conciencia y la música. Un trío fundamental para que el perdón y sus secuelas, en la profundidad del toma y daca sorofraterno, se funda con la vida y las mejores intuiciones con la realidad materializable del presente infinito: la única materia prima de que disponemos a la hora de vivir para llegar a ser sin vegetar entre zarpazos y meteduras de pata demoledoras "valoradas" y hasta exigidas como "normalidad", hasta derecho y virtud...
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