martes, 13 de junio de 2023

Un buen estudio sobre un tema fundamental en tiempos de barullo, mentiras y confusi贸n, aprovechando el panorama. Un territorio en el que la conciencia, el alma, la luz interna y el maestro de coraz贸n, sin duda alguna, son la clave de la salud, de la curaci贸n y del equilibrio propio y comunitario. El Dr. Manzano Callejo y Nueva Tribuna nos ayudan a profundizar y a crecer. Muchas gracias!馃ぉ馃馃憤馃檹馃檹馃檹

 

PSICOECOLOG脥A

Soborno y sentimiento de culpa

Seg煤n el DRAE, sobornar es dar dinero o regalos a alguien para conseguir algo de forma il铆cita. El soborno es una de las formas m谩s reconocibles de corrupci贸n. Una definici贸n consensuada y general apunta que la corrupci贸n es “el abuso de un poder encomendado para beneficio personal”

La corrupci贸n est谩 presente en el soborno, que consiste en un pago dado o recibido en una relaci贸n corrupta y que es la misma esencia de una conducta corrupta; la malversaci贸n, la cual se basa en la desviaci贸n de fondos p煤blicos que deber铆an ser administrados para un uso diferente; el fraude, que incluye una manipulaci贸n o distorsi贸n de la informaci贸n y/o hechos para beneficio de un intermediario (funcionario p煤blico) de la clase pol铆tica y la ciudadan铆a; la extorsi贸n, que es el dinero u otros recursos derivados de la coerci贸n, violencia y amenazas de emplear la fuerza; y el favoritismo, que se basa en la adjudicaci贸n de recursos p煤blicos de manera arbitraria para favorecer a determinadas personas o grupos.

La corrupci贸n se erige como uno de los mayores impedimentos para el desarrollo de un sistema de gobierno eficiente. En otras palabras, la corrupci贸n es se帽al de que algo ha ido mal en la gesti贸n esta. Genera p茅rdidas millonarias para los Estados y las correspondientes administraciones p煤blicas, un monto de dinero que se desv铆a de partidas presupuestarias destinadas a otros menesteres como, por ejemplo, la lucha contra la pobreza, la malnutrici贸n y el incremento en la calidad de vida de millones de personas.

Pese a todo, algunos trabajos puntualizan que el concepto de corrupci贸n var铆a ampliamente entre distintas sociedades, haciendo que determinadas pr谩cticas puedan ser l铆citas en ciertos lugares mientras que en otros son consideradas actos corruptos. Esto quiere decir que la corrupci贸n est谩 lejos de ser una manifestaci贸n homog茅nea, sino que se trata m谩s bien de un fen贸meno social sujeto a los avatares propios de cada sociedad como son las normas, valores y reglas. Esto demuestra que la corrupci贸n es un fen贸meno multifac茅tico y dif铆cil de aprehender por su propia naturaleza, ya que adopta diversas formas dependiendo del contexto en el que se desarrolle explican que la corrupci贸n entre los trabajadores del sector p煤blico ha recibido una enorme atenci贸n dentro y fuera de los c铆rculos acad茅micos debido al incremento de estudios sobre este hecho. Dado que ha sido estudiada desde diversas disciplinas, sus causas explicativas var铆an: desde un problema estructural de las esferas pol铆ticas y econ贸micas, hasta el producto del declive de la moral del individuo y sus distinciones culturales. Si se pone el foco en la corrupci贸n gubernamental, la corrupci贸n es definida como el mal uso de un cargo p煤blico para obtener una ganancia privada; mientras que, si el foco se mueve hacia el aspecto ilegal o ileg铆timo de esta conducta, la corrupci贸n es definida como una pr谩ctica en la que el poder de un funcionario p煤blico es utilizado para un beneficio personal de modo que trasgrede las reglas. Desde un acercamiento economicista, la corrupci贸n es un conjunto de pagos a actores (tanto p煤blicos como privados) para incitarlos a pasar por alto los intereses de sus superiores y favorecer los intereses privados de quienes les soborna. 

