LEYES
Un mundo de corsés y de ortopedias sin sentido.
Vengativos flagelos contra lo diferente.
Códigos cavernarios arropados y ocultos
en palabras añejas
que perdieron la voz y el contenido,
mutadas en cadenas y machetes atroces
en manos de verdugos sin alma ni empatía.
Tristes huecos de ausencia
en los que ser iguales en sustancia
pero a la vez conscientes y distintos
no es riqueza sino delito grave.
Imperdonable.
Justificantes frutos de la contradicción.
Leyes y leyes. Ajenas a la luz de la Justicia.
Hostiles al amor que las vulnera.
Leyes. Que ya no son humanas ni divinas,
tan sólo transición de manos negras
y máquinas que un día creyeron ser de carne
y sentimientos,
hasta que destruyeron, hundidas en la amnesia
y en la niebla de un ego universal enloquecido,
la posibilidad de la conciencia.
¿Leyes?
¿Qué son las leyes
si no hay esencia humana y luminosa
que construya y devuelva el sentido
a tu existencia?
Traemos un equipaje vital que ya no sirve nada más que para convertirse técnicamente en un peso muerto. Todo se ha desgastado a base de usarlo con las instrucciones fuera de tiesto y tantas veces entendidas al revés, para adaptarlas a las mismas cuevas rupestres de nuestros admiradísimos antepasados, siempre hacha de sílex en ristre y decorando ese ambientazo primitivo en constante modernización de los mismos pedruscos, que aunque cambien de nombre, de aspecto y ubicación siguen siendo las mismas empresas gestoras del mismo cambalache.
No podemos seguir en este plan si de verdad queremos llegar a 2030 siendo todavía una especie medianamente humana con algo de futuro, pero empecinada en los tatuajes que nos han pintado y grabado a los largo de milenios los imperios, sus creencias ad hoc, sus ideas y sus rituales, a base de sus diversos tatuajes sobre el inconsciente colectivo e individual unidos a la manipulación convertida en patriotismos, religiones, ideologías, magias harrypotterfashion, etc, etc...En fin, una verdadera exposición cubista del caos planetario que sólo ha servido para convertir el Planeta Tierra en un manicomio autogobernado por los okupas gestores de ese invento, obedecido y soportado por el resto de víctimas con aspiraciones de trepar al poder de un lodazal enloquecido, cada día más. Creyendo que eso puede ser nada menos, ¡que el futuro!, mientras se destroza la tierra que nos da de comer, se acaba con el agua que nos de de beber, se liquida el aire que nos permite respirar, y se mata con una pericia maravillosa todo lo que suene a Vida.
Primero nos autoengañamos poniendo en marcha unos imaginarios "nuevos valores", como pasó tantas veces en cada, aparentemente, nuevo imperio, que en realidad siempre ha sido el mismo, pues todo imperio se basa en el idéntico dominio de la humanidad más sencilla y pobre, por un grupete de cuatro gatos complicados, deshumanizados y millonetis, que lo mismo arrasan con conquistas de nuevos mundos, de Tierras Santas, nuevos continentes, acaparamiento de combustibles y hasta de espacios extraterrestres, banca internacional, medios de comunicación, eventos alucinógenos, tecnologías que van investigando sobre la marcha el poder de sus inventos, mercados de todo lo que mata pero mola mazo, como las armas, las drogas, el tabaco, el alcohol, la ludopatia, la adicción sexópata, o despilfarradora, los malos tratos como emblema del poderío y el amor, la empatía y la compasión como síntomas de flojera y blandenguería, y hasta el trapicheo con medicamentos que crean adicción y liquidan al personal en las residencias de ancianos y enfermos, para que dejen sitio y presupuesto a las nuevas generaciones, dispuestas a lanzarse al vacío creyendo que han encontrado el tesoro universal en internet, en las redes en las que son pescados y enganchados al móvil las 24 horas, y con la I.A. en ristre, en fin...
