Querido hermano Francisco Ibáñez, buen viaje de regreso a la Casa Infinita, con la que siempre tuviste una conexión espléndida... es lo que tiene llevar dentro el humor de dios; muchísimas gracias por habernos mostrado y compartido el lado más sano y constructivo de la felicidad y el ingenio, sí, y por ser el Miguel de Cervantes del cómic, como Cervantes fue el Ibáñez literario del siglo de oro...
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