La caracter铆stica m谩s llamativa de la literatura sobre corrupci贸n en los 煤ltimos 30 a帽os ha sido la notable ascendencia de los estudios provenientes del campo de la econom铆a, desplazando del tablero a los polit贸logos y a los investigadores del desarrollo humano. En esta l铆nea, la percepci贸n de la corrupci贸n entre iguales ha sido tradicionalmente el 谩rea de investigaci贸n m谩s potente, especialmente dentro de lo que se conoce como Econom铆a comportamental. Los principales resultados han mostrado que cuanto m谩s perciba una persona a sus iguales como corruptos, m谩s aumentar谩 la probabilidad de que esa persona cometa una conducta corrupta en el futuro. Si se percibe un ambiente corrupto, se propicia que una persona minusvalore las consecuencias en caso de ser descubierta, se incrementan los replanteamientos referidos a las propias creencias sobre lo que significa la deshonestidad, se genera desconfianza social, se distorsiona la percepci贸n de las normas sociales, y se forma un caldo de cultivo que fomenta la realizaci贸n de estas pr谩cticas ilegales y/o deshonestas. 

Los estudios que han analizado la corrupci贸n a nivel individual (nivel micro) son escasos y se sugiere que esta deficiencia se debe a que los datos referidos a la corrupci贸n est谩n disponibles solo en un nivel macro (entre pa铆ses), y es all铆 donde la investigaci贸n ha centrado primordialmente sus esfuerzos. Asimismo, cabe aclarar que no existe una revisi贸n sistem谩tica sobre variables psicol贸gicas asociadas a la corrupci贸n. Sin embargo, una nueva investigaci贸n est谩 arrojando luz sobre los rasgos de personalidad que podr铆an explicar este comportamiento. Las personas propensas a los sentimientos de culpa son menos propensas a aceptar sobornos, particularmente cuando el acto causara un da帽o obvio a otras personas. La investigaci贸n, publicada en Social Psychological and Personality Science, contribuye a un creciente cuerpo de literatura sobre las diferencias individuales en los comportamientos corruptos.

Los resultados tienen implicaciones importantes para los acontecimientos mundiales actuales, particularmente en el 谩mbito de la pol铆tica y la gobernanza, donde la corrupci贸n y el soborno son las principales preocupaciones. M谩s espec铆ficamente, los resultados resaltan la importancia de evaluar la propensi贸n a la culpa de los candidatos en la selecci贸n de personal, especialmente cuando se elige a un l铆der para un grupo.

Los investigadores realizaron dos experimentos online con 2.082 estudiantes universitarios, combinando juegos econ贸micos con medidas de personalidad. El primer estudio demostr贸 que ser propenso a la culpa se asoci贸 negativamente con la aceptaci贸n de sobornos, mientras que el segundo revel贸 una conexi贸n entre las preocupaciones de las personas por los dem谩s y su disposici贸n a aceptar un soborno.

La investigaci贸n tambi茅n destaca el potencial de utilizar modelos computacionales para estudiar la toma de decisiones morales y los mecanismos psicol贸gicos subyacentes que dan forma al comportamiento 茅tico.

El estudio es correlacional en lugar de causal, lo que significa que los investigadores no pueden concluir definitivamente que hacer que alguien sea m谩s propenso a la culpa reducir谩 su probabilidad de participar en un comportamiento corrupto. La investigaci贸n se centra en ser propenso a la culpa como un solo rasgo de personalidad y no tiene en cuenta otros rasgos de personalidad relacionados con la moral que podr铆an influir en el soborno.

Seg煤n estos investigadores ser铆a deseable investigar mecanismos psicol贸gicos alternativos, como la responsabilidad, la obediencia o la conformidad, m谩s all谩 de la preocupaci贸n por el sufrimiento de los dem谩s, que pueden ser la base de la relaci贸n entre la propensi贸n a la culpa y el soborno.

Por 煤ltimo, compartir esta reflexi贸n ir贸nica de Jonathan Swift: “El poder arbitrario constituye una tentaci贸n natural para un pr铆ncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo”.

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