Todo en venta en plan black friday. Tonto el que no compre todo lo que ve por el camino ni aplauda a los vencedores de las guerras, ni se aproveche de las crisis creadas por el sistem in failure para encarecerlo todo y envenenar mejor la sociedad poniéndola patas arribas cuando "ell@s" no mandan, y haciendo que el malvivir de muchísimos sea el forring office para los cuatro gatos de toda la Historia, que se repiten como si estuviesen almacenados en conserva sin fecha de caducidad...
Ése es el panorama que hay, pero existe también una receta que no falla para salir de él y no volver nunca más a caer en sus garras: descubrir en nuestro interior el verdadero tesoro que no sólo tenemos, sino que sobre todo SOMOS.
Durante milenios le han llamado "dios", pero afortundamente, esa Realidad infinita ,ilimitada, sorprendente, inagotable y completamente transformadora, va mucho más allá de una hipótesis religiosa basada en relatos escritos hace miles de años. Porque, lo cierto es que esa Realidad está dentro de nostr@s. No es una utopía ni una ilusión ni un sueño, es la base de todo y de tod@s, es el puzle de la Luz, de la Vida y del Amor, del que nosotr@s somos las piezas. Hacernos conscientes de ello es la salvación total y sin marcha atrás, el despertar definitivo, el síndrome de Pablo de Tarso, cuando cayó del caballo y su vida dio la vuelta como la ropa cuando está del revés y se vuelve del derecho pero sin necesidad de que alguien lo haga desde fuera. Es algo parecido a como haber nacido ciegos y que un buen día la ceguera desaparezca, de golpe y porrazo, nunca mejor dicho...en el caso de Saulo, que desde entonces pasó a llamarse, pequeño, insignificante, ínfimo, "paulus" en latín. Sí, algo parecido a lo del ciego del Evangelio cuando le preguntaron si él creía que le había curado el Mesías: "yo no sé quién es el que me ha curado, si es o no el Mesías, sólo se que yo nací ciego y ahora veo".
Ésa es la experiencia psicoemocional que nos puede rescatar del caos, del lío demoledor que nosotr@s mism@s nos trajinamos arrastrados por el mismo rifirrafe multimilenario. Nada ni nadie puede provocar ese cambio, porque no vine de fuera, sino de los genes infinitos que portamos en el interior de nuestro equipaje humano y también y divino. Pero sembrado en el alma y asomando poco a poco en el nuevo tejido de la conciencia primero y de la cum scientia, después, en la medida en que vamos aprendiendo, desarrollando e integrando el noúmeno con el fenómeno, como muy bien hizo Inmanuel Kant, junto con Spinoza, unos de los primeros filósofos que vieron la puerta abierta al infinito sin tener que ser abducidos por ninguna religión, por ningún poder ni por ninguna atadura ni ideología.
Tal vez habría sido genial para la humanidad que el lema de la Revolución Francesa hubiese cambiado el orden expresivo de sus aspiraciones y en vez de 1) Libertad, 2)Igualdad y 3)Fraternidad, hubiese sido prioritariamente 1)Fraternidad, 2)Igualdad y 3)Libertad. Digamos que la SoroFraternidad y la Igualdad son las pasajeras energéticas del viaje humano por la materia y que la Libertad sólo es el vehículo en el que viajan, l@s viajer@s deben saber previamente a dónde quieren ir , por eso son l@s que conducen, nunca es el vehículo el que toma las decisiones ni la dirección del viaje, dejar las decisiones en esa mecánica elemental, emocional, primaria y sólo instintiva sería una locura, aunque hasta se haya llegado al disparate de que esa Libertad pueda proceder y proceda de la I.A. inventada por los humanos para no tener que decidir a dónde quieren ir, y que las máquinas decidan por ellos. Las pelis Conscience y 2001 Odisea en el espacio dan unas pistas acertadísimas sobre el tema.
En realidad la Libertad verdadera y humanamente madura, sana, necesaria e inofensiva es el resultado natural de vivir plenamente la Fraternidad y la Igualdad desde que llegamos a este mundo; si la libertad se toma como el primer objetivo a desarrollar y ejercer sin tener en cuenta que lo primero es asumir que somos herman@s e iguales, las consecuencias pueden ser terribles, como ahora lo son para toda la especie humana como para el Planeta y para las demás especies, también.
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